Compártenos en:

miércoles, 25 de noviembre de 2015

“Las batallas de hoy, se ganan con las prácticas de ayer…”



Un salto hacia el helicóptero, un increíble trampolín hecho de fierros y metales algo oxidados, cargando una espada de unos 50 kilos y larga, mirando hacia mi objetivo y sin precisión alguna de atinarle o al menos, rajas parte de su cubierta, ¡un ataque frontal y estúpido hacia un helicóptero de la policía usando un arma antigua! ¡Qué brillante Kim!

La aeronave lo esquivo fácilmente dirigiéndose hacia atrás, se inclinó un poco e hizo que el policía quien nos gritaba para detenernos cayera al techo y perdiera la conciencia, pero no bastante con eso, no sé con qué fuerza pude alzar la espada larga hacia arriba, y sujetarla en el aire para arrojarme con todo y gorrito de lana negro contra el armatoste, impactando en las hélices y cayendo estrepitosamente hacia la pista.

Pamela se quedó boca abierta mientras observaba semejante escena sacada de las más taquilleras películas de Hollywood, de hecho, nada se le comparaba hasta entonces en la vida real. Por suerte, en mi caída me sostuvo Pamela y ambas impactamos con dolor al piso del techo, el helicóptero cayó originando una gran explosión al rojo vivo y evocando en los policías y los delincuentes pánicos y horrores al intentar huir. Los vecinos se asomaron a sus ventanas para ver tan cruel espectáculo, mientras seguía sin creerme lo que había causado, destruir un helicóptero.

Pamela me aviso que huyéramos a toda prisa del lugar, pudimos caer en algunos carteles rumbo a la pista, carteles que se habían derrumbado y se formaron como una resbaladilla hacia nuestra huida, pero no pude evitar pensar en todo momento lo que había pasado, que esta gran espada podía cortar tan bien a pesar de su antigüedad, y tales sinónimos de poder significaba una cosa, ¡tenia poderes especiales! ¡Podía integrarme con los Soulos!
  • -       ¡Por aquí Kim! – gritó Pamela señalando la avenida Arequipa como única salida
  • -       ¡Pero nos verán! ¡deberíamos tomar un taxi! – grité al saber que no podíamos huir por donde vinimos, sin duda los policías nos detendrían y todo se jodería
  • -       ¡No importa! ¡mi viejo debe de estar con los nervios destruidos! ¡me acaba de llamar!
  • -       ¿Y qué te dijo?
  • -       ¡Que es mejor venir por aquí! ¡Su auto está cerca! – el calor y las angustias eran tan fuertes que se reflejaban en nuestras camisetas mojadas, mojadas - ¡Ya casi llegamos!
  • -       ¡DETENGANSE AHORA CARAJO O LAS MATAMOS!
  • Uno de los delincuentes pudo escaparse de los policías y nos apuntaba con una escopeta profesional color negra, este delincuente se fugó de sus captores y ahora nos estaba amenazando, usaba un pasamontañas y un chaleco anti balas muy oscuro, nos miraba con ira y furia, sin duda, dispararía en algún momento, y ningún puto ómnibus o persona en toda la avenida Arequipa ¡Putamadre!
  • -       ¿VAN A TOMAR UN TAXI O ALGO ASI?
  • -       Eh… pues… ya nos íbamos… solo estábamos de pasada… - dijo con temor Pamela
  • -       NO ME JODAN CON ESA MIERDA, ¡VI COMO DESTRUISTE ESE HELICOPTERO CON ESA… ESPADA RARA! ¡AHORA ME LA DARAS Y ASI ME LARGARE DE INMEDIATO!
  • -       ¡¿Entregártela!? – gritó con desesperación – está bien… ¡ya te la damos pero no nos hagas daño! ¡por favor! ¡Kim dásela ahora!
  • -       Pero… - mi mente quería entregársela, mi corazón latía mil por hora, pero, un fuerte sentimiento de reconocer mi espada soberana estaba deslumbrándose en todo mi cuerpo – pero… es mía
  • -       ¡¿De qué mierda hablas!? – maldijo Pamela angustiada por temor a perder su vida - ¡solo dale la espada!
  • -       Es mía… y como su dueña debo de protegerla hasta el final
  • -       ¡¿Te has vuelto loca!? ¡este tipo nos matará si no se la damos!
  • -       Lo sé, pero, sé que lo has sentido antes, algo que realmente te ha costado esfuerzo y entrega el poseerlo y regocijarte frente a otros por obtenerlo, sé que odiarías el perderlo de una forma tan ridícula
  • -       ¿Qué MIERDA ESPERAN? ¡DENMELA YA! – el delincuente cargo su escopeta y apunto hacia nosotras
  • -       ¡¿Qué?! ¡pero si solo lo has tenido unos minutos!
  • -       ¿No sabes lo que significa? Si esta espada es capaz de cortar helicópteros, es decir, que puedo proteger a mi familia contra todo… y ningún bastardo choro me va a quitar lo que le ha pertenecido a mi familia durante siglos
  • -       ¿De qué hablas Kim?
  • -       Peleare con este sujeto y podremos escapar de manera rápida
  • -       ¿Te has vuelto loca?... eh, señor ladrón, espérenos unos segundos más por favor, es que mi amiga… está perdiendo la cordura… y pues… pues…
  • -       A LA MIERDA CON USTEDES, LAS MATO Y LISTO
  • -       ¡NO SI PRIMERO DESTRUYO TU ESCOPETA!

