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domingo, 31 de julio de 2016

Una vez finalizado el cuento de Gabriela, me propinó un suave golpe en la cabeza para hacerme entender de que no era un simple cuento, de verdad tenía que derrotar a esa serpiente gigante para poder obtener mi máximo potencial, ¿Pero cómo rayos harían eso? ¿De verdad era real todo este cuento o era una superstición local? Al tratar de entender me confundía una y otra vez, para que de nuevo me golpeara nuevamente en la cabeza y hacerme entrar en razón. Eso sí era comprender a la fuerza.



Según el mito, una antigua serpiente custodiaba los mares del norte en épocas pre incas; era tan despiadada, veloz, gigante y mortal que devoraba todo lo que encontrase en su camino, tan poderosa era esa serpiente que se le llamó “La serpiente de la Luna”, debido a que solo cazaba de noche y cuando la luna estaba en su eje principal.

Todo parecía perdido para esas antiguas culturas, sin embargo, un valiente guerrero, que, según las leyendas, descendió del sol para guiar a los pueblos a cazar a este terrible demonio serpiente, se le enfrentó en una difícil batalla cerca de la costa trujillana. La gran batalla dejó cicatrices en toda la costa peruana, destruyendo ciudades antiguas enteras colisionando poderes divinos, justo una montaña tiene esa herida, un hueco de varios metros de profundidad habría sido causado por el impacto entre estos dos entes.

La batalla del guerrero del Sol y la serpiente de la Luna fue tan épica que se sigue observando la leyenda en las antiguas ruinas y arquitectura rupestre de la cultura moche. Gracias a la victoria del guerrero sobre la serpiente, las diferentes culturas que habitaban la costa se unieron para darle un gran festín, y, por ende, nació la cultura Moche.

Obviamente todo eso eran leyendas o mitos que se contaron generación tras generación, pero la manera que me lo contaba Gabriela, eran tan creíble que ya me lo estaba creyendo. Recientemente salieron noticias de que barcos pesqueros de pequeñas cargas o caballitos de totora fueron destruidos por una fuerte subida del mar, alguno disque vieron una cosa gigante que se movía a gran velocidad destruyendo sus barcos y dejándolos a la deriva en playas cercanas.

Entonces ella decidió investigar ese caso, para probar sus recientemente descubiertos poderes, pero no poseía tanta fuerza para cruzar ella sola el océano y llegar a esa isla, donde se dice habita la extraña criatura. El gobierno regional de Trujillo se negó a creer tan extraña historia, porque ese rumor afectaría el turismo, entonces no decidieron hacer nada, salvo colocar algunos serenos a los alrededores de los muelles, cosa que jodió a Gabriela al extremo de romper un vaso cuando me lo contó.

Cuando un extraño vagabundo se le acercó a comentarle algo, ella primero le gritó un montón de lisuras, típica defensa de ella para ahuyentarlo, pero el vagabundo solo atinó a sonreír y decirle que era muy valiente, con una magnifica vista a sus atributos bien concebidos. Cuando el extraño le mencionó mi nombre, ella de inmediato supuso que ese señor no mentiría al contarle algo relacionado a su ex. Fue en ese instante que decidió esperar mi llegada, recibirme como siempre me recibían las lindas y preciosas mujeres, para luego contarme todo esto. Ahora que éramos dos los que tenían poderes inimaginables y poderosos, podríamos descifrar ese misterio, a la vez que obtendría mi verdadero potencial. Al parecer, ese guerrero del sol fue un antiguo inca llamado Mayta Cápac, ahora era nuestro destino averiguar que atacaba a los pescadores, el porqué, y… ¡Activar mi poder asombroso caracho!

A la mañana siguiente, tomamos un ligero desayuno mientras veía televisión, por obvias razones, me envió a dormir en el sofá, peor debido al frio y que la ventana principal no lo había cerrado, creo que por molestarme o colmarme la paciencia. De igual forma no permitía que nadie entrase a su cuarto, era su mundo especial, su desorden secreto; una vez terminado el desayuno con tamales, fuimos a la playa de Huanchaco, pero no era lo que me esperaba.

La hermosa playa que mis abuelos me relataban como una manera de escapar del mundo y relajarse, ahora se encontraba casi deshabitada, sucia con la arena tragada por el inmenso mar, junto a una espesa niebla que amenazaba con expandirse a toda la ciudad, la noticia de la serpiente marina que azotaba las embarcaciones del puerto y la playa preocupaba a sus pobladores, pues el balneario subsistía gracias a la visita de turistas, surfers internacionales y nacionales, con todo esto nadie vendría en muchos años.

  • -       Él es Renato, nos ayudará en llevarnos lo más cercano posible a la isla misteriosa, así que no le digas pendejadas y continuemos nuestro camino
  • -       ¿Qué clase de pendejadas? – pregunté siendo golpeado suavemente en el estómago por Gabriela
  • -       Pues… es mi actual enamorado, pero no mandes indirectas o digas bromas, o te juro que te rompo el culo y te hago trozos ¿Me oíste?
  • -       Ya está bien, no soy tan celoso o idiota para no saber reconocer que mi ex ahora es feliz con alguien más… digo, ni siquiera pensé en ti en estos últimos dos años
  • -       ¿De verdad? Que cariñoso que eres…
  • -       Bueno, nunca te gustó realmente ser ese tipo de persona, chica enamorada con dulces y rosas… eras muy diferente
  • -       Lo sé, nunca fui de ese tipo de pendejas que se visten demasiado bonitas para aparentar algo que no son, putas baratas…
  • -       Hahaha sigues siendo tan directa como siempre
  • -       Nunca me callo nada carajo, pero en serio… ¿Nunca me recordaste ni una sola vez?
  • -       A, la verdad es que…
  • -       Bueno Gabriela ya está el bote, vamos ya, pucha tengo que ir a una disco más tarde – habló Renato, su actual enamorado
  • -       Tienes razón, ya vamos
  • -       Si… - dije sin animarme a decir algo frustrante o peor de lo que la situación lo era

Partimos en la pequeña embarcación que era utilizada para pescar con redes grandes, y les hacía la competencia a los tradicionales botes pesqueros. El tipo era fuerte, digo, fortachón, parecía uno de esos famosos que participan en ridículos programas de realities, detestaba eso, pero si ella era feliz con esa decisión, pues quien era yo para rechazar o molestarme por eso, fue mi decisión de dejarla en primer lugar.

