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miércoles, 3 de junio de 2015

No todo lo que brilla es oro, a veces, es solo chocolate o veneno




  • -       Esto… ¡es increíble! ¡Tenías razón Mila! ¡esos polis que están en la entrada, son *tombos de verdad! ¡Y para colmo del escuadro de las águilas negras! – dijo Sylvana con incredulidad
  • -       Carajo… entonces esto será complicado, ¿Qué hacemos ahora líder? – me pregunto Mila mirándome con sus lentes rojos oscuros, sin expresión alguna en su mirada
  • -       ¿Oe qué? ¿ahora soy líder? convenida, mi plan consiste en… mejor hablemos en este pequeño montículo de basura y tierra

Nos reunimos en un montículo de tierra, bien escondidos, a planear nuestro ataque, porque eso tenemos que hacer, atacarlos para liberar a Luna y no permitir que se la lleven a otro lugar y puedan hacerle daño o incluso matarla. Luis dio la idea de que dos de nosotros los distrajésemos lanzándoles piedras, y luego, en un punto alejado, utilizar nuestros poderes para derrotarlos, Sylvana mencionó el ataque frente a frente, utilizar nuestros poderes con toda nuestra furia y acabarlos allí mismo, en cambio yo, solo dije que debíamos distraerlos e intentar noquearlos para que, los demás entraran al lugar y buscaran a Luna por todos los pisos del edificio antiguo.

Sylvana se opuso totalmente a nuestras ideas, y sin esperar mucho, nos dijo que con nuestras tácticas Luna estaría muerta o peor, que éramos muy pasivos y lo que todos necesitan es, el activismo, y con esa frase sin sentido que dijo, saco unos guantes con baterías  pequeñas pegados con cinta adhesiva a los guantes, y salió al encuentro de las águilas.

Nos quedamos sin habla, y yo con curiosidad de saber qué eran esos extraños guantes, Alexina no espero y también salió al ataque, maldije dentro de mí por la situación, y sin esperar una respuesta, también me dirigí al ataque, saque mi bastón de la mochila y fui con todo los ánimos y nervios en alto. Carlos hizo lo mismo al sacar su porta borrador e utilizar el color azul de su polo como color de ataque, solo se quedaron Luis y Mila.
  • -       ¿los ayudamos Mila? – preguntó Luis con notables nervios
  • -       No, se nota que estás asustado y lo entiendo, ya observé el paisaje, y, lamentablemente no hay cadáveres de perros o algún otro animal por aquí, por lo tanto, mi poder es inútil… - bajo la mirada entristecida
  • -       ¡Espera! ¡Mira eso! – hablo Luis, señalando un lugar especial no lejos del edificio
  • -       ¡Oh! ¡perfecto! –una sonrisa macabra se dibujó en su rostro con lentes rojos

Mila se alejó por unos minutos del lugar, mientras Luis observaba desde el montículo nuestra pronta pelea.

El primer ataque fue realizado por Sylvana, al intentar golpear a unos de los polis con sus guantes, pero lo esquivó y le agarro el brazo derecho, lanzándola hacia nosotros, Alexina y Carlos se apartaron lado a lado para evitar su choque, pero yo recibí el golpe de su cuerpo y ambos caímos al suelo, algo adolorido, intenté despertar a Sylvana. Alexina con su baile danzante, intento golpear a ambos tombos usando brazos y piernas e intentando noquearlos al utilizar su poder de aire, pero esquivaban cada golpe como si se tratase de una pluma muy brillosa, uno de ellos saco una porra negra de su cinturón y golpeó fuertemente en la pierna izquierda de Alexia, ella cayó al piso gimiendo de dolor, el otro tombo intentó disparar en su cabeza con un revolver antiguo oscuro, sin embargo, fue tumbado al suelo gracias al mazo gigante azul de Carlos.

Carlos se alegró por unos instantes, pero su alegría terminó cuando el otro policía casi le rompe la cabeza con su porra, este evito el ataque e inicio un forcejeo entre ambas armas, el poli que cayó al suelo, saco una bomba lacrimógena y la lanzó con fuerza hacia Alexia, pero fue pateada de regreso con mi intervención, explosionando cerca de la cara del policía, este lloró de dolor por los químicos segregados en el aire, antes de que huyera, termine su agonía con un certero bastonazo en su estómago, uno menos.

