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martes, 27 de diciembre de 2016

  • -       Pues mi nombre es Jerouu, ¿Y el tuyo?
  • -       Yo soy Kim… gracias por esa vez – traté de agradecerle lo mejor posible, para olvidar lo del papel higiénico
  • -       ¿Kim? Es un raro nombre, bueno, no tan conocido al menos por donde vivo
  • -       Lo mismo puedo decir con Jerouu ¿Y qué significa?
  • -       La verdad… ni yo sé que significa hahaha


Un chico divertido, amable pero también para nada sutil, ese era su raro nombre que tenía algo de curioso en todo aspecto, pues también su forma de expresarse y hablar en el salón me sorprendía, sobretodo, que parecía nunca cansarse para algunas labores. Nuestro se conformó con él, otros cuatro chicos, y la chica la cual me contó, estaba fielmente enamorado.

Por una extraña razón, cada vez que la mencionaba me sentía algo insegura y… celosa, ¿celosa? Pues creo que algo, por su carácter de siempre querer ayudar a prosperar en el grupo y hacer algunas bromas de vez en cuando creo que fue lo que motivo a que sintiese algo diferente a una sencilla amistad, esa manera rara de decir “todo va a salir genial”, era una frase que no podía quitarme la cabeza.

Y fue cuando esa noche…
  • -       Oye Kim, ¿tienes tiempo para hablar en la tarde? Al menos una hora
  • -       ¿Yo? ¿Yo? Bueno… si claro, luego de clases si, hoy no tengo tareas en mi casa haha
  • -       ¡Genial! Es sobre algo importante que me paso ayer… y no sé a quién contarle de verdad
  • -       Oh… - me sonrojé horrible, pensé que se trataría de una “declaración de amor” – está bien, puedes confiar en mí – traté de parecer lo más tranquila posible
  • -       Bueno, te espero en el óvalo al frente del malecón de Miraflores

Un chico algo lindo, creo, con un raro nombre y una fuerza sobresaliente de que todo siempre saliera lo mejor posible y nos hacia reír casi siempre con alguna de sus ocurrencias estaba invitándome a decirme algo importante en el malecón de Miraflores ¡Eso es una declaración de amor! Llamé inmediatamente a Mili para saber qué hacer, pues sus clases todavía no empezaban, y solo me dijo que tuviese que ser discreta, estar calmada y para nada mostrar síntomas de desesperación, también me pregunto si él me gustaba de cierta forma, algo más que amigo.

Le respondí que no era totalmente eso, sino que, se sentía diferente estar a su lado conversando, o haciendo algún trabajo grupal, o nuestro trabajo final de comercial para televisión, el estar escuchando sus ideas para mejorar el proyecto, debatir las ideas y luego ver una sonrisa franca de que todo saldría genial si nos uníamos, era… una forma de sentir calma en mi interior… pero… ¡Kaytlin! Ella era la voz de mi conciencia, cada vez que los veía juntos hablar o intentar abrazarla, pues me llenaba de un sentimiento que jamás habría podido sentir, maldita sea era muy poco común sentir eso mi interior… pero ahora, ahora estaríamos los dos solos hablando de algo importante.

Finalmente se cumplió el compromiso, salí mejor arreglada de cuando vine a la universidad, a encontrarme con Jerouu en el óvalo para que me contará algo importante que tenía que decirme, realmente no sabía que hacer o decir en estos momentos, era una mezcla de muchas cosas, sin embargo, no podía desviar mi rumbo, dar otro significado y muchas cosillas que me dijeron Mili y Maritza para tratar esta situación, por supuesto, no dar por sentado algo, o si en el caso de rechazar su propuesta, hacerlo lo mejor posible.
  • -       Gracias por venir Kim, pensé que no vendrías, digo, ya es de tarde y seguro quieres ir a tu casa
  • -       Bueno, en realidad sí, pero si es algo importante y no tienes con quien hablarlo, pues yo te escucharé, haré el sacrificio, haha – un chiste que esperaba le hiciese reír
  • -       Hehe buena esa, pero ahora, de lo que tenía que hablar, es sobre lo que vi ayer, y la primera cosa horrible que pude ver ante mis ojos
  • -       ¿Qué dices? – oh vaya, parece que no era una propuesta de amor… sino algo… ¿Horrible? - ¡Encontraste a Kaytlin besando a otro y yendo a un lugar indebido! – dije casi gritando, ni una maldita idea de porque lo dije
  • -       ¡¿Qué?! ¿En serio? ¡¿VISTE ESO?! – me sujetó de los brazos como tratando de que le diese una explicación
  • -       No nada, solo fue un chiste, pensé que te referías a eso
  • -       Uf… bueno sé que tiene novio, pero… ya ese es otro asunto que lidiaré por mi cuenta, pero la cosa que tenía que hablarte es sobre… la muerte de alguien ayer en el malecón
  • -       ¿Una muerte? – no podía creer lo que estaba diciendo
  • -       Efectivamente, una muerte, pues la cosa es así, te explico, hahaha al decirlo me hace recordar… bueno no viene al caso, un tipo iba a suicidarse supuestamente, pero aparecí para impedírselo… y en ese momento, otro sujeto apareció lanzándole una flecha que lo mato de inmediato
  • -       ¿Una flecha? ¿No será un animé que hayas visto en la televisión? – contesté absorta al escuchar su relato
  • -       Ojalá hubiese sido de esa forma, pero ese tipo raro que le lanzo la flecha para atravesar su pecho en instantes, fue tan confuso, luego hizo aparecer un escucho invisible para que nadie viese lo que sucedía, como por arte de magia, luego desapareció extrañamente para dejarme un sin sabor en la boca, quiero decir, que todo fue muy rápido y preciso
  • -       ¿Avisaste a la policía?
  • -       Oh si claro, avisar que alguien asesino a otro sujeto con una flecha y nadie vio lo sucedido porque estábamos cubiertos de un extraño domo invisible, por supuesto que me creerían, pero nada, solo te lo he dicho a ti
  • -       Pues ya me lo dijiste – que cortante
  • -       Tienes razón, ya tengo algo de calma al saber que no se lo he dicho a alguien, ¿Crees que estoy loco por decirte eso? ¿Me crees? En primer lugar
  • -       Es difícil de creerlo cuando lo cuentas de esa forma… pero… en este mundo suceden muchas, como diría mi padre, “Nunca acabamos de sorprendernos por las cosas más comunes que se transforman en segundos”
  • -       Vaya… ¿Eso dicen los japoneses?
  • -       ¡Oye! No soy tan japonesa, mis abuelos si lo eran, pero mis padres ya son peruanos, y yo que llevo todavía mi apellido, Yukimoura, siendo la última en llevarlo
  • -       Claro, si te casas y tienes hijos ya no llevarían ese apellido
  • -       ¡Eh! No pienso tener hijos… aún no, soy muy jovencita, una niña
  • -       Hahaha exacto, y yo soy un narrador de cuentos
  • -       Que gracioso, pero en serio, estas cosas deberías decírselas a más personas, digo, confiar esto a tus parientes cercanos
  • -       Por eso te lo dije a ti Kim, porque, eres muy buena amiga y sé que puedo confiar en ti
  • -       Hahaha gracias, ¡Saranmida! Ahora eso mismo puedo decir de mis nuevas amigas, Milagros en especial, jamás me imagine que alguien tan amable y atenta fuese mi amiga. En el colegio no era muy popular que digamos, mi corte de hombre me hacía distante muchas veces de las otras chicas, pero cuando conocí a Mili, al principio pensé que sería una sabelotodo y a quien odiaría por el resto de mi vida, sin embargo, cuando comencé a tratarla mejor, y que ella me defendía en situaciones de riesgo al estar al borde de jalar, ella aparecía para darme esas fuerzas que ahora me das tú al no estar ella. ¡Digo! No eres como un reemplazo, sino, alguien que verdaderamente puedo confiar y creer
  • -       Muchas gracias señorita Kim ¡Ha sido un placer! Y creo que ya es hora de irnos, eso era todo lo que tenía que decirte, no te quitaré tiempo, sea verdadero lo que vi o no, pues, ahora sé que puedo confiar en ti
  • -       ¡Saranmida Jerouu!
  • -       Tienes que enseñarme coreano alguna vez, cuando lo dices realmente te ves muy linda hehe
  • -       ¡Oh…! – me sonrojé, ahora si con total franqueza, no esperaba eso, vaya… ¡Me dijo linda! – es parte de mi ser, ser linda hahaha
  • -       ¿Solo eso? ¡Que patéticos!

