Capítulo 105: “La Legión del Cóndor, Hermandad”

Los débiles no luchan. Los más fuertes quizás luchen una hora. Los que aún son más fuertes, luchan unos años. Pero los más fuertes de todos, luchan toda su vida, éstos son los indispensables.

Bertolt Brecht

Una fuerte onda expansiva, no tan destructiva como para destruir toda la facultad, pero si tan potente para desmantelar la sala de administración y parte del patio, fue hecho realidad, causando pánico entre los estudiantes y los policías que intentaron huir o refugiarse de cualquier modo dentro de las pocas aulas accesibles que quedaban. La onda de viento y repulsión generado por Milagros fue tan poderosa, aunque el precio fue muy elevado, ella quería acabar rápido con esta batalla.

Diego apenas pudo levantarse de entre algunos escombros, pero se alegró al saber que cumplió su misión, el salvar a Kim y usar su dron con aplicación médica para tapar la grave herida en su pecho, la sostuvo entre sus brazos mientras observaba todo el campo. Las puertas de la facultad estaban en la otra esquina, varios vecinos salieron presurosos de sus casas rumbo a dirección desconocida para salvaguardar sus vidas; la sala de administración, profesores y la oficina del director fueron destruidos y apenas quedaba una pared en pie, las aulas aisladas por el golpe de gravedad, con sus puertas selladas, la mayoría, afortunadamente ninguna donde bloqueada la salida de los estudiantes aterrados…

• -       Mierda… - hablaba Diego sorprendido y lleno de polvo
• -       ¿A dónde vas con mí a mejor amiga? – preguntó Milagros con la cara ensangrentada
• -       Carajo… ¿estás bien? – pregunto Diego al verla sangrar por la boca
• -       ¡Eso no es de tu incumbencia!, ahora entrégame a Kim, ¡ahora!
• -       ¿Tú mejor amiga? ¡¿Qué clase de amiga trata de esta forma a otra amiga?!
• -       Eso no te importa…
• -       Claro que sí, todo esto es para… ¡salvarla!… es considerada mi mejor amiga, la única que es capaz de entenderme… y quien me confió sus secretos y yo los míos… ¡esto es igual! ¡es una verdadera amistad!, esto es una monstruosidad. ¡Tú no eres su amiga! ¡eres nuestro enemigo y ya déjala ahora!
• -       Mierda… que… irritante y estúpida eres
• -       ¿Qué acabas de decir? ¡Ahora mismo te mataré y me llevaré a mi amiga lejos de aquí, donde pueda descansar!
• -       Si la quieres de verdad… ¡deja de hablar estupideces y déjala vivir! ¿Sabes lo que dices? Matarla porque es tu mejor amiga, eso es una reverenda mierda. Donde nací, los buenos amigos se tratan de verdaderos patas, juegan fútbol y luego a chupar, compartiendo sonrisas y alegrías, donde jugar online es la ley y todos nos unimos para competir contra otros, armar tu propio arco de dos piedras en la pista y cambiar de arquero cada vez que nos meten gol, siempre con sonrisas y alegrías… ¡eso es una amistad genuina!
• -       … no entiendo eso… no sé qué rayos hablas
• -       ¿Crees que matándola vas a acabar con todo eso? No sé qué diablos pienses ni porque te uniste a la legión, pero ella es ahora parte de mi equipo, parte de mi vida, es mi amiga también, y si su mejor amiga quiere matarle, entonces yo intervendré porque también la consideraré mi mejor amiga… ¡una amistad entre patas jamás se romperá con falsas mentiras!
• -       ¿Falsas mentiras? ¡tú qué sabes de todo esto! ¡no eres más que un niño con una máquina voladora absurda!
• -       ¡Sé mucho sobre esto porque también tenía amigos a quien visitaba y jugaba, pero cuando uno de ellos falleció por salvar a otro de ser aplastado por un camión todo cambio! La amistad es tan fuerte cuando todos saben ayudarse unos a otros… y este amigo era el perfecto ideal sobre eso, y ahora viene una fulana de mierda diciendo que amistad significa muerte, ¡eso no es amistad, eso es pura mierda!
• -       No me interesa lo que digas, mi amistad es diferente a la tuya, a ella la conocí desde que ingrese a la universidad, ninguna de las dos teníamos amigos en el colegio, nos trataban de bastardas o ignoradas, por ende, pudimos congeniar en este lugar, ahora antes de que alguien más la mate, yo debo hacerlo… ¡soy su mejor amiga y la quiero demasiado para dejar que alguien la lastime!
• -       Personas como tú…
• -       Son las que gobernaran al país con verdadero ímpetu y voluntad, ¿Qué sabe alguien sobre eso? Nada…
• -       Sé mucho sobre esto, porque mi amigo luchó contigo y ahora te detendremos, la amistad es todo lo que puede existir y nos puede llevar a una mejor alegría, como lo diría Ariano…
• -       Sabias y hermosas palabras, gracias por retenerla Diego – dijo Jhon sosteniendo una bazooka entre sus manos – con esto te detendremos de seguro, pero en algo tenía razón en su discurso florero
• -       ¿Cómo que discurso florero? ¡Fue todo cierto! – decía Diego molestándose por la demora de su compañero
• -       En fin, la amistad no se puede basar en malos sentimientos, en culpar a alguien o cargar con todo el peso sobre tus hombros, la verdadera amistad yace en quienes te ayuden a cargar todo eso, no matando, sino, ayudando a ir por el buen camino, el camino que tu escojas y sea para el bien de ambos
• -       ¿Y qué buen camino es ese? – decía Milagros con cólera en sus ojos
• -       El camino que tu escojas, ese será el buen camino, y si eso significa tener que luchar, levantarse y caerse, sean las consecuencias que sean, siempre las habrá, por eso depende de cada uno que deba de hacer, bienvenido sea, con este misil todo se acabará, dudo que puedas generar otra onda expansiva tan rápido, con un solo misil, te derrotaremos de una vez por todas

