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jueves, 31 de diciembre de 2015

Invenciones




Primer volumen: Renovación

Capitulo Cero

Una gran mañana, un nuevo hogar, un excelente lugar donde despertar todos los días, pero para mí, es otro momento de estúpida bienvenida… a quien le interesa despertarse cuando ve un auto volador pasando cerca de la ventana de uno… realmente es una pérdida de tiempo. ¡Detesto este mundo y a sus inventores!

Mi nombre es Víctor o Bictor o no sé cómo se escriba, vivo con mis padres y tengo quince años, una edad patética para vivir y detestable para construir algo por otros, detesto esa mentalidad… pero mis padres insisten en que tiene que ser de esa forma, pues es la única forma de vivir, que asqueroso y a la vez un gran desperdicio de mis talentos.
  • -       ¡Despierta vago de mierda! – una voz femenina penetra mis oídos torturándolos como el veneno de una araña gigante
  • -       ¿Eh?
  • -       ¡Que te levantes sonsonazo! – es mi hermana menor, Grace de diez años pero muy entregada a su labor de hermanita
  • -       Que quieres… no ves que es muy temprano como para hacer algo…
  • -       ¿Muy temprano? ¡Ya son las once de la mañana y sigues tirado en la cama vago! Nuestros padres acaban de salir y me dejaron bien claro que debes de recoger la basura del piso, lavar los platos y…
  • -       Ya cállate… déjame dormir, total no tenemos visita alguna
  • -       ¿Y por eso no vas a limpiar nada? ¡Muere! – me lanza una almohada en la cara arrojándome casi por la ventana de mi cuarto

No tengo de otra, tuve que levantarme con malas ganas y con mucho sueño… pero de todas maneras esto era una pérdida de tiempo. El mundo tenía cientos de inventores que hacían realidades de todo tipo… desde autos voladores, cámaras reproductoras de efectos 3D hasta carteras o vestidos parlantes que te decían que tan bien te veías con eso o no. ¿Yo para que necesitaba eso? Yo solo quiero descansar y conocer el mundo, ser un viajero en lugar de un viejo inventor.

Salgo de mi casa para comprar algo de pan, pero dudo que encontrara a las once de la mañana una panadería abierta, o al menos con suficiente pan para alimentarme con algo. Salgo con pijama de líneas azules y mi cabello largo algo confuso, sin peinarme ni lavarme los dientes, ¿para qué? Si luego vuelvo a casa, es lo único que pienso, detesto este mundo cada día más. Pero qué le vamos a hacer, es el siglo XXII y es el año de los inventos del milenio.

Año 2150 y no sirvo para inventar algo, cosa que no me interesa pero a la vez es muy ridículo tener que hacerlo. Mi viejo fue en su época un respetado inventor de la tele transportación automática, mientras que mi vieja fue diseñadora de interiores muy revolucionaria en su año, y mi pequeña hermanita ya había inventado un ayudante tamaño lapicero para soplarle algunas respuestas a varios exámenes en el colegio… un invento muy útil pero a la vez estúpido, y yo nada… ningún boceto de algo y eso les preocupaba a mis padres, pero en fin, yo era yo y ellos otros.

Felizmente encuentro una bodega abierta a unas cuantas cuadras de mi casa, una pequeña bodega donde el pan es ofrecido por maquinitas voladoras donde mostraban su precio de acuerdo al mercado internacional, y el dueño solamente leía su periódico y cortaba algo de carne, con una sierra iluminada muy filosa y sofisticada, yo preferiría una cuchilla y listo.

Pedí cincuenta pirucentimos, la moneda nacional y sudamericana, que eran cerca de diez panes alrededor, al menos así habría pan hasta la medianoche por si algún familiar o pasante para trabajar en la fábrica de mis padres quería acercarse a pedir entrevista de trabajo o solamente un autógrafo, y yo claro como sirviente.

