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lunes, 9 de noviembre de 2015

No hay razas inferiores, todos están llamados a la libertad



La batalla se acercaba, nuestros héroes seguían en diferentes provincias encontrándose a sí mismos, mientras, en la gran Lima, un grupo de nuevos héroes se formaba para combatir a la legión en plena capital peruana. No obstante, este no sería su único obstáculo, ellos también deseaban entrenar, pero de una manera poco ortodoxa, y estaban a punto de realizarlo.

Un ejército considerable se aceraba a las entrañas del desierto de Atacama, recientemente colorido después de una intensa lluvia en los últimos días, ahora iba a presenciar el poderío chileno, un poder tan grande que había azotado y desarmado a dos rivales de contienda.

Hace un siglo, Chile se había alzado con la victoria frente a todo un continente, se habían vuelto amos del Perú y su poder no contemplaba errores ni impaciencias, se habían creado una conciencia de guerra, dispuestos a acabar cualquier territorio y conquistar a cuanta gente fuese posible, eran los enemigos de todo rastro de bonanzas humanas.

Ahora su poder no disminuía ni miraba a otros con afanes expansionistas, solo quería jugar con sus poderosos juguetes no aptos para todo público, frente a una frontera digna de ser recibida con bombas y cenizas, una línea que separaba a enemigos mortales de décadas, enemigos acérrimos que no esperaban un momento de atacar, uno era el “chico bueno del vecindario”, “el tarado del pueblo” y el otro, era el lobo solitarios, el haz de las traiciones y el veterano de la guerra relámpago.

Dos países en constantes infortunios y pésames durante años, ahora se limitaban por una franja de desierto, donde parte del poderío chileno haría sus practicares laborales. Pero, a raíz del preparamiento llevado por el general Fiorentino, un grupo de altos mandos de la policía, se encontraban observando desde lejos, lo que sería, su punto de partida hacia un nuevo mundo y un nuevo continente, los legionarios del Cóndor estaban al acecho.

Lejos sus principios como futuros gobernadores del Perú, también estaba en su nueva constitución, el recuperar viejos territorios peruanos quitados a la fuerza, entre ellos, Arica y Tarapacá, cuando tomaran el poder, derrotaran a los revolucionarios y se llenaran de balas y sangre, tomarían los territorios correspondientes y le declararían la guerra, no solo a Chile, sino a Ecuador y a Brasil, uniendo forzosamente a Bolivia a su nuevo imperio y convirtiendo una vez más, a un imperio inca totalmente futurista.

Odiaban tanto a Chile como a Ecuador, los odiaban al extremo, y con esta práctica, sería la perfecta oportunidad de probar sus habilidades y demostrar de que estaban hechos, entrenar y llevar a los limites sus poderes invencibles, ya habían visto el legendario poder del viejo Reynaldo, y si querían superarlo a él con sus Soulos, debían de ser el triple de fuertes, por eso, el ejército IV sería la oportunidad perfecta de hacerlo.
  • -       ¿Y bien? – preguntó impaciente Angie Salazar - ¿Por qué aún no los atacamos?
  • -       Debemos de ser precavidos Angie – hablo Marlon Tenorio ajustándose los lentes y cargando su lap top – los grandes ataques y victorias se ganan cuando sabes que ellos ya saben que perderán, no por gusto…
  • -       Si, deja de hablar mamoncito – lo calló Laura – no estamos aquí por simple placer, sino para entrenar, no dar sermones aburridos de historia, está bien que seas listo, pero no abuses de tu inteligencia
  • -       Como digas… - suspiro Marlon observando su lap top

En otra esquina del desierto, cubierto por un traje especial de camuflaje, color arena, se posicionaba un experto as del tiroteo a campo abierto, un francotirador tan temido y peligroso, que su nombre era respuesta a nervios y orines por parte de policías novatos. El gran francotirador, “El Regenerador” Del Águila, apuntaba directo al líder, y el capitán chileno encargado de la operación en el desierto de Atacama; y a su lado, el general todopoderoso, quien se preparaba para comenzar la estrategia.
  • -       Pronto todo acabara en cuestión de segundos, esos rotos de mierda ni sabrán que les paso cuando pasen los diez minutos – habló el sanguinario Regenerador, observando a través de su mira de rifle semi - automática de láser
  • -       Tranquilo soldado – hablo calmadamente su general
  • -       Lo lamento mi general, es solo que…
  • -       Yo también lo siento Del águila, ese sentimiento de actuar con desenfreno y matar a cualquiera que se interponga… yo te avisare el momento exacto
  • -       Si… mi general Carpio