Mientras peleaban Carlos y el tombo, este saco una granada de guerra y se lo tiró cerca al estómago, el no pudo alejarse, y cuando explotó la granada, todos sentimos el fuerte impacto sonoro de esa explosión que nos dejó sin sonidos en varios segundos, me acerque rápido donde estaba Carlos, pero el tombo nuevamente apareció y con su porra, trato de golpearme en la cabeza, pero lo rechacé con mi bastón, sucediendo otra batalla de armas a mano. Sylvana corrió donde Carlos para verificar si estaba bien, el humo comenzó a disiparse y pudo ver lo que parecía ser el cuerpo de Carlos, pero intacto, gracias a la esfera de metal que protegió a Carlos de la explosión, de seguro lo hubiese volado en pedazos al instante si la esfera no lo hubiese protegido.

Luis apareció detrás del tombo para atacarlo con sus duros puños grandes, maldiciendo que la esfera se haya utilizado para proteger en un mal momento, ahora la batalla era entre dos contra uno, pero ese uno que es Luis, pareciese que tuviera la fuerza de cinco, o incluso diez hombres con armadura, ninguno de nuestros ataques frontales funcionó como tampoco los porrazos del poli, nos acercábamos a la puerta del edificio y nada parecía funcionar.

Entonces Sylvana nos dijo que nos alejáramos de él, que era su momento de brillar, y corriendo a toda velocidad, golpeó al tombo con su guante adjuntado con baterías en el estómago, y pronunció estas  impactantes palabras: “¡PUDRETE Y CALCINATE!” al terminar de decir esto, fue enviado con fuerza a la puerta, destrozándola totalmente, con el tombo electrocutado pero respirando, pudimos acabar con los guardianes del lugar, tenemos mucha suerte
  • -       ¡Caracho Sylvana, que buen golpe! – la felicite
  • -       ¡No digas webadas Jerouu! ¡no tenemos tiempo! esa explosión de seguro alarmó a los vecinos y fácil, ¡la policía ya viene a este lugar! – dijo angustiada
  • -       ¡Además de que acabas de causar un incendio cerca la puerta! – hablo Carlos, señalando el comienzo de un incendio

Al ser golpeado y dirigido a la puerta, las chispas de electricidad que dejo el impacto del cuerpo con la madera, ocasionó pequeñas llamas alrededor de la puerta, dando inicio a un voraz incendio que no se detendría por nada. No teníamos mucho tiempo y nos dirigimos al segundo piso, Sylvana se quedó en el primero buscando rápidamente a Luna. Carlos se quedó en el segundo, y utilizando la luz de celular, absorbió el color blanco e iluminó toda la sala con una esfera brillante y muy cegadora si la mirabas fijamente. Yo me dirigí al tercer piso, pero todo estaba destruido, no había indicios de nada pero, en el fondo, vi una puerta, que de seguro conducía al techo, donde esta ella, ¡si o si!

El sonido de las sirenas de los policías se hacía cada vez más cercano, en unos minutos estarían cercando el lugar, y en segundos, disparándonos. Derrumbe la puerta, y estaba en el techo, pero no había un techo, solo el piso y el humo que crecía poco a poco, de lejos pude ver una silla, con una persona atada y gritando de auxilio, ¡ella era! Corrí raudamente hacia su posición, pero parte del piso se derrumbó y aplastó todo lo que encontró en su camino al suelo, ojaló Carlos y Sylvana no hayan estado parados en medio del derrumbo, por favor no.
  • -       Luna, ¿eres tú? – pregunte tosiendo por culpa del humo
  • -       Si… ¡ayúdame por favor! ¿se quema el edificio? – preguntó atemorizada
  • -       ¡Si! ¡No tenemos tiempo!