Una chica cubierta con una polera azul, un jean oscuro y sosteniendo dos pistolas en ambas manos no estaba apuntando desde la otra banca, por muy raro que parezca, los transeúntes que pasaban a nuestro alrededor no se daban cuenta de eso… ¡¿Qué está sucediendo?!
  • -       Lamento informarles que su velada romántica patética esta por acabar, tengo que matarlos ahora, por cierto, mi nombre es Angie Arriazagada, una miembro de la legión del cóndor, y para alcanzar un nivel alto, debo de asesinar a dos personas, especialmente si son ustedes
  • -       ¿Qué? ¡NO!
  • -       ¡Retrocede Kim! No sé qué estupideces estés hablando, pero nadie nos matará, ¡primero te las verás conmigo! – Jerouu se aproximó con total brutalidad hacia ella
  • -       Te lo dije… muere entonces

Las balas se detuvieron, y salieron disparadas hacia cualquier otro lugar salvo al cuerpo de Jerouu ¿Qué acababa de pasar? Angie recargo sus pistolas, al hacerlo demoraría unos segundos, para eso, Jerouu se cubrió tras un árbol, no sabía que hacer… esperen, esto me recordaba a la situación anterior de esa noche, cuando Milagros se ofreció a acabar con los maleantes, ahora era mi momento de brillar, de verdaderamente cubrir a mis amigos, a quien confían en mí, mi momento de defender a mis verdaderos amigos.
  • -       ¡Jerouu! ¡Rápido, tu golpéala por la derecha y yo voy la izquierda!
  • -       ¡Listo! ¡Confío en ti Kim!

Nos dirigimos con suma velocidad sin que tuviese de apuntar hacia ambos, con la sorpresa de nuestra velocidad la golpeamos en la cara, al mismo tiempo, que la envió al suelo como si se tratase de una roca cayendo del cielo, y después de otro golpe en conjunto, le propinamos otro golpe con nuestros puños en el rostro nuevamente, esta vez enviándola hacia un pequeño corredor de bicicletas rumbo al malecón.

No estaba bien pelear, pero sin duda esa chica quería matarnos, y cuando alguien viene con esas intenciones, no se duda para nada, se debe de contraatacar para defenderse a uno mismo, y defender sus propias causas. La chica maldijo su suerte y se alejó corriendo, lanzando antes una bomba de humo que hizo imposible seguir su camino. Ese había sido el final de esa pequeña batalla que en el futuro ninguno contaría, pues al parecer nadie se dio cuenta de eso, y si contábamos algo a alguien, se burlarían de nosotros.

  • -       Yo detuve esas balas Kim, te estaba protegiendo
  • -       Lo supuse – dije mirando fijamente a Mili a sus ojos rojizos – cuando observé tu poder por primera vez lo asocié a aquella vez, y entonces pude comprobar que fuiste tú quien nos salvó, pero que, solo era para poder pelear conmigo en esta ocasión. ¿Angie es la Angie que conocemos no?
  • -       Efectivamente… ella fue quien me mostró el verdadero poder del peruano renacido
  • -       Vaya… entonces tengo que derrotar a dos de mis mejores amigas… una vida imposible de… de ganar
  • -       Nunca lo dudes Kim, ganar o perder no es de mucha utilidad en esta vida, sino, el hecho de que ganes en la vida, o pierdas la vida. Esas palabras no son más que palabrerías… yo realmente te llamé mejor amiga… porque eso eres para mi
  • -       ¡Entonces deja de pelear!
  • -       Pero la amistad es débil frente a la responsabilidad de toda una nación, lo entenderás cuando algún día tengas en tus manos las vidas de cientos de personas y necesites alcanzar tu objetivo para lograr lo que sea.
  • -       Quizás… ¡Pero hoy no será el día!
  • -       Como desees, entonces peleemos de una vez, quiero… cortar nuestros lazos ahora mismo Kim, como debió de ser siempre, como verdaderas mejores amigas
  • -       Entonces… hazlo también con quienes llamaste amigos alguna vez… salgan por favor. Tamara, Maritza, Daysi y Ángelo, es momento de arreglarlo como verdaderos amigos


El especial acaba aquí, y la verdadera batalla entre la descendiente japonesa y la lideresa de sus creencias empieza… ¡Kim vs Milagros! ¿Se cortarán los lazos? ¡La batalla de sentimientos se termina ahora o nunca!

lunes, 26 de diciembre de 2016

Realmente no recuerdo que sucedió en esa noche donde Milagros se quedó a solas con esos delincuentes, ni tampoco que pasó después cuando advertí a mis compañeros, ahora amigos, de salir de esos lugares lo más rápido posible, nada de eso lo recuerdo tan específicamente como debía de ser, y aunque fuese un hecho remarcable, mi cerebro… no puede decodificar todo lo sucedido, es extraño, pero relajante no preocuparse demasiado.