El delincuente disparo su escopeta de guerra con toda la furia que una persona en situaciones de pánico podría tener, la bala de un centímetro de grosor y perforadora de chalecos blindados se dirigía hacia mi cabeza, saqué en un auto reflejo segundo mi espada, una espada tan larga que se demoraba en agitarla muy bien, pero, con una fuerza increíble, pude alzarla raudamente, y en la misma escena donde Neo detiene las balas de los agentes Smiths, el tiempo se detuvo ante mis ojos.

La bala perforadora estaba al frente de mis ojos, a unos escasos centímetros, podía verla e incluso tocarla, pero en este momento solo deseaba una cosa, salir con vida y golpear a ese estúpido delincuente, en ese preciso segundo, la espada cortó en dos la temida bala.
¡La cortó en dos! ¡Mi espada de 1000 años de antigüedad cortó a la mitad una bala actual y de acero inoxidable!
  • -       ¿Qué CHUTCHA ACABA DE PASAR? – dijo el ladrón sin creerse lo que había visto
  • -       Eh…. ¿eh…? – al igual que Pamela, no podía gesticular alguna palabra coherentemente
  • -       Esta espada no es una espada…
  • -       ¡CIERRA TU PUTA BOCA PUTA! – disparó de nuevo, y el mismo efecto surgió para sus temblorosos ojos, la bala fue cortada por la mitad con una ráfaga veloz de mi katana
  • -       Esta es una katana muy antigua… o mejor dicho, una antecesora de las katanas, una de las primeras herramientas de todo Samurái respetable
  • -       ¿SAMURAI?
  • -       En efecto ladrón, soy Kim Joan Yukimoura, me gusta el K – pop y soy descendiente de un legendario guerrero japonés, y ahora – apuntando con mi Tachi hacia la cabeza del delincuente – ¡es hora de que pagues por tus actos!
  • -       ¿Kim?... ¿De verdad eres tú? – preguntó Pamela muy aterrada, incluso más que cuando la amenazaban con una escopeta
  • -       Por supuesto, y será mejor que te quedes atrás Pam, este tipo es fuerte, pero mi Tachi es indestructible


Corrí hacia él con toda la intención de hacerle daño, con todas las ganas de partirle la cara y hacerle pagar por casi habernos matado, ahora si tenía una misión que respetar y seguir al pie de la letra, me había metido de lleno a un vacío sin vacilar, y ahora como tal, debía de respetar ese vacío, como una guerrera del grupo, “Debajo del puente”. 

lunes, 23 de noviembre de 2015


Una gran explosión hacia hecho pedazos parte del muro del banco, y trizas las vitrinas que estaban cubiertas de acero reforzado, un grupo de delincuentes ingresaron al banco sin encontrar resistencia del pobre guardia que custodiaba la bóveda, tenían un camión blindado y cero posibilidad de salir heridos, eran criminales profesionales. ¡Una oportunidad perfecta!
  • -       ¡¿Qué mierda fue eso!? – expresó asustada Pamela
  • -       ¡Moreugenneundeyo!
  • -       ¡No hables en coreano ahora! – dijo escondida debajo de la banca
  • -       Creo que… fue una explosión al frente del centro comercial – nos encontrábamos a dos cuadras del lugar - ¡es nuestra chance Pamela!
  • -       ¡¿de qué mierda hablas!? ¡escóndete ahora!
  • -       No tenemos de otra, esos sujetos se metieron en un gran lío al crear eso, y creo que, los gorilas vigilantes de la espada han sido a enfrentarlos, ¡vamos Pam!
  • -       ¡¿No es en serio?! ¡Kim! ¡no!
  • -       Tú misma me dijiste que tenías sed de justicia, que estabas harta de vivir entre delincuentes y querías ayudar de una forma u otra, pues este es el comienzo de eso Pam, ¡vamos juntar a robar espada por el bien de todos! – dije emocionada y feliz
  • -       ¡¿De qué rayos hablas?! – dijo asustada y molesta - ¡nos mataran si nos acercamos! ¡Esto es demasiado peligro! ¡mejor espera….!
  • -       ¡No puedo esperar! – respondí desesperada – la legión tomara el poder el otro domingo 24 de diciembre, tengo que responder ahora ante su fuerza superiora, soy una guerrera orgullosa de su país, y como tal debo ayudar a todo el mundo ¡a como dé lugar! ¡Vamos Pam!
  • -       Pero… ¿De verdad eres Kim?

