Capítulo 88: “José Diego, el Genio del Cerro”

No importa de donde vengas, siempre sigue tu destino hacia la grandeza

Un abrumador y exponencial choque de poderes sobrehumanos dio lugar en este inexistente lugar, donde los sueños acaban y las pesadillas descansan, donde un enano sabiondo sabía de los sueños junto con mis poderes, los había explotado de tal forma que, todo era una idónea realidad basada en absurdos sueños.

No obstante, ese choque de poderes usando una pequeña esfera azul y unos puños demoledores fueron opacados por dos grandes espadas, totalmente descomunales, majestuosas y pesadas, dos espadas aparecieron en medio del impacto destructivo, y nuestras armaduras y ataques se evaporaron sin saber el porqué, pero ese sujeto todavía no terminaba, nos tomó del rostro y nos empujó hacia el piso, para después caer encima de nosotros con sus pies y aplastar lo que parecía ser tierra a su alrededor.

• -       Imbéciles

Solo dijo eso antes de apartarse y suspirar un poco, saco un cigarrillo y lo encendió, totalmente calmado, las espadas cayeron atrás y desaparecieron como el resto de la nada, convirtiéndose en… ¡la avenida Javier Prado!

• -       Auch… mierda – despertó José luego del tremendo impacto
• -       Carajo… - me sobé la cabeza por tal fuerza aplicada en sus pies y manos de ese sujeto
• -       ¿Quién eres? ¡Otro intruso! ¡Largarte de mis sueños! – nada ocurrió - ¿Qué? ¿Qué pasa?
• -       Cuando tus sueños invaden otros reinos, entonces dejas de ser un honorable soñador, a ser una invasor de pesadilla, ustedes imbéciles molestaban mis sueños y pues, tuve que aparecer para detenerlos, por cierto, me llamo…
• -       ¡A la mierda!

Aparecí a su costado con una espada formada rápidamente y con la intención de atacarlo, ese golpe me molesto mucho y me ha hecho perder el encuentro contra ese enano, ahora debía de pagar por su atrevimiento este jodido hijo de puta.

-       Nunca avises tus ataques cuando se trata de algo sorpresa, imbécil número dos

• -       ¡No! – detuvo mi ataque sosteniendo la espada con su mano - ¿ahora todos son dueños o qué?
• -       ¡TRANQUILIZATE IMBECIL!  - dijo golpeándome nuevamente en el rostro, enviándome al lado de José
• -       Oh… ¿Cómo…?
• -       Ustedes realmente son bastante fuertes, ¿Pero qué mierda hacen enfrentándose uno al otro? Ambos pertenecen al mismo equipo, y esos poderes deberían de usarlo contra los legionarios, no entre ustedes imbéciles, ahora bien, mi nombre es Ariano, y soy dueño de las empresas El Porvenir Azul, y claro, maestro de los Soulos, y tú lo sabes bien Jhon, ya te hablaste con el viejo Reynaldo.
• -       ¿El viejo Reynaldo? ¿Te refieres al vagabundo?
• -       Ese mismo viejo, ahora les diré esto rápidamente, no falta mucho para que amanezca y despierten, les contare la verdad de este país, lo que deben de hacer y si desean, ayudar o dejar de lado este gran problema. Nos veremos en el parque Castilla el domingo a las tres de la tarde, en los juegos mecánicos, ese parque donde ensayan un montón de raros y raras sus bailes raros
• -       Pero… espera…
• -       Sé que tienen muchas preguntas, pero todos serán respondidas, ya los héroes están reunidos, y no esos de tiras de comics ni películas de ciencia ficción, los verdaderos héroes ya están reunidos, ahora nos vemos hasta el domingo… Soldados Debajo del Puente
• -       Pero…

La alarma sonó de tal forma que desperté angustiado y temeroso, ¿todo eso ocurrió verdaderamente? ¿Quién era ese tipo? Me parecía haberlo oído en otra parte, pero no era el momento de preocuparme por eso, sino, de reunirme en ese parque y encontrar las respuestas necesarias…