Todo se acabaría en este momento, mi mejor amiga Kim en brazos de otras personas, aliándose con los que considerábamos enemigos, nada podría salir mal, pero absolutamente todo salió peor de lo que esperaba, ya no podía seguir atacando… y ahora esto, no me quedaba de otra, que llamarlo…

• -       Antes de que todo acabe, ¿Me permites hacer una llamada? Por mi celular, solo es para avisar a mis superiores que he fallado
• -       ¿Cómo? – hablo Diego – debe de ser una treta, si la dejamos llamar a alguien, probablemente vengan peores tipos o la misma legión, y dudo mucho que podamos hacer algo contra todos ellos en una situación como esta
• -       Por eso la dejaremos hacer su llamada
• -       Claro… ¿Qué? ¡De que hablas!
• -       Si la derrotamos ahora y la llevamos a la base dudo mucho que colabore con nosotros en decirnos todo sobre ese grupo, puede que se mate en el camino o algo peor… debemos dejarle hacer esa llamada y de esa forma rastrearemos su procedencia y atacaremos en conjunto
• -       … suena loco, pero te doy la razón, también había pensado en esa posibilidad, pero no creí que fuese posible, en fin, hazla Milagros
• -       Muchas gracias, no se preocupen, ya en cinco minutos me podrán llevar esposada

Esperaron los cinco minutos más tediosos en sus vidas, esperando una pronta respuesta a la pregunta misteriosa que haría Milagros, debemos de estar preparados, pero no podíamos hacer ya nada, todo dependía en que diría a quien contestara la llamada.

• -       Hola… solo te llame para decirte que he perdido, me he cansado y el plan falló, lo sé, es mi culpa, lo lamento, pero es momento de que cumplas con tu deber en lugar de hacer quien sabe qué haces ahorita, ¡ya ven al toque!
• -       Y al parecer…
• -       ¡Oh! ¡Ya estás aquí! ¡estupendo!
• -       ¿Cómo? – hablo sorprendido Diego al ver una figura oscura a su lado

Una suave mano sujetó mi rostro empujándolo hacia la derecha, mientras que a Jhon le sucedió igual, pero al lado izquierdo, como si fuese un suave empujón, nos tumbó hacia ambos lados con fuerza, impactando en el salón donde prestaban cámaras, mientras que a Jhon rumbo al baño apenas sostenible a causa de la explosión… ¿A quién mierda había llamado?

