- - ¡DEJA DE HACER TONTERÍAS Y SÉGUEME ALEXINA! – decía con voz desesperada la chica morena, usando anteojos grandes color rojo y tres trenzas que cubrían parte de su cabello; era Gianina, mi mejor amiga del teatro en toda la Argentina ¿Qué rayos hacía aquí?
- - Pero… ¡Eres Gianina! – no podía creer lo que veía - ¿Realmente sos Gianina?
- - ¡Por supuesto que lo soy! Luego me preguntarás lo que quieras, pero tenemos que largarnos ahora mismo de aquí, la policía no tardará en hallarnos y las personas a los alrededores seguro ya subieron el video de tu pequeña batalla y de tus patadas aéreas al internet, ¡siempre te digo que piensen y nunca haces caso!
- - No… - la única chica que me grita con preocupación no era sino Gianina, sin dudas, ella era - ¿A dónde vamos?
- - A mi hogar, mi casa secreta ¿recuerdas que siempre hablábamos de formar una academia para niños como nosotras? Pues ese sueño ya es realidad y es allí a donde vamos
- - ¿Qué? Pero…
- - Yo también controlo el aire y es momento de pasarte todos los conocimientos del inca a tu cabeza de artista, ¡créeme, es realmente fantástico Alexis!
Mientras
corríamos como dos jovencitas recién egresadas en busca de trabajo, me llevó
hacia una moto que se encontraba fuera de una vieja iglesia; una moto
reluciente y que se veía muy potente; me entregó un casco de seguridad y me lo
hizo poner a la fuerza sin entender todavía lo que estaba sucediendo; una vez
puesto el casco subí a la moto y ambas partimos sin un rumbo que yo conociese,
no podría describir la sensación de ese momento, pero si una cosa, sensaciones
de vómito y mareos (x.x)… quería vomitar con todas mis ganas por andar en esta
cosa.
Seguíamos
en la moto cuando nos alejamos de la capital con dirección hacia cualquier
lugar, lejos de los policías, turistas y todo rastro de humanidad, estábamos
literalmente paseando por un hermoso valle de frutas silvestres, si no
estuviésemos huyendo, me bajaría para tomar algunas fotos. ¡Que estupendo! Ya
no sentía esas necesidades de vomitar, solo alzar mis brazos sin preocupación y
decir que nada me importaba… ¡Nada! Pero todo ese momento acabo cuando Gianina
volteó su rostro para verme, y con su mirada se alegró de que ya estuviese en
más confianza, al hacerlo, con su brazo derecho, creó una ráfaga de aire que
nos propulsó con mucha fuerza… ¡excesiva fuerza!
El tiempo seguía siendo el mismo sol quemante
arriba de nosotras sintiendo suaves brisas por la velocidad, todavía los gallos
cacareaban cuando llegué a la ciudad, había noqueado a un feo
ladrón y para rematar, me reencontré con mi antigua compañera de teatro que
ahora me “secuestraba”, por decirlo de alguna forma. Ya habíamos salido de todo
rastro de la ciudad, cuando un helicóptero apareció de entre las oscuras nubes
que tapaban el brillo del sol, pero no eran buenas noticias, porque empezaron a
dispararnos sin cesar, disparos tan fuertes y depredadores que despedazaban
parte de la tierra.
Los
helicópteros negros sin emblema disparaban hacia nuestra posición, tratando de
matarnos al parecer, aterrada y con ganas de llorar no dejaba de abrazar a mi
amiga que intentaba esquivar las balas con maniobras en forma de zigzagueo,
pero que tarde o temprano no resultaría. Lo peor ya era probable, otro
helicóptero apareció para acompañar a su a amigo en su lucha por matarnos.
- - Sujétate Alexis, es momento de responder
- - ¿Qué?
- - ¡Toma el volante por unos segundos! – ella se arrojó al suelo con la moto en movimiento, para levantarse rápidamente, y dio un gran salto para impulsarse hasta donde se encontraba el primer helicóptero
- - ¡Aquí estoy malos policías! – con un golpe de aire al igual que mi patada anterior, fue tan destructiva que hizo pedazos la luna que protegía a ambos pilotos
Cuando
cayeron los helicópteros debido a la fuerza brutal del manejo de aire de
Gianina, decidimos escondernos en una casa abandonada a las afueras de la
ciudad, lejos de ruidos molestos, y con un recorrido que, al parecer, iba
directo al místico volcán “Misti”, un volcán tan majestuoso y bello que lo
podía apreciar desde kilómetros a distancia… que hermosura de paisaje.