Los minutos pasaban sin avisar, y los criminales no tardarían en saciar su hambre de dinero e irse desesperadamente, pero en su robo encontraron una feroz resistencia con los guardianes de la espada, quienes habían atacado sin avisar y a quemarropa, matando a uno de los seis criminales que intentaban penetrar la bóveda, ante su equivocación, ellos respondieron de igual forma, pero utilizando armamento de guerra para contraatacar, una batalla campal se había desatado en plena avenida Arenales, los vecinos alarmados llamaron a la policía y se ocultaban dentro de sus casas.

Mientras dos chicas sin armas, sin defensas ni una pizca de razón iban por detrás del centro comercial intentado ingresar por la puerta posterior. El local tenía tres accesos de entrada, una por la izquierda, otra la principal que daba a la avenida Arenales, y otra a la derecha, decidimos ir por la avenida Arequipa e ingresar por la puerta derecha. Escuchábamos a las ambulancias y patrulleros llegar con suma rapidez al lugar del conflicto, no teníamos casi nada de tiempo, en cuestión de segundos los criminales serían atrapados, y nosotras llevadas a la comisaría para responder del porqué de estar en ese lugar.

Pamela preguntó angustiosa como íbamos a ingresar si la puerta estaba sellada con barras de metal y vidrio a prueba de balas… no teníamos tiempo de patear o romperla con piedras, pero en eso, alguien gritó cuidado desde lejos, y una pequeña piedra circular cayó debajo de nuestras narices, ¡era una maldita granada!
  • -       ¡SAL DE AQUÍ KIM! – gritó muerta de miedo Pam

En segundos esa letal bomba estallaría y nos mataría a ambas, sino fuese por mi increíble valentía que, en lugar de huir todo lo posible, pateé la granada hacia la puerta derecha, volándola en pedazos y dejándonos aturdidas por la explosión, las barras cayeron y los vidrios despedazados ¡el momento del robo habían llegado! La puerta cedió ante la explosión y nos dejó todo listo para el ingreso.

La puerta quedo destrozada y polvorienta, entramos al lugar, en realidad, jale del brazo a Pam para que ingresará sin precaución, nos cubrimos los ojos y las bocas para evitar el polvo que deambulaba por el centro. Antes de ir en busca de la espada, había estudiado a profundo el mapa del centro comercial, y en que parte exactamente se encontraba la espada, y justo estaba en el cuarto piso ¡en el último piso carajo!

Subimos por las escaleras principales hacia el cuarto piso, la explosión que causo esa maldita granada no solo se había complacido con destrozas la puerta, sino las vitrinas de todo el primer piso había colapsado totalmente, ¿tan fuertes eran esas granadas? No nos detuvimos a ver el feo paisaje que habían generado los criminales, la batalla urbana ahora tenía como tercer competidor a la policía, habían llegado para intentar matarlos o sacarlos a la fuerza del banco, pero en su lugar, se encontraron con un lanza granadas que utilizaron los criminales e hicieron volar parte de la estructura del centro comercial.

El impacto de la bomba destruyó parte del segundo piso, todo este robo se estaba convirtiendo en una zona de guerra, ¡una zona de guerra muy jodida! Pam no podía estar más blanca que antes, su rostro estaba muy parido y sus ojos temblorosos, incluso llorosos, este robo era demasiado para ella, pero tenía que seguir adelante, solo con su ayuda podría recuperar mi espada… ¿mi espada? ¡¿Qué estaba pensando!?
  • -       ¡Kim vámonos ahora! ¡olvida esa espada y larguémonos de aquí! ¡vamos a morir!
  • -       ¡No temas Pamela! ¡Ya llegamos al cuarto piso! Solo cúbrete la cabeza al subir y no mires hacia atrás
  • -       Pero…
  • -       Créeme, ¡yo también tengo miedo! ¡pero este sentimiento…!

No podía asegurar el éxito de esta misión tan peligrosa que estaba pasando, una zona de guerra no es para niños, mucho menos para dos chicas inexpertas en el uso de armas. Por fin habíamos llegado al cuarto piso, y pude ver la legendaria antepasada de las katanas, “Tachi”, una espada curva muy larga, y de dimensiones extraordinarias, envuelta en un manto especial y su mango original llamaba la atención, nos acercamos sin saber de los detectores de rastreo infrarrojos a los alrededor, por fortuna, con esa última explosión estos detectores se apagaron y nos dejaron con la brecha abierta.

