Capítulo 65: ““Terrorismo”

Nunca es un adiós cuando nos damos el beso

• -       ¡Wao! – exclamó Carlos tapando la herida de bala situado en el pecho de Sylvana - ¡eso que hizo fue otra vaina! ¿Cómo *chutcha hizo?
• -       No tiene nombre, solo lo llamo “Ium” y listo, todo se soluciona de una gran manera, ahora aprieta bien la herida mientras te digo que hacer – al volante era un audaz conductor
• -       ¿Solo eso? Vamos vago, ¡estoy seguro que fue más que unas palabras y listo! ¡los derroto de un solo golpe! ¡a todos!
• -       Deja de alabarme y asegúrate que ella siga con vida ¡ahora!
• -       ¡Si! Pero… ¿Por qué no los obligo a hablar sobre su legión antes de noquearlos?
• -       ¡Carajo niño! ¡no se me ocurrió! ¿está bien? Primero es la salud de todos los Soulos, incluyendo la de esa chica
• -       ¿De verdad? Viejo huevón… - dije sosteniendo la manta para parar la herida de bala
• -       ¿Qué dijiste mocoso? Olvídalo, ahora que nos los quitamos de encima, ellos trataran de buscarnos como sea, pero al menos nos dejaran en paz esta noche…
• -       ¿Y por qué ella viene con nosotros? – señale el cuerpo inamovible de Milagros, la chica de los ojos raros y quien antes quiso ser mi amiga
• -       Porque queramos o no, ella nos puede ser de utilidad para saber algo de esos maniáticos con poderes, tú lo sabes Carlos, ella no tenía la intención de matarte, ni siquiera siente simpatía por esa legión, ¿pudiste verlo en sus ojos no?
• -       Creo que tienes razón… pero, ¿Cómo supieron que nosotros tenemos esos poderes? ¿nos rastrearon o qué? ¿Cómo chucha nos localizaron tan rápido? No tenemos ni una semana de actividad y esos cabrones con poderes tan raros como nosotros vienen y nos atacan
• -       No tengo respuesta – paro en seco al ver un semáforo en rojo – pero de lo que estoy seguro, es que tus compañeros están bien
• -       ¿Cómo lo sabe? No tenemos ni idea de cómo estarán, ¡no tengo celular ni nada para saberlo!
• -       Mañana lo sabremos, tus compañeros Soulos saben que deben reunirse para la partida, si los 6 restantes se reúnen, entonces todo estará mejor, pero si falta uno o dos… lamentablemente tendremos que visitarlos en el cementerio después
• -       ¿Cómo puede hablar de esa forma? ¡ellos no han muerto!
• -       Entonces no te preocupes por eso, sigue sosteniendo esa manta sobre la herida, ya estamos cerca, créeme niño – detuvo la camioneta y apago el motor y volteando a verme con una sonrisa franca – ellos están bien…

Ese repentino cubrimiento dorado alrededor del vago fue el golpe crítico a los malos policías que se encontraban a nuestros costados, no solo fue ese extraño resplandor dorado que cubrió hasta el último cabello de ese brillo. Después de unos instantes y con una velocidad sobrehumana, golpeo a uno de los policías que resguardan a su general con un ligero destello pero potente que lo envió directo al mar.

Volteo su mirada hacia la general, que quedo con la boca abierta y sin suspiro al ver a ese viejo vago aniquilando a uno de los suyos, la mirada del vago representaba una fija mirada de determina miento, y claro, el destello incluso en sus ojos. Segundos después, todo fue demasiado confuso, solo fueron momentos brillosos donde no pude ver nada, pero al terminar ese brillo, el vago volvió a su mal oliente estado, pero los policías y la general, acabaron en el suelo desmayados. ¿Qué sucedió realmente?