Sábado, Diez de la mañana, Surquillo

• -       Buenos días amorcito
• -       ¡Oww! Buenos días mi Adriancito ¿Qué tal has amanecido?
• -       Pues bien, ya sabes, soñando contigo y nuestro futuro :3
• -       ¡Siempre nosotros, eres un amor!
• -       Lo sé, verdad, quería preguntarte sobre el asunto de ese tipo raro empresario que nos habló, ¿Qué opinas al respecto?
• -       La verdad, no sé en que confiar, bueno, pensarlo ya es tratar ese tema, pero ahora vemos noticias de excesiva inseguridad nacional, delincuencia y robos a cada rato, y si hay un grupo que ingresará a la fuerza para controlar todo esto, no creo que sea tan malo – escribió Adrián con sinceridad
• -       Quizás tengas razón amor, pero… si de verdad ese grupo de legionarios son tan despiadados, deberíamos de averiguar algo sobre ellos, digo, para saber si ese señor no es un timador o un pervertido o algo peor, y si se relaciona con Jerouu y sus grupo, entonces debe de haber algo de verdad, sincero
• -       Bien, quizás, averiguare rápidamente en YouTube, siempre hay miles de locos publicando millones de cosas de conspiración, seguro encontraré algo, ya vengo amorcito
• -       ¡Siempre tan investigador! – respondió con un emoticón feliz Luz
• -       Como se debe, por eso aprobare metodología de la investigación con buena nota
• -       Querrás decir ambos ¿no?
• -       Si, ¡por supuesto! Hehe
• -       Haha – escribió un emoticón de cara serie – ya avísame rápido si encuentras algo, ya tengo que ir a comprar la comida para el almuerzo
• -       Claro

Jamás había visto videos sobre eventos paranormales o supuestas conspiraciones secretas a nivel mundial, siempre utilizaba esta plataforma de videos para… ver videos de juegos y animes, sólo eso, pero ahora tenía que investigar realmente esto, las clases ya se habían acabado y no tenía mucho que hacer por estos días, una curiosidad exhaustiva apareció dentro de mis razones y pues, me dediqué a investigar realmente que es lo que pasaba.

Al parecer, no encontraba nada fuera de lo común, solo tipos con lentes y voz medias raras hablando de conspiraciones, o la voz de loquendo e imágenes diversas bien retocadas que explicaban lo que pasaba en nuestro alrededor, lo normal. Pero, entre videos destacados, aparecía uno que no tenía ningún título, y solo números, al reproducirlo, un tipo con el nombre de “Zarabian Berial” me agregó al BookFace, sin embargo, lo bloquee, no podía eliminarlo por alguna extraña razón, pero todo era lo de costumbre.

O eso pensaba hasta que, ese mismo tipo me envió un enlace web, detuve el video donde no se veía absolutamente nada, todo era de color oscuro, y por curiosidad le di click a ese enlace, siempre activando el antivirus por si las dudas, y me reedirecionó hacia una descarga de un video en el navegador. Con el antivirus presente, ese archivo se descargó y se apagó el monitor sin previo aviso.

Intente encenderlo pero nada, al parecer, era un virus tan potente que me había apagado toda la computadora, pero seguía encendida, entonces la pantalla se encendió de nuevo y me mostro lo que parecía ser un video grabado en los años 90, filmado con formato VHS y una pequeña sala de juntas, lo que parecía de fondo, el mismísimo palacio de Justicia.

Mi madre me llamó para acompañarla al mercado, pero tuve que decirle que esperara unos minutos, que es lo que duraba el video en reproducirse, en ese, se mostraba a un general de la policía intercambiando algunas claves secretas con el presidente de aquella época, el presidente Alberto Fujimori, y fue donde mis dudas terminaron de convencerme sobre lo que dijo ese tipo empresario. El presidente recibió una carta firmada y sellada por la “Legión del Cóndor”. Ese mismo seño nos enseñó el empresario para identificar firmas falsas, era el mismo, y al parecer ese general, era el mismo general que ahora comandaba a toda la policía nacional ¿Qué mierda significaba todo eso?

Pensé en decirle a alguien más, pero de inmediato el señor Berial me envió un mensaje advirtiéndome que no avisara a nadie sobre este video, que era la prueba irrefutable que necesitaba para colaborar con los Soulos, aún tenía muchas preguntas que responderme y tratarlas con el señor Ariano, por supuesto, ¿Quién era ese tipo llamado Berial? Descargue el video rápidamente ante cualquier eventualidad, lo guarde en mi USB, y más tarde iría a la casa de Luz para enseñárselo y de una vez por todas, saber en qué lio nos habíamos metido; todo concuerda, el año, la grabación y los videos… todo está en mutuo acuerdo, era momento de descubrir lo que pasaba.