Un buen
lunes nocturno, nada mejor que un tranquilo lunes de odio y mucho trabajo; un
día después de la partida de los siete Soulos, un señor jovial quien usa terno
oscuro, corbata roja de líneas negras y buen peinado conversaba amigablemente
con un vagabundo de olores indescriptibles en un hermoso parque, llamado
“Parque de la exposición”, las personas pasean y caminaban sin saber el peligro
que se aproximaba a sus vidas, un peligro tan inminente y autodestructivo,
azotador y veraz sin especificar a sus propios beneficiados con las víctimas,
enamorados por doquier y señores vendiéndoles flores artificiales intentando
sobrevivir en una ajustada ciudad de miserables y ricos, una ciudad como Lima, “la
cuna de las emancipaciones”.
- - ¿Y bien? ¿Cuál es tu siguiente jugada anciano? – pregunto el joven maduro de terno y sonrisa
sarcástica
- - Pues veras niño – respondió
el viejo vagabundo con una sonrisa claramente verdadera – ahora que los
Soulos se han ido a diferentes provincias a entrenar, los de la legión
intentarán localizarlos de una forma u otra, usando tecnología importada de
China y EEUU si fuese necesario, pero, gracias a que los enviamos a lugares
lejanos sin señal de celular ni wifi que tanto usan ustedes, no podrán
encontrarlos, pero, tome una tercera coartada para evitar un posible descubrimiento
- - ¿Cuál es esa esa coartada?
- - Formar un pequeño grupo de resistencia aquí en la ciudad,
cuando comience la sublevación policial y la toma de poder por parte de ellos,
cosa que será este lunes, un día antes de navidad
- - ¿Este SABADO? – dijo
alterado el maduro verde de terno - ¡Mierda! ¡Solo falta una semana! ¡siete
malditos días! ¿Cómo reuniremos a esa resistencia? ¡llamaré de inmediato a mi
ejército personal para…!
- - Cállate por un momento – interrumpió el viejo vagabundo - ¿Crees que no lo pensé claramente?
Si hemos actuado tarde es por saber tarde los planes del enemigo, si somos los
únicos que sabemos de esto, es porque a nadie más le interesa el bienestar de
su país, ahora escúchame bien y harás lo que yo te diga, no por las huevas
tengo noventa años de ver pudriéndose este país
El
viejo vagabundo se acercó al joven de terno para decirle cual era realmente su
plan. Este plan improvisado y apostando por encubrir el entrenamiento secreto
de los jóvenes héroes en las provincias del Perú, consistía en reunir a los
otros cinco descendientes de los incas, si bien se fueron siete, faltaban cinco
o seis jóvenes con poderes recién descubiertos y que necesitaban actuar de
inmediato.
Siguió
explicando detalladamente cada paso sin elevar mucho la voz, por posibles
espías encubiertos en los alrededores del parque. Para continuar con su plan,
había pensado que la chica a quien acompaño a Jerouu ese día podría tener algo
de especial, así que decidió seguirla luego de la partida, para el final del
día, parecía que no habría nada de especial en esa chica china, pero, cuando
aparecieron los secuaces del INPE, entonces dio por hecho de que ella era una
de las descendientes incaicas, por lo tanto, tendrían que hablar con ella antes
que la legión consiguiera poseerla.
Le
explicó con minuciosos detalles que este pequeño grupo de resistencia, solo lo
formarían seis jóvenes a lo máximo, tres con poderes especiales, y los tres
restantes con habilidades muy determinantes quienes serían los ayudantes
principales, no todos pueden tener poderes, eso sí, los tres descendientes de
incas tenían conocidos de confianza con quien podían contar, y si fuese el
caso, bienvenidos serían a la causa social; este pequeño grupo de resistencia
que sería la distracción perfecta para el cuartel general de la legión, se les
llamaría “Los Soulos debajo del puente” un nombre original y por el momento.
Este
grupo de seis jóvenes retrasarían cualquier ataque perpetrado por la legión en
esta semana, ya sea para la gran actuación del lunes en el “amistoso internacional” o en cualquier momento, serian
la distracción perfecta para que los Soulos entrenen y descubran sus verdaderos
poderes, pero, ¿Qué pasaba con los descendientes restantes que tenían poderes y
tenían que viajar para encontrarse con su pasado? Pues tendrán que esperar,
todo el entrenamiento lo obtendrían de sus futuras batallas contra la legión,
contra la futura sublevación y el ataque inminente este 24 de diciembre, ese
lunes, la resistencia debajo del puente detendrá a la legión junto a los
Soulos.
“¡Es una idea ridícula!”, pronunció el joven de terno, pero fue contestado
rápidamente con un sí rotundo del vagabundo, pero era la mejor solución
disponible por el momento, tendrían que encontrar a esos seis jóvenes a como dé
lugar. Al menos una de ellos ya sabía dónde estudiaba, ahora, a encontrar a sus
compañeros de la resistencia.
Después
de la huida de Kim, la aparición de un joven de polera azul y zapatillas de
futbol, es totalmente una sorpresa
- - Parece que tú eres otro con un poder extraño – hablo el vagabundo en el distrito limeño de
La Victoria
- - ¡hh!- dijo el joven
de la polera azul – ¿me conoces vago?