El
nevado que cubría al volcán eran tan escaso que no reconocía el pasado de este,
al ver los interiores de la casa abandonada que resultó ser el hogar de
Gianina, observe las diferentes fotos de su familia paseando en todo Arequipa,
también cuando vivía en Argentina, y una foto donde ambas comíamos helados, una
antigua foto de niñas… qué tiempos aquellos, ahora vivía sola y alejada de todo
ruido.
- - ¿Quieres ir a bañarte? Hay agua caliente – preguntó con una sonrisa que no recordaba desde hace años
Le
respondí con un certero movimiento de cabeza, suposición que fue bien tomada,
me invitó al baño y me cambié totalmente, me quité la blusa que ya estaba
manchada con restos de tierra y polvo, lo metí a la cesta de ropa sucia que se
encontraba al lado del inodoro bien equipado y blanco, me dio algo de risa
tanta refinería, era típico de ella, ser tan limpia ante cualquier emergencia.
Pero,
al tratar de enjabonarme entre las piernas, miré con detalle que tenía
moretones que todavía tardaban en curarse, los golpes junto a los
entrenamientos diarios… las consecuencias de mostrar tales síntomas eran
demasiado para mi conciencia, decidí enjabonarme con más fuerza, pero… eran
moretones, no gotas de suciedad, algo que debía de acostumbrarme ahora en
adelante.
Seguía
pensando en todo lo que paso en el día, mi desorientación en plena capital, el
ataque de los helicópteros y la repentina aparición de Gianina con los mismos
poderes que yo… quería entender, trataba de no llorar por desconocer todo el
tema, pero en mi mente solo recordaba una cosa... “era por el bien de los demás
entender y saber que rayos estaba sucediendo ahora”.
Al
lavarme la cabeza con el sobre de champú, pensé en todas las cosas que sucedían
a diario y peor, cuando estaba relacionado a mi persona… ¿Quién realmente era
mi amiga de la infancia? Acabé de bañarme y me vestí con un jean azul y una
camiseta corta que colgaban del tendedero, al parecer, todo ya estaba previsto.
Me
dirigí a la sala principal para hacer las preguntas correspondientes, aunque el
miedo a preguntar realmente me helaba las venas, no sabía cómo lo tomaría ella,
o que debía de hacer exactamente cuándo preguntase cualquier cosa; sé que es mi
amiga de la infancia y mejor amiga, pero eso no quita el hecho de que el
haberme fugado de mi casa y no avisar nada a nadie, era incomodo incluso para
ella, no decirle nada, rayos.
Me
senté al frente de ella en la sala principal, bien decorada, con una mesa
grande en medio y unos sillones algo clásicos para mi gusto, marrones y
grandes, pero rodeado de cuadros en todas las paredes, con muchas fotos de sus
vivencias, era fotógrafa profesional, por lo tanto, era parte de su hobby hacer
todo eso.
- - Hola… ¿Y bien? ¿Por dónde empezamos? – el primer paso para abordar todo el tema, estaba temblando
- - Primero, estuve molesta contigo durante unas semanas, pero todo desapareció cuando Reynaldo me contó la verdad
- - ¿Reynaldo? ¿Te refieres al vagabundo? No te entiendo
- - Primero aclárame algo… ¿Por qué te fuiste sin avisar? ¿En qué rayos pensabas?
- - La verdad, otra vez la verdad, estoy harta de esa palabra – respondí tratando de evadir su respuesta
- - Deja de divagar Alexina, dime ahora, ¿Por qué te fuiste sin decir nada? ¿Nunca confiaste en mí?
- - Escucha… esta razón siempre fue mi razón de ser, siempre quise salir de ese lindo pueblito, quería conocer el mundo, aprender de los mejores y enseñar al mundo mi talento, eso quería, creo que es egoísta decirlo, pero era mi intención desde el principio, nunca te lo dije, porque, porque tenía miedo de como reaccionarias como ahora; siempre serás mi mejor amiga, pero… eso nació desde siempre, nunca te lo mencioné por temor a ser rechazada de alguna forma
- - Igualmente me dolió, pero al saber sobre ti días antes me alegro bastante, claro, no totalmente porque seguía molesta por haberte fugado, pude haberte acompañado, sin embargo, también te he ocultado una cosa muy importante
- - Si… el poder de controlar el viento ¿también eres descendiente del inca?
