- - ¡Soy una Soulo! ¡Con sangre guerrera! – grité con total entusiasmo al saber que luchaba para detener a un avezado criminal, impedir un futuro crimen y por supuesto, vivir para proteger a mi familia… y luchar al lado de Jerouu contra esos desgraciados legionarios
El
criminal siguió disparando unas cinco balas de su escopeta, las balas caían sin
final hacia el húmedo suelo bajo una noche acongojada de griteríos y misterios.
Finalmente se quedó sin balas y mi espada gigante inmovilizo señalando con un
suave corte en el aire en su cuello, no podía respirar ni moverse, había
finalizado la lucha, la batalla entre un arma del siglo veintiún contra un arma
de hace diez siglos, ha concluido, y el ganador fue, mi legendaria Tachi.
El
criminal retrocedió sin saber qué futuro le esperaría a partir de su captura,
miraba su rostro asustado, sudoroso y angustiado, pero su mirada era totalmente
diferente, podía sentir como intentaba no mirarme, los cerraba constantemente y
pedía auxilio y ayuda al estar frente a una guerrera de la muerte, una Kim
totalmente diferente a la que había ingresado a estudiar comunicaciones ¿Quién
diablos era?
Pero
todo regreso al presente cuando sentí la suave y delicada mano de Pamela
sujetarme del hombro y decirme que parara, que esto no era lo adecuado, que
estaba a punto de matarlo sin siquiera estar consiente de mis actos, casi
derramando sus pequeñas lágrimas me pidió que lo dejara, que si lo mataba, me
convertiría en una asesina y eso… quedaría para siempre en su mente, ¿Qué
mierda me estaba sucediendo?
Abrí
los ojos por unos segundos y pude verme desde el interior, un sinfín de cosas
sucedían dentro de mi cabeza, un infinito mundo de sangre y dolor se esparcían
dentro de mi cerebro, y entonces pude darme cuenta de la espantosa realidad que
estaba a punto de crear. Yo sujetaba una especie de katana larga, le apuntaba
directo al cuello a un sujeto y me encontraba en posición de matarlo a toda
costa ¿Qué MIERDA ERA YO?
Baje
mi espada al piso, la katana chocaba con parte del suelo e impedía que formase
parte de mi cuerpo, era grande y no podía darme el lujo de irme galantemente y
listo, el criminal reaccionó y se fue corriendo del lugar sin percatarme,
mientras Pamela me sujetaba de la mano y me exigía al máximo que huyéramos,
como por arte de magia, la espada se encogió hasta el tamaño de una regla de 30
centímetros, ni ella ni yo notamos ese inusual encogimiento, no porque
estábamos ciegas, sino, porque era lo menos irrelevante en este momento, daba
igual, solo quería… quería irme de este lugar y olvidar todo lo que había
hecho.
Todo
lo que estaba pasado, todo lo que le había hecho pasar a Pamela con tal de
recuperar esta estúpida espada, nada me importaba, solo quería irme a mi casa,
con la ropa estropeada y sucia, acostarme en mi cama y dormir, no llamar a
nadie, ¡estaba a punto de matar a alguien! Es lo que me repetía cada paso que
corríamos hacia la avenida Arequipa, no quería saber nada de este mundo, solo
hundirme en mis pensamientos, ni siquiera escuchando kpop, solo… dejarme
llevar, y la espada pequeña aún la sujetaba, seguía en mi mano sin entender el
porqué de no botarla de inmediato, ¿Qué haría Jerouu? ¿Qué estaría haciendo?
¿Por qué pienso ahora en eso?... ¿Quién eres Jerouu? ¿Eres igual a mí? Muchas preguntas…
- - ¡Kim! ¡Reacciona ahora! – una sonora bofetada liviana enrojeció mi cachete izquierdo, finalmente entendía la realidad, no, no la entendía, solo, vivía en ella
- - Pamela… ¿Qué paso?
- - ¡¿Cómo no te acuerdas!? Estuviste a punto de matar a ese criminal… ¡y toda esa explosión! Tranquila, ya estamos en el auto – todo eso me lo decía en voz baja
- - ¿se encuentra bien chicas? – era el padre de Pamela - ¿no les paso nada? ¡Vamos al hospital inmediatamente! – conducía a una velocidad matadora, felizmente, a las cinco de la mañana no amanecía mucha gente
- - Tranquilo papá, estamos bien, no tenemos heridas ni nada, solo rasguños que no pasan de… nada de nada, vamos a casa papá, pero antes puedes dejar a Kim cerca de su casa
- - ¿Cerca de su casa? Es mejor dejarla en la puerta de su casa y…
- - No señor, muchas gracias, es que yo… me escape por ahí… y pues… ¡no le diga nada mis padres por favor señorcito! U.U ¡Sino me matarán!