Cruzando el gran mar, tan espectacular y gigante para unos pobres seres como nosotros, no teníamos ni idea de que haríamos aquí, mejor dicho, mis poderes junto con los de “La Negra” no creo que bastasen para combatir una enorme serpiente o una lagartija gigante, apenas podía generar dos hachas o algún tipo de arma blanca en ambas manos; sin embargo, Gabriela podía generar una armadura resistente del color que se encontrase en sus alrededores, superaba un poco mis poderes, ¿Por qué me necesitaba? ¿Cómo despertaría mi potencial? Nunca debí aceptar esta misión, pero que rayos ya estaba a punto de enfrentar mi destino.

Un ligero movimiento de olas me hizo asustar totalmente, sujetándome del brazo derecho de Gabriela, para instantáneamente ser enviado por un golpe suyo, y advertirme que no le gustaba que la agarrasen el brazo de esa forma. Pero, otro movimiento, esta vez más fuerte sacudió el bote con mucha fuerza que arrojó las redes de pescar al mar, una gigante sombra apareció entre las espesas aguas, ante nuestra sorpresa y el desagrado por parte del fortachón.

El fortachón por increíble que parezca, se asustó peor de lo que yo me asusté al ver tan gran criatura, y se fue corriendo a esconderse dentro de la cabina de mando, una gran sonrisa despertó mi felicidad, aunque acabó cuando vi hacia la parte frontal del bote, una figura blanca sujetaba una espada gigante que estaba a punto de atravesar esa sombra ¡Gabriela estaba por atacar con su poder de colores!


  • -       ¡AQUÍ SE ACABA TODO SERPIENTE HIJA DE PUTA! – gritó con furia y enojo, con sus palabras características

miércoles, 27 de julio de 2016

“Estilo arma blanca” contra “mi lanza espartana” color verde de las hojas del árbol donde solíamos columpiarnos cuando éramos niños, ahora estaba dentro de mi brindándome su luminosidad para acabar con mi ex enamorada, aunque, fuera de bromas, nunca llegamos a ser novios. Frente a frente, mi bello rostro contra su enorme busto resaltante y siempre fijador de miradas estúpidas, esto iba a ser muy sencillo.



Por alguna razón ella tenía ese poder, el poder de obtener los colores de las cosas y transformarlas en armas, cosa que ella estaba trascendiendo o evolucionando ese misterioso poder, lo había convertido en una especie de armadura completa, con su estilo “Arma Blanca”, se cubrió todo el cuerpo del color de su casa, dándole una apariencia de caballero, o, mejor dicho, de caballera, pero ahora eso no importaba. No me interesaba como rayos había obtenido ese poder, pero sí que tenía que derrotarla, le iba a mostrar que tanto había mejorado desde que me fui a Lima.

Las estrellas eran apenas visibles arriba de nosotros, un buen clima fresco, ni tan congelado ni tan caluroso, tibio para mi perfección; apuesto que sería el clima ideal para montar unas olas en la playa Huanchaco, aunque era mejor ir a Huanchaquito, donde las olas si eran monstruosas y tenían grandes retos, cosa rara para encontrarse cerca del océano pacifico. Y sin más preámbulos me dirigí con toda mi fuerza hacia ella.

Intenté dar el primer golpe directo utilizando mi lanza como una espada, pero ella ni siquiera trato de moverse, simplemente cruzó sus brazos y espero mi ataque, ya estaba a punto de atravesarla con suma rapidez, pero algo repentino hizo que cambiase mi idea y evitara dañarla, ¡Mierda! No podía creer lo que estaba haciendo, al intentar atacarla por diferentes direcciones, no podía hacerlo, no nacía en mi interior una razón para atacarla, ¿O era otra cosa? ¿Podría ser un sentimiento? ¡No! Si era eso entonces…

  • -       Pues bien, parece que todavía tienes esos sentimientos, una lástima que yo no sienta lo mismo

Y luego de un intento fallido de atacarla con la lanza, ella rompió de un severo puñetazo la lanza y me golpeó con su pie izquierdo levantado en forma de L hacia arriba, sacándome fuera de juego en cuestión de segundos; caí encima de las gradas de la escalera dentro de su casa, apenas pude levantar la mirada y estar consciente de lo que me había hecho.
Con mi cabeza todavía dando vueltas y un grave dolor de espalda me levanté, solo para ser sujetado del brazo derecho y ser lanzado hacia el jardín nuevamente, gracias a la increíble fuerza de mi ex enamorada, esa armadura blanca sí que le daba fuerzas extraordinarias… pero, ¿Acaso el blanco significaba fuerza? No, siempre imaginé que el blanco era pureza, un signo limpio, libre de cualquier mancha y sanador, pero para ella era la fuerza bruta, entonces ¿Quieres decir que los significados de cada color varían según el usuario que los poseyera?

  • -       Por supuesto cariñito – me dijo sacándose el yelmo blanco y esbozando una sonrisa
  • -       Oye… - me arrodillé debido al fuerte dolor de espalda junto a la paliza de antes - ¿Cómo es que el blanco es fuerza? ¿Qué carajo sucede?
  • -       Soy alguien como tú Carlos – se sacudió el cabello y dejo caer su hermosa larga cabellera marrón larga que todavía conservaba – yo también puedo sentir lo que sientes, y sé que no quisiste hacerme daño alguno porque no lo viste como bien, nunca te di motivos para atacarme, más bien, yo fui la primera en comenzar a golpearte
  • -       ¿De qué hablas? Yo cree mi lanza marrón primero y por eso…
  • -       Nunca me atacaste de verdad, cada intención de atacarme lo evitabas, carajo, esa velocidad si no me lo esperaba, te creo que has entrenado en secreto cariñito
  • -       No me digas cariñito, responde a mi pregunta
  • -       Primero lo primero, vamos adentro y te me lavas bien la parte superior, no quiero que ensucies mi casa ¿Entendiste?
  • -       Si…
  • -       ¿Qué dijiste cariñito?
  • -       Si Gabriela, lo hare con todo mi ser
  • -       ¡Bien dicho carajo! Por cierto… gané esta batalla

Ella desvaneció su armadura blanca en unos segundos, mientras seguía sin palabras debido a su gran control sobre su poder, sin embargo, un guante blanco todavía persistía en su mano derecha, al parecer no lo controlaba totalmente, y eso me aliviaba (risas).

Entramos a su casa y fui directo a su baño a lavarme, me quité las trenzas del cabello estilo dreads, me remojé un poco el rostro sin sacarme la idea de que mi ex enamorada controlaba el mismo poder que yo recién descubría de a pocos. Seguía remojando mi rostro con agua pura del caño sucio mientras recordaba mis batallas. En cierto punto de vista, yo jamás había atacado primero, en la pelea contra Milagros, ella me atacó sin dudar, por esa razón, yo respondí como debía, ¿Pero era correcto lo que había hecho?