• -       Tan discreto como siempre
• -       …
• -       Pero gracias por haber venido, no tengo dudas de que contigo ahora, todo podremos ganar, oh… y al parecer tienes una nueva arma, pues bien, no perdamos tiempo y recuperemos a mi mejor amiga, ¡ahora Luciano!
• -       Esta espada es el sable de Miguel Grau, o, mejor dicho, le pertenecía, ahora es de mi propiedad, la he llamado… “Sablefé”

Su fría mirada con ojos oscuros y un buen peinado recto con suaves ondulaciones y tapando parte de su rostro, era realmente tenebroso, junto a una especie de sensación de misterio y destrucción envolvían a este tipo, ahora con una espada siendo sujetada con ira en su mano derecha, diablos, esto se va a poner feo. Con el traje que llevaba puesto, definitivamente, partencia a la legión, un traje de coronel…

• -       Soy de la legión, y vengo a matarlos para buscar a Jerouu – desenvainó su espada con un aura de… tinieblas

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Capítulo 104: “La Legión del Cóndor, Gravitación”

• -          Ahora si será una pelea justa – decía el chico de polera azul desapareciendo su pez gigante ante el asombro de los estudiantes
• -          Claro, como puedes traer cosas de la nada a la realidad es fácil decirlo – decía un hombre algo pequeño, usando lentes azulados – en fin, él es Jhon y yo soy Diego, y somos los “héroes debajo del puente”, y vinimos a rescatar a nuestra compañera
• -          Vaya que eres muy alentador eh – respondió sarcásticamente
• -          Está bien… ¡Vinimos a darles una paliza hijos de puta y terminar con esto de una puta vez!  - gritó apuntando al cielo y con ímpetu
• -          Putas… que lindas palabras
• -          A ya no te quejes y ayudemos
• -          ¡No se metan! – dijo Héctor a punto de utilizar su poder de control de agua

Jhon se dirigió a la derecha, mientras Diego sacaba su Tablet para buscar una aplicación de manera rápida, hasta que la encontró y presionó su dedo para activarla; un dron al puro estilo de un helicóptero diminuto apareció bajando del cielo, y lanzó una especie de líquido que tapo los ojos de Héctor, dejándolo virtualmente ciego y sin poder sacarse eso de los ojos.

• -          ¡Ahora Jhon!
• -          Esta parte de mi chamba me gusta mucho

Hizo aparecer un guante de box y con un certero y mortal golpe en la mandíbula de su enemigo, dejándolo fuera de combate e inconsciente ante tal golpiza, para poco después desaparecer su guante y esperar la respuesta del equipo contrario.

• -          Retrocede Jhon
• -          Si, ahora lo interesante vendrá, esa chica llamada Milagros tiene el poder de la atracción y retracción, mejor dicho, controlar la gravedad
• -          Lo sé, tengo entendido que puede mirar a los objetos y utilizar su extraño don para atraerlos y utilizarlo como arma, esto si será pesado
• -          Pues prepárate niño listo, porque de aquí no saldremos hasta llevarnos a nuestra compañera

Ella nos observaba sin mostrar algún tipo de emoción, una fría mirada esperando aniquilar a sus oponentes, al parecer, estábamos interrumpiendo su momento de acabar las riñas con su amiga, que ahora deberíamos de rescatar, pero esa fría mirada, sus ojos marrones concentrados y sin moverse ni siquiera por el viento, sí que daba miedo.

• -          ¿Quiénes son? – preguntó Milagros
• -          Somos compañeros de Kim Joan, por ende, héroes debajo del puente mejor conocidos… - respondió Diego con una gran sonrisa
• -          ¿Héroes debajo del puente?
• -          No te muestres tan confiado Diego, su poder es mucho más grande que el de los tipos de agua y fuego, por alguna razón, tengo miedo de pelear, pero también gran alegría porque al fin podré mostrar el resultado de mi entrenamiento
• -          No eres el único Jhon, yo también estuve allí, y ahora que tengo musculitos, pues, mi cerebro no será la única parte de mi cuerpo que utilice, sé que esta chica puede atraer cosas y a la vez expulsarlas con fuerza, como si tuviese un campo gravitacional alrededor… y ese debe de ser su poder ¿no es cierto?
• -          ¿Campo gravitacional? – hablaba Milagros sin preocupación – efectivo, cuando entrene con ese viejo vagabundo, al principio no sabía exactamente qué estaba haciendo, pero luego de leer un poco sobre los principios de Newton y los estudios gravitaciones que hizo posterior a su gran descubrimiento, abrió mis ojos totalmente y denoté la fuerza que residía dentro mí, ahora que descubrieron cual es mi poder realmente ¿Qué creen que pueden hacer?
• -          ¡Maldita traicionera! ¡entrenaste con el maestro Reynaldo y lo atreviste a traicionarlo! – gritó enojado Diego
• -          No lo creo, mejor dicho, Reynaldo sabía exactamente quién era yo, y a pesar de eso decidió entrenarme, ese no es problema mío…
• -          Pero si de Kim, ella es tu mejor amiga hasta donde sabemos, y si decidiste traicionarla es porque tienes tus motivos personales, al igual que todos aquí. Y si Reynaldo realmente te entreno porque en el fondo, ibas a cambiar de bando ¿eso es posible? Quizás muy en el fondo… todavía tienes miedo y a la vez quieres cambiar – dijo seriamente Jhon
• -          ¿Qué? ¡Yo no tengo nada de cambiar! ¡siempre le fui fiel a la legión y nuestra gran causa revolucionaria!
• -          Por supuesto, pero nadie nace queriendo ser el malo de la película, todos somos ni buenos ni malos, somos nosotros quienes tomamos decisiones que nos llevan a una u otra cosa, y en ese camino, conocerás la verdadera identidad de tu camino, quiero decir, tienes intenciones profundas de luchar a favor de nosotros, pero ahora… creo que es temprano para eso ¿verdad?
• -          Como digas, es momento de pelear, para eso vinieron después de todo…