En fin, Milagros ahora está en otro salón, decidí hablar con ella unos días después del incidente, pude pedirle disculpas por lo sucedido, incluso lloré frente a ella sintiéndome un fiasco de persona y que no merecia su disculpa, pero ella solo sonrió y hasta rio, pues ella no lo veía de esa forma, sino como un acto de ser un ser humano, pues ella también habría ido por su cuenta para sacar provecho de la nota, cosa que estaba pensando hacer, pero cuando vio que yo lo había hecho primero, le dio celos de que habría robado su idea, y pues también le parecio interesante mi total entrega sin pensar en las consecuencias que pasaron esa noche, y siguió riendo.

Sin roche alguno, sin pena que decir, simplemente me dijo que estaba todo bien, pues ella no salio herida, ni yo tampoco, ni nadie de nuestros amigos, a quien ella realmente consideraba como amigos verdaderos, pues hasta las ultimas decidieron quedarse con ella para saber que le habría pasado, y como actué después dándole un abrazo y agradeciendo a Dios que estaba viva y sana, de verdad era la primera vez que alguien así se preocupaba por ella.

Al final, simplemente nos abrazamos y sonreímos por estar vivas y sanas, felices, contentas, para nada en peligro o sin síntomas de estar peleadas, jamas conoci esa parte de Milagros que era muy agradecida, cosa que debía de aprender, más no sentir envidia por verla como perfecta, sino, que también era tan humana como yo, tan imperfecta como lo soy, ahora por siempre no dudaremos en seguir compartiendo nuestros sentimientos para que, por primera y única vez en mi vida, ella sea mi mejor amiga, la primera mejor amiga, de la universidad.

Sin embargo, Dios siempre coloca pruebas para, no creer en alguien supremo, sino, para superar todos los retos posibles que se encuentren en el camino. Ahora Milagros, quien ahora le digo Mili, y mis amigos que ahora me enviaban mensajes por celular o comentar mis estados en internet cuando me pasaba algo, que realmente se preocupaban por quienes realmente podían confiar, estaban en el otro salón, en la tarde… ¡Y todo por llegar tarde a la matricula, otra vez! ¡OMO!

Yo era la única del grupo en estar en el primer salón de la mañana, en el 304 de las 8 de la mañana, Tamara comentaba en nuestro grupo de BookFace que me lo merecia por siempre bailar, y que ahora bailaría de mañana para despertarme totalmente y quitarme las lagañas. Mientras Daysi y Angelo, quienes formalizaron una relación de amor, que de verdad era muy compatible para ambos, opinaban que en la noche nos veriamos, luego de clases, aunque yo tendría que esperar como cinco horas más para poder verlos, ¡Diablos no! Y simplemente Maritza se vacilaba y se jactaba que primero teníamos que bailar de noche y luego hablar como grupo de amigos o algo asi, de esa forma todos estaban en sus quehaceres conversando juntos de la misma clase o con los mismos profesores, salvo Jorge, que se alejó por conocer profundamente a una chica de su salón, una chica alta; mientras yo… ¡Yo tenia que despertarme temprano!

Me deje crecer un poco el cabello, largo se veía mejor, pues asi me comentaba Mili al verme frente al espejo y reportarlo todo por web cam, mi cabello largo estaba muy negro, por lo que también opté por pintarlo de un color… colores vivos, como marron y amarillo, como mi grupo favorito coreano, cosa que ahora podía practicar mucho mejor, ¡Ahora podía aprender tres coreografías a la vez!

También conocimos a una nueva chica, llamada Angie, quien era realmente divertidad y siempre quería hacer reir y reia mucho, era la nueva amiga del grupo y la integrante quien no dudaba de hacer reir a quien lo necesitase en cualquier tiempo, me agrado al verla aunque a veces quería hacerle daño por dar insinuaciones a quien no debía, pues también… me gustaban algunos chicos, digo… ¡Un chico! O bueno… un chico que estudiaba y ya no está, ¡ERA MUY YEPPEUN!

Para el amor no había tenido mucha suerte, me gustaban los chicos que le fascinase bailar como los grupos coreanos, lamentablemente, quienes lo hacían no estaban muy interesados en conocer chicas lindas como yo, y pues terminaban enamorándose de bailarinas coreanas súper lindas, pero no de una chica peruana media japonesa como yo, rayos, por eso decidí seguir con mis bailes e intentar cautivar a alguien de mi facultad, ya sin importarme demasiado esas cosas.

Ahora mis clases en la mañana, verdaderamente eran un dolor de cabeza, todos era nuevos para mí, salvo dos chicas con quienes también compartí clases en la tarde, aunque no éramos tan amigas íntimas como Mili y mi grupito, pero si eran una fuerte base para poder hacer grupo de tres, cosa que dudaba que fuese posible, pues siempre se necesitaban grupos de cinco o con algunas personas extras, diablos… ¿Qué haría?

La primera clase era de grabar un comercial de tv, o algo así se llamaba la clase, pues verdaderamente no me interesaba saber el nombre exacto o como se llamaba el profesor, solo aprobar la materia y pasar al siguiente ciclo para reunirme con mis amigas nuevamente. Y llegó el momento que tanto había temido, la clase era de pura practica en el campo, por eso muy poco se tomaba algún tipo de examen pasar el ciclo, y se formaron los grupos.