- - Salvaste a esa chica y tumbaste a esos tipos en cuestión de
segundos, y con algo irreal, una porra que tú mismo hiciste aparecer, me parece
que me conoces bien
- - Bien viejo- hablo el
joven – si de veras me conoces, entonces vayamos ahora mismo, que es aun
visible el día, a esa canchita de fútbol que está detrás de estos dos
edificios, entonces te mostraré como es que he hecho esto
- - ¿Confías en mí? ¿Por qué me cuentas todo eso? ¿No tienes
miedo a que yo sea un delincuente o planee secuestrarte? O en el mejor de los
casos, te crea tan loco como lo estoy yo al hablarte de estas estupideces
- - Es probable, pero ahora que lo has dicho, ya no me parece
tan alocado como sonaba antes
- - Pues bien, las cosas que se dicen son diferentes a las que
se hace – pronuncio el viejo vagabundo
suspirando – es por eso que nadie se entiende
- - En un principio lo pensé, pero han pasado muchas cosas,
viejo, que si alguien me preguntaba eso, respondería con un no, puesto a que te
has descubierto tu solo, ¿Quién eres realmente vagabundo?
- - Vayamos a la canchita y lo sabrás
Ambos
fueron a la canchita de fútbol que se encontraba cerca al gran estadio de
“Alejandro Villanueva”, mejor conocido como Matute,
el baluarte y símbolo de los hinchas aliancistas durante décadas, un estadio tan inmenso y donde el espíritu de
cientos de hinchas era presenciado y apreciado desde varios kilómetros a lo
lejos, cosa que podía sentir el vagabundo al entrar a la canchita contigua a del
estadio blanquiazul.
La
canchita no era de tanta magnitud, pero era el centro de entrenamiento juvenil
para los futuros futbolistas que deseaban integrarse al equipo blanquiazul, una
pequeña canchita con pasto sintético, como asientos alrededor en forma de ovalo
y bien diseñados por sus colores llamativos, los arcos estaban recién pintadas,
aun la pintura brillaba bajo el sol que hacía gala de su presencia, en este
lugar, se daría a cabo el encuentro entre ese joven misterioso y el vagabundo,
pero sabía que este joven no era igual, es diferente, lo más seguro, es que sea
uno de los descendientes.
Ambos
se colocaron frente a frente a la mitad de la cancha, con un balón en el
círculo del medio, un balón que hacía referencia a décadas de tradición
futbolística y ahora aparecía una vez más para un noble partido, entre
luchadores y no jugadores. Pensé que quería jugar un partido, pero cuando me
dijo que me apartara, entonces note que era totalmente opuesto a lo que
pensaba, un viejo jugando futbol con un joven, era ridículo, pero lo cierto es
que, el balón si se utilizó, y desapareció en segundos.
Ese
joven se llamaba Jhon Kevin Leyva Vera, hijo de un empresario de Gamarra y al
parecer, olvidado por su padre y dejado a vivir solo. Me explicó que su poder,
antes de demostrármelo al completo, consistía en visitar los sueños de otros y
obtener información de cualquier índole, también el poder recrear ciertas
figuras fuera de los sueños, es decir, en el mundo real. Si por ejemplo, el
sueño de un hombre consistía en que estaba desnudo en la escuela, entonces Jhon
hacia aparecer cualquier objeto de eso a la realidad con tan solo recordarlo,
un poder demasiado poderoso, un poder llamado “Los sueños Lucidos”.
Me
explicó que tanto como el, existía un pequeño grupo llamados Orinorautas, pero
escaseaban debido… a razones que no entendía, también dio a entender que cuando
dormía, no lo hacía, simplemente vagaba entre sueños de muchas personas y
trataba de entender muchas cosas, encontrar un sentido a su vida, incluso, una
vez intento controlar a su padre para obligarlo a amarlo, pero, me dijo que no
era lo que buscaba, buscaba en realidad algo, la explicación al todo.
Yo
no logré entender a lo que se refería, el sonrió y se rio mucho de mi
respuesta, entonces, debí felicitarlo, puesto a que él, parecía haber heredado
el poder un inca muy respetado y sabio… él era uno de los descendientes.
Entonces
hizo aparecer nuevamente el balón y me lo lanzo con toda su fuerza posible,
pero lo esquive a pesar de mi vejez, siguió lanzando varios balones mientras me
preguntaba, ¿Quién era Jerouu en verdad? Parece ser que él ya lo había visitado
en uno de sus sueños, pero, que estuvo a punto de morir. Al lanzarme el cuarto
balón un poco mayor que los demás, me pregunto, ¿Quién es Jerouu y cómo fue
posible de imaginar tantas cosas cuando ingreso él?
No
supe que responder, si Jerouu ha sido el único individuo de todos los que ha
visitado Jhon, en presentarle un conflicto y una pelea, entonces mi respuesta
debía de trascender y tratar de darle algo cómodo a un joven de veinte años, es
muy imposible.
Me había
cansado de esquivar sus balones imaginarios e invisibles, también por mi edad,
decidí parar todos los balones a la vez, y regresárselos usando mi sombrero
viejo, se sorprendió y se alejó totalmente, mientras me insistía en usar mi
verdadera forma, le pregunte a que se refería, pero no me contesto, siguió
atacándome sin importarle el destrozar la canchita.
Entonces
comprendí su pedido, y utilice mi transformación del antiguo inca Manco Cápac
para demostrarle mi poder, un verdadero don hecho realidad, al ver mi
transformación y ver oscurecerse el cielo en toda la canchita, entonces dejo de
atacar y contempló, al primer descendiente de los incas, “Reynaldo, el Viejo” se hacía presente una vez más en el mundo.
Nunca pensé que volvería a transformarme, y solo para que un chico entendiera
mi razón, de unirse a los Soulos.