Quizás tenía razón, nunca fui de las personas que se molestan a la primera y dan puñetes a diestra y siniestra, tampoco me gustan las batallas ni las guerras, soy pacifista, es como dicta el gran Bob, un ser de alma calma y liviano. Pero al no atacarla a mi ex enamorada, era por otra causa… una causa sentimentalista, maldición.

Regresé a la sala y me senté en uno de los sillones, me explicó sobre el origen de su poder, como nació ese don dentro de ella cuando decidí partir a la hermosa ciudad de Lima por un futuro mejor, en ese entonces yo tenía catorce años, con sueños y esperanzas, era uno de los mejores artistas del salón de mi viejo colegio. Mis obras de arte dejaban impresionados a mis maestros, y en especial a ella, Gabriela fue la primera chica de quien hice un autorretrato autografiado, fue mi mejor lienzo.

Lastimosamente, sabía que en mi pueblo natal de Barrios Altos en Trujillo no podría conseguir o estudiar arte en un gran museo, como lo era en la capital. Sus museos, sus institutos especializados eran los lugares donde debía de ir, sus galerías de artes y aprender de los mejores artistas, ese era mi destino. Por eso tomé la decisión de dejar mi ciudad para partir a la capital, pero en ese momento surgió el problema; no tenía padres que pagasen mi viaje, así que, en esa parte normal, sin embargo, tenía una enamorada a quien realmente amaba, era la peor decisión de mi vida ¡Catorce años caracho!

Cuando le planteé mi manera de ver el mundo y conseguir mi sueño, ella intentó de mil formas de hacerme quedar, incluso decirme que estaba embarazada de mí, cosa que cuando le pedí una prueba de embarazo, me dijo que no tenía suficiente dinero para comprar una. Totalmente falso, sus padres eran comerciantes de mucho éxito.

Para ese entonces no sabía lo que realmente era el amor, ella tampoco, tiempo después me confesó que realmente no entendía lo que sentía en realidad por mí, pero en esa época, decidimos despedirnos de una manera poco casual; nada de sexo o lujuria, sino, una cena para ambos que acabo en un tierno beso bajo las estrellas tapadas en un parque cerca de su casa. Y fue como me embarqué en mi grandiosa aventura, que acabó con un aprisionamiento en un hogar de niños abandonados y alejado de mis sueños de ser un artista famoso.

Ahora al regresar a mi provincia originaria como un vago errante que dibujaba en el parque Kennedy para subsistir era penoso, mucho peor sabiendo que ella ahora usaba sus poderes para beneficio propio, y que su cuerpo se transformó totalmente en una figura preciosa, destacable y de mucha “personalidad”.

Cuando me contó sobre la unión de nuestros poderes, ella habló seriamente, sin usar ninguna palabra de grueso calibre, era realmente serio, al momento de obtener mi potencial total debía de conocer el lugar donde mi antepasado descubrió el suyo, la mítica “isla de los Moches” ubicado a unas millas lejos de la costa trujillana; una legendaria isla donde se dice que los antiguos moches hacían sus rituales y preparaban a sus guerreros para la transformación divina, algo relacionado a la luna si bien no entendí perfectamente el quechua que utilizaba Gabriela.

La isla de los antiguos moches, custodiado por una antigua criatura prehistórica que residía en la morada legendaria de los moches, fiel guardián de las leyendas y los ritos de sus amos, para obtener ese potencial que me faltaba para hacerle frente a los legionarios, tendría que derrotar a esa fiera criatura que era enorme y demasiado monstruoso para describirlo, según narraba Gabriela.





martes, 26 de julio de 2016

Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos.
Bob Marley



¡Finalmente! Que viaje tan aburrido y sin emociones, para colmo largo y tonto, si quería enviarme a Trujillo solo bastaba en enviarme en avión, pero como Ariano y ese viejo vagabundo son tan míseros y tacaños, acabe yendo en bus y ya es prácticamente lunes, claro, es domingo casi de madrugada, de todas formas, es como si fuese lunes, con todo y odio hacia esos días.

Está lloviendo bien fuerte que apenas el ómnibus puede circular por la autopista, el chofer enciende los faroles y toca bien fuerte el claxon advirtiendo a otros choferes de no meterse en su ruta o que lo obliguen a acelerar, aunque con este tráfico a la capital trujillana es normal que se impaciente o empezara a correr sin pensar en sus pasajeros, típico peruano que detesto, realmente detesto eso.

Lamentablemente al pasar pude observar al lado de la ventana un terrible accidente de tráfico que ha ocasionado este congestionamiento, una persona ensangrentada, el tipo de camisa roja daba explicaciones acaloradas a los policías mientras intentaba esposarlo y llevárselo a la comisaría. Uno de los policías presentes en el accidente pude ver que era parte de los “Fénix”; policías motorizados, volteó a ver el ómnibus donde viajaba y con una fría mirada anotó el número de mi asiento, contando las ventanas que daban a los exteriores, como si me conociese, o lo que fuese peor, si quisiera seguirme o algo, lo más seguro era que tal vez pertenecía a la legión y trataba de conseguir datos; ahora si se ponía interesante la historia.

Al llegar a la capital la lluvia continuaba su progresión de inundar la ciudad de la marinera, al bajar solo usaba un short estilo hawaiano y zapatillas de color blanco, cosa que combinaba muy mal con el ambiente de este lugar, pensando que haría un calor infernal que lastimosamente no sucedió. La terminal era grande con muchas personas yendo de un lugar a otro, cargando bolsas de cosas y más cosas. Yo no sabía a donde ir o que hacer, hasta que un certero golpe en mis partes íntimas con un buen puntapié de fútbol me sacó de mi concentración indudable…

  • -       ¿Dónde quedo esa concentración indudable huevón? ¡Bienvenido a mi tierra Carlitos!
  • -       ¡Ah! – grité de dolor y caí al piso mientras las personas observaban el bochornoso hecho con miradas de dolor e intriga, ¡vaya que dolía demasiado! - ¿Quién…?
  • -       ¿No me recuerdas? Ni que hubiese pasado tantos años huevón, soy yo ¡Gabriela María Riveras Loyola! ¡Tú querida ex novia!
  • -       ¿Pero qué…? ¡¿Qué manera de saludarme es esa!? – le grité antes de ser derrumbado por guardias de seguridad
  • -       ¿No te sorprenda que este en este lugar? Déjenlo ya señores, es un buen amigo a quien hace tiempo no veía, no le haría daño ni a una mosca
  • -       Ah ya déjate de vainas negra… ¿Cómo que tu tierra? ¡Yo también soy trujillano! Y… también es un dolor de bolas el verte de nuevo
  • -       Tan tierno como siempre – me sonrío mostrando su sonrisa metálica, ahora usaba brackets