Su mirada se mantuvo firme sobre nosotros, mientras alzaba su brazo con dirección a una barra del barandal que estaba algo quemada por la lucha anterior, sin verla, la barra se movió sola hacia su lugar y la sujetó con fuerza, e hizo ademán de colocarse en posición de batalla. El peligro era peor ahora, su poder ha aumentado considerablemente, ya no se es necesario el ver las cosas para atraerlas, sino, con solo señalar con sus manos, usa algo como la atracción y se prepara para atacar.

• -          Este es mi nuevo poder, Fase dos, Atracción Gravitacional
• -          ¿Ya le pones nombres a tus ataques? – decía Diego impaciente – demonios, nosotros todavía no tenemos eso, mierda, ¿Qué haremos Jhon? ¿Aplicamos el plan uno o el dos?
• -          No tiene importancia todavía, no pierdas de vista sus movimientos, dudo que solo eso sea capaz de hacer…

Milagros corrió con intensidad y fuerza hacia nuestra posición, sin importarle los policías heridos y los estudiantes aterrados que se escondieron en las aulas para evitar cualquier ataque, y de frente nos atacó. Hice aparecer una espada mediana para contrarrestar su ataque con la vara de metal, cosa que resultó, pero esta chica estaba preparada para todo, con la otra mano atrajo otra vara de metal y luchó con ambas manos, apenas podía defenderme, mucho peor atacarle.

Entre los dos se atacaban como si fuesen luchadores profesionales, ciertamente los personajes en esta batalla habían entrenado hasta el cansancio, sin resistirse ni dudar para nada, con serios golpes a brazos y piernas los personajes luchaban sin cesar mientras Diego observaba sin síntomas de desesperarse, pero tenía su misión especial, tener que rescatar a Kim y llevarla al cuartel secreto.

Diego al tratar de alcanzarla fue rodeado por un grupo de policías del escuadrón de Águilas Negras, sacaron todas sus armas y le apuntaron esperando una señal del capitán, pero como los capitanes estaban fuera de combate, solo dispararon, siendo sorprendidos por un campo de fuerza color celeste que evitó cualquier disparo hacia el genio de Diego.

-          Lo siento amigos policías, sé que su único deber es acatar órdenes, pero eso no significa que no puedan doblegarse y luchar por lo que realmente quieren. Pero hasta que suceda eso… yo evitaré todo tipo de ataques gracias a mi dron “Dieguito”, y su aplicación creada hace minutos en mi laboratorio, me permite utilizar un campo de fuerza visible ante sus ojos y muy resistente ante balas, e incluso granadas, ¡Ahora es mi turno!

Utilizando su campo de fuerza color celeste verdoso, proyectado por su dron avanzado y pequeño, apenas notable sobre su cabeza, se dirigió hacia los policías, evitando las balas posibles y golpeando a cada uno con las artes mixtas que aprendió en la sala de entrenamiento de Ariano, golpes contundentes y tan parecidos al karate, pero fusionados con capoeira y lucha de cuadrilátero, pude derrumbar a los seis policías en menos de dos minutos, tiempo que su escudo se desvaneció y se entendió su funcionamiento. Dos minutos de activación y luego ocho horas de descanso, un gran tiempo desperdiciado y aprovechado al máximo.