Le desate la venda de los ojos y los de las manos y pies, la sujete con mi brazo y aun sin poder entender, me pidió que la cargara porque le habían torturado las piernas hasta el punto de no caminar muy bien, pesaba un poco, pero no lo suficiente para caerme. Me dirigí a la puerta de salida, pero esta fue consumida por el fuego rápidamente, no hay manera de escapar, el fuego devoraba todo a su paso, pero escuche un grito proveniente de Mila, está afuera del edificio, y al acercarme al filo de la terraza, pude ver algo inigualable y a la vez de terror, ¡una hilera de huesos humanos formando una especie de escalera resbaladiza! ¡Una escalera hecha de huesos! Si no la conociera, diría que todo esto es una puta pesadilla.
  • -       ¡¿Qué es esto Mila?! ¿estás loca? – grité desde la azotea asombrado y temeroso
  • -       ¡Es lo mejor que encontré! Date prisa y salta, ¡el edificio está a punto de colapsar!
  • -       ¿no saltaremos verdad? – preguntó Luna con temor muy notable en sus pequeños ojos
  • -       ¿hay otra salida? – dije asustado – entonces ¡aquí vamos!

Saltamos de la terraza por una resbaladiza hecha por supuesto huesos humanos y de animales, una total aberración, pero la única opción viable.  Ya llegando al piso, los huesos comenzaron a romperse y como consecuencia caímos en posición fetal rumbo a la muerte. ¿Este era mi fin?

No, creo que no, Luna gritó de terror y pude ver que sus ojos se pusieron totalmente negros con el iris enrojecido, pero algo más inexplicable fue lo que paso unos segundos después, antes de impactar y morir, una especie de mano gigante azulina transparente apareció para caer encima de eso, pudimos evitar nuestra muerte por unos instantes, al llegar, la mano misteriosamente desapareció y Luna se desmayó.

Todos nos quedamos sorprendidos ante esta cosa que apareció de la nada y evitó nuestra deceso, la sorpresa fue opacada al oír las sirenas a unos cuantos metros de este lugar, esa fue nuestra partida, todos huimos mientras observábamos como el incendio destruía totalmente el edificio, y este se caía a pedazos. Nuestra misión fue exitosa, realmente un éxito. Antes pusimos a los policías del escuadrón águilas negras a buen recaudo, en los montículos de tierra donde Milady encontró los huesos, después de todo, solo siguen órdenes.
  • Ahora… ¿A dónde la llevamos?




*Tombo: Termino utilizado para referirse coloquialmente a los policías 

La vida es demasiado aburrida para quienes piensan en ella


  • -       Su nombre es Alex Carpio Bermúdez, ¡él será nuestro guía! – dije en total alegría
  • -       Espera ¿de qué hablas? – preguntó desconcertado Alex
  • -       ¡Menos mal te encontré por aquí! él puede llevarnos hasta el edificio, o al menos decirnos como llegar
  • -       ¿Cómo sabemos que podemos confiar en él?, ¡somos una sociedad secreta! Si permitimos que todos sepan a donde iremos, no seremos tan secreta– dijo Alexina
  • -       Es esto o nada, si vamos al Agustino sin ninguna ayuda, nos perderemos, y para cuando lleguemos al edificio, los tombos (policías) ¡ya estarán allí! – hable con firmeza
  • -       Bueno, pues entonces no tenemos de otra ¿Qué sabes de un edificio abandonado de tres pisos? ¿Alexander verdad? – preguntó Milady con impaciencia
  • -       Ah pues, solo sé que hay un edificio grande cerca de la avenida Nicolás Ayllón, creo, pero bueno no estoy seguro ¿de qué trata todo esto?…
  • -       ¡Bueno que! habla ahora o te sacare la mierda! – amenazó Sylvana, siendo escuchada por todo el comedor y por los demás alumnos
  • -       Cálmate Sylvana, relájate, ahora Alex continua porfa – hablo Alexia con paciencia
  • -       Solo eso se, está muy cerca a esa avenida, y alrededor hay algunas casas pero casi abandonadas, casi nadie pasa por esa calle, ahora si tengo que terminar un trabajo arriba, nos vemos Jerouu – y se fue con algo de temor
  • -       ¡Bien!, ya tenemos la info!, ¡let’s go muchachos! – dijo Carlos emocionado
  • -       Listo, nos vemos en la salida, tengo que presentar un trabajito antes – hable con apuro
  • -       ¿por eso almorzaste aquí? ¡Qué estúpido y vago! – dijo Sylvana antes de ir al baño