Mi ex enamorada, ¡que quede claro! Nunca fue novia oficial, pero si ex enamorada de colegio que ahora se encontraba frente a mi riéndose por su sorpresivo saludo hacia mis señores magistrados. La típica cola de caballo, su tez oscura y esos ojos amarillos tan coloridos que retrataban los cuadros de arte que pintaba por demostrar mi amor hace ya varios años, y la misma estatura de siempre con el peculiar atributo aparte de sus ojos que atraían la vista de seres estúpidos o mañosos enfermos, sus senos grandes tan apetecibles… digo, tan esbeltos y bien sujetos, claro, ha pasado el tiempo y ahora si estaban enormes.

No pensaba encontrara tan rápido, ni que me estuviese esperando tan repentinamente, pero ahora estaba bien y era mejor, ya tenía una casa donde alojarme, claro, si sus padres no se acordaban de como habíamos terminado, espero que no se acordasen de nada por mi bien.

  • -       ¿Y bien? – volteó rumbo a la salida - Trae tus cosas y vámonos a mi casa, hace un frio de mierda
  • -       Gracias por invitarme a tu casa, pero tus padres… ¿no se molestarán si llego de la nada? ¿Siguen pensando en eso de hace tiempo?
  • -       Ya no vivimos juntos, mis padres se separaron hace un buen tiempo, justo después de que te fuiste, pero…ya vamos a mi casa carajo que me congelo
  • -       Está bien negrita, llévame entonces cargado… aún me duelen mis surfistas
  • -       ¡No jodas! ¡Levántate y camina carajo!

Al llegar a su casa no se encontraba nadie, solo los viejos cuadros de pinturas colgados en las paredes, y un televisor no muy grande en mitad de la sala, aunque podía sentir una atmósfera cargado de tristeza y odio en todo el ambiente, probablemente por el divorcio de sus padres con todo ese peso de superarlo a cualquier costo, realmente Gabriela debía de estar triste, pero la forma de saludarme demostraba que no era cierto del todo, quizás realmente estaba feliz y con mi sorpresiva llegada junto a sus excelentes dones que Dios le brindó en mitad de su cuerpo…

  • -       Bien, ahora comamos algo que me muero de hambre – se dirigió a la cocina quitándose la casaca impermeable
  • -       Por supuesto, viajar por mucho tiempo sin comer y estar sentado por nueve horas sí que hace doler el culo – me senté en el sofá como si fuese un familiar cercano
  • -       Si huevón, bien que has dormido todo el viaje tranquilito para que ahora vengas a quejarte, cojudo, sin embargo, todo es gracias a ese tacaño de Ariano, ese toda una joyita que patalea en ambos bandos – rió una carcajada que fácil se oiría en toda la cuadra -  tiene plata como mierda y solo les dio 10 soles para sobrevivir
  • -       Eso es cierto, espera… ¿Conoces al tacaño de Ariano? – me sorprendí al saber que ella conociese a este personaje y peor aún, que supiese cuanto me habían dado para este viaje 
  • -       ¿Sera porque el tipo es recontra famoso a nivel mundial?
  • -       Pero… ¿Cómo sabes sobre el dinero y que me envió el exactamente?
  • -       ¿Nunca te conté? Pues veras, yo también tengo ese poder de controlar los colores, solo que yo uso mis manos para pintar mi barrio – lo dijo luego de tomar algo de té caliente
  • -       ¿Qué? – no salía de mi asombro - ¿Tú también puedes hacer eso? ¿Desde cuándo? ¡Porque nunca me dijiste!
  • -       A ver espera, te explico con calma, pero antes debo pedirte un favor, como también tienes este poder, debo ponerte a prueba, aunque hayas sido mi flaco y una ex no debería de ayudar para nada en una ocasión como esta… haré un trato especial contigo, quiero que pelees conmigo ahora en el gran patio que tengo al fondo de mi casa, ¿La recuerdas verdad?
  • -       Por supuesto, allí nos besábamos a escondidas de tus padres…pero… si sabes que tengo este poder, ¿Quieres luchar? ¡Estás loca negra! La verdad es que no peleo con chicas, y peor cuando se trata de mi ex de colegio
  • -       ¡Hahaha huevón! – esa palabrita ya se volvía constante en mis oídos - ¿Te da miedo enfrentarme?  Ya que no quiero rebajarme a pedir cosas o menos instigarte a cada rato, te lo pondré fácil. Si logras derrumbarme, hacerme caer en un tiempo de diez minutos… dejaré que veas mis senos como un buen regalo por visitarme al igual que te explicaré todo lo que quieras en referencia a Ariano y mi poder raro
  • -       ¡¿What tha fuck!? – ¿era en serio esa propuesta indecente con doble jugada? – no es necesario, ya los vi hace tiempo, aparte… eh… no creo que sea correcto, digo, pucha, es raro hacer eso, y peor como un premio de consolación
  • -       No lo veas como un premio, ¿Cómo que los has visto antes enfermo de mierda? Sino como un incentivo, además, mis pechos han crecido mucho y están más bonitos que antes, he hecho ejercicio y pues, si ganas podrás verlos… tal vez hasta tocarlos
  • -       Hahaha no para nada – me sonrojé al extremo – no es necesario negra, pero ya que tanto insistes, no me puedo negar ante una solicitud de batalla, ya antes peleé con una chica llamada Milagros, y obviamente le gané
  • -       ¿Y decias que no peleabas con chicas? Lo que hace un hombre por ver el cuerpo hermoso de una chica. Por favor, no te molestes por lo que te voy a hacer en este momento… mira atrás cariñito

Al voltear totalmente sonrojado por su recompensa, un puño gigante color morado con rayas oscuras golpeaba mi rostro con suma facilidad, enviándome directo al patio trasero e impactando en el cerco de madera; fue un ataque demasiado sorpresivo e inesperado, ¿De dónde había salido eso? ¿Era cierto sobre su poder de controlar los colores?