Un general tan temido, usando un ropaje de camuflaje desértico, se puso de pie y camino unos pasos hacia el risco de la montaña, alzo los brazos en forma de cruz, volteo a ver a su francotirador, y se lanzó al vacío con total impunidad y coraje. Desapareció por unos segundos de la precipitada caída, y reapareció frente al ejército chileno, un sorprendente hecho que nadie esperaba en el bando contrario, un sujeto con un traje de camuflaje sucio al frente del todo el pelotón.
  • -       ¿Quién mierda es usted? ¡identifíquese ahora! – grito el capitán Baldío con fuerza y furioso
  • -       Lamento interrumpir su entrenamiento capitán, pero está en zona prohibida para ambos países, tendré que pedirle que se retire con su ejército antes de que sufran graves consecuencias
  • -       ¿De qué está hablando? ¿Quién es usted? ¿Es un espía? Por si no lo sabe, nosotros somos el ejército chileno con permiso legal para hacer uso de la fuerza en campo abierto, si se atreve a interponerse, nos veremos obligados a esposarlo y llevarlo a la cárcel
  • -       No lo hará capitán, de… amigo a amigo, será mejor que se retire ahora – lo miro fijamente a los ojos, tratando de calmar la situación y evitar un enfrentamiento
  • -       ¿Quién diablos es usted? No había señal de ningún hombre a kilómetros de aquí… ¿De amigo a amigo?

-       La verdad de los inocentes es pura coincidencia con la verdad de los pecadores, odiamos tanto a chilenos como ecuatorianos, odiamos la guerra y la discriminación, y por supuesto, odiamos tener que usar la fuerza para imponer las cosas, pero si es necesario por el bien de un pueblo feliz y libre, se hará todo lo posible para lograr. Y como el lema de nuestra orden prefiere evitar estúpidas guerras, me temo que tendremos que terminar esta…
  • -       ¿Su orden? ¡¿Quién CARAJO ES USTED?!

Esas palabras dichas con admiración y pregunta fueron las ultimas del capitán Baldío, un gran rastro de sangre broto de su cuello, la sangre se esparcía por todo el casco del tanque, no se pudo evitar mayor desastre que ese, una bala de plata perforó el cuello del capitán, matándolo en el instante y dejando su cadáver expuesto frente a sus camaradas y subordinados, el entrenamiento había comenzado.
  • -       ¿Y bien? ¿Se retiraran?
  • -       ¡ATAQUEN AHORA! – gritó un furioso teniente al ver la muerte de su capitán a manos de un excelente francotirador

El general lo vio con impaciencia y se sacó el traje sucio especial que estaba utilizando, quedándose sin nada que cubriese su pecho, y se dirigió con ímpetu y vigor contra las fuerzas de los tanques imponentes. Con una velocidad increíble y una fuerza abrumadora golpeo sin demora a un tanque con su puño derecho. El tanque salió volando del lugar antes de hacer fuego, con esa descomunal fuerza los demás tanques tuvieron que retroceder unos pasos para entender lo que había sucedido.

Los soldados chilenos no supieron que hacer ante tal acto de monstruosidad demostrado por este sujeto extraño, su cabello corto, ningún tatuaje en su torso y los grandes músculos que pareciese tenían propia vida se mostraban sin clemencia y terror frente a ellos. El extraño usaba lentes oscuros, y decidió quitárselos para ver a sus siguientes víctimas, los soldados dentro del tanque habrían muerto sin saber, que les había sucedido.

Entonces vio a la retaguardia un gran disparo de unos tanques que procedieron atacarlo sin esperar compasión, el extraño los vio directo a los ojos, y en ellos, dos grandes marcas oscuras y extrañas asomaban un horror tan inimaginable como indescriptible que marcó de por vida a los soldados dentro de los tanques, si es que podían sobrevivir a lo que les estaba sucediendo.

Las marcas de la legión del cóndor, una extraña cruz deforme circular se impregnaba en las pupilas del extraño, y de inmediato golpeo los estallidos de los tanques, detuvo la fuerza destructiva de las bombas de los tanques y estos estallaron frente al extraño y la sorpresa de los soldados, que observaron detrás del humo una silueta poco humana y realmente espantosa.

Con una sonrisa esbozada en el hermoso rostro del general Laura, observaba como su general destruía todo intento de acabarlo, un tanque había sido destruido, algunos soldados muertos y todo un ejército restante que esperaba su destrucción, ella no podía esperar más, quería acción y la deseaba de inmediato. Al ver los ojos de su general entendió que iba a usar su técnica secreta con mayor importancia dentro de los cinco mayores.

El extraño alzo sus brazos y los junto en forma de crear una especie de esfera, sonrió de manera extraña y la esfera pareció formarse entre sus brazos juntados, un brillo de luz apareció, muy intensa y desconcertante para los soldados, pero cuando se atrevieron a atacar, mitad del ejército, cerca de unos 50 soldados con varios tanques desaparecieron sin dejar rastro alguno de su existencia, los soldados restantes cayeron ante tal sorpresa y miedo. El extraño utilizo su brillo especial para eliminarlos. La masacre ha comenzado. Y en sus ojos, se observaba la verdad, la muerte de los inferiores.



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