Las sombras recurren a la luz para
denotar su objetivo general
- ¿Es ella la señorita Alexina? – el señor con la camisa hawaiana y el peinado hacia atrás
- Sí, señor, es ella pero no está con Jerouu, se encuentra en su
residencia en la Molina – respondió severamente el tipo con terno y corbata
de líneas rojas
- No te preocupes, a él lo veremos el lunes, por mientras, tendré que
guardar esta cosa, realmente me desagradan las armas con forma de guitarra,
cualquiera que pasara por aquí pensara que voy a tocar en una banda o una
huevada como esas
- A mi igual señor, y peor cuando se trata de un rifle semiautomático de
última generación fabricado exclusivamente para este uso, silencioso y mortal
- Es para casos de emergencia Faulquo, no lo olvides nunca mi *causa,
después de todo, hoy se celebra la 54 edición de la primera reunión de los
cóndores, y pretendo realizar el primer golpe estratégico hacia ellos, lanzándoles
una granada o tal vez utilizar marcas para atemorizarlos, esos huevones no sabrán
por donde los atacaron, ¡así que ha movernos!
- Como diga señor, pero antes habrá
que capturar a la chica, dudo mucho que le haga caso a un tipo con camisa de
flores y a otro con mirada seria y terno decente, es como invitarle un dulce un
par de viejos desconocidos, señor
Las sombras recurren a la luz para denotar su objetivo general. Un auto
plomo con lunas polarizadas observa de lejos a Alexina De los Leones con extrema
cautela, un rifle apunta a su cabeza para intentar matarla de un balazo y sin
saber su proveniencia. Ella se encontraba conversando con dos amigas en el
parque el Olivar en San Isidro, sin importarle que a pocos metros de ella,
alguien quería verla muerta, o al menos, eso se proponía al principio.
Pasaron dos horas, el atardecer se hacía prominente y los minutos
volaban, mientras los dos sujetos, uno de ellos era el mismo tipo que en el
malecón, llamado Faulquo, quien estuvo a punto de matar a Jerouu, y el otro,
parecía ser el jefe de la operación, el tipo de la camisa de flores. Sus dos
amigas se fueron y ella se dirigió al paradero para ir a su casa, pero para eso,
tuvo que esperar un ómnibus del corredor azul para que la llevara a la avenida
Javier Prado, porque las combis que antes la llevaban a su casa, ya no pasaban
por la avenida Arequipa, estaban prohibidos de pasar.
Ella se percató del auto plomo que la seguía y avanzo lo más rápido
posible, dirigiéndose al siguiente paradero, por suerte, paso un ómnibus azul
vacío y subió en este, pero, era extraño que nadie más subiera, ni bien subió
ella, el ómnibus cerró la puerta y acelero sin que nadie intentase detenerlo,
fue muy tarde cuando vio el cartel que decía “fuera de servicio”:
- ¡Oiga!, más despacio por favor – hablo Alexina con preocupación
- Lo lamento señorita, pero es que, su familia debe estar esperándola, y
como buen chofer que soy, no debo de retrasarme y cumplir con mi deber
- ¿a qué se refiere? - preguntó
con miedo y nerviosismo
- Lo lamento señorita Alexina, pero hablar con el público no me es
permitido, hablar con los pasajeros sería muy peligroso cuando intento…
conducir - al voltear su rostro,
su sonrisa lo reveló todo
- ¿pero qué…? – al voltear el carro con extrema rapidez, obligo a
Alexina a caerse en uno de los asientos
- Se pregunta eso ahora, pero no importa, lo que debe valorarse ahora es
que tome asiento, mientras le explico las cosas, y lo que sucederá en el futuro
con usted y sus amigos Jerouu y Luis ¿son esos sus nombres no?
- ¿Cómo es que sabe de ellos y yo? ¿Quién es usted? - preguntó con
coraje mientras intentaba levantarse
- Mi nombre es Ariano Fito Malverde, supongo que habrá oído de mí, ¿verdad?,
el tipo de la revista “Cosas” y “Caretas”, el que sale en portadas de revistas
donando dinero, si, el mismo, el tipo rico que ven en los periódicos
Sus ojos no podían creer lo que el tipo había dicho, su sorpresa no supo
cómo reaccionarla junto a su cuerpo, intento bajar por la ventana de
emergencia, pero antes de hacerlo, la ventana se rompió en dos mitades, arriba
y abajo, ella se balanceo y cayó en uno de los asientos traseros, golpeándose
la cadera.