• -       Bien, llegamos a mi casa niño
• -       ¿Aquí vives? – pregunte desanimado
• -       ¿Tienes alguna queja? – volteo a verme de manera mortal
• -       No señor – pude sentir la seriedad del momento – para nada señor
• -       Dejaremos a esta chica dormir en aquí, tu igual, intenta comunicarte con los demás mientras preparo algo de tomar
• -       Claro vago… pero antes, tengo una pregunta que hacerte
• -       ¿Qué?
• -       Ahora que nos han visto varias personas, en el puente, y dejamos varios policías inconscientes, fácil la prensa ahora hará un reportaje sobre nosotros…
• -       ¿Y qué hay con eso?
• -       Bueno, si la prensa llegó y se encontró con eso, quiere decir que solo tendrán la versión de la general, y con dinero comprarán todos los medios…
• -       Entiendo tu punto, solo dilo
• -       ¿ahora seremos buscados por toda la policía, no? Como si fuésemos terroristas o algo así, ¿cierto?
• -       Es probable, también puede ser cierto que en este momento estén creando afiches y juntando dinero para entregárselo al primero que detalle sobre nosotros y nuestras actividades
• -       ¿Eso incluye…?
• -       Me refiero a que investigaran a nuestros círculos sociales y familiares, intervendrán a familias o amigos, les harán preguntas y hasta los amenazaran para saber dónde se encuentran todos ustedes…
• -       ¡Mierda! Entonces no nos podemos ir – dije con preocupación - ¡si nuestros amigos los torturan, jamás me lo perdonare!
• -       Entonces ve y hazte el héroe tu solo, intenta acabar con toda una organización que tiene tentáculos en el gobierno y en los militares, hazlo niño, quiero ver cómo te destrozan en el primer segundo que pises alguna de sus bases
• -       ¿Pero entonces…? – aun sentía preocupación
• -       Ustedes tendrán una semana para entender la situación, una semana para ver con sus propios ojos al verdadero Perú, sentir con tristeza cuanto realmente hemos progresado desde que los españoles nos conquistaron. Cada uno tiene una provincia que visitar y obtener sus máximos poderes, y a la vez podrán conocer una realidad muy distinta a la que tienen ahora sus pobres mentes…
• -       ¿Y si necesitamos de más tiempo para aprender?
• -       Entonces significará que me habré equivocado y su poder igual, los capturaran y los mataran, el Perú se ira a la mierda para siempre y pues, tendremos que esperar otro golpe de estado para volver a una “democracia”, y seguir el mismo recorrido de vida de siempre… eso es lo que nunca deseo ver, al menos, en lo que me queda de vida
• -       Carajo vago…- suspire al saber la misión que tenemos, esa clase de obligación por los demás, pero que en el fondo, no me gustaba para nada

Milady observaba la tenue luna mientras intentaba conciliar el sueño, no podía dormir y no por falta de sueño, sino preocupación, una gran preocupación por sus nuevos amigos y la salida del domingo. Es la primera vez que se ira de Lima por una semana, y no por estudios ni visita a familiares, se ira para sobrevivir, intentar conocer la verdad peruana y entender de una vez por todas porque ella siguió viva, y sus padres no, porque ella tiene esos raros y horribles poderes y porque otra no, porque eran tan fuerte, pero tan débil a la vez.

Una y otra vez camino alrededor de su cama de color rojo con suaves almohadas de finas plumas, trataba de reaccionar ante todo lo que ha vivido, su poder, sus nuevos amigos y su nuevo protector, Ariano. Quería saber que le esperaría el mañana, y su viaje a esa zona nunca antes vista ni siquiera por internet. Todo es muy confuso y difícil de aceptar, pero en ese intento de dormir caminando en círculos, pudo ver una gran nube oscura tapando la gran luna, una nube tan negra que tapaba a toda la ciudad en un manto de tristeza, y esa nube provenía de unas cuantas cuadras más delante de su hogar.

Ella abrió la ventana y el olor fue demasiado fuerte, un olor a muerte y desesperación, tan profundo que tuvo que taparse la nariz con su pijama, dejando el torso semidesnudo a la vista de esa nube que se aproximaba con rapidez a su hogar, pero antes de pasarle la voz a Ariano, se colocó sus zapatillas de lona color morado, y con una liga se sujetó el cabello, miró por la ventana otra vez y suspiro ¿Qué hare? ¿Qué pasara? ¿Por qué estoy preparada para saltar?

Y sin pensarlo mucho, salto a través del espacio de la ventana abierta, y con ese ímpetu de desesperación por saber qué fue lo que paso en ese lugar, logró aterrizar con una vuelta de 180 grados en el edificio de al lado, felizmente no era tan alejado como para no caer bien, ahora se encontraba en el exterior, dio una rápida mirada a su cuarto, y entonces corrió directo al nacimiento de esa nube. Una antigua fábrica de maderería ardía, la última gran fábrica de San Isidro, pero no todo es como debería ser. Dos sujetos se alejaban de la gran fábrica en llamas con mucha prisa, vio a una chica rubia y a un gran tipo corpulento corriendo a su lado…

• -       ¡Mierda! ¡Son Alexina y Luis! – solo atiné a decir estos nombres, a ambos se les notaba que habían tenido una dura pelea, o intentaba huir de algo