El señor Juan me dio la bolsa de pan de manera amable pero con algo de toz, al parecer se encontraba algo delicado de salud, pero eso no me interesaba… detestaba más el tener que pagar con raras monedas cuadradas con forma de sol. Hace décadas se estableció el nuevo uso de la moneda en todo el territorio, vivíamos en un enorme país llamado Pirú, y yo sin lujos ni videojuegos de realidad virtual viviendo en plena capital. Malurín… un nombre tan gracioso y perfectamente idiota para disfrutar del mar y el cielo despejado.

Vivíamos cerca al puerto número dos de la capital Malurisense, el mar era enorme y tan azul que era posible ver peces de diferentes colores paseando por toda la costa… algo tan bello pero tan común que todos los días los veía nadar y les tiraba piedras para que hicieran algo… ¡muchas cosas! Pero por fortuna esta vez no había peces, todos al parecer se fueron a hacer algo, o tal vez hacer pececitos o pececitas, que demonios… ¿Por qué pensaba en esa mierda?

La tierra se bautizó como la Geo Terra, un nuevo lugar donde habitar y vivir, mientras en otro lejano planeta existía una colonia, una colonia donde se libraban batallas para conocer a los tres inventores del siglo, donde los geniales creadores se hacían famosos y compartían sus creaciones a toda la humanidad, para mi algo muy idiota y carente de brillantez. Pero mi familia se oponía a estas ideas, mis padres se alejaron de ese mundo, por dos razones, de las cuales las desconozco, pero eso me hace valorar mi punto de vista, que no es necesario inventar…
  • -       ¿Inventar para prosperar? Que curioso… eso mismo lo dijeron hace unos cuantos cientos de años atrás…
  • -       ¿Quién mierda eres?
  • -       Buenas… que modales eh niño
  • -       ¿A quién le dices niño vieja?
  • -       ¿Vieja? Respeta a tus mayores – un leve corte de aire fue levantando en el muelle, en una pequeña parte del muelle
  • -       Pero que…
  • -       Mi nombre es Claudia Cheng, y soy una inventora profesional

Una chica de mediana estatura, con cabello largo y lacio color negro muy negro, ojos bien pintados y una boquita algo pequeña, pero con mucho brillo en sus ojos. Junto con todo ese maquillaje una casaca roja muy fina, un vestido debajo de color negro y tacones altos para quizás creerse algo alta, pero que era de mi tamaño, y eso que yo media metro sesenta. Y claro, cargando un bolsón de igual color que su casaca, rojo pasión.
  • -       ¿Claudia Cheng? ¿eres asiática o china?
  • -       Claro que no… y decir eso es una ofensa para cualquier asiático niño maleducado, mi nombre es Claudia Alexandra Cheng, y soy una inventora profesional de tan solo veintiún años, muy bella y elegante para ti niño…
  • -       ¿Qué haces por aquí vieja?
  • -       ¡Sigues diciéndome vieja! Pues prepárate para mis ataques realistas de mi bolsa especial
  • -       ¿bolsa especial? ¡Espera! ¡Por qué mierda me atacas!
  • -       Por decime vieja ¡niño bruto!

Su bolso se transformó en una especie de guantes gigantes junto con sus tacones que también se volvieron botas grandes, suficientes para destruir el muelle por completo si realmente pesaban como al parecer lo era… ahora tenía frente a mí una señora vieja muy maquillada usando botas y guantes gigantes para volarme en pedazos… y yo con pijama y una bolsa de pan semi caliente a punto de romperse. No podía moverme ni tampoco irme a otro lugar, pero esto era demasiado genial, demasiado súper como para perdérmelo, y algo que me enseñó mi viejo, ¡es a pelear hasta quemar el último cartucho!
  • -       Pues bien viejita Cheng, yo también voy a pelear, tal vez no sea un inventor profesional… pero soy tan poderoso que te destrozaré el alma
  • -       Hahaha a ver niño, ven y prepárate para pelear, yo solo estaba observando el mar y tú me dices vieja de la nada… si quieres recibir una paliza, ¡pues aquí la recibirás niño!
  • -       ¡QUE NO SOY UN NIÑO!