- - En realidad, era sobre que me mudaré aquí con mi novio, pero también era en parte eso otro
- - ¿Un novio? Pero… ¡Pero dijimos que no tendríamos novios hasta cumplir nuestros sueños! – le dije casi gritando histérica pareciendo mi propia madre, jocosa y angustiada
- - Hehe lo sé, pero para el amor le es difícil diferenciar los sueños de otros sueños, y pues él es artista urbano, por el momento tenemos una relación… ¡Hey! No me cambies el tema, de eso hablaremos después, lo importante ahora es contarte sobre mi poder y la conexión con tu futuro
- - Está bien
Al
explicarme la situación, es cuando uno debería de marcharse y creer que no ha
escuchado nada, pero no fue de esa manera como acabé en la casa de mi mejor
amiga. Ella también tenía ese don de controlar las fuerzas de la naturaleza, el
aire, el viento poderoso de cualquier corriente, pero a un nivel jamás antes
visto, lastimosamente, ella no era una sucesora directa de Túpac Yupanqui, y
eso era una desventaja.
Supuestamente,
quienes obtienen esos poderes es porque sus antepasados practicaron algún tipo
de magia o escenificaron grandes escenas de trasplante de almas de animales a
seres humanos, rituales y todo eso, pero al nacer ella, y porque era dos años
mayores que yo, mi poder fue repartido en dos mitades. Gran parte fue entregado
a ella en el nacimiento, mientras que el resto, un cinco por ciento fue
depositado muy dentro de mi interior, por eso desperté muy tarde ese poder.
El
destino es el mensajero sustancial de reencarnar las posesiones en quienes
merecen poseerla, al todavía no ser concebida, el destino buscó rápidamente a
quien estuviese en un futuro muy cerca de mi presencia, para hacer el traspaso
de manera inmediata y sin necesidad de buscar en otros sitios. Entonces fue de
esa forma que obtuve una pequeña parte de mi potencial, el resto se encontraba
en quien se convertiría mi mejor amiga, Gianina, dos años mayores que yo.
El
gran don de la naturaleza creado por un antiguo señor del imperio
Tahuantinsuyo, depositó sus fuerzas en quien será la mensajera viva de ese
honorable poder. Seguía sin poder creer, y le pregunté si realmente no mentía,
y si era probable que mis amigos, compañeros Soulos también estarían en las
mismas circunstancias, ella no supo que responder, pero lo aceptable era que su
poder no estaba al máximo, y solo con el don real de su ascendencia podrían
activar una energía aún mayor en todo sentido.
No
podía creerlo, nada de verdad, todo me era confuso y tenebroso, no obstante,
sus ojos representaban vida y esperanza, esos ojos a quien, desde siempre,
desde pequeña hasta joven de ahora, siempre han sido armoniosos, y al serlos y
notarlos, no duda más.
- Por
eso Alexis, debo de entregarte mi don, aunque lo disfrute desde pequeña jugando
a controlar el aire, haciendo trampa en nuestros jueguitos y la razón de
siempre ganar, ese mágico don, siempre te ha pertenecido. Cuando conocí a
Reynaldo, me contó toda esta historia y la relación, una relación que fue
creada por el destino, nuestra amistad fue por algo, y ese algo, era llamado
“deber del héroe”.
- - Ahora puedo entenderte, y quizás, fue ese deber quien me trajo a este hermoso país – dije suspirando y tomando algo de agua que amablemente me sirvió
- - Ahora tienes que obtener ese poder por medio del gran poder, “La Transformación Killa junt'asqa, o la convergencia de la luna llena”
- - Vaya, ¿es quechua no?
- - Exactamente, vamos, no perdamos tiempo, en cualquier momento pueden regresar esos legionarios y no deseo que destrocen mi casa
- - ¿A dónde iremos?
- - Al único lugar donde el inca puede renacer nuevamente, y ya lo has visto
- - ¿Te refieres…?
- - El volcán Misti espera
0 comentarios:
Publicar un comentario