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Capítulo 64: ““Los Colores de mi Vida”

• -       Bien, una menos – dijo con frialdad y una mirada que despreciaba cada segundo que se prolongó la lucha
• -       Mi general – hablo uno de los policías de tránsito - ¿Qué hacemos con el otro sujeto?
• -       Pues lo de siempre, tratar de conversar antes de atacar ¿no? – su sonrisa era un disfraz perfecto para lo terrible de su poder

No tengo mis poderes al cien por ciento, trataba de pensar en calma, pero Sylvana estaba punto de morir, la general y sus sequitos me tienen rodeado y con sus armas apuntándome y esperando la orden de acabar conmigo, y yo paralizado de miedo, ¡que huevada! Mi amiga está casi muerta y yo haciéndome el huevón que no se mueve para nada, pero ¿Qué hago entonces? ¿Qué debo hacer? Si trato de huir seguro me disparan sin piedad, si logro escapar de las balas, me aplastaría el poder raro de su general Laura, y si por un milagrito logro evitar ambos ataques, Sylvana moriría y entonces el grupo me botaría o me mataría, y eso si es que ella esta… no, no voy a dejar que muera ¡no dejare que nadie muera esta noche!

Me levante con la mirada hacia el piso, las olas del mar se empotraban en la orilla con un sonido tranquilizante, los carros aún estaba detenidos y preguntaban a los policías que sucedía, porque se escuchaban tantos disparos y explosiones pequeñas a los alrededores, la gente no sabía que estaba sucediendo en este lugar, pero la naturaleza si, las rocas destruidas en el acantilado, el mar con síntomas de mejorar su grado de impacto por las olas, y el puente casi desecho, todo esto era una señal, una señal de perseverancia y agonía.

• -       ¿Y bueno? – pregunto Laura - ¿Vas a pelear o rendirte por las buenas? Si te rindes y te entregas a la justicia, seré piadosa contigo, evitarás una muerte segura y la angustia de vivir, pero con un dolor comparado al infierno
• -       … - no respondí
• -       ¿Calladito? ¡Mira lo que le paso a tu amiga por su insolencia! – la señalo sin importarle sus mortales heridas - Ahora ella esta con nuestro gran Dios, ríndete ahora y todo será mejor para ambos, bueno, para ti nada mas
• -       … - seguía sin responder
• -       Bueno, entonces quédate quieto mientras te coloco los grilletes, no te preocupes, no dolerá mucho, además ya sabes cómo es la vida, todo puede cambiar de la noche a la mañana – se acercaba con cada palabra que decía sus labios carnosos y rojizos
• -       Es cierto, todo puede cambiar de la noche a la mañana – dije sin mirarla
• -       ¿Por qué repites mi oración? ¿te estas burlando? Señores apunten sus armas a este tipejo
• -       Todo puede cambiar… ese cambio comenzará este noche, ¡de aquí no saldrás viva, puta rastrera sin alma!
• -       ¿eso es una amenaza? Amenazar a una autoridad es una falta grave y te condenaría a un par de años en la cárcel, pero como soy muy buena chica, solo haré que te disparen unas miles de veces en tu feo cuerpo – dijo sin cambiar su seria expresión, tan marcada y sin sentimientos
• -       ¡Inténtalo pe! ¡A ver si puedes con mi poder! – respondí con ferocidad y sin ninguna idea de cómo contrarrestar su poder

Con un levantamiento de su brazo derecho y su bajada con dirección a mi posición, gritó con euforia que disparasen, los policías abrieron fuego sin cesar, pero, logré repelerlas por unos segundos, segundos tan aterradores y abrumadores como nunca lo he vivido, mi poder ha vuelto a su estado original, el escudo marrón volvió al acto.

• -       Este es mi escudo Soulo, Milagros ya lo ha visto y sabe que su defensa es impenetrable, tus balas no funcionarán conmigo
• -       Interesante – hablo con calma – que raro poder, pero no estoy impresionada, ¿sabes por qué?
• -       No preguntaré
• -       Igual te diré la respuesta, porque si ese escudo evita las balas directas ¿verdad? ¿pero funciona cuando te disparan en ambos sentidos?
• -       ¿Qué dices?