En la batalla de dos, seguía utilizando el poder de hacer realidad las cosas dentro de los sueños, pero al igual que el dron de Diego, también tenía su desventaja, solo podía materializar los objetos que recordaba, mas no de cualquier sueño, sino recordaba específicamente lo que otros soñaron, entonces no serviría, y al truco se le estaba acabando la pulidez, sin embargo, Milagros tenia energía para rato.

Milagros apenas había utilizado su poder para atraer gravitacionalmente dos varas de metal, pero aún quedaba lejos de utilizar todo su poder, observando a su enemigo se daba cuenta de ello, acabarlo o dejarlo ir, ella no podía controlar su ira, la desesperación de no haber matado a su mejor amiga y estar luchando con dos sujetos con poderes excepcionales a la vez. El tiempo apremiaba y ya no era momento de jugar, se alejó con tres saltos, y con el alzar de sus brazos, gritó con toda su fuerza, para que el viento que corría gracias a la corriente del niño, tomara fuerza y formara una explosión de forma redonda a su alrededor… ¡una explosión de viento invisible capaz de apartar todo girando a su propio entorno! Logró crear una burbuja de aire, empujando y destruyendo todo a su contorno, sea el piso, mochilas dejadas, incluso ladrillos de los salones eran arrasados por ese poder.

• -          ¡Este es mi nuevo poder! Ya no solo es gravitación controlada… ¡Ahora soy la fuerza divina de la legión! La he llamado… ¡Arrase Total! – en mi opinión muy parecido a una técnica de un anime bien conocido, bueno, la gran diferencia caía, en que ella Milagros es la dueña de esta técnica casi imparable

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Capítulo 103: “La Legión del Cóndor, Miguel Grau y los refuerzos”

Miguel Grau, un héroe de toda una nación, un verdadero santo en tierra de pecadores vanidosos y muy mal pensados, un mito entre leyendas y la gran creación que luchó hasta el final de sus días por el bien de su querida patria, usando sus estrategias, razones y su sable para pelear hasta el último segundo de vida… pero no estoy aquí por querer saber sobre historia, sino, por este sable, que ha perdurado por décadas, algo normal… salvo que, este sable brilla mucho al estar cerca de mí.

• Este es el momento cuando debo de poseerla y unirme a "ella"

La batalla en el centro histórico de Lima había comenzado, mientras mi superior fue a la base principal de los comandos peruanos para unirlos a la causa, y en otra instancia, el economista del grupo se encargaba de difundir toda imagen en beneficencia para nosotros, todos ocupados. Yo en cambio, tendría que estar cuidado algo, pero como no va conmigo eso, entonces decidí venir al museo de Historia en la avenida Abancay, para echarle un ojo a ese sable.

La pobre seguridad de la biblioteca fue reflejada en sus débiles actos de detenerme, por fortuna, las personas a los alrededores, quienes iban a comprar o vender, no estaban, ya sea por el miedo al acto terroristas, o miedo a mi tremendo poder, ahora solo tenía que subir las escaleras al segundo piso, donde esta legendaria arma brillaba con intensidad en mi cabeza…

No podía explicar esa extraña relación, pero necesitaba poder, necesitaba todas las herramientas para vencer a ese imbécil de Alexander y destruir esta puta organización que creó, como también matar a Jerouu, cazarlo y finalizar la meta que me propuse a principio de mi camino, matar a todas las lacras de la sociedad, por ende, ellos serán mis metas finales.

Este sable fue escondido por la armada chilena décadas atrás, ya sea por temor o por propia decisión, este sable era intocable, generaba un aura de terror a quien osaba poseerla, ese era mi deber en este momento, tenía que conseguirla a toda costa, si quería destruir a ambos enemigos. Me importaba un carajo el país, después de todo, no soy peruano.

Los guardias ya estaban descansando en el otro mundo, y estaba a unos pasos de conseguir ese sable, supuestamente escondido en la base de la marina de guerra, pero por cuestiones de seguridad, se hicieron varias copias en varios lugares del Perú, e incluso una copia en el extranjero, pero la original la habían colocado en esta gran biblioteca museo, por ende, nadie sospecharía que un arma de tan valor histórico se encontraría en una aburrida biblioteca, mal pensados marineros, yo si conocía este lugar.