Deje la bolsa de pan a un lado, o mejor dicho la tire al mar, para sacar de mi manga derecha un pedazo de metal expansible que se convertía en una espada de tamaño natural y exuberantemente filosa para su traje casual. Saque mi espada ante la sorpresa de la vieja y me disparé contra todo pronóstico hacia su preciada cabeza y cabellera larga, ambos puños chocaron contra el filo de mi espada metálica, que explotaron en algo pequeño para botarnos a ambos al frente de otro.
  • -       ¿Qué? ¿Quién demonios eres niño?
  • -       Soy Bictor viejecita, y me gustan las peleas de todo tipo, como también me gusta destrozar y ganar dinero a montones, porque para mí, ¡los inventos son pérdidas de tiempos y de dinero!

-       No digas tonterías, los inventos son lo mejor para la humanidad, y con esta creación mía… ¡me volveré la número uno de todo el siglo!
Ambos chocamos nuestras armas nuevamente, esquivando muy fácil sus ataques pesados, mientras que ella intentaba cubrirse de mis ataques despiadados con sus guantes y botas de metal, pero no era lo suficientemente veloz como para evitarlo. Sus ataques estaban muy pesados mientras que los míos eran muy ligeros, y con eso ya tenía asegurada la victoria, mi primera victoria a los quince años, esto sería genial, ¡muy genial!
  • -       ¿Con que la número uno? ¡Pues para mi va a ser partida en dos vieja!
  • -       ¡Maldita sea!
  • -       Se acabó la pelea

Una voz delicada, algo suave y melodiosa, mejor que la de esta chica Cheng gritó desde encima de los edificios, y una escopeta apareció frente de mi con sus huecos apuntándome la cara, fue como en ese preciso momento, unas tres balas fueron disparadas hacia mi rostro con un dolor de los mil demonios con harto ardor en todo mi cuerpo, ¡era como ser quemado en vida!
  • -       ¿Quién eres?
  • -       Soy… la numero cinco en el ranking mundial de inventores, y este combate no fue autorizado para nada…
  • -       La… ¿número cinco? – dije apenas moviendo la cabeza
  • -       Si querido… como también soy tu futura manager en las próximas olimpiadas de las invenciones que se realizara en Júpiter
  • -       ¿De qué hablas? – Claudia bajo sus guantes y botas, estas volvieron a ser normales y no salió de su asombro para nada

-       Lo que les dije, seré su representante y directora técnica en este gran torneo de olimpiadas especiales, donde los tres primeros puestos podrán integrar sus inventos hacia el resto de la humanidad, y mi nombre es Kaysi Michelle Verilia
  • -       ¿y… porque tengo que hacerte caso? Esta vieja me ataco de la nada y ahora… viene otra tipa con esto de… participar en un estúpido torneo
  • -       ¿sigues con lo de vieja?
  • -       Ya cállense ambos, caray, tengo quince y no soy tan molesta como tu señorita Cheng, pero en fin…
  • -       ¿Quince?
  • -       Se los explicare con mayor detalle, una vez los otros miembros vengan a Malurin, donde se realizara la selección primero… y antes de irme, déjame decirte Bictor, que tus padres están de acuerdo en que soy sea tu representante
  • -       ¿Mis padres?
  • -       Incluso, si te portas bien, podrías ser mi novio porque ellos lo aceptan y muy bien, hahaha
  • -       ¿NOVIA? ¿NOVIO?

No entendía bien lo que estaba sucediendo, primero un torneo, olimpiadas y ahora esta chica que fantasea mucho con esta vieja de aquí… ¿Qué rayos está sucediendo?... ¡Yo soy solo un niño cara