- - Pero…
- - Vamos papá, tú también fuiste joven y sabes que escaparse para ver a una novia
- - ¡¿Saliste a las cuatro de la mañana para ver a tu novio?! – dijo sorprendido y extrañado el padre de Pamela
- - Si… es que… es nuestra primera vez… y pues…
- - ¿Primera vez? - ¿en serio? Oh claro, nada mejor que decirle al padre de una amiga que saliste de amanecida para tener sexo con tu novio imaginario – oh… está bien…
- - Si… es que ella es media, digo, su primera vez papá – hablo Pamela tratando de justificar la razón algo rara
- - Bueno, la dejaré a una cuadra de su casa, si es que está bien o prefieres…
- - ¡Si! ¡Muchas gracias señor! – dije feliz de que me dejara tan solo una cuadra antes, pero ahora nacía otro gran temor ¿mis padres se habrán levantado? ¿Mi hermana habrá dicho algo luego de mi partida secreta? X.X
El
auto siguió todo el camino por la gran avenida Arequipa, ninguna de las dos
hablábamos de algo, ya sea porque no había nada de qué hablar, o porque no
queríamos hablar de lo sucedido frente a su padre y, por ende, se aterrara y
nos llevára al hospital o a la comisaria, pero en nuestros ojos existía ese
hecho de que, todo ocurrió, todo era una nueva realidad, pero… ¿tendría
consecuencias? El señor encendió la radio del auto y escuchó la noticia del
incidente del centro comercial Arenales, felizmente no sabía de qué hace unos
minutos nos encontrábamos allí tratando de robar una espada legendaria, y que
ahora lo tenía de forma pequeña escondida debajo de mi polo, no era muy
notable.
Llegamos
cerca de los condominios “La real familia” entrando al distrito de La Victoria,
donde yo vivía, y pues, me dejó en la entrada, mejor dicho en el portón, donde
yo me haría cargo de mi misma e iría donde mi departamento a descansar toda la
mañana… o hasta que mis padres me levantarán para ayudar en los quehaceres del
hogar.
- - Bueno… gracias Pamela por traerme, y muchas gracias a usted señor
- - De nada, las amigas de mi hija son también… amigos… de la primera vez…
- - Si – hehehe ahora era algo cómico mas que penoso – muchas gracias Pamela
- - Bueno… realmente fue una aventura – nos quedamos hablando un momento mientras su padre trataba de recostarse hasta el momento de la partida
- - ¿Cómo te sentiste allá atrás?
- - ¿Cómo me sentí?
- - Quiero decir… esas palabras que balbuceabas antes de hacer algo, no eras tú, bueno… no eras la Kim que he conocido hasta hace un ciclo ¿Qué te ha sucedido?
- - Mmm – mire hacia el suelo intentando formular alguna palabra coherente y a la vez sencilla de entender y entenderme – la verdad… es que tampoco sé que me sucedió
- - Ya entiendo, ¿tiene que ver con lo que me contaste? ¿Con los tal llamados Soulos?
- - Pues la verdad… en parte algo, es difícil de explicar ahora porque no lo sé del todo la razón de actuar de esa forma, pero con esta espada, que se ha encogido, creo entender de que estoy destinada a algo mucho mejor, quiero decir… que formar parte de los Soulos me ha dado la idea de querer cambiar todo esto, criminales, guerras y muertes, ¿se puede cambiar eso?
- - Estas muy filosófica Kim, pero creo entender tu punto de vista, San Juan de Lurigancho tampoco es muy lindo que digamos. Esto que acaba de ocurrir fue lo que siempre ocurre pero nunca lo transmiten en televisión o diarios, sencillamente porque no interesa… si tu grupo tiene como misión cambiar todo eso, ¿Cuál es la diferencia con la legión del cóndor?
- - Me es difícil de explicar, soy nueva en esto… pero sé que, nosotros no matamos por justicia, nosotros hacemos lo que es correcto en nombre del bien común, osea, ayudamos en lugar de crear más problemas
- - Ya entiendo… entonces quiero entrar
- - ¿Qué? ¿A mi casa? ¡estás loca! ¡Mis padres…!
- - No, eso no
- - ¿entonces?
- - Si esos Soulos de quienes hablas son realmente los que desean buscar la verdad, la justicia y tienen esos poderes rarazos y tú también fácil los tienes, entonces quiero ayudar de alguna forma, quiero unirme a… donde perteneces, los héroes Debajo del Puente
- - Pues… claro, únete entonces ¡Será genial y súper!
- - ¡Bien! ¡Entonces es hora de decirle a todos y pasar la voz del golpe de estado! Tengo contactos con altos cargos estudiantiles de la San Marcos, estoy seguro que ellos me ayudaran, y si realmente ocurre ese golpe de estado y los polis malos se arman y controlan todo, nosotros, ¡los sanmarquinos daremos pelea!
- - ¡oh! – la justicia reflejada en su rostro pálido, era ahora síntoma de mejoría, su rostro ahora reflejaba la verdadera justicia – bien, te diré todos los detalles por Bookface
- - ¡Claro! ¡Descansa muy bien Kim!
Una
amiga se había unido a la causa que ahora deseo luchar y revelar a todos,
parece que robar esta espada nos fue bien, pero… ahora todas las autoridades la
buscaran sin cesar… y espero que nadie nos haya grabado, oh mierda, creo que…
esto va a salir bien.
Dentro
de los sueños y pesadillasAl oír
todo eso de los Soulos y los héroes debajo del puente, me pareció escuchar una
historia bien absurda y para nada creíble, una putada de historia, pero una
cosa era cierta, mi poder de viajar entre sueños era un don, un preciado regalo
de mi Dios y Bob Marley, grandes de los grandes, prefiero vagar en este túnel
blanco de la realidad y lo innatural… ¿Qué?
- Este sueño está sumamente en… blanco…
- - ¡Hey chochera! ¡Que haces invadiendo propiedad intelectual privada eh!
- - ¿Qué? ¿me puedes ver?
- - ¡por supuesto que sí! ¡cualquier objeto que ocupe espacio y tiempo en la vida real debe de existir! ¡y ahora invades mis sueños!
- - ¿Quién eres?
- - Soy José Diego, ¡y te he estado rastreando!
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