Mi mente no pensaba en otra cosa que contemplar esa legendaria espada, y el fuerte sentimiento hacia ella aumentaba de manera considerable, me estaba llamando a utilizarla, mis manos temblaban con su presencia, ambas nos acercamos a la espada y pude verla de cerca. Una espada de renombre y sin dueño a quien obedecer hasta el final, una espada hecha de acero forjado y un mango suave y liviano para su uso letal y fino. Tan larga como el tamaño de un ser humano promedio, y pesada como cinco de ellos. No supe que decir al verla, pero Pam sí.
  • -       ¡Ya sácala Kim! ¡No tenemos tiempo!
  • -       El guerrero número uno…
  • -       ¡¿Qué hablas!? ¡Ya Kim no pierdas tiempo!
  • -       Solo cada mil años aparece un guerrero como él, el legendario dragón carmesí del imperio naciente…
  • -       ¡¿Qué?!
  • -       Eh… no nada – dije cuando deje de ver la espada – sí, vámonos ahora Pamela – abrí la caja de vidrio que recubría la espada, la tome y la puse en mi espalda, menos mal tenía una correa para atarla con cuidado, eran tan grande que ya rozaba el piso, no era una espada de juguetes o animes, era una espada real y enorme, lo que necesitaba – debemos ir por la azotea, si bajamos nos atrapan
  • -       Entonces no perdamos tiempo Kim, ¡Vamos!

Encontramos una pequeña escalera que conducía hacia la azotea del centro comercial, en cuanto subimos, los fuegos artificiales destruían toda imagen de los criminales y los policías batiéndose a duelo con una muerte insegura rondando la noche. Nos acercamos a los bordes del edificio, pero no teníamos alguna manera de pasar saltando a otros edificios, para mala suerte, ninguna pensó en que saltar era una idea terrible ¡todo el maldito centro comercial se encontraba sin edificios contiguos! ¡Eran dos cuadras en una sola!
  • -       ¿Y ahora que Kim? ¡¿Qué mierda vamos a hacer!? No quiero ir a la cárcel
  • -       ¡Yo tampoco! Pero… no tenemos de otra, tendremos que saltar hacia ese techo del lado opuesto
  • -       ¿Te refieres a esa vieja casa abandonada? ¿Cómo vamos a hacer eso?
  • -       Con confianza, es lo que hubiese dicho Jerouu, tenemos que confiar en todo bien para que salga todo bien, no tenemos de otra, la caída será fuerte… ¡tengo miedo! ¡pero al carajo!
  • -       ¡Está bien! ¡Vamos!
  • -       DETENGANSE AHORA Y ARRIBA LAS MANOS

Un helicóptero color verde y plomo se colocó encima de nuestra posición y dos efectivos del orden apuntaban hacia nosotros, era un helicóptero de la policía que señalaba con su reflector de luz hacia ambas sin ningún remordimiento y esperando la orden de disparo, Pam se puso todavía más pálida y no sabía qué hacer, yo también estaba temblando, sufría de nervios en ese momento y miraba hacia la luz esperando una respuesta.


Y esa respuesta llegó, o llego de la peor forma, corrí hacia uno de los ventiladores externos del edificio, el policía gritó nuevamente que me detuviera pero omití esa orden, salte encima del ventilador, saque la espada de su estuche y la alce para tratar de atacar al helicóptero, una escena inédita, sacada de vueltas y explosionando cabezas ¡una espada antigua, vieja y oxidada contra un helicóptero pesado y armado! ¡Una batalla estúpida! ¡Una decisión estúpida! ¡Kami santo!

miércoles, 18 de noviembre de 2015

“El cuerpo muere, el sentimiento, jamás”



Eran las tres de la mañana cuando toda esta idea loca de buscar y robar esa espada legendaria apareció en mis pensamientos, pero no sin antes recordar toda la explicación de los incas y los poderes del señor Ariano, ahora todo tenía un poco de sentid… ¡claro que no! Nunca lo había tenido desde que ingreso ese señor a la facultad y nos comenzó a hablar de revoluciones y armas.

