Capítulo 150: “Cóndor vs León Parte II”

Alexina se liberó de sus ataduras, solo para ser golpeada nuevamente en la cabeza por el arma favorita del teniente, “Karen”, quien le hacía recordar a su antigua amada que se fue al extranjero a conseguir un mejor trabajo, cayó al piso, mientras era pisoteada por la bota oscura del teniente en frente de todos. Diego solo miraba sin poder hacer nada.

¿Qué podría hacer? ¿Qué puedo hacer? Solo soy inteligente, y eso, apenas puedo construir drones de batalla, pero en pelea cuerpo a cuerpo como Jhon, Kim o Alexina, no sirvo de nada… solo soy resistente en ingeniería o matemáticas, pero para esto de luchar frente a frente, con defensas, arriesgando la vida misma, no, soy totalmente débil.

Pero… cada vez que agacho la mirada, solo puedo ver la paliza que le están dando a una hermosa chica, rubia, alta y con ojos azules, siendo maltratada, golpeada y castigada de manera brutal por un hijo de puta que disque lucha por la libertad de su país, sin embargo… esa maldita idea de libertad nunca la conocí, verla a punto de morir sin poder hacer nada, carajo… ¿Qué diablos sucede conmigo? ¿Soy tan débil?

Mis padres siempre me dijeron que podía lograr lo que fuese cuando tenia el conocimiento necesario, pero a pesar de estudiar mucho, de leer sobre cada autor de diversas teorías científicas, no lograba encontrar algo de valor aparte de las aportaciones científicas, tiene que haber algo oculto, algo que no se pueda ver a simple vista; mis padres me dieron todo su apoyo, mis hermanos, mis amigos… y si realmente…

• -       ¡Alto allí! – me acerqué al frente del teniente, con miedo, pero arriesgando todo a un plan para nada elaborado
• -       ¿Qué deseas? ¿No ves que estoy matando a esta ingrata extranjera?
• -       Si… teniente, solo que, podríamos utilizarlo para usar los cañones a máximo potencia…
• -       ¿En serio? ¿sabes qué clase de poder tiene?
• -       No señor… pero…
• -       Quiere decir que no eres uno de mis hombres
• -       ¿Cómo?
• -       Pues al ser uno de mis hombres supuestamente, deberías entender que entrometerte de tal manera significaría la muerte instantánea, como mate a esos dos por estorbarme, ahora vienes a entrometerte, justo cuando le doy a mi querida Karen una cena maravillosa ¡Eres muy imbécil ¡Dah!
• -       Vaya… no creí que me descubrieses tan pronto, pero… caíste en mi trampa también
• -       ¿Qué dices?
• -       No sería raro que alguien te detuviese por causar tantos daños… y si no me equivoco, nosotros los Soulos no somos los únicos capaces de detenerlos, en cuestión de segundos vendrán a matarte principalmente, mis amigos universitarios
• -       ¡Hahaha! – se vaciló por algo que dije - ¿Amigos universitarios? Eres Diego, nacido en Comas, hijo de comerciantes de un mercado y el numero uno de tu pobre colegio ¿Alguien de tu calaña viene a darme ordenes? ¡Dah!
• -       Insúltame lo que quieras, pero golpear a una chica es mucho peor, seré de la calaña que quieras, pero tú eres ¡Un hijo de puta abusador de las mujeres!
• -       Oh lo siento señor inteligente, pero si no lo entiendes, algunas mujeres de verdad merecen ser castigadas, al igual que los hombres, me gusta hacerles sentir una gran causa de justicia que merecen. Me da igual que sean hombres o mujeres, si cometen una falta, merecen todo el castigo físico posible
• -       Entonces eres un desgraciado sadomasoquista, lunático de mierda
• -       Puede que si ¡Dah! Pero si no aprenden a las malas, seguirán haciéndolo de nuevo, una y otra puta vez, por eso castigo a tu amiga, porque ella está en contra de nosotros, si la dejo ir, vendrá por nosotros con una carga tan inmensa de odio innecesario, que tendré que matarla. Estamos condenados a repetir todo, somos tan brutos que nunca aprendemos, por eso la mejor solución es la muerte
• -       ¿Por eso te uniste a la legión? ¿Crees que la muerte es la maldita solución a todo? No, te equivocas, si solo muestras muerte a los demás, los demás aprenderán a solo matar, y de esa forma, no se construye ningún país, maldito hijo de puta
• -       ¿En serio? Los niños que nacieron después del terrorismo no tienen ninguna puta idea de lo que es el terror, yo en cambio por supuesto que lo viví, ¡Mírame a los ojos directamente! – al verlo, sus ojos estaban enrojecidos, parte de su rostro cicatrizado y unos dientes negros - ¡Esto fue lo que causo el no matar a quienes se les debió hacerlo en su momento! Si perdonamos cada cosa que nos hagan en la vida, nos lo pasaremos sufriendo en vida ¡Por eso luchamos y creemos en el futuro del país con la mejor sociedad del mundo! Ahora… solo muere ¿De acuerdo?