Cuando intenté buscar a la profesora de Relaciones Públicas para entregarle un trabajo monográfico que dejo como examen final, en las escaleras me topé con Kaytlin, al parecer ella también entregaría su trabajo, que infortunado y hermoso encuentro.
  • -       Oh… hola Kaytlin! – sonreí simuladamente
  • -       Hola Jerouu, ¿Qué haces aquí tan temprano? – preguntó con su hermosa sonrisa y cálida voz
  • -       Ah, pues también debo entregar un trabajo, ¿tú igual no? – pregunté con cierto nerviosismo, bueno, mucho nerviosismo
  • -       Si, también, haha, que vagos que somos, oye, no encuentro a la miss, ¿me acompañas a almorzar?, tendré que esperar hasta las clases de la noche – al decir esto, se me apareció la oportunidad de mi vida, pero, tengo una misión que cumplir y por más que desee estar con ella todo el tiempo posible, no puedo, ¡mierda suerte que tengo!
  • -       No, lo siento… tengo que, ir a otro lado… si – sería para otra oportunidad
  • -       Ah, está bien, entonces almorzare con Kathia, nos vemos al rato, adiós– dijo bellamente feliz
  • -       Está bien… nos vemos al rato! – esas palabras me lastimaron en el fondo de mi interior, pero, la misión era lo primordial

Al despedirme de ella con un beso en la mejilla, pude oler su precioso perfume, tan elegante y agraciado, y su rostro fino y resaltado de maquillaje, toda una carita dibujada por ángeles, ya robada por un cualquiera de otra estúpida universidad, ¡que estupidez y frustrante!

Me encontré con los demás en la salida y con la dirección que nos dijo Alex, tomamos cualquier micro que dijera Ate o que vaya por la panamericana, afortunadamente, en el paradero paso una combi que iba por todo Brasil para llegar a la avenida Grau, y finalmente, al distrito del Agustino, un buen golpe de suerte.

En el trayecto observé una clara distinción de clases entre los diferentes distritos que pasamos, grandes edificios, verdes parques y vecinos paseando con sus perros, entrenando y a la vez escuchando música en inglés o en una lengua europea, ¡tan de moda! Ese era un nivel diferente de vida, pero al ingresar a la avenida Grau, todo cambio y no se trataba de un paso a otro jardín. Un cambio radical, de lo futurista, a lo antiguo, desolado y desprestigiado totalmente, de grandes edificios y centros comerciales con cantidad de gente gringa y pocos vendedores, a mercados, mototaxis al lado de repuestos dudablemente verdaderos y vendedoras de papa rellena o papa con huevo en cada esquina, peleándose por un puesto con los que vendían jugos y entre ellos evitando que decomisaran sus pertenencias, un árido e interesante vistazo a lo que una vez fue “el delirio de Palma”

Una realidad a otra en una misma ciudad, desearía poder tomar fotos o anotar en mi agenda lo que veo, pero preferí escuchar música mientras ideaba el plan de rescatar a Luna, una suave canción de una dama con voz de agonía, curiosamente llamada Poe. No entiendo la indiferencia de las personas, unas a otras, porque en un lugar todo se ve armonioso, mientras al lado, parece que aún no llega el nuevo milenio junto a las calaveras de Colón. ¡Y todo ocurre en la misma ciudad carajo!

Tantas diferencias y desorganizaciones, lo que es Gamarra aquí no lo será en San Isidro variando el nombre a un tipo o tipa europea. En fin, al adentrarnos en el mismo corazón del Agustino, no todo era tristeza, es cierto que algunos pasajes eran realmente tristes por su color y olor de los borrachos y vagabundos calatos que caminaban por doquier, otros lugares como avenidas de renombre e historia, compartían una alegría alborotada por los comerciantes, una felicidad entre papas y choclos, una realidad muy hermosa y pequeña, tal vez era porque también vivo en un lugar parecido, aunque creo que esto es mejor que edificios grandes y blancos.

Llegamos a la avenida Nicolás Ayllón, y bajamos en el colegio Mariscal Avellino Cáceres, al ver el lugar, Alexina nos dijo que tenía un poco de miedo, por el hecho de estar en un lugar desconocido y de mala vista, al igual Sylvana y Luis, nunca han estado tan lejos de sus casas, pero era por un bien mayor. Alexina me tomó del brazo y me dijo que la cuidara ante cualquier cosa que pasara, algo avergonzado acepté, siempre pensando en una amiga a quien proteger, al menos con este signo de confianza se sentiría preparada para cualquier cosa, Milady en cambio, le daba igual, claro, está en su hogar por así decirlo.

