Compártenos en:

viernes, 2 de octubre de 2015

Heroísmo del mando, violencia sin sentido y todo el repugnante sinsentido que va por el nombre de patriotismo - ¡que apasionadamente los odio!
Albert Einstein



Una batalla estaba a punto de librarse, dos héroes de diferentes bandos iban con todo uno contra uno, para la izquierda se encontraba el tipo que soñaba con un mundo mejor y era líder de una organización clandestina que luchaba contra la injusticia en el país, del lado derecho, un policía con la firme idea de meterlo preso por muchos años sea como sea, justicia… ¿contra una verdadera justicia?

Me acerqué con su furia al límite tratando de entablar el primer golpe directo a su cara, pero por falta de entrenamiento e incapacidad para controlarse, el policía lo evito fácilmente y recordó la primera regla en todo combate sin armas, “nunca atacar primero”, el policía lo sabía y al desviar su puño, este le devolvió el favor con otro aún peor en el estómago, lo sujeto de la cabeza y otro golpazo con el puño derecho, y no satisfecho con eso,  levanto la pierna derecha y con un puntapié, lo envió directo al poste de luz al frente de ellos, ni una sola gota de sudor pensó.
  • -       ¡Jerouu! – gritó desesperada Kaytlin - ¡Jerouu!
  • -       Estoy bien… solo fueron palmaditas en la espalda – respondí con ausencia de aire – este poli si sabe golpear, pero no sabe con quién se ha metido ¡segundo round!

Otra vez fui corriendo con los puños levantados hacia su posición, pero él no se movió para nada, entonces me dijo a mí mismo, es mi oportunidad, mi momento, me acerqué con todas mis fuerzas y di en el acto, un fuerte y dañino golpe con mi puño derecho hizo voltear el rostro del policía hacia un lado, un lado que supuse, era mi victoria, pero el tipo agarro con fuerza mi muñeca derecha, y me obligó a bajarla con cuidado, al tener cierto dolor en esa parte del cuerpo, intenté golpearlo con el otro puño, pero lo detuvo con su pierna izquierda, y otra patada apareció para enviarme directo al piso, estaba sangrando y me dolía todo el cuerpo, mucho.
  • -       ¿Eso es todo? – me dijo el policía limpiándose el rostro con un pañuelo
  • -       Mierda…
  • -       Ahora la prisión no será suficiente para un delincuente como tú, será mejor para todos que mueras aquí, total, ya no hay ley que impida usar la fuerza por parte de la policía
  • -       ¿Pero qué chucha estás hablando? – pregunte sin dejar de agitarme y limpiarme el rostro con la manga de la polera que usaba en ese momento
  • -       Lo que he dicho – saco su pistola, mejor dicho, viéndolo bien, era un revolver ahora que me apuntaba a la cabeza – gracias a las nuevas leyes impuestas por nuestro “querido y amado” presidente Ollanta Humala, también por presión del pueblo, una de esas leyes nos autoriza el uso de armas de fuego y fuerza bruta a quienes se opongan a una detención o revisión, y como tú has cometido ambos delitos, debes de pagar por tu crímenes, tú y tu noviecita
  • -       Carajo… hahaha – una leve sonrisa se dibujó en mi ensangrentado rostro – Kaytlin escucha, tu familia ya se encuentra bien, están con los médicos y bomberos que han rodeado el lugar, pero, por alguna estúpida razón, no ha ingresado a esta zona de guerra entre ese policía y yo, creo que también están confabulados
  • -       ¿Pero qué dices? ¡¿Te refieres a que este tipo los controla?! – pregunto desesperada
  • -       No lo sé… pero será mejor que te alejes, esta zona se ha vuelto peligrosa, y ahora usare todo mi puto poder, aléjate todo lo posible y no regreses ¿de acuerdo? – le dije con una sonrisa roja
  • -       Pero…
  • -       Nada de peros Kaytlin, escúchame muy bien, escóndete con tu familia en otro lugar, no le hagas caso a nadie, y lo más importante, es que siempre te he querido desde que te conocí, yo volveré en una semana, cuídate mucho, se buena con tu familia y confía en ti misma, es en ti, donde toda la fuerza está presente a tu alrededor, siempre te extrañare, nos vemos Kaytlin, te… amo… - le dije con un saludo levantando el dedo pulgar hacia arriba, y de inmediato fui hacia mi oponente

Me lance con furia sobre el policía, mientras cogía el bastón de madera que se encontraba por suerte a mi lado, y con la mitad de su fuerza golpe su revolver que lo hizo resonar y al instante lo dejó caer, pero esto no detuvo en nada sus ganas de seguir golpeando, me agarró del cuello e intento lanzarme con fuerza, pero con mi bastón detuve su intento con un golpe en el hombro derecho, cayó al piso mientras seguía atacando a bastonazos, pero reacciono rápidamente y detuvo con su mano el siguiente ataque de mi bastón, y ¡pum!, otro golpe en la cara.