Mírenme ahora, a punto de intentar robar una espada japonesa de renombre y utilizarla para defensa de mi familia y de mi misma, ¿estaría bien hacerlo? ¿Robar era bueno? ¿Robar por una buena causa era realmente una causa justa? No lo sabía, y mucho menos, ahora que me encontraba a dos cuadras del centro comercial, todas esas preguntas merecerán una respuesta pronta, una respuesta… demasiado peligrosa.
  • -       Kim… ¿eres tú? – una voz suave y fina proveniente de unos pasos atrás mío, retumbaron en mi oído izquierdo y causando alarma en todo mi cuerpo
  • -       ¿eh? – dije sin saber que decir, a punto de salir corriendo del lugar
  • -       ¡Oye! Hacía tiempo que no te veía ¡Kim alias china! – su pequeño rostro, figura delgada y tez muy blanca, no cabía duda, era ella
  • -       ¡Pamela! ¡¿Cómo has estado?! – demonios, carajos, erdas, justo ahora tenía que aparecer ella
  • -       ¿Qué haces por aquí? Tan de noche…
  • -       Lo mismo te pregunto, ¿Vives por aquí?
  • -       Ya no recuerdas ¿verdad? Vivo en San Juan de Lurigancho, salía de una fiesta en la casa de un amigo cerca de aquí, y mi padre me iba a recoger, ¿y tú? ¿Cuál es tu excusa? Haha
  • -       Pues… la verdad… vine aquí… para… - si decía algo relacionado al robo de la espada en el centro comercial, ella también se involucraría y todo se iría al carajo – solo vine…
  • -       Vamos, si no quieres decirme está bien, no soy chismosa ni nada, ¿me acompañarías a esperar a mi padre? No debe de estar lejos
  • -       ¡Claro! - ¿para qué dije eso? – ojalá no demore, es que tengo… que ir a otro lugar
  • -       ¡Oh! ¿de veras?
  • -       Si, es que estoy esperando a mi novio… - ¿novio? ¿NOVIO?
  • -       ¡¿En serio?! ¿ya tienes novio?
  • -       Si, su nombre es… - ¿Por qué justo tenía que aparecer ella y decirle que tengo novio?
  • -       Si, su nombre es… Kim hace un tiempo que no nos vemos, así que creo que sería de muy inadecuado que me dijeras el nombre de tu enamorado… ¿no lo crees?
  • -       ¡Claro! – gracias Pamela, contigo si se puede confiar el secreto
  • -       Pero, es de la universidad ¿no?
  • -       Pues la verdad… ya sabes, esa información es secreta

Seguimos hablando durante unos minutos sobre nuestras cosas y lo que hacíamos. Pero antes, presentar a Pamela es una verdad muy cómoda y agradable, aparte de que, bueno, es una de las pocas chicas a quien puedo confiar algunos secretos. Su nombre es Pamela Jacqueline Huairo, un poco bajita y muy delgada, como yo, y muy blanquita, pero muy blanquita que parece leche hecha persona, y por supuesto, su característico cabello medio verde oscuro, que le queda bien.

Nos hicimos amigas en el cuarto ciclo de la universidad, estudiábamos la misma carrera, y pues, gracias a que nos presentó Jerouu, pude conocerla un poco mejor, vive en San Juan de Lurigancho y tiene mi misma edad, veinte añitos. Pero luego de unos problemas que jamás me pudo contar, y siempre respete esa confidencialidad, decidió terminar su carrera de comunicaciones y abrirse campo a la fotografía; siempre fue muy buena con su cámara profesional en tomar fotos, quizás era lo mejor para ella, nunca lo sabré.

Les presente algo breve sobre ella, y ahora concordaremos con la realidad. Me explico que había dejado su sueño de ser fotógrafa para más adelante, pues su padre le había exigido estudiar una carrera que fuese de ayuda monetaria para la familia, así que decidió prepararse en la pre de San Marcos, y estudiar la carrera de Arqueología; aunque le gustase la fotografía sobre todo, siempre adoro saber sobre lo antiguo y sus historias del pasado, cosa que lo llevo muy bien de Jerouu, quien le enseño todo ese mundo de la antigüedad, ella vio la manera de convencer a su padre de estudiar arqueología y pues, consiguió la aprobación de su padre, luego de analizar la posibilidad de que fuese a trabajar en un gran museo del extranjero, y con eso, el dinero llegaría solo.
  • -       ¿Así que estudias arqueología ahora? – pregunté sorprendida ante tal cambio de vocación
  • -       Si… es que, no fue algo repentino, al principio solo me dedicaba a comunicaciones, pero luego pasaron muchas cosas, y una de esas cosas que influenció mucho en mi decisión final de ingresar a San Marcos, fue las conversaciones y cortos paseos al centro de Lima con Jerouu
  • -       Pero… ¿Cómo así? Digo, ¿Cómo es que influyo Jerouu en que, estudiaras arqueología? Ya sabes… limpiar telarañas y vivir como como Indiana Jones
  • -       Hahaha ¡todos dicen eso! – rió mirando al cielo nocturno – nada que ver, la arqueología es más que desenterrar muertos o robar tesoros, es todo un nuevo mundo, es, mejor dicho redescubrir un mundo perdido. Y para responder tu pregunta… pucha… fue porque me explico sobre sus abuelos y como vivían en los años cuarenta y cincuenta, me fascinaron las fotografías que una vez me enseñó, antiguas en blanco y negro, y tuvieron un gran impacto… un impacto… como si, tu artista favorito coreano te diera un autógrafo o un besito en la mejilla
  • -       Hahaha ¡oh! ¡haya! – me reí de su comparación – y pues de allí…
  • -       Eso llevo la cosa a otra cosa, y con mi padre diciéndome que debía de estudiar una carrera de muy buena paga, pues me metí en esto. Me costó convencerlo pero al fin pude ingresar a San Marcos y fotografías artículos muy antiguos ¡que paja!
  • -       Vaya… espera ¿INGRESASTE A SAN MARCOS?