  • -       ¿Te dolió? Pues lo siento, así me defiendo de los malditos choros que hay por estos lugares. Trujillo ha empeorado desde que desapareciste… se supone que, si venciste a una chica con poderes raros como nosotros, eso no debió de afectarte demasiado Carlitos
  • -       Mierda – apenas podía levantarme – fue muy certero Gabriela, pero no creas que con eso voy a rendirme, si de verdad quieres ganarme tendrás que poner de tu parte, y otra cosa… ¡No solo veré tus senos, sino que también los tocaré! – al decir esto en voz alta, esperaba que ningún vecino a los alrededores escuchara, realmente sonaba muy enfermizo
  • -       Hahaha ¡Huevón! A ver si lo intentas… A esto le llamo “Estilo Arma blanca”
  • -       ¿Estilo qué?
  • -       Yo le pongo nombres a mis ataques o posturas de defensa, y en este sentido, voy a rematarte con un millar de cuchillos creados a base del color blanco de todas estas maderas, ¡Prepárate Carlitos!
  • -       Muy bien negra, es momento de hacerte probar el color de mi vida, soy un Soulo, por eso te ganaré… ¡“Escudo y lanza espartana”! yo también le pongo nombres a mis cosas de colores ¡Vamos!




lunes, 25 de julio de 2016

El místico volcán Misti, un lugar sagrado y respetado por todos los seres de este humilde mundo; tan imponente, poderoso y ostentoso que era casi incapaz de seguir adelante simplemente por el hecho de ver tan monstruosidad. Un ejemplo perfecto, inmensamente vasto de lo que podría significar para el inca ascender al volcán y sobrevivir para regresar con la sabiduría necesaria e impartirla con su gente.



A ese lugar es donde teníamos que dirigirnos, donde no comprendía del todo este don que tengo y compartía con Gianina; la ceremonia de la convergencia de la luna llena todavía implicaba tener un gran miedo desolador por todo mi cuerpo, como si mil agujas pequeñas produjesen lentamente picazones y no pararan hasta decir muerte. Llegamos en una vieja camioneta 4x4, muy dañada y sucia para sus respectivos años, parecía destrozada por dentro, pero era lo mejor para llegar a este lugar sin levantar sospechas.

Me explicó que esta camioneta era “limpia” con signos de grandeza, recién comprada y de tan solo dos años de uso, pero debido a los constantes ataques de las huestes de la legión, sufrió daños que no podían arreglarse sin comprar alguna parte original de la camioneta, cosa que le era imposible para una artista de la calle, menos para su actual novio quien tenía el mismo oficio, apenas podían pagar la gasolina, pero al decirme todo esto, surgió en mí la sensación de que se estuviese despidiendo de todo…

Llegamos a la falda del volcán, sin embargo, era todo lo contrario a lo que me imaginaba realmente; podía ver hermosos valles a los alrededores, valles agrícolas y tan llenas de vidas debajo de un volcán, los agricultores seguían cosechando con rostros sin miedo a una posible erupción, cosa que me explicó calurosamente Gianina. El volcán Misti hacía mucho tiempo que no entraba en erupción, no provocaba desastres al igual que tragedias, la última gran erupción fue en el gobierno de su antecesor espiritual, el mismísimo Túpac Yupanqui.

“Grandes tormentas de fuego azotaron mi hermoso pueblo recién fundado en la villa agrícola, lluvia de fuego vivo aterrorizaba a mis paisanos tratándolos como simples marionetas, la gente corría y lloraba, temía y se lamentaba, ¿Qué habían hecho para enfurecer a los dioses? Más bien, ¿Qué había hecho como inca para enojarlos? No dudes por mucho tiempo, y junto a mi poder místico y heredado por mis antepasados, me dispuse a terminar ese conflicto, encerrando al fuego eterno de nuevo a su calabozo de tierra. Estas serán mis últimas palabras de batalla, que nuestro gran Sol nos proteja para siempre.”

Esas palabras fueron contadas generación tras generación por un quipu personal del inca, para contar la leyenda siempre que se podía y explicar el origen de tan gran hazaña, con su extraordinaria similitud a la verdad, tan veraz y mágico que era imposible de creer, ahora era mi deber probar su fuerza, su don, el controlar los vientos para probar su verdadera descendencia incaica.

Al subir peldaño por peldaño de tierra rígida y dura, apenas respirable al estar a mitad de camino, no pude continuar, las tormentas de grava y tierra que se alzaban por la lava solidificada impedían mi caminar o ver hacia donde quería ir, Gianina trató de levantarme, pero sus palabras junto a sus golpes en mi cabecita no lograban mucho, pero eso no era todo, nos habrían estado siguiendo.

Los mismos helicópteros que antes nos trataron de matar, aparecieron esparciendo la arena mezclada con tierra a nuestros ojos,  descendieron varios hombres vestidos fuertemente para la acción, eran del escuadrón especial SWAT Perú, pero con el nuevo logotipo de la legión impresas en sus chalecos metálicos con varios galones en sus hombros, gritando con sus voces serias y tenebrosas, nos ordenaron dejar de caminar y arrojarnos al suelo, para ser inmediatamente escoltadas al INPE, y luego regresadas a Argentina.

Era el momento definitivo, la supuesta transición de poderes estaba siendo interrumpida por aquellos que una vez juraron defender a su nación y sus ciudadanos, estábamos atrapadas, ya no podíamos…
  • -       Hehehe, me supuse que vendrían, por eso dejé algunas mini bombas en los alrededores para impedir que nos siguieran boludos, adiós

Las mini bombas explotaron en el momento justo que los soldados se preparaban para arrestarnos, fueron aturdidos mientras otros trataban de ocultarse de las mini explosiones que destrozaban el terreno uniforme; nosotras huíamos por el sendero que llevaba a la cima del volcán, al agujero de lava ardiente.

Los helicópteros también retrocedieron por la enorme cantidad de humo que fácilmente podría observarse desde la ciudad arequipeña, en cambio, nosotras aprovechamos eso para huir de nuestros captores que cruelmente querían matarnos a toda costa.

Seguimos escalando el volcán, logrando llegar lugar de toda la lava, donde cualquier movimiento telúrico repercutiría sobre nosotras y el pueblo entero de Arequipa; un lugar sumamente peligroso. No entendía del todo el porqué de estar aquí, hasta que me tomó de la mano y me obligó a observarla por unos cuantos segundos, segundos los cuales me dirigió unas terribles palabras.
  • -       Alexina, no te he contado toda la verdad
  • -       ¿A qué te refieres?
  • -       Te dije que la única forma de que obtuvieras todo el poder del viento y de tu antecesor era que traspasase mis poderes hacia ti, pero me falto detallar alguito
  • -       Vamos, no es tan grave, que importa… ya estamos aquí, tenemos que apresurarnos antes que los legionarios nos encuentren
  • -       Por eso, esto depende de ti ahora, te quiero mi mejor amiga, fue un placer conocerte
  • -       ¿Qué estás diciendo? – me soltó las manos y corrió hacia el gran agujero con prisa, nunca la había visto tan feliz al hacerlo, pero, desapareció tras saltar a ese gran vacío, mi corazón se aceleró
  • -       ¡Gianina! – intenté gritar y correr desesperadamente a detenerla, pero ya era muy tarde, al observar la infinita oscuridad del agujero un grito detonó la lava dormida del antiguo volcán, “Killa junt'asqa - Wayra”, sus últimas palabras fueron en quechua para pasar a una gran luz de cenizas y muerte. Los helicópteros aterrizaron y empezaron a disparar.