martes, 22 de diciembre de 2015



  • -          ¡Debemos de tener todo listo para cuando llegue! – dijo Jerouu colocando decoraciones y gorritos con temática de my Little pony
  • -          ¿Para quién es la fiesta? ¿para una niña o una mayor?... y esto es bien raro – decía Sylvana al tratar de golpear a Jerouu en la cabeza
  • -          Más ayuda quien no estorba, aparte, ¡a ella sí que le gustara todo esto! – repetía constantemente Jerouu frente a los demás
  • -          Nada que ver oe, no es tu tono raro, es el de Milady y a ella le gustan otras cosas – hablo Carlos quien trataba de inflar los globos pero sin éxito – ahhh… ¡necesito ayuda!
  • -          ¡Con gusto te ayudo galán! – expresó Sylvana golpeando en el estómago a Carlos, originando su vuelo fuera del cuarto en el piso numero cuarenta de la empresa, donde vivía Milady
  • -          Demonios… así nunca vamos a acabar, por cierto ¿Dónde está? ¿tanto demoran en traerla?
  • -          Según mis cálculos y aproximando el grado de tráfico en la avenida Javier prado… calcularía que están atorados y previendo su eficacia, Alexina no tardará en llegar a tiempo con la homenajeada – hablo Diego
  • -          Ojala pes… - dijo Jerouu – tiene que ser la mejor fiesta que sea en toda la vida, ¡la mejor!
  • -          Pues con globitos, gorritos y ponys decorando la sala no va a ser muy buena que digamos – decía Diego antes de ser abrazado por Kim
  • -          Vamos tienes que ser ¡una gran fiesta! ¡una de los Soulos va a cumplir años y eso merece mucho y mucho! – decía Kim mientras tomaba algo de agua
  • -          ¡Ya basta de niñerías y es momento de rockear! – dijo Sylvana subiendo al pequeño estrado al costado del mini bar
  • -          Hay sí, mis decoraciones son pésimas pero su música rock y su voz será mucho mejor… como no – dijo Jerouu antes de lamentar haber dicho eso en presencia de Sylvana
  • -          ¡Muérete!

Mientras cinco de los nueve Soulos preparaban la decoración en la empresa donde vive Milady, otros dos recogían el pastel ya listo para ser devorado, de tres pisos y con diferentes sabores, al parecer Ariano no había escatimado en costos y mando a hacer un pastel de helado no derretible y de diez sabores con trozos de las mejores galletas en el mundo. Comenzando en el primero piso con sabor a fresa, chocolate y lúcuma mezclada con trozos de Oreo y wafer en los alrededores.

En el segundo piso algo de gelatina de piña, con sabores de fresa, vainilla y chocolate, mucho chocolate con pedacitos de barquillos en algunos puntos y letras masticables en los alrededores, otra vez.

Y para finalizar este gran pastel demasiado delicioso, honorable y totalmente un manjar para cualquier mortal, el tercer piso era iluminado e irradiado de los sabores únicos que encuentras en heladerías, con esencias de diversos dulces en su creación y chispas de chocolates, con la impresión de su bello rostro cuando era una niña de nueve años en la cima, y encima las velas “juguetonas” que no se apagaban al instante, todo totalmente masticable y para chuparse los dedos por semanas…

Esos escogidos para traer el gran pastel eran, Jhon y Luna, ambos muy callados pero a la vez con la firme intención de llevarle un adorable y hermoso pastel protegido en el camión contra todo accidente, solo Jhon tenía licencia de conducir, mientras que su acompañante se percataba de que nada le pasara al pastel. Pero se encontraron con un gran tráfico en la avenida Javier Prado que les impedía salir.
  • -          Mierda – dijo Jhon golpeando el timón con su cabeza - ¿y ahora que hacemos?
  • -          Pues tengo una idea… pero creo que es demasiado exagerada para hacerla realidad – decía Luna al tratar de disimular su nerviosismo
  • -          Dilo flaca, debemos llegar temprano, entregar el pastel y alegrarle el día a Milady, es su cumple y picha, todos merecemos un buen cumple
  • -          Está bien… pero será mejor que te coloques atrás de nosotros, digo, sosteniendo bien el pastel
  • -          Espera… ¿vas a usar…? Oh… eso si me gusta flaquis, bien aguarda me sujetare bien