Mi grupo de tres personas se conformó perfectamente, mientras los demás, ya se conocían de ciclos y les fue más fácil formar sus grupos como debían, pero… alguien me llamó la atención sobre las demás personas.

  • -       Muy bien señor Ayaucán, debe de encontrar grupo, no puede trabajarlo solo, se necesita de un equipo para poder hacer un buen comercial con todos sus implementos que eso implica
  • -       Lo sé profesora, pero, los demás grupos se llenaron y pues creo que llegué algo tarde por ayudar a otro profesor, ¿En serio no puedo hacer de uno mi trabajo?
  • -       No señor Ayaucán, o encuentra uno, o desaprueba el curso
  • -       Bien profesora, lo haré, diablos
  • -       ¿Qué dijo?
  • -       Que vamos, ¡Eso es fácil!

Luego de escuchar algo de lo que decía la profesora hacia chico, decidí prestar atención a mi grupo de tres o de buscar personas para integrarnos completamente, pero antes tenía que ir al baño, tomé demasiado jugo de naranja en la mañana hecha por mi hermana mayor, que muy probablemente le había puesto algo, pues no solo quería ir al baño, sino… también ir a hacer otra necesidad ¡Rayos!

Al bajar por las escaleras, nuevamente vi a ese chico solitario viendo el cielo sentado en el pasillo, simplemente vio el cielo, me pareció raro, pero no tenía tiempo para pensar, necesitaba ir urgente al baño. Al llegar, me di cuenta que… ¡NO TENIA PAPEL!
Maldije mi propia suerte y deseaba que todo terminase de una vez, que fuese solo un sueño, o al menos una pesadilla, pero la realidad, la realidad de encontrarme sola en un baño en un lugar publico y sin papel, ¡¿QUÉ MÁS PODRIA PASAR? Al decirlo gritando, pensando que no habría nadie en el baño, pude escuchar una voz… una voz conocida.

  • -       ¿Quieres papel? – dijo la voz conocida
  • -       Eh… pues bueno… por favor…
  • -       Está bien, pero antes debo hacer algo impensable
  • -       ¿Qué cosa?
  • -       Ingresar al baño de mujeres para darte el papel higiénico…
  • -       Oh vaya… pues rápido, muy rápido por favor
  • -       Eh… es raro que digas eso, pero claro, menos mal estaba en el baño cuando gritaste eso sino…
  • -       ¡Ni lo digas! ¡Dame el papel por favor!

Un rollo de papel higiénico rodo debajo de la puerta del baño, agradeciendo totalmente a todos los dioses posibles, gracias a todos, ¡todos! Pude finalmente salir de ese embrollo estaba metida, pero ahora debía enfrentar otro problema, sería muy normal el agradecerle, pero… ¿Con qué cara? De seguro pensaría muy mal de mí, y un chico encima, no importaba, lo seguro era que no lo vería después de este ciclo, y eso al menos me confortaba.

Abrí la puerta del baño de mujeres y…

  • -       ¿Lista? Menos mal estaba por aquí – dijo el chico, de mi estatura, cabello algo corto y una camisa de cuadros con un jean negro y zapatillas curiosas de un solo color
  • -       Gracias de verdad… eh… gracias ¿Y…?
  • -       Oh cierto, yo soy Jerouu, quien te proveo de papel para tus necesidades hahaha – se echó a reír – un gusto eh
  • -       Gracias… ¿Jerouu no? ¿Está bien pronunciado no? Yo soy Kim
  • -       ¿Kim? Qué curioso nombre, pero también un genial nombre como el mío
  • -       Gracias… Jerouu, extraño nombre… pero también genial 


Todo estaba listo para la gran grabación nocturna que haríamos por las calles peligrosas del centro de Lima, aunque seis de nosotros apenas conocían las calles del centro de noche, solo yo podía conducirlos por los lugares donde no nos robarían la cámara y todas nuestras cosas, aunque hubiese preferido la opción de Ángelo de grabar por la universidad a los vagabundos, o en el mismo Kennedy a los gatos como propuso Maritza, pero no, gracias a Jorge acabamos aquí por un buen promedio de 20.



Quien llegó último fue… yo misma, debido a problemas del recojo de mi hermana de una actuación en su colegio, finalmente pudimos reunirnos todos en el equipo de trabajo, Tamara trajo su mini cámara profesional que si podríamos usar para grabar a las señoritas de la noche en plena acción, pero que tendríamos que grabar con mucho cuidado, y para tener un buen ángulo, usaríamos a Jorge para nuestros planecillos.

Le dijimos a Jorge que fuese nuestro interlocutor y sin levantar sospechas grabase cuanto cobraban esas chicas, como trabajan y que trabajos hacen por tal cantidad de dinero, cosa extraña que sabía Maritza de maravilla, mientras utilizábamos un pequeño micrófono puesto en la camisa de Jorge, gracias a Daysi, quien por suerte lo trajo como un extra para la grabación; Milagros apuntaba las preguntas que podría hacerles y yo miraba si estaban bien, aunque seguía sin caerme tan bien esa chica.

No es porque era bonita o tenía el cabello bien cuidado y arreglado, tampoco que fuese largo, para nada eso me molestaba, solo era un pequeño detalle, que era que… ¡Parecía que todo lo conocía! Sus constantes participaciones en todas las clases, siempre siendo tan aplicada para los estudiantes de la tarde… ¡Ya me cansaba de ver ese espectáculo de sabiduría! Aunque yo contestase algo, al final el castigo iba para mí, pues de tanto distraerme gracias a ella mis notas estaban decayendo, ¡No podía dejar que este trabajo fuese mi perdición! ¡Debo de sacar la más alta nota! ¡Así tenga que ir yo misma hasta la habitación de un hostal para saber sobre los prostitutos!

Nos preparamos, nos vestimos sutilmente y de colores oscuros, para ir como un solo grupo hacia esas calles, comenzando por la avenida Bolivia, e ir bajando hasta la antigua sede de lo que era la famosa discoteca “Cinco Avenidas”, donde se decía que escolares iban a contraer enfermedades venéreas y contraías sida de la noche a la mañana por culpa de prostitutas, por allí empezaríamos nuestra grabación. Gracias a las pocas clases mal explicadas del uso de cámara, pudimos grabar en la noche ajustándolo con un balance de blancos para poder hacerlo de manera profesional.