Cuatro policías se colocaron debajo del puente, a una altura aproximada de un metro de distancia a donde me encontraba, dispararon al igual que los policías que cubrían a su general en la otra dirección, en cuestión de segundos sería un cuerpo baleado y sin alma, entonces imagine la última cosa que pensaría en esos momentos, crear otro escudo, posicionado en mi brazo izquierdo para evitar las segundas balas, y fue entonces como genere dos escudos en ambos brazos, evitando el impacto inminente de las balas, me cubrí totalmente de escudos marrones.

La general se sorprendió al ver ese otro escudo, al parecer le comenzaba a preocupar el hecho de que, no podían matarme con balas a larga distancia, su mirada mostraba disgusto, claro, al intentar matarme fallo en dos ocasiones, creo que ahora la cosa se pondrá seria.

• -       Bien niño, si las balas no funcionan a larga distancia, ¡entonces te dispararé directo en el cuello!
• -       ¡Ven pues carajo!

Ella se dirigió con mucha velocidad hacia mi posición, le advirtió a sus pupilos que no abriesen fuego y recargasen las pistolas; mientras hablaba le lance uno de los escudos hacia su rostro moreno, pero justo antes de impactarle en los ojos, ella volvió a usar su extraño poder, desapareciendo por unos instantes, y volviendo a la realidad en otro punto del puente, ya a unos centímetros de donde me encontraba.

Ella intento golpearme con su brazo derecho pero logre evitarlo con el otro escudo, repeliendo su golpe, entonces saco su arma y se transportó de nuevo, apareciendo a mis espaldas, por suerte pude ver su movimiento y me anticipe con un ligero golpe a su cadera con una patada, pero ella también logro esquivar ese ataque, y de nuevo utilizo su raro don, apareciendo ahora delante mío, pero utilizó otra vez su poder para reaparecer a mi derecha, desubicándome para no poder atacar, entonces apretó el gatillo, la bala plateada rozo mi hombro derecho, rompiendo parte del tejido de mi polo que utilizaba en ese momento.

Los golpes siguieron por unos segundos más, como si la contienda se extendiera hasta la eternidad, ella uso sus poderes tres veces, pero yo los pude repeler a tiempo con mi escudo, que pareciera perder su capacidad de cubrir, y en cualquier momento, se destruiría por completo, estoy cagado.

• -       ¡Buenos reflejos niño! – grito riendo con gracia, mientras su larga cabellera rojiza tapaba sus ojos
• -       ¡Y eso que esto es el principio!
• -       ¡Lástima! Porque el show acabo aquí, ¡hombres disparen!

Ella salto del puente, y usando su poder, pudo evitar una fuerte caída de 4 metros, cayo como si nada hubiese pasado y vio como intentaron una vez más, matarme con todas sus balas, por suerte, el escudo repelo las últimas balas de los policías, pero, el precio fue que mi escudo se hiciera pedazos, mi control sobre los colores se acabó definitivamente, ¡con un carajo! ¡Sylvana va a morir!

• -       Si piensas de esa forma Carlos, claro que morirá
• -       ¿eh?

¡Es el vagabundo! Estaba sentado encima de unas rocas cerca al acantilado, los policías voltean a verlo e intentar disparar a quemarropa, pero en segundos todos ellos, caen desmayados al piso, pero ¿Cómo fue posible? El ni siquiera se movió de su lugar, simplemente todos cayeron inconscientes al piso… ¿Quién es este tipo que huele tan mal?

• -       Oye viejo feo ¿Quién eres tú? – pregunto Laura con molestia
• -       Una chica sin modales, que detestable es eso, hasta donde hemos caído en nuestros tiempos
• -       Deja de parlotear y dime quién eres
• -       Primero se presenta la dama y luego el caballero, o es que ¿no tienes modales o sentido de presentación?
• -       Está bien viejo, soy Laura…
• -       Un gusto Laura – interrumpió bruscamente el vago – yo soy el vagabundo y mi misión en este lugar es detenerte
• -       Primero me hablas de modales y luego me interrumpes, ¡viejo oloroso arrogante! Pero en fin – se peinó su larga cabellera – entonces lárgate y no jodas
• -       No puedo hacerlo señorita Laura
• -       ¿Por qué no?
• -       Porque esos dos niños son mis discípulos
• -       ¿Discípulos?
• -       Si, y como su maestro, es mi deber ayudarlos y guiarlos, ahora bien, el espíritu de Manco Cápac está furioso
• -       ¿Manco Cápac?
• -       Exacto señorita, a este espíritu le desagradan las chicas sin modales y sin respeto a sus mayores
• -       ¡Cierra la boca anciano! ¡Abran fuego!... ¿Qué?

