No podía dar crédito lo que escuchaba, ahora menos que era
atrapado por una avalancha de trabajadores que me sujetaban sin poder
escaparme, me había olvidado de todos ellos, maldita sea justo ahora… y esta
tipeja que se burlaba de todo y tenía ese raro poder de modificar las palabras
o algo parecido, ¿Qué puedo hacer?
- - ¿Eso es lo mejor que puede hacer un Soulo? Esperaba cosas fascinantes de alguien que controla los colores
- - Maldita perra… ¡Espera a que me desate!
- - ¿Y luego qué? Si utilizas tu poder al máximo, tendrás que decir la palabra del color, y cuando lo hagas simplemente haré que signifique otra cosa y listo, otra vez bajo mis pies, quiero decir… - se sentó sobre mi espalda – otra vez perderás y seguirás bajo mis pies yupi
- - ¡Quítate de mí!
- - ¡Nop! Cuidado con las palabras Carlitos, sabes que si dices algo que pueda perjudicarte lo haré posible, sabes… leí todo sobre ti
- - ¿Qué? ¿A qué te refieres?
Pude leer en tu expediente personal, informes elaborados
por la DIRINCRI, y en otros lugares que siempre fuiste un perdedor, un gran
perdedor pobre y sin padres. Tus poderes despertaron recién cuando alguien te
arruinó la pintura que durante meses trabajaste, desde ese momento, decidiste
involucrarte con el arte urbano y pintar como forma de pagar tu pobreza.
Conociste a una tipa negra en Trujillo de quien te
enamoraste, pero tuviste que dejar para seguir tus sueños como un niño de
primaria en Lima, donde te alojaste en este mísero lugar con otros pobres
niños, hasta que finalmente te enfrentaste a una chica con poderes como los
tuyos, fue entonces donde quisiste saber más de eso, viviste grandes aventuras
y acabaste bajo mis pies.
Todo lo que viviste, pasaste y has dicho hasta ahora no son
palabras de alguien a quien de verdad no debe pronunciarlas, eres un pobre sin
futuro, un disque dibujante, diseñador gráfico sin estudios, y por supuesto,
alguien que le gusta surfear solo significa cosa, una total pérdida de tiempo
para la humanidad ¿No lo entiendes? Naciste para ser pobre, un total descuido
de la naturaleza.
- - ¿Qué dices estúpida? Hahaha di lo que quieras, yo…
- - ¿Tú qué? Eres solo un controlador de colores, un pobre de nacimiento, alguien que ni siquiera sus padres quisieron de bebé
- - Suficiente...
- - Alguien sin dinero, desechado por su enamorada, sin futuro y sin promesas de alguien a quien verdaderamente le importe ¡Una mierda lo que hagas pobre sin futuro!
- - ¡YA BASTA CARAJO!
Por eso es que desde que te vi en este lugar, tu color de
piel, tus trenzas, tus hermosos ojos, supe que seriamos perfectos el uno para
el otro, tan unidos como la legión misma.
- - ¿Eh? ¿Qué hablas?
- - Que me enamoré de ti Carlitos, una enamorada de la ley con un bueno para nada infractor de leyes, una pareja perfecta ¿No crees?
- - Estas loca, en primer lugar, acepto que sea pobre y no haya conocido a mis viejos desde nunca, acepto que nunca pude quedarme con Gabriela por seguir mis sueños, acepto muchas cosas… pero lo que no acepto, es que alguien que se cree superior a otros sienta amor o supuesto amor por alguien que desea convertirse en un surfista diseñador ¡JAMÁS PASARÁ!
- - ¿Eh?
- - ¡Corte marrón!
Utilice el color marrón de las paredes con apenas sostener
mi lápiz mágico, si realmente me hubiese conocido, me lo habría quitado desde
el principio, corté las sogas que me detenían y alejé al personal controlado
modo zombi lo más lejos posible…
- - ¡Marrón sin valor! – dijo Angie mirándome fijamente
El color marrón se desvaneció, como si se derritiese un
helado, sin poder usarlo, tuve que planear otra cosa, gracias al rojo de las horribles
paredes del recinto, pude formar un hacha gigante con dos torceduras en picada
para hacer totalmente daño a esta chica loca, quien decía enamorarse de mí,
pero yo no compartía los mismos gustos, pero de nuevo paso.
- - ¡Rojo sin fundamento!
- - ¡Carajo! – el hacha se derritió nuevamente, siempre olvido lo que dicen las personas, esta tipa decía que cada vez que hablaba usaría mis palabras en mi contra, entonces… tendría que utilizar todo mi poder
- - Pues bien, ya que no puedo decir los nombres de los colores…
- - Utilizaras tu trasformación en Sapa Inca para hacer aparecer los colores sin necesidad de decirlos con un lindo traje que te hace ver súper lindo y así… ya lo sé trenzas
- - Entonces… si lo sabes…
- - Pues ese es mi secreto trenzas, yo también puedo transformarme y contrarrestar tus palabras sin siquiera decirlas ¡Ahora obedezcan mis zombies!