Caminamos varias cuadras al norte, viendo pasar ómnibus rojos, combis de diferentes colores, y claro, carretilleros gritando “compro televisores, refrigeradoras” todo por ganarse algo de soles en los bolsillos. Llegamos a un cartel grande que decía que aquí terminaba El Agustino y comenzaba San Luis ¡no podía ser!, pensábamos entre todos que hacer ahora, no veíamos ningún edificio vacío de tres pisos, o algo parecido, entonces Carlos tuvo la idea de preguntar a señoras que venden golosinas, si sabían de un edificio abandonado cerca del lugar, igual Milady dijo que preguntáramos a los ambulantes al frente del colegio, para intentar localizarlo, nos repartimos los ambulantes, pero no nos alejamos mucho de nuestra posición, para esto, ya eran las cinco de la tarde.

Paso una hora, una hora preguntando alrededor del colegio y sus calles aledañas, pero ninguna información era de vital importancia o sencillamente no conocían tal edificio, decidimos encontrarnos al frente del colegio a las seis de la tarde, salvo Sylvana, que vino corriendo con una primicia.
  • -       Listo chicos, ¡ya sé dónde está ese edificio! – grito de jubilo
  • -       ¿Dónde?, ¿a quién le preguntaste? – preguntó Luis
  • -       Ah… eso no importa, entre a un billar y… a olvídenlo – parece que ocultara algo, o mejor dicho, que saco la información a la fuerza, su casaca negra esta algo sucia – se encuentra en la parte más alta de ese cerro, donde ven la última casa, bueno, unos tres metros arriba, esta ese edificio antiguo y desolado
  • -       ¿Qué?, ¿tenemos que subir hasta allá?, ¡está lejos!, no creo que la poli venga tan rápido – hablo Carlos con inquietud
  • -       !No seas marica Carlos! Sino llegamos a ese lugar antes que los tombos, ellos fácil nos culparán y ya no seremos héroes! – dijo Sylvana con furia
  • -       Bien, pero si ellos ni saben de nuestra existencia, ¡entonces vamos! Primero, yo iré con Mila y su poder de revivir muertos, que de seguro habrá cadáveres de perros y ratas alrededor, luego irán todos ustedes como apoyo
  • -       Bien – afirmó Mila
  • -       ¡Espera!, ¿Quién te asigno a ti de nuevo el líder? – me preguntó Sylvana con total altanería
  • -       ¡Si pos! – grito Alexina con regaño – ¡yo debería serlo ahora! Puedo controlar el viento a mi disposición
  • -       ¡Si claro rubia! ¡Pero yo puedo controlar la electricidad! – se enfrentó a Alexina boca a boca, una pelea entre mujeres es una batalla de dioses
  • -       Oh… y que tal si… - intento hablar Carlos
  • -       ¿quieres una pelea machona? – le contradijo Alexina sin miedo
  • -       ¡Ya fue amigos! – intente apaciguarlas – bien, iremos todos en grupo ¿les parece? Nos colocaremos en cada esquina del edificio, investigaremos piso por piso hasta encontrarla
  • -       ¿Qué haremos cuando…llegue la policía? – preguntó Luis con temor
  • -       Utilizaremos esto – hablo Mila sacando la esfera de metal – es un generador de un campo de fuerza invisible, la utilizaremos para camuflarnos y salir sin ser vistos
  • -       ¡Wao!, eso es de listo Mila! – la felicite por su genio – bien, ahora Soulos, vamos a rescatar a Luna

Nos dividimos en dos equipos, los mismos de la misión pasada, y fuimos por diferentes calles, para tantear a vecinos chismosos, y para que los *choros no nos siguiesen. Llegamos a la última casa del edificio, y escalamos el cerro los tres metros que menciono Sylvana, con mucha fuerza y vigor para llegar a la cima. Al llegar, el edificio, su atmósfera, era realmente aterrador, pero eso no era lo peor… en la entrada, vimos a dos hombres vestidos de algo parecido a una armadura negra, cubriendo la entrada al recinto, pero Sylvana, sacando su celular con una aplicación de binoculares, los observó detenidamente y nos confirmó lo peor, no eran tipos cualquiera o choros corrientes dispuestos a matar por unos soles, esas armaduras y esas armas negras, son de la policía, exactamente un escuadrón de las águilas negras.

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