Se levantó y cogió su revolver que se encontraba a centímetros de su lugar de caída, deje pasar el dolor, el maldito dolor que recorría cada célula de mi cuerpo por detenerlo, si agarraba su revólver, sería mi fin, por suerte, logre que se cayera usando mi bastón, y con trampa, lo hice tropezar y agarre el revólver antes que él.

Pero antes que todo acabase el sonrió y se río por unos segundos, preguntándome si eso era todo lo que ofrecía, le dije que se jodiera, pero siguió sonriendo como un maniático, y de inmediato, sus ojos se volvieron rojo sangre, un rojo tan intenso que solo su iris era visible todavía, un iris negro, ojos rojos y negros, levanto su mano derecha y este se ilumino y absorbió todo el humo a nuestro alrededor, sujeto ese polvo físico en su mano derecha e ilumino otra vez parte de la calle, pero, esa bola brillante comenzó a deformarse, hasta convertirse en una especie, de bola con espinas en todo su alrededor, ¿Qué mierda acaba de hacer?
  • -       Sabes, realmente me importa un bledo esas leyes, yo solo estoy aquí por una sola cosa
  • -       ¿Qué cosa es esa? Déjame adivinar… - dije escupiendo algunas gotas de sangre
  • -       Si, matarte, te he visto en periódicos, revistas y otros estúpidos medios de prensa amarillista, donde tú y tu grupito de héroes son los principales responsables de tanto caos que le originan a los policías, y también, eres muy interesante
  • -       ¿Interesante? – pregunte mientras miraba a ambos lados un camino por donde huir, pero todo estaba rodeado de cordones policiales, y la gente chismosa ya empezaba a acercarse, felizmente la familia de Kaytlin ya se había ido en la ambulancia, ella también
  • -       Interesante no basta con describirte, sino, poderoso, y eso lo detesto, eres una mierdilla contra mis planes, me gusta pelear con tipos fuertes y matar a las mierdas de pirañas y putos ladronzuelos que se atreven a portar armas, cuando no saben utilizar su poder, ¡por eso me uní a la legion!
  • -       ¡Por la conchesumare! – grite eufórico - Sabía que pertenecías a ellos, pero… ¡esta tu pelea personal ¿verdad? ¡ENTONCES VEN CON TODO HIJO DE PUTA!

Por un no sé qué de la naturaleza, un milagro o algo sobrenatural, el bastón creció de un momento a otro, superando mi altura y llegando a ser parecido… a un ¡báculo enorme! Me hizo recordar a un báculo de una serie animada, pero no era el tiempo indicado para recordarlo, sino de atacar. El tampoco perdió tiempo, y ese polvo físico brillante dejo de brillar, se transformó es una especie de espada larga y también se dirigió a atacarme, un choque de sables, un choque de héroes.

El choque entre ambas armas disolvió todo el polvo y levantó nuevos aires a nuestro alrededor, las personas cayeron derrumbadas ante tal choque de potencias mínimas a unos cuentos metros de ellos, pero luego de ese breve choque, como si supiese artes marciales o manejar correctamente el báculo, intenté atacarlo con todas mis fuerzas, aún con los ojos ensangrentados y magullados por los golpes anteriores, era capaz de ver sus movimientos y responder, cosa que también hacia él, su espada transformada cambio de forma nuevamente, y se alargó igual que mi báculo, pero un golpe en la rodilla propinada por mi pie izquierdo le hizo imposible completar la transformación, cayó gimiendo de un dolor placentero para mí.

Todo parecía estar consumado, las personas se levantaban del piso ni bien fueron empujadas por un misterioso golpe entre dos armas sorprendentes y poderosas, tan poderosas que solo estos dos sujetos podían apenas, sostener su gran inercia. Pero antes de que se cerrara el gran telón para ambos competidores, el policía convirtió nuevamente su arma en esa bola espinosa iluminante, donde esta cosa amorfa absorbió pedazos de vidrios rotos y se anillaron a la esfera misteriosa, transformándola en dos espadas militares, y con eso, nuevamente empezaría una batalla sin ganador.