- - ¡Ah! – grito de zombis
No podía creerlo, pero la tipa loca de la cicatriz en el
ojo derecho tenía razón, si llegaba a utilizar mi verdadero poder, entonces
ella también lo utilizaría y de seguro tendría algún raro poder oculto que
haría que pierda, incluso la vida, sin embargo, si quería liberar a mis amigos,
a mis tutores y a todos los niños pobres de Lima sin hogar, debía de hacerlo,
costase lo que costase, así que… “¡Sapa Inca: ¡Tunante Yaku!”
Acabada la transformación, apareció nuevamente el traje
ceremonial de un caballero trujillano a punto de bailar su danza natural, con
el sombrero puesto hice aparecer una espada hecha de colores metálicos y
marrones que servían para hacerle frente a su extraño poder, hice aparecer
también unas sogas que salieron de la tierra color verde, gracias al jardín
donde ella se encontraba parada, y con eso bastaría para…
- - Conquistador: Álvar Núñez Cabeza de Vaca, “Cero Memes”
- - ¡¿Qué dijiste?!
Mi traje desapareció por completo sin siquiera poder hacer
algo, las armas que sostenía en ambas manos desaparecieron también, igual que
lo que la sujetaba, al no poder detener mi corrida hacia ella, me golpeo con su
vara de policía en la cara, un golpe tan fuerte que uno de mis dientes se salió
de lugar y caí sin remedio al suelo, un terrible golpe en la mejilla izquierda
me dejo casi sin aliento, pero en ella era todo lo contrario, una sonrisa
macabra y un traje que no podía creer.
Una especie de luces rojizas y oscuras se apoderaban de su
cuerpo, apareciendo una armadura que le cubría parte de los brazos y las
piernas, pero lo curioso era que mitad de su cuerpo estaba descubierto, se le
notaban los pechos pintados de rojo y negro, una extraña armadura metálica
utilizando un casco invertido con plumas en la cima, y por supuesto sus dos
varas que las sujetaba con firmeza, junto con la macabra risa.
- - Esta es mi verdadera naturaleza, al decir el nombre del conquistador español que le hizo frente a los indios de este país, pude elevar mi poder a un plano diferente Carlitos
- - No… carajo… ¿Cómo te atreves a decirnos indios? ¡Tú también eres india!
- - Te equivocas, mis padres son limeños, pero mis antepasados europeos, por lo tanto, pido cambiar al Perú por un Perú más… ¿Hispter? O, mejor dicho, un Perú europeo, ¿No crees que sería un lugar mejor?
- - Maldita loca… ¡Eso no ocurrirá!
- - ¿Por qué no? Ya empezamos, y solo debemos derrotarlos para asegurarnos que todo salga bien, créeme, la clase dominante de este país es la élite europea nacionalizado peruano, sin ellos y su dinero, no avanzaríamos nunca, no avanzaríamos… – una patada en la mandíbula sin contemplación – nunca… como nuestro amor imposible
Fue recibido por el suelo nuevamente, impactando primero en
el muro donde el cartel de felicidad se desprendía de su actual posición, el
muro que tanto anhelamos en cruzar con mis amigos, que tanto deseamos derrumbar
y dominar este mundo bajo el poder del diseño… ¿Todo acabaría con esta tipa?
Mierda… de ser de esa forma, nunca me hubiese alejado de mi querida ciudad
trujillana, de mi negra Gabriela, de todo… realmente detestaba ser un pobre
joven, ni siquiera diseñador.
- - Confía en mi criterio, este país se mueve gracias a inversiones extranjeras, sin ellas, no podríamos avanzar para nada. El peruano se acostumbró a depender de todo lo extranjero, de usar dinero de otros países para mover grandes cantidades de exuberancias y demás, el peruano siempre tuvo la manía de robar y robar, por eso la clase europea iría bien con nosotros finalmente, alguien que se hiciese cargo de nosotros y ya no tener ambulantes, prestamistas y demás lacras de la sociedad. Y juntos mi Carlitos seriamos felices embajadores del europismo en este país tan vacío de voluntad ¿Te me unes?
- - Yo…
- - ¿Tú?
- - Yo…
- - ¡Si! ¡Tú…!
- - Yo… creo que estas… loca
- - … sinceras palabras, entonces… ¡este hecho es para cagarse de risa! – cuando se disponía a atacarme con su garrote gigante, que ya no era una simple vara, una especie de brazo gigante fantasmagórico apareció para contrarrestar su golpe
- - ¿Qué? ¿¡Quién se atreve a interponerse en mi camino del amor prohibido!
- - Lo siento señorita Angie, pero… yo… debo proteger a quien me ayudo a reponerme, soy Luna y tengo que enmendar mis errores – parada encima de una estatua de ángel con su trompeta anunciado el apocalipsis, hacia aparición que hace unas horas trato de matarnos… Luna Norabuena
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