Capítulo 73: “El Mutuo Placer a la Orden”

Otro buen día, pensé, al levantarme de mi cama y saludar a mis padres y hermanas, nuevos momentos de felicidad, como nunca lo había imaginado, y justo hoy… tengo practica para el examen final del curso de radio, se volvió estresante mi día.

Nunca imaginé que mi vida girara en torno a pequeños acontecimientos sin importancia, pero lo que sucedió anoche fue totalmente, perturbador y escalofriante, pero de cierto modo, de mucha intriga. Esos tres sujetos de negro, el tipo con una espada medieval antigua, y el vagabundo, todo junto se mezclaba para crear un ambiente total de confusión, sin embargo, no podía darme el lujo de pensar en otra cosa, que no fuese algo relacionado, tal vez, a mi vida, quizás, ya pertenecía a un grupo de vidas, a un grupo de nuevas personas, quizás, ya era el personaje principal de mi propia vida, todo imaginándolo mientras me colocaba el sostén.

Bajé para tomar desayuno junto a mi hermana menor, Jackie, una linda e inocente niña, que afronta todos los días lo aburrido del colegio y por supuesto, los inmensos libros que ahora lee, yo a su edad pensando todavía en jugar con barbies o ver “Dragon Ball Z”. Mi mama bajó también de las escaleras para irse a su trabajo, mientras mi padre se despide de nosotras rumbo a su rutinaria labor de medicina, tendré una mañana libre para mí, suspire y tome mi caliente café, ni rastro de mi hermana mayor.

Ya eran las once de la mañana cuando limpiaba mi cuarto, revisaba los mensajes de mi celular, cuando sonó el teléfono de la sala; era mi tía, quien preguntaba por mi madre, a lo que respondí que se fue a trabajar, me dijo que llamaría de nuevo y le hiciera el favor de que ella la llamara, solo atine que “claro tía”. Cuando regresé a mi cuarto, un nuevo mensaje hizo timbrar mi celular de mi cama, el número era desconocido y no lo tenía guardado ni siquiera en la agenda de mi casa, cuando leí el mensaje, solo pude pensar en una sola persona…

• “” ¡Hola Kim! Te envió este mensaje para avisarte que estoy en mitad de la nada y creo que no iré a la práctica de hoy, le dices a la jefa que no podre, lo siento, me perdí.”

Era Jerouu, un mensaje de él, no pude sentirme algo avergonzada y a la vez ruborizada por ese mensaje, aunque me parecía extraño, yo tenía guardado su número en mi lista de amigos, ¿Por qué me enviaría un mensaje de otro celular? O peor ¿Qué quiere decir este mensaje? Ni modo, aunque me preguntaba qué es lo que hacía y donde estaba, mi preocupación surgía nuevamente por una persona a quien poco conocía, pero a la vez, conocía hasta lo que soñaba.

Almorcé con tranquilidad, no sin antes recoger a mi pequeña hermana del colegio, ya para eso, eran las dos de la tarde, ¡diablos! Tenía que almorzar rápido, ducharme, o al revés, guardar todas mis cosas e irme a la universidad, ¡hoy es la práctica de radio con mi grupo! Si llego tarde otra vez, Luz se molestará mucho conmigo, otra vez. No es por demostrar a nadie que yo siempre llegaba temprano, pero no era así, lamentablemente todos me conocían por mi ligera tardanza a reuniones de estudio o algún trabajo, y por querer superar ese estigma impuesto, hoy llegaría a las tres en punto, no era para demostrar nada, absolutamente nada, sino, para que supieran, que si llegaba temprano, es solo que… el tráfico de Lima es y será horrible.

Dejé a mi hermanita almorzando mientras yo cerraba con llave la puerta de mi departamento, me colocaba mi gorrito de lana vino tinto,  corrí deprisa al paradero del ómnibus, ya solo faltaba media hora. De La Victoria hacia Miraflores, no es un paseo al parque de la vuelta de la esquina, es realmente un tráfico desastroso, llegar temprano siempre será una odisea, ¡que lamentable!

Afortunadamente se aproximaba un ómnibus que me llevaría directo y sin recoger muchos pasajeros, hasta que, se interpuso un taxi en su camino, embistiéndolo con mucha velocidad y ocasionando después, un gran accidente y retraso en toda la avenida, ¿Qué haría? Me preocupaban los heridos del choque… pero era más urgente llegar temprano y no sufrir la ira de la productora del grupo.