Jorge se presentó ante la cámara, quien era manejada por Tamara, y era guiada por el pequeño script que hizo angeló un día antes, y como siempre, contando chistes sobre Jorge, quien parecía tener un aura de santo o algo parecido, y Milagros hablándome sobre por cuales calles ir, suponiendo donde habrían más prostitutas, faltando el respeto a mi conocimiento de estas calles y que podía hacerlo mi misma, guiarlos era mi chamba, sino podía con eso, entonces no podría con todo lo que dejasen a futuro en las siguientes clases de tantos cursos que tendremos en el futuro.

Mientras les decía que estaba bien, y se veían geniales grabando como profesionales sin ser todavía las nueve de la noche, decidí hacer uso de mi plan planeado con lujos desde la noche anterior, era momento de hacerlo. Mi plan consistía en visitar las calles aledañas a la discoteca, para luego pasar por algunas discotecas solapas que exhibían tragos a homosexuales y travestis en las noches, pasar por allí, hacer tomar únicas de ellas y ellos, para luego ejercer mi labor de periodista en proceso y lograr una entrevista, si fuese posible en el mayor éxito, que me invitasen a un hostal para grabarlo… aunque no tenía idea de cómo saldría después, la cosa era arriesgarse, de verdad quería superar a Milagros ¡Tengo que hacerlo!

Sin saberlo o sentir una rara entidad dando vueltas, Kim era observada desde lejos…

  • -       Sabes que nada me costaría eliminarla y punto Bah… - dijo un joven francotirador apuntando su arma hacia la cabeza de Kim
  • -       Sabes que lo sé, pero primero tengo que aparecer rescatándola, porque si voy como me ves, de linda y feliz hablando de una nueva idea política, se aburrirá, hasta yo me aburro de solo decirlo
  • -       Vaya eso si es que motivador, entonces… ¿Qué harás?
  • -       Ya lo tengo preparado, será una sorpresa, a ver si Kim puede salir de esa situación, mis palabras son el chisme del mundo

Tome cartas en el asunto y puse en marcha mi plan, le dije a Daysi que iría a comprar unos chicles en la tienda, a la vuelta de la calle, me dijo que tuviese cuidado porque estas horas era las que adoraban los choros para salir a robar, le contesté que no se preocupase, después de todo conocía esos lugares, aunque no tanto, pero era mi momento de brillar, les dije a todos que volvería en minutos, aunque noté una mirada rara de Milagros, bueno, no me importaba.

Al ver por ambos lados de la calle, pude ver de lejos lo que parecía ser una chica trabajando sexualmente, aunque por la cara, y esa manzana de edén, sin duda, era un hombre con exuberantes muestras de piel. Tomé la valentía de acercarme a ella o él para preguntar, a lo que, gracias a Dios, pude hacerlo sin dificultades, el tipo me concedió sin problemas una breve entrevista, de cuanto cobraba por cliente y a donde lo llevaban para hacer uso de su “trabajo especial”, tome nota de todo e incluso grabe con mi celular algunas partes que me costaba escribir, pues esas palabras con P y V no era de mi vocabulario normal.

Me indicó donde podía tomar registros y notas profundamente, en una calle en especial cerca de la plaza Dos de Mayo, lugar para varios taxistas y jóvenes en busca de acción sin saber delimitar que era ser hombre o mujer. No podía tomar esa decisión pues dejaría a mi grupo lejos de mis palabras de ir a la tienda; ya no era tiempo de seguir en solitario… ¡Era momento de arriesgarme en todo!

Para mi mala suerte, un grupo de pirañas se acercaban detrás de mí, hasta que finalmente me rodearon, eran siete pirañitas contra una chica que apenas podía pensar… mierda… ¿Qué hago? ¿Por qué me aleje de todos? Mi estupidez de pensar que podía hacerlo todo… mierda…. ¡MIERDA! ¿Qué HAGO? ¡AYUDENME!

  • -       Bien, es momento de aparecer, matar a esos tipos y rescatarla, nos volveremos amigas por siempre y le induciré a unirse a la legión
  • -       ¿Inducir? Que formalidad bah – dijo Jair con aburrimiento
  • -       ¡No me molestes! Ahora… ¿Qué? ¿Quién es ella?

Milagros apareció detrás de ellos, primero diciéndoles amablemente que se alejaran de mí, porque si no su castigo sería peor para ellos; ellos solo rieron de sus palabras, y me dieron un golpe en la cabeza que me hizo caer durante unos segundos, pero pude ver fijamente como uno de esos fue corriendo hacia Milagros para atacarla, cosa que respondió haciéndole caer con su pie, luego sujetarlo del brazo derecho y enviarlo al muro ¿Qué diablos?

  • -       Se los advierto por segunda vez, aléjense de ella o no respondo de mis actos, Kim corre hacia nuestro grupo y vayan al Real Plaza, yo los veré allí en unos minutos
  • -       Pero… Milagros tenemos que correr o llamar a la policía ¡No te hagas la heroína!
  • -       ¿Y que acabas de hacer hace unos instantes al alejarte de nosotros? Pensé que éramos amigos y podíamos hacer este trabajo juntos, como un equipo, pero creo que me equivoqué
  • -       Yo… lo siento, Milagros…
  • -       No importa… ¡Corre ahora! Estudie Karate y tengo las de ganar, ¡Huyan ahora!
  • -       Lo siento… confiaré en ti totalmente, ¡gracias Milagros!
  • -       Muy bien ladrones de pacotilla, verán mi poder… ¡El poder de la gravitación!

Los ladrones se dirigieron hacia ella, usando cuchillos cortos, y uno con un arma tratando de apuntar al pecho de Milagros, que no resultó bien pues, por un extraño hecho, ella estaba haciendo flotar varias bolsas de basura a su alrededor, que lanzo con furia hacia lo maleantes, derrumbándolos en segundos con cada costalazo de basura que impactaba en sus feos rostros. Utilizando sus manos para manipulas los objetos, controló con mucho sudor un poste de luz, que lo hizo tumbar para caer encima del tipo que disparaba, ¡Un poste de luz!