Cuando la general se preguntó porque sus hombres no abrían fuego, los vio a todos desmayados, como si algo los hubiese atraído al suelo y por ende, habían perdido el conocimiento, pero ¿Qué era? O es que, todo esto se relacionaba con el viejo vagabundo.

• -       ¡Tú!... mis hombres… ¿Quién mierda eres? ¡¿Cómo pudiste derribar a quince efectivos policías en segundos?!
• -       Cuando Manco Cápac está furioso, es porque está furioso, y ahora, tengo que derrotarte para llevarme a mis pupilos a casa
• -       ¡A ver si puedes!
• -       Con gusto señorita Laura

Un destello color amarillento envolvió todo el cuerpo del vagabundo, creando una especie de aura mágica alrededor, resplandeció tan fuerte que era visto hasta por los conductores que aún se preguntaban cuando iban a cruzar la pista ¿Qué le sucedió al vagabundo? ¿Qué va a pasar ahora?

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Capítulo 63: ““Laura No está ni Estará”

La paz es la condenación a la guerra

• -          ¡General Laura! – exclamó emocionada Milagros al ver a su superior
• -          Vamos Mila, levántate y vamos a cumplir la misión, dame la mano
• -          Si, gracias general Laura, con ustedes podremos…

Y cuando la sujetaba de la mano para ayudarla a levantarse, la golpeó con un severo, demasiado critico puñetazo en su blanda mejilla izquierda, casi arrojándola a la pista con desprecio, los autos se detenían mientras otros policías llegaban al lugar para verificar el porqué del tráfico vehicular en la Costa Verde. Los jóvenes policías al bajar de sus patrullas, vieron a su general encima del puente, de inmediato la saludaron y armaron un perímetro alrededor, mientras se desviaban los autos en la dirección opuesta.

Un joven policía de tránsito uniformado con un chaleco negro y un raro estampado en el casco subió por las escaleras del puente para hablar con su superior, al verme me resto importancia y siguió su paso, cuando se encontró con ella se arrodillo y le beso la mano, como en si fuesen de la realeza o alguna tontería de esas.

• -          Mi general Águila Negra, ya creamos el perímetro y estamos a la orden de capturar a estos dos sujetos a la fuerza
• -          Bien, entonces me retirare, coge a la debilucha de Milagros y llévatela, arrastrándola - dijo con desprecio - que ese sea su castigo por no cumplir la misión que se le encargo
• -          Si mi general – respondió temeroso el joven policía
• -          ¡Espere! – grito Milagros apenas sosteniéndose de la barandilla del puente – lamento mi error general, ¡no volverá a pasar!
• -          Cierra tu boca niña, cuando decidiste contarle tu debilidad al enemigo, obviamente, te condenaste a la muerte. Tus poderes ya están agotados y son inútiles en un momento como este, mis hombres se encargaran de ellos, tú vendrás conmigo al cuartel general a escribir tu puta justificación, ¡e irte a recibir tu castigo! – la miro con una frialdad jamás antes vista, esos ojos claros marrones, parecían látigos de fuego lastimando a la pequeña Milagros, látigos sedientos de castigo y poder, ¿Quién era ella? - Y ustedes dos, pronto conocerán el castigo por intentar desobedecer el próximo orden de paz en el Perú – otra mirada infernal y despiadada hacia nosotros
• -          ¡Por supuesto general Águila Negra! – hablo sarcásticamente Sylvana – primero tendrás que matarnos antes de capturarnos ¡perra rojiza estúpida! – se dirigió a toda velocidad con los pequeños rayos que destellaban con intensidad y poder alrededor de ella, especialmente de sus guantes negros
• -          ¡Pero si no he dicho nada! – me aparte del puente todo lo posible, si ese golpe era fuerte, ¡entonces volaría todo el puente!

Al intentar golpearla con su guitarra, la general lo esquivo con una voltereta a la izquierda, y sujetándole el cabello, la lanzo con una fuerza sobrehumana al otro extremo del puente. Sylvana apenas pudo caer de pie y aferrándose con ambas manos al césped, ese levantamiento causo pequeños cortes en ambos brazos.

• -          ¿eso es todo, perra? ¡pues ahora comienza lo peor! – dijo entusiasmada Sylvana

Otra vez se lanzó con todo el ímpetu que la caracteriza y la rabia de una rockera enfurecida; cuando comenzó a tocar su guitarra, para generar esos extraños vórtices de aire comprimido, otro fenómeno igual al de Sylvana apareció frente a nosotros, cada ataque, esa general la esquivaba con una precisión demasiada exacta, que pareciese que desapareciera por unos segundos y volviese a aparecer en menos segundos al lado donde estaba originalmente.