“Yo te puedo llevar amiga”

¡Ahora no! Era uno de los drogadictos que a veces rondaban el parque cerca de mi edificio, este tipejo siempre me veía con ojos rojos y delirando, y ahora que estoy con mis pantis… ¡qué mal momento! Todos iban a auxiliar a los pasajeros del choque, mientras yo intentaba camuflarme entre la multitud y alejarme de ese tipo, pero en unos segundos, me habían rodeado. Otros tres tipejos aparecieron delante y no me dejaba pasar, al parecer a nadie le importaban mis gritos de ayuda, todos estaban concentrados en el choque ¡qué mal!

Intente retroceder por donde vine, pero tampoco podía, ese tipejo de antes me había bloqueado el camino, y ahora sostenía un cuchillo entre sus manos, los otros que estaban delante de mí, también sacaron sus cuchillos largos… ¡y ahora venían a mí con intención de matarme y robarme! ¡Dios no! ¡Ayuda!

Me agaché esperando que todo terminara rápida, pero cuando abrí los ojos, todos los tipos habían sido derrumbados con varios golpes y sangre en sus narices, solo había pasado unos segundos, pero todos yacían en el suelo pidiendo ayuda ¡¿Qué acababa de pasar?! Al verlos tirados y con varios golpes en sus rostros feos y cuerpos nauseabundos, me di cuenta que no pude haber sido yo en ningún momento de mi existencia, ni tampoco alguien a mi alrededor, la policía se encontraba registrando a los heridos y culpables del accidente, ¿entonces?

“¿Te olvidas de mí, china?”

Un chico con polera azul, un jean marrón y cabello un poco largo apareció entre la multitud sonriendo, se me acercó muy lentamente, levantó el brazo, como si… quisiera saludarme con un apretón de manos, y pues, por propia iniciativa, le correspondí el misterioso saludo de ese extraño chico.

• -       ¿Ya estas mejor china? – pregunto el chico mientras se sacaba los auriculares de sus oídos
• -       No me digas china, ¿Quién eres? ¿tú fuiste…? – lo miré con desconfianza
• -       Pues claro, y no va a ser, esos tipejos no eran nada. Realmente no valía la pena utilizar “la Ilusión primaria” en ellos
• -       ¿De verdad? ¿de verdad tú los atacaste? ¿Cómo? ¿A qué te refieres con la ilusión primaria? – hacía tantas preguntas que él me miraba confuso, quizás tratando de responder todo mentalmente antes de decirme algo
• -       Con el tiempo te los diré china, digo Kim, ahora creo que tienes que irte a tu facultad ¿verdad?
• -       ¡Oh cierto! – había olvidado por completo el trabajo final – rayos, ¡no llegare a tiempo! Espera, ¿Cómo diablos sabes mi nombre?
• -       Ya te darás cuenta de eso, o quien sabe, es probable de que Héctor te lo diga. Pues ve corriendo, nos veremos muy pronto, por cierto, mi nombre es Jhon, Jhon Leyva Vera
• -       Gracias por ayudarme, de verdad muchas gracias, mi nombre es Kim…- la sirena de la ambulancia apareciendo para socorrer a los heridos me desconcentro y volví a la realidad – después te digo, gracias ¡nos vemos!

En la facultad de Comunicaciones, en el comedor

-       ¿Dónde diablos esta Kim? Ya bastante tengo con que Jerouu haya desaparecido y ahora esta niña que se tarda para ensayar – dijo muy molesta la exquisita productora del grupo, Luz Beltrán

-       No te preocupes amor – hablo el enamorado de la jefa – tiene que venir, solo han pasado diez minutos, mientras vamos reservando el estudio de radio. Cada uno es responsable de sus actos, y ella debe saberlo bien

-       No sean tan malditos – hablo Rei Tarazona, compañero de grupo – tal vez hay mucho tráfico, además, ya saben cómo es ella

-       No la verdad no, ¡no soy tan amiga de ella! Pero en fin, vamos practicando contigo. Amor prepara los archivos de audio y súbelos a la carpeta del profesor

-       ¡Hola! – hablo un desconocido con terno que se sentó al lado de Lucero - ¿Conocen a Kim Joan Yukimoura? La estoy buscando

-       Eh… pues, si la conocemos – respondió Isabella Gaspar, reportera del grupo – ya debe de estar viniendo ¿Quién eres?

-       Vaya, ¡eso es estupendo! Lamento no presentarme primero,  ¡que modales los míos! Mi nombre es Ariano y necesito urgente hablar con ella ¿creen que tarde en llegar? – dijo el hombre con una casaca negra y un chullo de colores blanco y plomo

Nuevos rostros se unen para razones sin explicación, un joven ayuda a una chica de ser asesinada por maleantes, un misterioso hombre aparece preguntado por ella, ¿Qué puede suceder? ¿Qué podría salir tan mal o tan estupendamente bien?