En la mitad del tráfico en esta congestionada avenida, se encontraba la cumpleañera un poco triste junto a sus dos amigos y compañeros de los Soulos, Alexina y Luis, uno al lado de otro y sin saber que decirle o que preguntar exactamente.
  • -          ¿Qué pasa Miel? Alégrate es tu cumple – decía Alexina mientras trataba de sacarle una sonrisa
  • -          No es nada… pero también es eso
  • -          No logro entender, vamos Luis dile algo también
  • -          Pues, alégrate, es tu cumple, no todos los días cumples años
  • -          Eso es lo malo, después de todo esto nadie lo recordará por un año y pasaré desapercibida por siempre, o al menos hasta mi próximo cumpleaños, si es que no muero antes
  • -          ¿Por qué piensas de esa forma?
  • -          Porque siempre ha sido así, digo, un cumpleaños es bueno… pero con las personas que quieres y ellas te quieren, no basta con una torta mísera o el cantar de extraños sin sentir ese… ese algo que hace especial el cumpleaños
  • -          ¿Y qué es eso?
  • -          Eso mismo, no lo se
  • -          Pero… - hablo Luis – todos pasamos por eso. Cuando crecemos queremos ser pequeños toda la vida, sin responsabilidades, sin tener compromisos o trabajos, creemos que nos volvemos viejos, pero no es del todo cierto
  • -          ¿Qué? – dijo Milady confundida
  • -          Creo entender su punto, mira Miel, en la vida habrá malos momentos y buenos momentos, pero es en tu nacimiento donde solo tú puedes decidir qué es lo mejor para todos. Tu apareciste y nos diste una gran paliza en el comienzo, pero conforme avanzamos en el camino, te volviste cariñosa y a la vez una linda amiga a quien le agradezco todo por el apoyo que me brindaste, me diste alegrías y eso fue lo mejor. Todos tenemos nuestro día especial, y es ese día que depende de nosotros el convertirlo para siempre y que dure todos los días, en un estupendo día
  • -          Pero… yo revivo muertos ¿Qué hay de bueno en eso?
  • -          Pues que les das un momento nuevo para ellos – hablo Luis – quiero decir… que los zombies o las cosas no vivientes no siempre fueron así, ellos también tuvieron un momento de creación, y al darles vida, les das una nueva oportunidad de ver el mundo, de dar alegrías a otras familias al menos, para ver a sus familiares fallecidos una vez más, y decirles las cosas de verdad como en vida no pudieron hacerlo
  • -          Tu poder no es una maldición, es un don, y un buen don para todos, y es por eso que celebramos tu cumpleaños, porque eres especial y todos en este gran planeta son especiales ¡pero hoy es tu gran momento Miel! ¡Tú momento de vivir y sonreír!
  • -          Creo… que tienes razón, gracias chicos
  • -          Y aparte – interrumpió Alexina – tenemos una gran sorpresa en tu casa
  • -          ¿Una sorpresa?
  • -          ¡Y es por eso que no nos podemos quedar aquí! ¡Lo siento chofer pero tenemos que ir volando! ¡Sosténganse!

Alexina coloco sus brazos hacia abajo y con un fuerte suspiro, golpeó el piso, o mejor dicho, rompió el piso del auto y con un fuerte impacto elevó el auto hacia arriba, usando su poder de controlar el aire, y con la fuerza de Luis, arrojó el auto con suma velocidad con dirección a la empresa, usando como fuerza impulsora al aire controlado por Alexina, rumbo a su hogar.

Y por el otro lado, una fuerza gigante color oscuro y gris aparecía en mitad del tráfico para sorpresa de los taxistas y acompañantes, sujeto el camión con sumo cuidado y lo lanzó con fuerza hacia la empresa, usando como soporte unos fierros que hizo aparecer Jhon con su poder de los sueños, y el gigante fue hecho gracias a Luna.
Con ambos transportes de tierra dirigiéndose volando hacia la empresa, la llegada rápida era inevitable…
  • -          ¡¿A qué hora llegaran?! ¡No tenemos todo el día! – dijo Sylvana furiosa
  • -          Eh… ¿alguien sabía que los autos ahora vuelan? – dijo Carlos en forma sarcástica
  • -          ¿De qué hablas? – hablo Jerouu confuso
  • -          Pues no quiero asustar a nadie ni alarmar pero… ¡DOS AUTOS VIENEN HACIA NOSTOROS CARAJO!
  • -          ¿Qué?