Al ver este extraño truco de magia y misterio envuelto de terror, Laura siguió esquivando las notas explosivas de Sylvana con total facilidad, como si ya conociera cada paso de ella, caminaba y se tele transportaba por cada paso que daba. Aun no podía creer lo que mis ojos presenciaban, desconocía si eso era posible y si fuese una realidad del cual ya quiero despertar, Laura cruzó con mucha paciencia todo el puente caminando de lado a lado, dejando un intervalo de aire de unos cuantos centímetros, caminaba como si realmente supiese el resultado de la batalla y no le importaba ser golpeada o no, incluso se atrevió a cerrar los ojos y cruzar las notas eléctricas con total normalidad.

• -          ¡Mierda! ¿Por qué no te mueres ya? – grito de forma desesperante Sylvana, retrocediendo por cada paso que daba Laura
• -          ¿No dijiste que nunca se retrocede en una batalla? ¿Dónde quedaron tus ganas de luchar? ¿o acaso tienes miedo? – preguntaba sin vacilar la general mientras sus pasos hacían retroceder a la rockera
• -          ¡Cierra tu puta boca! Solo espero el momento indicado para quemarte por completo ¡yo jamás me rendiré!
• -          Que lástima, porque ya te he ganado antes de venir, adiós Sylvana Mayra

Se transportó como por arte de magia, al lado de Sylvana, soltó su dedo para guitarra y en esos segundos que tardo el dedo en caer al suelo, una bala de 9 mml color plata pura atravesó el pecho cerca al pulmón derecho, con dirección a las rocas del acantilado, Sylvana expulsó saliva color rojo carmesí, que no era otra cosa que sangre verdadera, y no satisfecha con ese disparo a la velocidad de la luz, golpeó su cabeza contra el piso, arrojándola con una fuerza descomunal y mortal, Sylvana había caído.

22:00 PM

• -          …
• -          Algo te preocupa ¿verdad Milady? – pregunto el millonario en su “hogar azul”
• -          Si Ariano, es como si fuese una sensación de frio y temor… mis huesos están temblando
• -          ¡qué curioso! ¡tú eres la que revive muertos después de todo! – hablo Ariano con sarcasmo
• -          No te burles Ariano, pero me siento insegura en esta noche, no hay nubes, no hay estrellas, y no es que siempre las hubiera, pero el clima, el clima está muy oscuro para una ciudad de luces amarillas
• -          Que palabras, pero tranquila, aquí siempre estarás a salvo y protegida por mí personalmente, ninguno de esos policías corruptos o legionarios podrá hacerte daño
• -          No me preocupa que me toquen, sino el hecho de que lastimen a los demás
• -          ¿los demás? – Ariano levanto su mirada al espejo con un fondo tan cambiante como lo es el cielo de Lima – ellos siempre están protegidos sea a donde sea que vayan, ¿o acaso has olvidado al otro maestro que los cuida desde lejos?
• -          ¿el otro maestro?
• -          Bah – suspiro con cansancio – te lo he dicho miles de veces Mila, debes prestar atención, cuando hablo del otro maestro, me refiero al único y poderoso hombre que ha sido capaz de derrotarme en dos ocasiones…
• -          ¡Oh! ¡ese maestro! ¡él es demasiado fuerte y tan desconocido!
• -          Ya bueno, no es que sea para tanto – sus palabras tuvieron un poco de celos, después de todo, sabe que quien lo derroto, vencería fácilmente a toda la legión si se lo propusiera

En lo alto del mirador del Cristo del Pacifico, ubicado en el extremo de Chorrillos, un hombre de mediana estatura, barbudo, con un bastón largo y ropa muy sucia con un olor de muertos pudriéndose, observaba con un pequeño telescopio de bolsillo a lo lejos, la batalla entre la legión y los Soulos… bien, es momento de volver a casa niños, dijo en su interior antes de lanzarse al mar.

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Capítulo 62: ““El Show de los Rayos”

La única salvación para los vencidos es

No esperar salvación alguna.