La universidad San Marcos, una universidad demasiado antigua y colosal para ser descrita como cualquier centro de estudios, en realidad no se mucho sobre la gran decana de América, como solían decirle, pero una cosa es segura, ingresar a ese lugar para estudiar, era como ingresar a un nuevo universo, donde las formulas y letras eran diferentes o incomprendidas en el mundo exterior, y pues, solo los “elegidos ingresaban”. Tenía un tío que había sido estudiante de la universidad San Marcos, y era todo un prodigio, como si todos los que entrasen realmente supiesen que es la vida y como vivirla a plena.

Ahora que ambas estábamos conversando a gusto, finalmente pude confiar en ella nuevamente, pasaron cerca de veinte minutos para creer en sus palabras y confiarle la misión en que me había encomendado esta noche, sin llegar a extremos de contarle el resto de la misión. Aunque ella siempre fue persuasiva y de inmediato entendió que esta misión, no era solo robar la espada y punto, sino, que formaba de algo enorme.
  • -       En resumidas cuentas – preguntó curiosamente - ¿Quieres robar una espada legendaria japonesa y utilizarla para propia defensa? ¿De verdad me crees que tan... ingenua?
  • -       ¡No para nada! – respondí rápidamente – es que… está bien, la utilizare para defender a mi familia de los malos policías
  • -       ¿Los malos policías? ¿A qué te refieres?

Fue entonces como le expliqué toda la situación de la legión del cóndor y su plan para dominar el Perú entero, de cómo se estaba organizando una resistencia llamada “debajo del puente”, y la extraña sensación de robar esa mítica espada, un raro llamado a utilizarla para siempre. Al principio su rostro no mostraba credibilidad alguna, pero como iba contando la historia, pareció interesarle y hacer preguntas muy elaboradas que, aun no podía contestarlas debido a mi falta de conocimiento de todo esto. Pero si pude responder a quien, había formado la resistencia y el líder de los Soulos que se encontraban entrenando en las provincias… Jerouu, el mismo Jerouu que conoció dos años antes y le encaminó su destino a lo antiguo, era el mismo líder que creó a esta pequeña organización con poderes raros en contra de una malvada legión.
  • -       ¿Y tú? ¿tienes poderes? – preguntó con sorpresa
  • -       La verdad es que no sé, hago siptta, no he sentido nada fuera de lo común en mi cuerpo, es que, los Soulos, incluido Jerouu, tienen poderes que salen fuera de su cuerpo… y yo estoy en la nada, pero, esta espada que deseo robar me llama, es parecido… a una extensión de mi cuerpo que desea volver ¿me entiendes?
  • -       Creo que si… pero en fin, tengo que hacerte más preguntas, pero ya va a amanecer en cualquier momento y pues, tenemos menos de una hora para robar esa espada
  • -       Si… espera ¿robar?
  • -       ¡Claro! ¡Te ayudaré! No entiendo del todo sobre lo que está pasando, pero llevo un año en San Marcos, y ese espíritu característico de hacer justicia está influyendo en mí, ¡y es un fuerte sentimiento sanmarquino!


¡Era increíble lo que estaba pasando! Pamela me iba a ayudar, ¡a robar una espada japonesa legendaria! Pero teníamos poco tiempo de hacerlo, y al ver a los gorilones que se encontraban custodiándola desde fuera del centro comercial, se nos hizo un poco difícil… una explosión llamo la atención de los gorilas y de inmediato se dirigieron hacia el lugar del siniestro, ¡una banda de criminales intentaba robar el banco al frente del centro! Una perfecta oportunidad, ¡gracias Dios! ¡Esta es nuestra gran entrada! ¡Tashi será mía! 