Los legionarios dispararon con toda furia y sin dejar nada al aire, curiosamente, esa palabra era la que en este momento pensaba, el volcán estallo en llamas, gemidos de dolor y de miedo se figuraban en los legionarios, que a toda costa de su capitán seguían disparando; mis lágrimas no podían parar por la pérdida de mi mejor amiga; sin embargo, las cosas cambiaron de un modo a otro, parte de la lava expulsada del volcán cayó encima mío, todo se acabó… o eso esperaba, ¡la lava no quemaba!

Se sentía como un manantial, no ardía ni estallaba de dolor, todo era… extraño al no sentir nada de dolor, ¡no me dolía para nada! Una extraña figura con forma humana apareció ante mis sorprendidos ojos, y con una expresión de alegría se manifestó el espíritu de Gianina, era la forma   que tomó esa luz con su extravagante sonrisa, “Ahora mis poderes son tuyos Alexina, Yupanqui te desea lo mejor”.

La luz con forma humana que al parecer era mi mejor amiga me cubrió por completo sin dejar que la lava me derritiese y que prometía destruir todo el pueblo de Arequipa. Sentí una gran calma al estar cubierta de esa luz, un gran amor por otros seres, y una enorme cantidad de felicidad que secaba mis lágrimas para transformarlas en rayos de esperanza.
Una falda que tapó parte de mis piernas hasta llegar a mis muslos con diversos colores y líneas entre su estampado apareció en lugar del jean color azul que tenía puesto, hecho de colores tan diversos propios de un arcoíris o una explosión de botes de pinturas en un cuarto blanco, junto a unos lazos o especies de látigos grandes de colores que parecían cuerdas que sujetaban la falda e impedían mi desnudez completa.

En la parte superior surgió una blusa de manga larga color azul y negro con bordados preciosos en el pecho y en mis puños, que exaltaban esa parte de manera casual; una chaqueta de colores rojo y blanca que me tapaba parte de la espalda hasta formarse como un pañuelo largo y muy caluroso, junto al pequeño sombrero color marrón que formaba al parecer parte de la vestimenta, y por supuesto unos calzados sencillo de color negro y descubiertos en algunas partes donde podía sentir la ligereza del viento.

Podía sentir que todo este traje colorido pesaba demasiado, que apenas podía resistir el mantenerme de pie, sin embargo, la luz desapareció y la lava fue colisionando con otros ríos de fuego hasta desprenderse por las faldas del volcán, no faltaba mucho para que llegara a la ciudad arequipeña. Tenía mi traje nuevo blindado y un poder que nunca antes había sentido, recorría cada parte de mi cuerpo… era tan delicado pero muy aliviador este nuevo poder.

Una vez terminada el proceso de colocación de la extraña vestimenta, observé a mis enemigos seguir disparando sin atinar ni una sola vez, entonces con un rápido movimiento que me sorprendió del todo, pues pensaba que el traje pensaba demasiado que no me dejaría atacar, pude colocarme detrás de ellos, y golpearlos con severidad y dejarlos sin conciencia, mi velocidad aumentó radicalmente, al igual que mis movimientos de ataque, parecía no tener gravedad para retenerme, eso no era todo.

El capitán del escuadrón se quedó sin palabras al ver mi nueva velocidad e intentó disparar con su rifle, lo esquivé sin mucha necesidad de hacer esfuerzo, el traje con tantos colores parecía ser una excusa para que me atacasen, pero no era de esa forma, sino que se movía al compás de mi cuerpo, bailaba junto a mi corazón, podía sentir esa alegría de hacer algo por alguien, por mi mejor amiga. Junté ambas manos para formar una especie de bola de aire que lancé con toda mi fuerza hacia ese capitán, que lo desplazó con severidad hacia el helicóptero que seguía enviando tropas, hasta que cayó.

Utilicé mis nuevos poderes, como el controlar la dirección del viento y lanzarlo con fuerza hacia mis enemigos, volándolos del lugar para dejarlos heridos o inconscientes, con tantos movimientos veloces se me había olvidado la lava que destruiría el pueblo; sin pensarlo dos veces, di un gran salto hacia la nada con una hermosa visión catastrófica del paisaje, para poder hacer algo. Me coloqué encima de una roca y con todo este nuevo poder controlé el viento a mi favor, dirigiendo toda corriente de aire hacia la lava, resistiendo el peso de la lava y el calor que debía de derretirme, y con la fuerza nueva y las palabras de Gianina saqué una enorme fuerza escondida que pudo hacer posible el contrarrestar la lava y regresarla de nuevo al gran volcán.

Lo que quedaba de lava ardiente fue cediendo sin afectar las poblaciones aledañas al volcán, ¡había logrado detener una fuerza de la naturaleza! ¡este poder es genial! Lastimosamente mis enemigos lograron huir dejando algunos hombres muertos en el camino, lugar donde pude enterrarlos antes de anochecer y orar por sus almas, algo que jamás habría imaginado hacer.

Mi mejor amiga murió por darme su poder y los legionarios atacaron sin piedad para matarme y evitar que obtuviera este don nuevo. El traje desapareció como bien apareció de la nada, una voz se esparció dentro de mi cabeza hasta quedarme grabado las palabras con la cual podía acceder a este traje y habilidades nuevas, todo seguía siendo confuso, pero también maravilloso porque ahora si entendía en parte mi propósito y mi meta que me impulsó para llegar a este hermoso país de misterios.