                                                                                                                                                                            Virgilio

• -       ¡Sylvana! – grite de emoción al verla encima del acantilado
• -       ¿otra amiga tuya y no me dijiste nada? – le respondió Milagros
• -       Solo una amiga, estúpida. Y bien, ¿Qué sucede aquí?
• -       No te importa, espera… ¡tú eres Sylvana Alejandra Mayra Mendoza! – dijo con sorpresa
• -       Si, ¿Quién eres tú?
• -       (No puede ser, se supone que enviaron a alguien para eliminarla, pero no tiene ningún rasguño)
• -       ¡Oh! – dijo Sylvana con sorpresa sarcástica – me miras con esa cara, tal vez porque uno de tus amigos no cumplió con su cometido, bueno, vengo de una tocada, pero sucede que cuando estaba con mi novio, este tipejo intento matarme, lamentablemente para él, fui más rápida y aquí esta

Nos mostró el cuerpo del delincuente a quien habían enviado para asesinarla, pero estaba hecho un desastre, su ropa estaba muy sucia y quemada, su cabello hecho fideos revueltos y la cara negra de suciedad, pero inconsciente, no lo mato por razones aún desconocidas, pero lo importante de todo lo que dijo fue que, ¡ELLA TIENE NOVIO!

• -       Parece que aún está vivo, pero huele muy mal, aquí lo dejare para ocuparme de ti, perra con poderes oculares raros
• -       ¿Cómo sabes de mis poderes? ¡¿a quién le dices perra?!
• -       Estuve observando desde que ambos cayeron al acantilado, ahora es momento de demostrarte mi poder, Milagritos
• -       ¡Hahaha! Si Carlos no pudo conmigo, y ya no tiene poderes, entonces tu…

Y antes de terminar su oración, Sylvana salto desde el acantilado con su guitarra eléctrica, que era fuente de su poder, y con un suave movimiento de su mano derecha, usando su púa de un grupo de metal toco solo una cuerda de la guitarra, que causó una explosión de aire en forma de vértice que jamás había visto, tal explosión de aire destruyó algunas rocas del acantilado con demasiada facilidad, pero no solo era aire, sino que aparecieron pequeños destellos luminosos que envolvían las rocas.

¿Qué eran esos destellos? Ambos los miramos desconcertados mientras el cabello con forma de cola se desligo totalmente, volviendo a ver a la original Sylvana que he visto desde hace dos semanas, y a la que ahora veré de una forma sin igual.

Milagros despertó de su shock al ver tal poder en acción, y con un levantamiento de su brazo izquierdo, dirigió la roca que con la que iba a matarme en la dirección de los rayos luminosos y la explosión de aire, colisionando en un fuerte estallido, me cubrí detrás del puente mientras ese choque duro. Una gran nube de polvo y arena se formó como si fuese una cubierta de plumas, no pude ver nada en varios segundos, pero sé que Sylvana cayo sana y salvo encima del puente con la guitarra sosteniéndola con una mirada de ira, mientras Milagros subía por las escaleras para verla directa a los ojos, se notaba su cansancio por la respiración agitada que apenas podía disimular, pero yo sé que ella se va a rendir en cuestión de minutos, sus ojos, sus ojos están a punto de cerrarse.

• -       Bien… ¿lista para el segundo round? – pregunto con esa mirada que infundía terror en sus ojos
• -       ¡Por supuesto! Todo por la policía ¡Y a la gran legión! – gritó con alegría
• -       Entonces no luchare
• -       ¿Qué? – dijo incrédula ante su respuesta
• -       ¿Qué haces Sylvana? ¡Está cansada! ¿Cómo que no lucharas? – dije asombrado ante su respuesta
• -       Si lucho contra alguien que solo sigue ordenes de alguien más estúpido que el esclavo, entonces no vale la pena
• -       ¿de qué mierda hablas? – hablo Milagros - ¿Qué soy una esclava estúpida? ¡te matare aquí mismo y cumpliré mi misión!
• -       ¿y después qué?
• -       ¿después que?
• -       Si me matas, y a Carlos ¿Qué seguirá? Matar a todos los Soulos es un plan pero a corto plazo, pero de allí ¿gobernar el Perú? Solo te están utilizando, y cuando pierdas ese poder o quedes ciega, te desecharán
• -       ¡Cierra la maldita boca! ¡Dedique mi vida a la legión desde que nací! Ahora cumpliré esta misión con honor, y si los mato a ambos será mucho mejor, ¿sabes porque la policía aún no llega a este lugar con tantos carros pasando de lado a lado? Porque tienen la orden de dejármelo todo a mí, porque ellos siempre me apoyan, ¡son mis amigos!
• -       ¿y donde estaba esos amigos cuando Carlos estuvo a punto de derrotarte por completo? ¿Dónde estaban cuando Carlos te supero en todo movimiento? ¿Dónde estaban cuando las rocas cayeron con fuerza y apenas pudiste contrarrestarlo?
• -       … pues ellos…
• -       Exacto, amigos son los que siempre están contigo en buenas y malas, quienes te preguntan cómo estas y como te ha ido, amigos son las personas a quien puedes ver directo a los ojos, y en eso ves el alma de la otra persona, amigos en resumen, son los seres casi extintos que te dicen “todo saldrá bien”, como ese miedosito que está allí oculto, él es un ejemplo de amigo, se quedó hasta ahora porque se preocupa por mí, por eso lo considero mi amigo
• -       ¡Habla todo lo que quieras! Pronto todo mi equipo estará aquí y juntos los mataremos ¡para darle al Perú un nuevo sentido de paz!
• -       ¡Hablas de paz cuando tratas de matar a gente aquí mismo! Si no luchas porque realmente tienes convicción en lo que crees, entonces no peleare con una idiota manipulada como tu