lunes, 16 de noviembre de 2015

En el Ministerio de Defensa, en Santiago, Chile
  • -       ¿Cómo es posible que todos se atacaron entre todos? – habló el general de las fuerzas armadas chilenas, Brad Humberto Princeton
  • -       No lo sabemos señor, simplemente esos sujetos a quienes nuestros soldados describían como… monstruos desaparición del radar – intentó hablar con claridad uno de los soldados en la oficina central del ejército
  • -       ¡Nada de peros! ¡Inmediatamente averigua que mierda ha pasado! ¡¿Cómo mierda es posible que nuestros aviones fuesen destruidos, aniquilen a nuestra gente, y al parecer, todo haya sido posible gracias a…. ellos mismos?!
  • -       Rápido señores averigüen todo lo posible, mientras señor, ¿Qué haremos con esto? ¿Cómo se lo explicamos al presidente y a toda la canción? ¡De que nuestros soldados se mataron entre ellos, y todavía, con nuestra supervisión! – se desesperaba el primer vicepresidente de la nación, Robert Ambrossio
  • -       No diremos nada todavía, tenemos que saber bien lo que paso realmente en el desierto, no me creo el cuento de que todo fue acto de una sola ilusión… no hay ninguna grabación o… ¿algo parecido? ¡Rápido informen!
  • -       ¡Ninguno señor! ¡Todo aparece como…!
  • -       No podemos quedarnos sin opciones, cincuenta hombres y tres aviones de guerra fueron destruidos, y los otros cincuenta han quedado en estado de shock, ¡no explican nada! ¡solo balbucean sobre robots y seres extraños que los destruyeron, nada tiene sentido maldita sea! – expresaba furioso el general al no saber qué hacer en momentos como estos
  • -       ¡Espere señor! ¡tenemos algo en las grabaciones internas del tanque número cinco, al parecer, son solo dos minutos de duración
  • -       ¡Rápido! ¡Ponlo en la ventana principal!



Las imágenes descritas por unos dos míseros minutos, fueron suficientes para desistir de toda idea de enviar más hombres a la frontera, gente siendo despedazada, un gran brillo de luz destruyendo tanques y robots autómatas cortando partes a cuerpos humanos indefensos, todos no podían creer lo que observaban, algunos estuvieron a punto de vomitar… la masacre que se había realizado, y la pronta desaparición de todo, pero, una cosa quedaba clara, todo fue realidad, no una pesadilla del infierno.

El general tomo la decisión de ocultar esta información al presidente y toda la nación, no los involucraría en una situación tan enferma y extraña como esta, no existía posibilidades sobre que realmente los ataco, o quienes, pero, tampoco quería alarmar a toda una población con “supuestos ataques fantasmas” tenía que pensar en una coartada de la inesperada suspensión de los juegos de guerra 2014. Y al final del corto vídeo, pensó en una idea estupenda, terminar con los asesinos, con sus propios medios.

La desesperación crecía entre los soldados y evitaban a toda costa subir alguna información a la red, o al menos, que no pasara de las puertas de la sala de reuniones, se tomarían las medidas necesarias para averiguar y aniquilar a las fuerzas que destrozaron a los soldados e hicieron creer, que todo fue solo una simple ilusión del desierto, una guerra se aproximaba.

La Victoria, medianoche

Kim suspiraba y miraba el techo de su cuarto, con quien compartía la noche con su hermana menor, Karina, una dulce pequeña de once años, a quien siempre llevaba al colegio en la mañana, y la recogía después en la tarde, antes de irse a la universidad. Pensó nuevamente en las aventuras que había vivido en tan poco tiempo, y no pudo conciliar el sueño toda la noche…

Abrió los ojos y eran las tres de la mañana, no podía dormir sin saber realmente a que se refería ese señor con “ayudar al Perú”, ella no quería lidiar con una guerra y menos, tener que matar gente por el bien de otros, eso lo detesta y no lo creía posible, que fuese una realidad tan horrorosa, enfrentarse a terroristas legionarios que deseaban el poder y dinero en cantidades enormes, solo con la ayuda de Luz y Adrián, ¿Cómo iba a lograr tal hazaña? Supuestamente nos explicaron que, cada uno poseía un poder especial, pero que, yo era la única a quien realmente esos legionarios les daría muchos problemas, pensé nuevamente… si esos legionarios me conociesen, entonces, como en los doramas que a veces veo, irían por mi familia también…

¡Eso jamás me lo permitiría! Investigue rápidamente en mi computadora personal sobre una antigua espada que, llevaba el apellido de mi familia, y quizás, podría utilizarla para, defender a mi familia ante cualquier ataque, pero encontré dos serios problemas. No sé nada sobre utilizar espadas o alguna arma, y dos, todas las espadas son caras y raras, si quisiese conseguir una de madera al menos, me costaría y no, quiero gastar dinero que pueda levantar sospechas. Las cosas se complicaban cada vez peor, si realmente ya querían matarme, entonces vendrían por mi familia y me obligaría a hablarles todo sobre… Jerouu y los Soulos.