No obstante, me di cuenta de que, si esta era la única forma de obtener este grado de poder para hacer frente a la legión, entonces mis amigos tendrían que pasar por algo similar, ver a alguien cercano a ellos morir y obtener el gran don de su naturaleza, de su antecesor inca, ¿Me pregunto si mi antecesor también detuvo un volcán con sus manos? Quizás era posible, era muy probable que todo fue una ficción dentro de un mundo hermoso, ahora tenía que regresar a la casa de Gianina y guardar todas sus memorias y tratar de recordarla como la actriz de las calles que una vez existió, dentro del plano de la existencia, pues al estar ahora conmigo en mi corazón, se convirtió en un ser eterno, mi mejor amiga que descanse en paz, era momento de continuar la lucha y cumplir mi meta final, regresar a casa.

domingo, 24 de julio de 2016

  • -       ¡DEJA DE HACER TONTERÍAS Y SÉGUEME ALEXINA! – decía con voz desesperada la chica morena, usando anteojos grandes color rojo y tres trenzas que cubrían parte de su cabello; era Gianina, mi mejor amiga del teatro en toda la Argentina ¿Qué rayos hacía aquí?
  • -       Pero… ¡Eres Gianina! – no podía creer lo que veía - ¿Realmente sos Gianina?
  • -       ¡Por supuesto que lo soy! Luego me preguntarás lo que quieras, pero tenemos que largarnos ahora mismo de aquí, la policía no tardará en hallarnos y las personas a los alrededores seguro ya subieron el video de tu pequeña batalla y de tus patadas aéreas al internet, ¡siempre te digo que piensen y nunca haces caso!
  • -       No… - la única chica que me grita con preocupación no era sino Gianina, sin dudas, ella era - ¿A dónde vamos?
  • -       A mi hogar, mi casa secreta ¿recuerdas que siempre hablábamos de formar una academia para niños como nosotras? Pues ese sueño ya es realidad y es allí a donde vamos
  • -       ¿Qué? Pero…
  • -       Yo también controlo el aire y es momento de pasarte todos los conocimientos del inca a tu cabeza de artista, ¡créeme, es realmente fantástico Alexis!


Mientras corríamos como dos jovencitas recién egresadas en busca de trabajo, me llevó hacia una moto que se encontraba fuera de una vieja iglesia; una moto reluciente y que se veía muy potente; me entregó un casco de seguridad y me lo hizo poner a la fuerza sin entender todavía lo que estaba sucediendo; una vez puesto el casco subí a la moto y ambas partimos sin un rumbo que yo conociese, no podría describir la sensación de ese momento, pero si una cosa, sensaciones de vómito y mareos (x.x)… quería vomitar con todas mis ganas por andar en esta cosa.

Seguíamos en la moto cuando nos alejamos de la capital con dirección hacia cualquier lugar, lejos de los policías, turistas y todo rastro de humanidad, estábamos literalmente paseando por un hermoso valle de frutas silvestres, si no estuviésemos huyendo, me bajaría para tomar algunas fotos. ¡Que estupendo! Ya no sentía esas necesidades de vomitar, solo alzar mis brazos sin preocupación y decir que nada me importaba… ¡Nada! Pero todo ese momento acabo cuando Gianina volteó su rostro para verme, y con su mirada se alegró de que ya estuviese en más confianza, al hacerlo, con su brazo derecho, creó una ráfaga de aire que nos propulsó con mucha fuerza… ¡excesiva fuerza!

El tiempo seguía siendo el mismo sol quemante arriba de nosotras sintiendo suaves brisas por la velocidad, todavía los gallos cacareaban cuando llegué a la ciudad, había noqueado a un feo ladrón y para rematar, me reencontré con mi antigua compañera de teatro que ahora me “secuestraba”, por decirlo de alguna forma. Ya habíamos salido de todo rastro de la ciudad, cuando un helicóptero apareció de entre las oscuras nubes que tapaban el brillo del sol, pero no eran buenas noticias, porque empezaron a dispararnos sin cesar, disparos tan fuertes y depredadores que despedazaban parte de la tierra.

Los helicópteros negros sin emblema disparaban hacia nuestra posición, tratando de matarnos al parecer, aterrada y con ganas de llorar no dejaba de abrazar a mi amiga que intentaba esquivar las balas con maniobras en forma de zigzagueo, pero que tarde o temprano no resultaría. Lo peor ya era probable, otro helicóptero apareció para acompañar a su a amigo en su lucha por matarnos.

  • -       Sujétate Alexis, es momento de responder
  • -       ¿Qué?
  • -  ¡Toma el volante por unos segundos! – ella se arrojó al suelo con la moto en movimiento, para levantarse rápidamente, y dio un gran salto para impulsarse hasta donde se encontraba el primer helicóptero
  • -       ¡Aquí estoy malos policías! – con un golpe de aire al igual que mi patada anterior, fue tan destructiva que hizo pedazos la luna que protegía a ambos pilotos

Cuando cayeron los helicópteros debido a la fuerza brutal del manejo de aire de Gianina, decidimos escondernos en una casa abandonada a las afueras de la ciudad, lejos de ruidos molestos, y con un recorrido que, al parecer, iba directo al místico volcán “Misti”, un volcán tan majestuoso y bello que lo podía apreciar desde kilómetros a distancia… que hermosura de paisaje.

El nevado que cubría al volcán eran tan escaso que no reconocía el pasado de este, al ver los interiores de la casa abandonada que resultó ser el hogar de Gianina, observe las diferentes fotos de su familia paseando en todo Arequipa, también cuando vivía en Argentina, y una foto donde ambas comíamos helados, una antigua foto de niñas… qué tiempos aquellos, ahora vivía sola y alejada de todo ruido.

  • -     ¿Quieres ir a bañarte? Hay agua caliente – preguntó con una sonrisa que no recordaba desde hace años

Le respondí con un certero movimiento de cabeza, suposición que fue bien tomada, me invitó al baño y me cambié totalmente, me quité la blusa que ya estaba manchada con restos de tierra y polvo, lo metí a la cesta de ropa sucia que se encontraba al lado del inodoro bien equipado y blanco, me dio algo de risa tanta refinería, era típico de ella, ser tan limpia ante cualquier emergencia.

Pero, al tratar de enjabonarme entre las piernas, miré con detalle que tenía moretones que todavía tardaban en curarse, los golpes junto a los entrenamientos diarios… las consecuencias de mostrar tales síntomas eran demasiado para mi conciencia, decidí enjabonarme con más fuerza, pero… eran moretones, no gotas de suciedad, algo que debía de acostumbrarme ahora en adelante.

Seguía pensando en todo lo que paso en el día, mi desorientación en plena capital, el ataque de los helicópteros y la repentina aparición de Gianina con los mismos poderes que yo… quería entender, trataba de no llorar por desconocer todo el tema, pero en mi mente solo recordaba una cosa... “era por el bien de los demás entender y saber que rayos estaba sucediendo ahora”.