Ambos vehículos fueron detenidos a tiempo, justo antes de chocar contra el muro del edificio, quiero decir, solo uno pudo ser detenido a tiempo, donde se encontraba la cumpleañera, el otro camión impacto con fuerza pero sin dejar heridos atravesando parte de la sala, todos salvados gracias a la capa invisible generado por Luna segundos antes del impacto.
  • -          ¿Todo bien? – decía Jerouu sobándose la cabeza
  • -          Sí, creo que si – hablo Alexina de cabeza encima de uno de los sofás
  • -          ¡No mi decoración! – dijo Jerouu al ver que su laboriosa colaboración habría sido removida o destruida casi por completo

Milady bajo del auto con sumo cuidado y vio el paisaje a su alrededor, fotos destruidas o quemadas de ponys, una mesa rota y un mini bar en desolación, y justo en ese momento, cayó el pastel al frente de ella. El gran y hermoso pastel ahora con algo de polvo, ella intento pronunciar unas palabras, pero sus amigos intentaban pedirle perdón y suplicas que no fue como ellos planeaban en realidad, pero…
  • -          Gracias amigos… - dijo Milady sonriendo
  • -          ¿Qué? – dijeron todos incluido el taxista
  • -          Muchas gracias amigos, es mi primer cumpleaños con… con… - derramó un par de lágrimas – ¡con amigos súper geniales y kawais!
  • -          ¡Oh!
  • -          Esto es mejor que todo el mundo, mejor que todos los problemas, una verdadera fiesta, una verdadera alegría
  • -          Y todos es porque te queremos de verdad ¡tres hurras por Milady! ¡hip hip hurra! (x3)
  • -          ¡esto merece también la ayuda de mis amigos!
  • -          Espera… ¿vas a revivir a los muertos? ¡no!

Una alegría alborotada de cerebros y muertos por 

doquier, pero siempre en compañía de unas de las 

mejores chicas que he conocido en toda mi vida, un 

pequeño obsequio es demasiado comparado con 

regalos o saludos por redes… siempre importara la 

alegría con la que se da el regalo, y siempre cuando es 

muy preciado y querido hacia aquella persona a quien 

quieres mucho, siempre sigue adelante Milady Elsa hehe, 

porque siempre es genial disfrutar tu gran cumple!


Feliz cumpleaños Miel! :D :3

viernes, 11 de diciembre de 2015



El susto había pasado, las temibles granadas y balazos de destrucción habían cesado mientras descansaba toda la noche, ya eran las once de la mañana y hoy no habría clases de ningún tipo. Me levanté de inmediato sin saber que hacer en ese momento, tenía una espada legendaria en mi cuarto del tamaño de una regla de 20 centímetros, junto con la amarga experiencia que tuve que pasar con Pamela para recuperarla.

Ella también fue testigo de lo que sucedió esa noche, y casi le cuesta la vida como la mía, todo por robar esa maldita espada antigua, que por alguna razón, me estaba llamando, sentía eso, una fuerte vibración de llamada y correspondencia hacia la vieja katana, “La Tachi” como se hacía llamar en Japón y en todo el mundo, ahora me pertenecía, pero con graves consecuencias.

Caminé hacia la sala para tomar desayuno, mis padres ya se habían ido a trabajar, y mi hermana mayor a su trabajo, mientras cuidada de mi hermana menor, quien prometió cumplir su palabra y no decir nada, a pesar de que me vio ingresando al departamento en la madrugada, era una observadora total.
  • -       ¡Buenos días hermana! – me saludó con su tierna sonrisa de semi adolescente
  • -       Oh hola, ¿y nuestros padres? – pregunté sabiendo la respuesta, queriendo no saber nada de lo de anoche
  • -       Pues trabajando, por cierto, ¿Qué tal tu cita de medianoche? ¿se protegieron no?
  • -       ¡¿Qué?! – dije alarmada por su manera de hablar – no sé de qué hablas, solo… - y recordé la mentira que le había dicho para salir – bueno…
  • -       Dime la verdad hermana, me dijiste que me contarías que tal te había ido si no decía nada a papa y mama, ahora ¡cuéntame que tal te fue! ¿Lo hicieron en el parque o un hostal?
  • -       ¡Qué manera de hablar es esa! No pasó nada, solo conversamos como buenos amigos y punto, nada en especial
  • -       Está bien… entonces, ¿me puedes servir un huevo frito? Tengo hambre y aun no desayuno
  • -       ¿Aún no? Pero ya son las once de la mañana
  • -       No tengo clases hoy, por eso me levanto a la hora que quiera
  • -       Claro… me serviré de paso para mí también
  • -       Encenderé la tele