Entonces en un artículo del diario “Perú 21”, leí sobre una nota donde informaba la muestra gratuita de una antigua espada japonesa de hace ¡un milenio! Una espada realmente única y poderosa, según lo que redactaba ese informe. Esa espada era llamada “Tachi” debido a que era una antecesora de las famosas Katanas, que a cada rato veía en series de animes o en el centro comercial arenales. ¡Y ese era la mejor noticia! ¡La exposición de esos artículos japoneses antiguos y la espada legendaria seria en el mismísimo centro comercial Arenales!

No podía pedir otra cosa, pero… ¿Por qué sentía esa necesidad de poseerla? Podría haber contratado seguridad o asegurado la casa, sin llamar a la policía claro, o bueno, adquirir una pistola, que tampoco era idea factible, pero, una espada antigua y probablemente oxidada, ¿Por qué me urgía tanto adquirirla? Tuve un raro sentimiento de saber si era por curiosidad o por interés, pero no podía perder tiempo, tenía que adquirirla antes que… ¡esos malnacidos comenzaran a atacarme!, si, malnacidos.

El centro comercial Arenales, se encontraba pasando el hospital del empleado, en la avenida Arenales, un gran centro donde albergaba todo tipo de cultura japonesa, coreana y china, mejor dicho, toda la cultura asiática reunida en un solo punto de la capital peruana. Vendían desde artículos de animes famosos, hasta comida coreana y promoción de bailes coreanos, que siempre me gustaba, pero no era momento de pensar en eso. Tenía que idear un plan de… ¡robar esa espada!

¡¿Pero qué rayos estaba diciendo?! ¿Robar una espada legendaria, perteneciente a otro país y que me condenaría por el resto de la eternidad a prisión? ¿Qué rayos estoy pensando? No, no debo hacerlo… pero esa sensación aparece de nuevo, como si fuese un extraño lazo que, me unía con esa espada Tashi, un fuerte sentimiento de pertenencia, una voz interna diciéndome que, me pertenecía por derecho, que era mía… debía obtenerla, así sea robándola o no.

No espere más, me vestí disimuladamente, sin despertar a mi hermana, y con ropa que me camuflara toda la noche, o lo que quedaba de noche, debía de apresurarme e intentar robarla, debía de hacerlo antes que…
  • -       ¿A dónde vas? – dijo dulcemente mi hermana Karina
  • -       ¿Eh?
  • -       ¿Por qué te vistes a esta hora? ¿ya es hora del colegio?
  • -       ¡No! Es solo que… tengo que ir a… una reunión urgente
  • -       ¿Qué tipo de reunión? – insistía mi hermanita con sus preguntas
  • -       Eh… - no sabía que responder – una reunión secreta ¿feliz?
  • -       Ya… ¿iras a verte con tu novio no?
  • -       ¿Qué? ¡No!
  • -       Pues… no diré nada, si es que me prometes algo Kim, una promesa muy pequeñita
  • -       Está bien – todo para no decirle realmente a donde iba - ¿Qué promesa?
  • -       Que yo sea tu madrina en tu boda… - me dijo seriamente
  • -       ¡¿Qué?! ¡Que no voy a verme con un novio!
  • -       Mamá…
  • -       Está bien, ¡está bien! lo serás, ahora vuelve a dormir, promesa de hermana mayor – le hice la promesa del dedo meñique
  • -       Bien Kim, hasta mañana o dentro de horitas
  • -       Cuídate y descansa – nadie te hará daño

Salí silenciosamente por la puerta de la sala, baje las escaleras del edificio donde vivo, y afortunadamente, no había nadie en las calles, ni en el parque, ni en otro lugar, me parecía un milagro, en algunas ocasiones varios delincuentes se reunían para fumar droga o hablar de mujeres de la farándula, también robar claro, pero hoy ningún alma a los alrededor, me coloqué mi gorro de lana negra y me dispuse a continuar con el plan.

Rodear el centro comercial, intentar trepar por uno de los edificios aledaños e ingresar por la parte superior, claro, evitando todo clase de obstáculos, guardias, alarmas, escáneres y… a la policía, todo eso sin levantar alguna sospecha de mi ligera presencia, ahora la gran pregunta ¡¿Cómo rayos haría todo eso?!



Soulos y Legionarios

Soulos

Los Soulos Son quienes descienden de los antiguos incas, usan sus poderes especiales que han logrado despertar para apoyar a los demá...

Siguenos

Formulario de contacto

Datos personales

Jorge Luis Carranza Gosalvez. Con la tecnología de Blogger.

Comercial Cielo de Almas

Los Capítulos de la Semana