¿Desde cuándo Sylvana hablaba así? ¿Habrá sido el entrenamiento en la torre? ¿O acaso el vínculo que ahora nos une como Soulos? Sea como fuese, me alegro que al menos me considere amigo, eso ya es algo, y ahora que la veo más paciente y determinada, sé que podrá ganar esta batalla fácilmente.

• -       Está bien, luchare por lo que creo, ¡lucharé para traer esperanza y justicia a este país!
• -       No te creo, dime otra cosa – dijo bostezando
• -       ¿Qué? ¡Yo lucho por la justicia de este país! ¡Por un país unido! ¡Por una familia unida! Esa es mi motivación
• -       ¡Oh! entonces creo que ahora si se pondrá interesante, pero, ¿por una familia unida?
• -       Si… la familia que me rechazo, ¡la volveré a unir! ¡Yo soy legionaria de corazón al igual que aliancista! Siempre he cumplido mis misiones de reunir información, espiar gente o reunir fondos para una buena causa social, ahora que mi líder me ha dado esta misión importante, no puedo fallarle, y mi maestro también confía en mí, yo no solo lucho por interés de los demás integrantes de la legión, peleo y sigo aquí porque es propia decisión, porque deseo volver a ver a mi familia.
• -       ¿Qué paso con tu familia, chica de ojos raros?
• -       Soy Milagros, y ellos me han dejado de lado en todo sentido, los veo los fines de semana pero por obligación, pero ellos no me entienden en nada, prácticamente vivo con mi tía en otro lugar, lejos de casa y eso me alegra
• -       Entiendo
• -       ¡no! ¡no entiendes! – protesto ante la respuesta de Sylvana – mi familia siempre me ha visto como un bicho raro o una chica rara, pero aquí con mis amigos de mi universidad, puedo ser feliz, olvidarme de todo y dejar volar mi  imaginación, aquí me escuchan, me apoyan y me quieren. Allá en Lurín, donde suelo ir los fines de semana, es diferente en todas sus formas ¡yo si tengo amigos! ¡y tú no tienes derecho a recriminarme que no los tengo!
• -       Entonces lo lamento, pero ya vez que bien se siente al decir porque luchas realmente antes de hacerlo, ahora que sé que pelear para unir a tu familia y por una justicia mejor, que aún no me dices mucho de eso, puedo pelear a gusto contigo
• -       Ahora sí, señorita Sylvana, ¡sufrirás todo mi poder!
• -       Pero antes – hablo Sylvana – quiero que salgas ahora mismo de tu escondite
• -       ¿yo? – confusamente conteste
• -       ¡Tú no idiota! Sal ahora mismo, sé que has escuchado todo lo que hemos hablado, tu camuflaje ya no te sirve de nada, legionaria
• -       ¿legionaria? – hablamos ambos a la vez

Y con un salto de entre los lechos de hierbas que se encontraban cerca del acantilado, apareció una chica con cabellera larga y color rojizo con un traje ajustado de policía y unas letras en la parte posterior, ¡era una policía de tránsito!

• -       Buenas noches señores, ¿saben que paso aquí que están deteniendo el tránsito en la Costa Verde?
• -       Dos contra una, interesante
• -       Ah… Capitana Laura… yo… - Milagros retrocedió unos pasos al ver a la policía frente a ella
• -       Tranquila Milagros, ahora tu amiga ya está contigo, ambas cumpliremos la misión, matar a estos hijos de puta – dijo con una sonrisa malévola en su rostro, el verdadero miedo va a comenzar, creo
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