Encendí la televisión para poder ver algo de dibujos animados, un canal que disfrutáramos ambas sin necesidad de entrar en detalle de lo que sucedió horas antes, sin embargo, para mi mala suerte, todo eso acabo de muy mala manera, al encenderla, lo primero que sintonizó fue un canal de noticias, donde se reportaba al atentado contra un centro comercial y el robo de un artículo de valiosísima importancia a nivel mundial, si, esa misma cosa era La Tachi, ahora era noticia de cobertura internacional.
  • -       ¡Wao! – dijo mi hermana con sorpresa - ¿viste eso? Qué raro y feo
  • -       ¿Por qué raro? Casi siempre roban a diario en diferentes lugares y eso… - trataba de ocultar mi nerviosismo, mi hermana era muy inteligente a pesar de no tener más de trece años
  • -       Es que… tú saliste ayer, y justo paso eso, una gran explosión y cosas muy feas…
  • -       ¿Me vinculas con eso? No tiene nada que ver ¡mucha gente sale de madrugada a besar a su novio!
  • -       Yo no he dicho nada, pero en fin, no tiene por qué molestarnos, yo confío en ti hermana
  • -       Gracias… si, somos una familia muy unida y nada nos molestará

El timbre sonó con mucha fuerza justo en el momento del desayuno, me preguntaba quién podría ser, quizás algún familiar o alguno de mis padres, porque amigos… solo una amiga conocía mi casa exactamente, nadie más, o tal vez buscaban a mi hermana sus amigos de colegio, ni siquiera a mí me buscaban cuando estudie los once años en el colegio, pero bueno. Me dirigí para abrir la puerta, pero antes observe por la ventana quien podría ser, y efectivamente, era ella, mi mejor amiga de la universidad, Milagros Sánchez.

¿Qué haría aquí tan temprano? Vive lejos y pues, venir a visitarme es medio raro, y peor que ya casi salimos de vacaciones y hoy no había clases en la facultad ¿Qué pasará? No desconfiaré de mi mejor amiga, y la hice pasar.
  • -       ¡Hola Mili! – dije feliz dándole un fuerte abrazo
  • -       ¡Hola Kimcita! – dijo con su melodiosa voz y cabello bien laceado – vine a visitarte y también, a que me devolvieras el cuaderno que te había prestado el jueves ¿recuerdas?
  • -       ¡Oh! es cierto, está bien, pasa, ¿ya tomaste desayuno o algo?
  • -       Para nada, pero si me invitas algo será estupendo
  • -       Bueno, a ver que encuentro

La hice pasar a mi pequeña casa, mi hermana apareció con su sonrisa y se saludaron, ella dejo caer su mochila en uno de los sillones de la sala, parecía que cargaba muchas cosas como para quedarse una semana en Lima. Ella vive en Lurín, en las afueras de Lima, y casi siempre se va para allá en tiempos de estudio, pero otras veces se queda en la casa de su tía en el Callao para acomodarse y estudiar a conciencia.

Me preguntó justo sobre las noticias mientras preparaba huevo frito para tres, ella amablemente se ofreció a ayudarme a cocerlos y siguió con sus preguntas. Realmente no quería contestarlas ni decirle que estuve allí y era la ladrona de la espada legendaria y que ahora estaba en mi cuarto. Pero no tuve opción que decirle lo que cualquiera le respondía, “si, una terrible noticia”, fue lo único que pude contestar sin levantar ninguna sospecha. Milagros es una chica muy inteligente y deductiva, casi hasta da miedo de cómo puede prever las mentiras con tan solo ver los ojos, eso puede ser un raro don, un rarísimo don, pero de todas formas la quería mucho.