Milagros salió ilesa de esa pequeña batalla, sabiendo que sus poderes no fueron vistos por nadie, se aseguró de ver por toda la calle, y una vez creyendo estar segura, fue en dirección hacia sus amigos, pero con el corazón acelerado, pues utilizar ese poder que recientemente habría descubierto la agotó totalmente, todavía no manejaba al 100 % ese nuevo poder, pero no podía ocultarlo por siempre a los demás, pensaría en una coartada para poder explicar que acababa de pasar, pero por ahora, se preocuparía en Kim, quien de verdad… estaba sintiendo empatía.

  • -       Vaya… que hemos descubierto… parece que hay alguien igual a nosotros bah – dijo sonriente Jair
  • -       Demonios quería actuar, pero creo que nos equivocamos de chica, Kim es una inútil, Milagros… creo que será mi nueva “amiga”


domingo, 25 de diciembre de 2016

Todo estaba listo para la gran grabación nocturna que haríamos por las calles peligrosas del centro de Lima, aunque seis de nosotros apenas conocían las calles del centro de noche, solo yo podía conducirlos por los lugares donde no nos robarían la cámara y todas nuestras cosas, aunque hubiese preferido la opción de Ángelo de grabar por la universidad a los vagabundos, o en el mismo Kennedy a los gatos como propuso Maritza, pero no, gracias a Jorge acabamos aquí por un buen promedio de 20.



Quien llegó último fue… yo misma, debido a problemas del recojo de mi hermana de una actuación en su colegio, finalmente pudimos reunirnos todos en el equipo de trabajo, Tamara trajo su mini cámara profesional que si podríamos usar para grabar a las señoritas de la noche en plena acción, pero que tendríamos que grabar con mucho cuidado, y para tener un buen ángulo, usaríamos a Jorge para nuestros planecillos.

Le dijimos a Jorge que fuese nuestro interlocutor y sin levantar sospechas grabase cuanto cobraban esas chicas, como trabajan y que trabajos hacen por tal cantidad de dinero, cosa extraña que sabía Maritza de maravilla, mientras utilizábamos un pequeño micrófono puesto en la camisa de Jorge, gracias a Daysi, quien por suerte lo trajo como un extra para la grabación; Milagros apuntaba las preguntas que podría hacerles y yo miraba si estaban bien, aunque seguía sin caerme tan bien esa chica.

No es porque era bonita o tenía el cabello bien cuidado y arreglado, tampoco que fuese largo, para nada eso me molestaba, solo era un pequeño detalle, que era que… ¡Parecía que todo lo sabía! Sus constantes participaciones en todas las clases, siempre siendo tan aplicada para los estudiantes de la tarde… ¡Ya me cansaba de ver ese espectáculo de sabiduría! Aunque yo contestase algo, al final el castigo iba para mí, pues de tanto distraerme gracias a ella mis notas estaban decayendo, ¡No podía dejar que este trabajo fuese mi perdición! ¡Debo de sacar la más alta nota! ¡Así tenga que ir yo misma hasta la habitación de un hostal para saber sobre los prostitutos!

Nos preparamos, nos vestimos sutilmente y de colores oscuros, para ir como un solo grupo hacia esas calles, comenzando por la avenida Bolivia, e ir bajando hasta la antigua sede de lo que era la famosa discoteca “Cinco Avenidas”, donde se decía que escolares iban a contraer enfermedades venéreas y contraías sida de la noche a la mañana por culpa de prostitutas, por allí empezaríamos nuestra grabación. Gracias a las pocas clases mal explicadas del uso de cámara, pudimos grabar en la noche ajustándolo con un balance de blancos para poder hacerlo de manera profesional.

Jorge se presentó ante la cámara, quien era manejada por Tamara, y era guiada por el pequeño script que hizo Ángelo un día antes, y como siempre, contando chistes sobre Jorge, quien parecía tener un aura de santo o algo parecido, y Milagros hablándome sobre por cuales calles ir, suponiendo donde habrían más prostitutas, faltando el respeto a mi conocimiento de estas calles y que podía hacerlo mi misma, guiarlos era mi chamba, sino podía con eso, entonces no podría con todo lo que dejasen a futuro en las siguientes clases de tantos cursos que tendremos en el futuro.

Mientras les decía que estaba bien, y se veían geniales grabando como profesionales sin ser todavía las nueve de la noche, decidí hacer uso de mi plan planeado con lujos desde la noche anterior, era momento de hacerlo. Mi plan consistía en visitar las calles aledañas a la discoteca, para luego pasar por algunas discotecas solapas que exhibían tragos a homosexuales y travestis en las noches, pasar por allí, hacer tomar únicas de ellas y ellos, para luego ejercer mi labor de periodista en proceso y lograr una entrevista, si fuese posible en el mayor éxito, que me invitasen a un hostal para grabarlo… aunque no tenía idea de cómo saldría después, la cosa era arriesgarse, de verdad quería superar a Milagros ¡Tengo que hacerlo!

Sin saberlo o sentir una rara entidad dando vueltas, Kim era observada desde lejos…

  • -       Sabes que nada me costaría eliminarla y punto Bah… - dijo un joven francotirador apuntando su arma hacia la cabeza de Kim
  • -       Sabes que lo sé, pero primero tengo que aparecer rescatándola, porque si voy como me ves, de linda y feliz hablando de una nueva idea política, se aburrirá, hasta yo me aburro de solo decirlo
  • -       Vaya eso si es que motivador, entonces… ¿Qué harás?
  • -       Ya lo tengo preparado, será una sorpresa, a ver si Kim puede salir de esa situación, mis palabras son el chisme del mundo

Tome cartas en el asunto y puse en marcha mi plan, le dije a Daysi que iría a comprar unos chicles en la tienda, a la vuelta de la calle, me dijo que tuviese cuidado porque estas horas era las que adoraban los choros para salir a robar, le contesté que no se preocupase, después de todo conocía esos lugares, aunque no tanto, pero era mi momento de brillar, les dije a todos que volvería en minutos, aunque noté una mirada rara de Milagros, bueno, no me importaba.