Al lavarme la cabeza con el sobre de champú, pensé en todas las cosas que sucedían a diario y peor, cuando estaba relacionado a mi persona… ¿Quién realmente era mi amiga de la infancia? Acabé de bañarme y me vestí con un jean azul y una camiseta corta que colgaban del tendedero, al parecer, todo ya estaba previsto.

Me dirigí a la sala principal para hacer las preguntas correspondientes, aunque el miedo a preguntar realmente me helaba las venas, no sabía cómo lo tomaría ella, o que debía de hacer exactamente cuándo preguntase cualquier cosa; sé que es mi amiga de la infancia y mejor amiga, pero eso no quita el hecho de que el haberme fugado de mi casa y no avisar nada a nadie, era incomodo incluso para ella, no decirle nada, rayos.

Me senté al frente de ella en la sala principal, bien decorada, con una mesa grande en medio y unos sillones algo clásicos para mi gusto, marrones y grandes, pero rodeado de cuadros en todas las paredes, con muchas fotos de sus vivencias, era fotógrafa profesional, por lo tanto, era parte de su hobby hacer todo eso.

  • -       Hola… ¿Y bien? ¿Por dónde empezamos? – el primer paso para abordar todo el tema, estaba temblando
  • -      Primero, estuve molesta contigo durante unas semanas, pero todo desapareció cuando Reynaldo me contó la verdad
  • -       ¿Reynaldo? ¿Te refieres al vagabundo? No te entiendo
  • -       Primero aclárame algo… ¿Por qué te fuiste sin avisar? ¿En qué rayos pensabas?
  • -       La verdad, otra vez la verdad, estoy harta de esa palabra – respondí tratando de evadir su respuesta
  • -    Deja de divagar Alexina, dime ahora, ¿Por qué te fuiste sin decir nada? ¿Nunca confiaste en mí?
  • -       Escucha… esta razón siempre fue mi razón de ser, siempre quise salir de ese lindo pueblito, quería conocer el mundo, aprender de los mejores y enseñar al mundo mi talento, eso quería, creo que es egoísta decirlo, pero era mi intención desde el principio, nunca te lo dije, porque, porque tenía miedo de como reaccionarias como ahora; siempre serás mi mejor amiga, pero… eso nació desde siempre, nunca te lo mencioné por temor a ser rechazada de alguna forma
  • -       Igualmente me dolió, pero al saber sobre ti días antes me alegro bastante, claro, no totalmente porque seguía molesta por haberte fugado, pude haberte acompañado, sin embargo, también te he ocultado una cosa muy importante
  • -       Si… el poder de controlar el viento ¿también eres descendiente del inca?
  • -       En realidad, era sobre que me mudaré aquí con mi novio, pero también era en parte eso otro
  • -       ¿Un novio? Pero… ¡Pero dijimos que no tendríamos novios hasta cumplir nuestros sueños! – le dije casi gritando histérica pareciendo mi propia madre, jocosa y angustiada
  • -       Hehe lo sé, pero para el amor le es difícil diferenciar los sueños de otros sueños, y pues él es artista urbano, por el momento tenemos una relación… ¡Hey! No me cambies el tema, de eso hablaremos después, lo importante ahora es contarte sobre mi poder y la conexión con tu futuro
  • -       Está bien

Al explicarme la situación, es cuando uno debería de marcharse y creer que no ha escuchado nada, pero no fue de esa manera como acabé en la casa de mi mejor amiga. Ella también tenía ese don de controlar las fuerzas de la naturaleza, el aire, el viento poderoso de cualquier corriente, pero a un nivel jamás antes visto, lastimosamente, ella no era una sucesora directa de Túpac Yupanqui, y eso era una desventaja.

Supuestamente, quienes obtienen esos poderes es porque sus antepasados practicaron algún tipo de magia o escenificaron grandes escenas de trasplante de almas de animales a seres humanos, rituales y todo eso, pero al nacer ella, y porque era dos años mayores que yo, mi poder fue repartido en dos mitades. Gran parte fue entregado a ella en el nacimiento, mientras que el resto, un cinco por ciento fue depositado muy dentro de mi interior, por eso desperté muy tarde ese poder.

El destino es el mensajero sustancial de reencarnar las posesiones en quienes merecen poseerla, al todavía no ser concebida, el destino buscó rápidamente a quien estuviese en un futuro muy cerca de mi presencia, para hacer el traspaso de manera inmediata y sin necesidad de buscar en otros sitios. Entonces fue de esa forma que obtuve una pequeña parte de mi potencial, el resto se encontraba en quien se convertiría mi mejor amiga, Gianina, dos años mayores que yo.

El gran don de la naturaleza creado por un antiguo señor del imperio Tahuantinsuyo, depositó sus fuerzas en quien será la mensajera viva de ese honorable poder. Seguía sin poder creer, y le pregunté si realmente no mentía, y si era probable que mis amigos, compañeros Soulos también estarían en las mismas circunstancias, ella no supo que responder, pero lo aceptable era que su poder no estaba al máximo, y solo con el don real de su ascendencia podrían activar una energía aún mayor en todo sentido.

No podía creerlo, nada de verdad, todo me era confuso y tenebroso, no obstante, sus ojos representaban vida y esperanza, esos ojos a quien, desde siempre, desde pequeña hasta joven de ahora, siempre han sido armoniosos, y al serlos y notarlos, no duda más.

-       Por eso Alexis, debo de entregarte mi don, aunque lo disfrute desde pequeña jugando a controlar el aire, haciendo trampa en nuestros jueguitos y la razón de siempre ganar, ese mágico don, siempre te ha pertenecido. Cuando conocí a Reynaldo, me contó toda esta historia y la relación, una relación que fue creada por el destino, nuestra amistad fue por algo, y ese algo, era llamado “deber del héroe”.

  • -       Ahora puedo entenderte, y quizás, fue ese deber quien me trajo a este hermoso país – dije suspirando y tomando algo de agua que amablemente me sirvió
  • -       Ahora tienes que obtener ese poder por medio del gran poder, “La Transformación Killa junt'asqa, o la convergencia de la luna llena”
  • -       Vaya, ¿es quechua no?
  • -       Exactamente, vamos, no perdamos tiempo, en cualquier momento pueden regresar esos legionarios y no deseo que destrocen mi casa
  • -       ¿A dónde iremos?
  • -       Al único lugar donde el inca puede renacer nuevamente, y ya lo has visto
  • -       ¿Te refieres…?
  • -       El volcán Misti espera


Soulos y Legionarios

Soulos

Los Soulos Son quienes descienden de los antiguos incas, usan sus poderes especiales que han logrado despertar para apoyar a los demá...

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