- Lo lamento señorita De los Leones, pero si sale de este carro en
movimiento, es posible que choque con una combi y pues, muera en el intento,
eso no sería de mucha ayuda, le recomiendo que se siente y…
- ¡Déjeme bajar ahora mismo! ¿¡Quién diablos es usted!? - su
pregunta sonó atemorizante y con coraje
- Le explicare todo cuando bajemos, ahora por que no… - antes de terminar su frase, ella golpeo la
puerta de escape que tiene el ómnibus en la parte de arriba, y subió por ese
escape al lomo del ómnibus
- ¡Mierda, estas niñas de hoy ya no
escuchan a sus mayores!
Este acto propiamente de un teatro sorprendió a Ariano, pero no le quedo
de otra que mover el ómnibus de tal manera que hizo perder el equilibrio a
Alexina, pero ella se sujetó firmemente de la palanca con sus blancas manos. Al
saber que no se iba a soltar y ya estaba causando un gran escándalo con los
gritos de ella. Paro en seco el ómnibus, causando su soltura y dirigiéndola con
brusquedad a la ventana frontal, muy probable que eso ocasionara su muerte
inmediata, el rompió la ventana del parabrisas y salió a recogerla con una
velocidad demasiado rápida para una persona normal, o al menos para un chofer normal.
El la sujeto entre sus brazos, ni bien él sonrió como para decirle algo,
Alexina lo golpeo con su puño izquierdo directo a la cara, soltándose de inmediato
y huyendo a toda prisa para pedir auxilio a los serenos. Ariano maldijo su
suerte, pero delante de ella apareció Faulquo golpeándola con el pie izquierdo
directo al estómago, ella cayó al frio cemento de la pista por el golpe
sorpresa recibido, y puso fin a su huida.
- ¡Maldito idiota!, ¿no ves que hay personas alrededor nuestro? – replico
Ariano molesto
- ¿Se refieres a esas personas, señor?
Y dirigiendo su dedo hacia la acera, solo vio a un perro y un montículo
de basura, buscando algo de comer.
- Me asegure de que no hubiese nadie alrededor, y las pocas personas que
caminaban les di un boleto al cine gratis y con eso se fueron a su casa
rápidamente
- ¡Vaya!, espera… ¿de dónde sacaste dinero para
las entradas gratis? Olvídalo. Realmente pensaste, pero de todas formas, no la
hubieses golpeado, ahora hasta que despierte…, en fin, tenemos que hablar con
ella lo más rápido posible. - miro
su galante y dorado reloj- ¡mierda!,
son las cinco de la tarde, solo tenemos dos horas, llévala al edificio
- Como diga, señor
Y la subieron al auto plomo que antes perseguía a la chica rubia, el
ómnibus azul del corredor, lo dejaron aparcado, pero sin ninguna huella de que
alguien peleo encima del ómnibus minutos antes. Nadie vio lo que paso en
realidad, porque usó el mismo artefacto que utilizo Faulquo para que nadie
viera sus movimientos en el malecón días atrás.
- Demonios, parece que no tenemos alternativa, ya es tarde, ni bien
despierta, a llevarla a su casa – hablo preocupado Ariano
- ¿y el plan señor?
- Lo hablaremos con Jerouu el lunes, prepara mi “discurso” para ese día,
él debe de comprender todo, y me jode que tengamos que actuar así, pero, no hay
de otra forma
- Se refiere al secuestro de inocentes
- ¡No me hables como si fuese un estúpido secuestrador!, ni modo, a la
antigua nomas, caracho esta niña no come nada, pesa nada, le falta más papa a
la sopa, de verdad
- ¿Qué le digo a nuestra “invitada de honor” en el edificio, señor?
-Pues
que… tendrá que esperar unas dos noches para conocer a su nueva compañera de
equipo y al resto del equipo
Una sombra femenina se asoma con cautela a la ventana con dirección a la
grisácea ciudad de Lima, cabello corto y un moño de calavera roja observa toda
la ciudad desde su pequeño cuarto en el edificio más alto del Perú, su mirada
refleja inseguridad, pero a la vez… valentía. ¿Quién es la invitada que debió
conocer Alexina esta noche?