Al ver por ambos lados de la calle, pude ver de lejos lo que parecía ser una chica trabajando sexualmente, aunque por la cara, y esa manzana de edén, sin duda, era un hombre con exuberantes muestras de piel. Tomé la valentía de acercarme a ella o él para preguntar, a lo que, gracias a Dios, pude hacerlo sin dificultades, el tipo me concedió sin problemas una breve entrevista, de cuanto cobraba por cliente y a donde lo llevaban para hacer uso de su “trabajo especial”, tome nota de todo e incluso grabe con mi celular algunas partes que me costaba escribir, pues esas palabras con P y V no era de mi vocabulario normal.

Me indicó donde podía tomar registros y notas profundamente, en una calle en especial cerca de la plaza Dos de Mayo, lugar para varios taxistas y jóvenes en busca de acción sin saber delimitar que era ser hombre o mujer. No podía tomar esa decisión pues dejaría a mi grupo lejos de mis palabras de ir a la tienda; ya no era tiempo de seguir en solitario… ¡Era momento de arriesgarme en todo!

Para mi mala suerte, un grupo de pirañas se acercaban detrás de mí, hasta que finalmente me rodearon, eran siete pirañitas contra una chica que apenas podía pensar… mierda… ¿Qué hago? ¿Por qué me aleje de todos? Mi estupidez de pensar que podía hacerlo todo… mierda…. ¡MIERDA! ¿Qué HAGO? ¡AYÚDENME!

  • -       Bien, es momento de aparecer, matar a esos tipos y rescatarla, nos volveremos amigas por siempre y le induciré a unirse a la legión
  • -       ¿Inducir? Que formalidad bah – dijo Jair con aburrimiento
  • -       ¡No me molestes! Ahora… ¿Qué? ¿Quién es ella?

Milagros apareció detrás de ellos, primero diciéndoles amablemente que se alejaran de mí, porque si no su castigo sería peor para ellos; ellos solo rieron de sus palabras, y me dieron un golpe en la cabeza que me hizo caer durante unos segundos, pero pude ver fijamente como uno de esos fue corriendo hacia Milagros para atacarla, cosa que respondió haciéndole caer con su pie, luego sujetarlo del brazo derecho y enviarlo al muro ¿Qué diablos?

  • -       Se los advierto por segunda vez, aléjense de ella o no respondo de mis actos, Kim corre hacia nuestro grupo y vayan al Real Plaza, yo los veré allí en unos minutos
  • -       Pero… Milagros tenemos que correr o llamar a la policía ¡No te hagas la heroína!
  • -       ¿Y que acabas de hacer hace unos instantes al alejarte de nosotros? Pensé que éramos amigos y podíamos hacer este trabajo juntos



  • -       ¡-An-nyeong-ha-se-yo! ¡Mi nombre es Kim! – dijo una chica de cabello corto, usando una polera marrón con un dibujo oriental estampado, y una sonrisa peculiar
  • -       Oh… hola… ¿Qué dijiste antes? – respondió una chica de cabello largo color marrón oscuro y una mochila morada, usando una extraña cadena con forma de paleta

Es la historia del nacimiento de una de las amistades más fuertes que existe en el universo de Cielo de Almas: Kay Pacha, momento de relatar la unión, el comienzo de la amistad y la decadencia hasta su batalla final. No es una historia aparte, es la continuación, versión recuerdos en 3 capítulos especiales ¡kamsahamnida!



Un día del 2012, comenzando el verano

Una chica de cabello corto y que usa una camisa de cuadros azules y rojos corre desesperadamente para alcanzar su bus, es el primer día de clases y no sabe cómo llegar a su universidad; decide tomar cualquier carro que diga Miraflores y sube inmediatamente, aunque el bus va lleno de personas, ella no le incomoda y se posiciona al final, pues cree que quien va al final no paga pasaje, y sale deprisa sin que lo noten.

Mientras recorre el camino hacia Miraflores, algún punto en específico, recuerda los momentos que vivió en la escuela, sus compañeros y amigos que hizo ahora ya no estaban con ella, ingresaba a una nueva vida de retos, aprendizajes, nuevos amigos y… ¡Demonios! El bus se malogró en la avenida Arequipa, justo a una cuadra del Parque Kennedy.

Mira su reloj con la mascota de Disney impresa en ella, ya son la una en punto de la tarde, se matriculo tarde pues no pudo llegar a tiempo para inscribirse en la mañana, decide ingeniárselas para llegar temprano a su primer día de clases, y toma la decisión de subir a cualquier carro que vaya a la Avenida Santa Cruz; lamentablemente al ser primeriza en ir a ese lugar le cobran un sol cincuenta, insulta al cobrador de manera silenciosa, y en coreano, un idioma que le gusta bastante.

Baja en el paradero y observa por primera vez su nuevo lugar de estudios superiores, una facultad pequeña, de una universidad sin tantos reconocimientos, y lo que es importante para ella… ¡Esta cerca a la playa de Miraflores! Podría bajar con sus nuevos amigos y disfrutar del paisaje del gran mar antes de clases o después, aunque acabarían de noche y estarían cansado, de todas formas, eso no le quitaba las ganas de seguir adelante.

  • -       ¡Quítate de mi camino! – dijo una chica usando bicicleta que se tropezó con Kim
  • -       ¡Ah! – gritó Kim antes de ser impactada por esta chica que repentinamente apareció por detrás suyo
  • -       ¿Estás bien? Oye chica no deberías ir caminando sin fijarte por donde ir – dijo la chica de la bicicleta y casaca negra
  • -       Si… pero oye, ¿Por qué vas por la vereda? ¡Se supone que las bicis deben ir por la pista! – respondió Kim furiosa sin saber qué hora era exactamente
  • -       Lo siento chica, hehe, parece que no medí mis… ¡Oh mierda! ¡Me voy! Llego tarde a la primera clase de la universidad
  • -       ¿En serio? ¡Yo también estudio en la misma universidad! ¡Y también es mi primer día! Soy Kim por cierto
  • -       ¿Kim? Nunca había oído un nombre así, bueno, yo soy Maritza, ahora ¡Demonios se nos hizo tarde!

Mi primer día de clases y ya llegaba tarde, al menos ya estaba con alguien conocida que estaría en mi salón a partir de ahora. Una chica bajita de casaca oscura llamada Maritza parecía ser una buena chica, si utilizaba una bicicleta para andar a todos lados, creo que puedo confiar en ella. Al ingresar al salón pudimos observar que estaba repleto, todas las carpetas repletas de estudiantes de diferentes géneros, digo, tanto hombres y mujeres con diferentes ropas… ¿Esto es la universidad? Rayos… siento pánico.