Mi padre fue parte de la marina en sus épocas de oro, por eso sabia toda la historia acerca del sable de Miguel Grau, absolutamente todo. Me dedique a investigar su importancia, y las leyendas que giraban al torno de esta arma. Sobre que se intentó destruirla, pero sus materiales eran tan fuertes que ni siquiera con un pedazo de oro gigante podría destruirlo, tampoco derretirlo, fundirlo ni cortarla, era un material tan resistente y misterioso.

Como otra leyenda mencionaba, que el uso que le daba el almirante era tan explícito y muy poco detallado que, nunca se le vio utilizarse en batalla, salvo en la guerra del pacifico, donde, por casualidad, nace otra leyenda del ejército chileno, al utilizarla, era capaz de destruir cualquier otra arma con solo tocarla, cortaba balas, atravesaba metales y podía incluso, cortar a la mitad fierros o hierros como si se tratasen de simples papeles de baño.

Luego de leer todas esas historias, decidí comprobarlo por mí mismo, probar su fortaleza y entender cómo funcionaba ese sable, si bien Jerouu utilizaba una especie de bastón de madera, un sable de metal podría cortarlo con mucha facilidad, sin embargo, ese bastón no era común, tenía algo “mágico” en su interior, quería probar su fuerza, y para eso, solo me hacía falta algo… algo tan poderoso como esto.

Cuando ingresé al depósito del segundo piso, amenacé con matar a la chica que laboraba en ese lugar si no me daba la llave principal, a lo que respondió que no tenía esa llave, furioso destruí la puerta con mi propio poder, el brillo concentrado en mis manos fue suficiente para volarla en pedazos, y buscar lo que necesitaba, y entre todos esos libros viejos y sin importancia… ¡el sable estaba a mi disposición!

En la facultad…

• -       Tú… ¡Milagros! – hablaba totalmente desfallecida Kim
• -       Lo lamento – con lágrimas en los ojos
• -       No te disculpes Milagros, que llorona, acabemos con esto rápido… - decía Noelia impaciente por querer matar a la chica que rechazó sus ataques de fuego con facilidad
• -       No te desesperes enana, primero debemos asegurar el terreno antes de proseguir, ella es demasiado peligroso, solo míranos a nosotros, derrotados ante una chica con una espada, que singular acontecimiento…
• -       ¡Deja de hablar así Héctor! Pero bueno, no puedo ya hacer nada… es momento de mis ataques personales
• -       ¿Qué quieres decir?

Noelia se acercó lentamente hacia donde Kim yacía herida y sin poder moverse por la gran herida que tenía en la espalda, al acercarse a ella, solo pronuncio unas palabras en silencio, y con su bota color negro oscuridad, golpeo su bello rostro, derramando sangre alrededor de su cabeza, y los dientes ensangrentados, desesperación era lo que se esparcía por la facultad, y los estudiantes eran muestra de ello…

• -       ¡Ya basta Noelia!
• -       Bah… solo era una china idiota
• -       Acabemos con esto y llevémosla al cuartel general
• -       ¿Por qué impacientarnos Héctor? Creo que esta niña merece algo más de respeto y formalidad – su mano derecha se encendió con tal intensidad en colores flamas – deberíamos acabar ahora mismo
• -       ¡Eso no nos incumbe! ¡tenemos órdenes!
• -       Y mis órdenes son… ¡ejecutarla aquí mismo por avergonzarme frente a todos!

El fin estaba escrito en una simple mano, envuelto de fuego, traicionada y moribunda, ¿Qué mejor forma de morir? Ninguna otra idea de cómo sobrellevar la situación, ya estoy herida, no doy para seguir peleando, mi mejor amiga, ahora es de los enemigos, si debe de ser de esa forma, lo lamento maestro, padres, amigos, todos… ¡lo lamento!

• -       ¡Muere! ¡eh!

Un pez gigante apareció rompiendo las puertas y golpeando con sus aletas a los demás policías, haciendo uso de su cola gigante para golpear a la capitana Noelia y enviarla directo a la sala de computación, de manera abrupta y dejándola inconsciente.

• -       ¿Qué?
• -       ¿Cómo? – decía Milagros sin saber entender que estaba sucediendo
• -    Lamentamos llegar tarde chulls, pero una pelea de tres contra uno es injusta, pero ahora que ya estamos aquí, ahora si será una pelea justa – decía Jhon, desapareciendo su pez gigante entre sus manos

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