Mientras sacaba los platos para los huevos fritos, me comentaba sobre la noticia del ataque al centro comercial “Arenales”, y que ella sentía algo de miedo porque era un lugar donde yo frecuentaba para ver las últimas noticias del kpop o simplemente comer comida coreana. Me preguntó si había estado en ese lugar esa noche, pero obviamente le respondí que no, porque era muy peligroso y para nada común conmigo, cosa que era mentira.

Nos sentamos las tres en la mesa para tomar un breve desayuno. Milagros tomo algo de café con su huevo frito y dos panes, mientras que mi hermana menor su leche caliente y cereal, yo en cambio una taza de té con huevo frito y un pan con mantequilla, algo liviano pero compensable para no tener hambre después.

Disfrutamos del desayuno con la televisión encendida, pero claro, ahora viendo dibujos animados y hablando de las caricaturas, y mi hermanita siempre haciéndonos reír con sus palabras o comparaciones, era un momento feliz, un momento totalmente diferente a lo que horas atrás sucedió, no quería que pasase estos minutos y pues seguir hablando y hablando, pero, todo tiene un final.

Milagros se levantó y llevó su plato hacia la cocina donde los lavó con paciencia y humildad, le habían inculcado la forma de agradecimiento lavando sus propios cubiertos, yo los dejé en la mesa porque debía de acompañarla al paradero, mi hermanita se quejó pero no le quedo de otra, todos colaborábamos en limpiar la mesa, y ella tenía que poner de su parte. Nos levantamos, me cambié de manera rápida, algo liviano y deportivo, y nos fuimos avisando que tardaría unos minutos en volver.

 Hablamos durante el camino sobre nuestras cosas, pensamientos y quehaceres para el futuro, ella me comentó que estaba saliendo con un chico de su cuadra, pero que, era demasiado pronto tener que catalogarlo como un enamorado, porque ambos sentían que, era… muy lejano esa palabra, y yo solo le comentaba lo que se venía en los concursos de bailes y sobre algunos chicos que me parecían muy buenos amigos, cosa que no desaprovechaba Milagros para hacerme algunas bromas.
  • -       Bueno Kim, ya me tengo que ir a Lurín, hoy tengo una parrillada de mi familia, y no quiero llegar tarde, espero que te diviertas ¡entrenando muy duro eh! – río de forma melodiosa
  • -       Hahaha gracias por los ánimos Mili, bueno entonces yo también me despido
  • -       Una monedita por favor – dijo un limosnero que apareció detrás de nosotras – una monedita a una buena causa
  • -       No tengo señor, lo siento – dije lastimosamente, al verlo, no pude sentir algo de pena propia
  • -       Y pues bien… - siguió hablando Mili hasta que fue interrumpido nuevamente por el señor vagabundo
  • -       ¿Ninguna monedita señoritas? – insistió el vagabundo
  • -       No, ninguna señor, lo lamento – hablo Mili con algo de molestia
  • -       ¿Ni siquiera por una buena causa?
  • -       No señor, lo sentimos – dije con algo de temor e impaciencia
  • -       ¿Tampoco para pulir la espada que guardas en tu casa? – dijo el señor con una mirada totalmente diferente
  • -       ¿Qué? – dije alarmada - ¿De qué habla?

El señor vagabundo se levantó del piso y me señaló una vieja casona abandonada al final de la cuadra, Mili quiso ir de inmediato pero el vagabundo la sujetó de la cabeza y la envió de un sacudón hacia la casona abandonada, y a mí me pateo directo al estómago también enviándome con velocidad rápida hacia ese lugar.
  • -       Esa es mi casa niñas, y si alguien les invita a pasar, por cortesía deben de aceptar la invitación, estas niñas de hoy…




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