El profesor que dictaba la clase de redacción básica, nos hizo pasar el roche de nuestras vidas, pues para ingresar debíamos de ver un texto que estaba proyectado en la pizarra, y verificar si estaba bien escrito o tenia errores de cualquier tipo. Al no poder bien, pues usaba anteojos, no supe que decía exactamente, mientras Maritza trataba de explicar lo que podía entender. Yo no podía hacer eso, mi primera vez en una universidad y ya daba esta demostración… demonios, ¡Demonios!

  • -       Profesor, ¿Puedo ayudar a mis compañeras? – una chica levantó su brazo derecho para poder contestar
  • -       Claro, pero si contestas mal, ellas pasaran y tú te quedarás afuera ¿Bien?
  • -       Si profesor

La chica contestó afirmativamente y muy correcto, levantándose para señalar algunos errores ortográficos, mientras nosotras nos quedábamos sorprendidas por su valor y el querer ayudarnos ¿Por qué? Al sentarse el profesor le pidió su nombre, ella amablemente asintió y dijo su nombre “Milagros Celeste Rocuba Sánchez”, en serio, gracias por la ayuda, pero… ¡Me dejaste como una tarada! ¡No te lo perdonaré!

Nos sentamos cerca de ella, y empezaron los trabajos grupales, los primeros trabajos grupales en la universidad, todos en grupo de cinco y que al parecer ya varios se conocían, pues asistieron a la academia pre universitaria de la universidad, y yo ingresé con el examen típico, sin conocer a nadie… ¿Qué hago? Solo conocía a Maritza, y eso fue por pura suerte, pero ahora…

  • -       ¿Hacemos grupo? Soy Milagros, aunque creo que me conocen ¿No? – era la chica inteligente de antes, usando ese extraño collar con forma de paleta
  • -       ¡Por supuesto! Gracias Milagros, somos nuevas, bueno, en realidad todos somos nuevos, y pues ahora juntarnos será buena idea chica, digo Milagros, ella es Kim – comenzó hablando la chica pequeña
  • -       Yo soy… Kim, nos vimos en el día de la matrícula, si… eso sin dudar, ¿Y pues que hay que hacer?
  • -       Primero, debemos juntar a dos más a nuestro grupo, debemos ser cinco para poder hacer la tarea, vamos chicas veamos a quien podemos unir
  • -       ¿A ellos dos? Digo, parecen una pareja, quizás nos puedan ayudar

En la esquina derecha del salón, dos chicos parecían hacer su trabajo solos, sin importarles el resto, y parecían estar excluidos de los demás grupos. Extrañamente los observaba con rareza y timidez, era como… sentirse yo misma, si fuesen yo cuando ingresaron al salón por primera vez. Maritza, quien parecía ser amiguera, no dudo en llamarlos para que se unieran a nuestro grupo, cosa que ambos, una chica y un chico, aceptaron de inmediato y sus rostros se encendieron de alegría.

  • -       Mi nombre es Ángelo… y pues hagamos grupo ¿No Daysi?
  • -       Si, bueno ya les dijo mi nombre, soy Daysi y ustedes… ¿Son?
  • -       ¡Bien comenzamos a hacer el trabajo! – dijo entusiasmada Maritza
  • -       Por supuesto, pero antes deberíamos dividirnos el trabajo para poder organizar nuestras ideas y sacar la conclusión entre todos ¿Les parece?
  • -       No hay problema… aunque ¿Alguien tendrá una hoja que me preste? Salí muy deprisa de casa que olvidé mi cuaderno - ¿Cómo se me ocurre decir eso en mi primera presentación?
  • -       Claro Kim, bonito nombre, me hace recordar a una banda coreana que me gusta demasiado – contestó Daysi entregándome una hoja de su cuaderno de muchos colores
  • -       ¿EN SERIO? – dije casi gritando de emoción, sin recordar que estaba en un salón de clases – Ups… hehe mi error ¿Qué banda es?

Y de esa forma pudimos empezar bien todas las clases, luego tocó computación básica, y para finalizar la tarde, teatro, para suponer, teatro básico, todo con básico, como si realmente no pudiésemos pasar de eso o no conociesen otra palabra. Nos despedimos de todos, Ángelo y Daysi se fueron juntos en plan de amistad hacia la Vía Expresa, mientras Maritza usaba su bicicleta para irse rumbo a la avenida Ejercito.

Solo quedábamos en el paradero Milagros y yo, ella se iba rumbo a Lurín, a cual respondí con un ¡¿Qué?! Por lo sorprendentemente lejos que se encontraba ese lugar, mientras yo esperaba un carro similar, pero con dirección hacia La Victoria, donde vivía con mis padres y mis hermanas. Aunque al principio no me caía muy bien, ahora… seguía sin caerme tan bien como esperaba.

Me hablaba mientras caminábamos al parque Kennedy, sobre su familia, su vida y lo que esperaba ser cuando terminara la carrera, yo en cambio, le contaba sobre mis gustos y lo que hacía en mis ratos libres. Aunque lo habíamos hablado en clases pues eran los primeros momentos de conocernos y eso bastaba para la clase, decidí presentarme nuevamente, y lograr sentir algo que no había sentido desde el colegio… ¿Una coincidencia de caracteres?

Nos despedimos y prometimos hacer el siguiente trabajo juntos, aunque no me gustase mucho la idea, pues tuve que mentir para no perder esa oportunidad de trabajo con una chica demasiado inteligente, quizás podría hasta utilizarla para mis viles planes, hahaha, no, creo que era muy buena compañera, pero parecería extraño hacer una coincidencia demasiado pronto, ahora debo partir a mi casa… aunque, siento una rara sensación en estos momentos, debe ser el frio del verano, total, estamos cerca del mar, ¡Ya se va mi carro! ¡Otra vez!

Una figura extraña aparecía en el último piso del centro de ropa llamado “Saga Falabella”, quien observaba detenidamente a Kim, ¿Un peligro nuevo? ¿Quién la está mirando de lejos?



Soulos y Legionarios

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Los Soulos Son quienes descienden de los antiguos incas, usan sus poderes especiales que han logrado despertar para apoyar a los demá...

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