Apuntó con su rifle hacia mi cabeza, tratando de esquivar sus balas, una de ellas impactó en mi pierna derecha que me impidió el seguir corriendo, sus guardias se quedaron perplejos ante tal revelación del rostro de su superior, no querían moverse, no deseaban hacer nada, estaban aterrados, y yo a punto de ser asesinado por alguien tan… horroroso en todo sentido. El tipo subió a la cima de la gran cruz iluminada de sangre para apuntar a mi posición, disparando a gran distancia con risas y risas, este tipo estaba desquiciado.

Afortunadamente, una explosión por los alrededores distrajo por unos momentos al tipo loco, mientras sacaba con mis brazos a Alexina, tan herida y vulnerable, y yo consiente de haber visto esa masacre sin hacer nada, que mierda de persona. Otro disparo que perforó el suelo detuvo nuestra retirada, los guardias se alejaban, mientras eran asesinados por las balas impenetrables de su superior, vacilándose en cada momento, riendo a carcajadas como un perfecto maniático, ¿Qué diablos? Se puso al frente de nosotros, para luego dar media vuelta y subir a uno de los cañones modificados, apuntando con una mira particular hacia nosotros, iba a dispararnos, ¡No podemos hacer nada!

El disparo fue concretado, un pedazo gigante esférico de metal iba con fuerza a volarnos en pedazos, la peor manera de morir, y la manera más ilógica, ser despedazado por un cañón antiguo modificado, o eso pensaba, pues antes de impactar en nuestros cuerpos, un tipo gigante apareció para repeler el cañón y hacer polvo al frente de nosotros, otro tipo apareció disparando hacia el superior con una ametralladora, el gigante nos alejó hacia una distancia segura, en la falda del cerro, unos pies debajo donde combatíamos con ese desquiciado engendro.

El tipo del arma que disparaba cien por hora, advirtió al gigante que lo distraería mientras corríamos hacia cualquier parte, pero en ese instante, fuimos bloqueados por un helicóptero con miembros de la legión dentro, apuntándonos con varias armas a punto de matarnos, el intento de asesinarnos nuevamente, cosa que no alegro al gigante, pues con un salto derrumbó el helicóptero, no sin antes sacar a sus tripulantes con mucha fuerza hasta hacerlos correr del miedo.

• -       ¡Avalon retrocede ahora!
• -       Claro my friend, pero este tipo…

Avalon se sorprendió al ver al tipo salir ileso, o bueno, mejor dicho, vivo todavía, pues su cuerpo estaba repleto de balas, desangrándose, pero de pie, ¿Qué mierda era él? Seguía vivo luego de ser ametrallado con una infinidad de balas que fácilmente podían destruir un tanque o dos, ¿Qué estaba sucediendo? El tipo usó su rifle para disparar directo al gigante, haciéndolo caer por un impacto de bala en su hombro izquierdo.

• -       ¡Luis! ¡Mierda – Avalon retrocedió buscando un punto ciego en ese sujeto, pero solo recibió una patada en el estómago que lo llevó a caerse de la cima, hacia nuestra posición, mirando a la cima donde ese sujeto se desangraba mientras colocaba su pie izquierdo encima de una roca
• -       ¿Qué mierda eres?
• -       Mírame, mírenme bien niños, ¿Les parece estupendo esta pose de batalla? Parezco un ángel a punto de castigar a unos demonios ¡Soy grandioso! Conquistador: Dante Veramendi de Casper ¡Bah!
• -       ¿Qué dijiste? ¡Ya basta!

Su ropa quemada, tan agujereada que parecía un viejo saco de pelar papas, su mirada perdida, su rifle convertido en un hacha con mirador para disparar a matar, y esa sonrisa de mierda que detestaba desde que lo vi, ¿Era un policía de verdad? Su ropa de policía/militar quemada, hecha trizas, desangrándose, cada gota roja era síntoma de dolor, me daba nauseas solo verlo, ¿Qué era él?

• -       Es hora de que este ángel, los mande al infierno ¡Dah! – una sonrisa macabra era mostrada nuevamente por ese… humano ¿No?