No podía seguir combatiendo frente a toda esta gente, tenía que llevármelo a otro lugar, una zona donde sus ataques no hirieran a alguien, o peor, que me detuvieran y me encarcelaran antes de hacer ese viaje. Entonces corrí lo más rápido posible hacia la avenida principal, con el báculo grande apartaba todo impedimento para huir del lugar, eso también era para los vecinos entrometidos que apenas me dejaban avanzar, el policía me siguió y cedió ante la trampa. Cuando llegamos a la avenida, se cansó de correr y lanzo con toda su ira una de las espadas intentando cortarme en dos, pero lo vi a tiempo y me hice a un lado para esquivarlo, lastimosamente, ese ataque no pudo esquivarlo uno de los micros que pasaban por la avenida, siendo destrozado en segundos con una leve explosión, por suerte, solo se encontraba el chofer, y este salió ileso antes de morir en una horrenda calcinada.

Me detuve a enfrentarlo cara a cara, si ese tipo utilizaba su otra espada en algún otro objeto o persona, sin duda moriría en menos de segundos, tendría que detenerlo aquí y ahora, mi primera gran batalla sobrenatural, y estoy perdiendo. Una última vez chocamos ambos armas con tal precisión, que la implosión causada fue tan fuerte, que destruyo todos los vidrios y espejos a un radio de un kilómetro de distancia, las personas horrorizadas, salieron de sus trabajos y bajaron de los ómnibus, varios transeúntes se apartaron, se detuvieron los autos, y finalmente se levantaron los vagabundos que intentaban vender algunos objetos alrededor, del susto causado por ese “choque”, ¿Quién diablos es este tipo?

No pude sostenerme, y por unos breves segundos caí preso del agotamiento, mis ojos temblaron junto con mis manos, el báculo cayó al piso y yo a su lado, intentando levantarme, pero, cuando lo hice, ese tipo ya estaba preparado para su siguiente movimiento; con las gafas negras tenia presa a una niña pequeña entre sus brazos, amenazándola con su revolver de disparar si no me rendía inmediatamente, tal parece, que la batalla ha acabado, y acabara peor si no hago algo rápido.
  • -       Ríndete ahora, entrégate y tendré piedad con esta niña – dijo sin la sonrisa que hace unos minutos mostraba superioridad y confianza
  • -       ¡Déjala ahora! Esto es entre nosotros, no tienes por qué meter a gente inocente a nuestro combate, tú me quieres a mí, y no la vida de esa pequeña, ¡ahora suéltala carajo!
  • -       Esta niña de seguro ve programas de mierda en la televisión, concursos de putas e idiotas y maricas en un horario de niños, esta adorable niña pronto crecerá quizás, siendo como ellos, o trabajando para ellos, o lo que es peor, siendo dueña de uno de esos programas, ¿Cuál es la diferencia entre dejar a una viva o muerta? ¿Qué la hace especial? ¿acaso es una niña elegida por Dios? Es solo un ser humano entre billones de tantos, ¿Qué diferencia existe?
  • -       ¿De qué mierda hablas? ¡Es solo una niña! Terminemos nuestra pelea y déjala ir, ¡es solo una niña pequeña! – grite desesperado como sus padres que no se acercaban por temor a que la hirieran
  • -       Esa es la diferencia Jerouu Ayaucán Gael, que tu si eres alguien especial, mírate, usas una especie de bastón que crece mágicamente, y pudiste soportar mis puños que cualquier ladrón de mierda no soportaría, en cambio esta niña… esta niña pequeña solo es una vida normal, aburrida y típica, ¿Qué significará su muerte? ¿Aparecerá en los medios y después qué? Una muerte más sin sentido en un mundo gobernado por putos burócratas e insensibles humanos… esa es la diferencia mi estimado
  • -       No existe tal diferencia ¡Eres tu quien habla de diferencias pero no sabes ni la más puta idea de lo que dices! Todos tenemos derecho a vivir, y si matas a esa pequeña, ¡Eres igual a esas mierdas que también detesto!

Por algún indicio en mis palabras, el policía abrió los ojos sorprendido y guardo su revólver, soltó a la niña y dejo que fuese con sus padres, el auto policial apareció detrás de el para llevárselo, pero antes de subir y desaparecer, le hice una última pregunta, mejor dicho, dos ultimas preguntas.
  • -       ¡Espera imbécil! ¡Aún no terminamos! ¡Te matare aquí y ahora! – grité al intentar alcanzarlo
  • -       ¿Acaso tus Soulos harían eso? ¿O acaso ya matan a quienes intentan atrapar?
  • -       No…  pero…


-       Entonces esperarás al próximo encuentro, Jerouu, pero recuerda que soy diferente al resto de inútiles de la legión con quienes has luchado, y lo has visto hoy en este mini campo de batalla, prepárate, porque cuando te vea la próxima vez, tu cabeza será parte de mi decoración en mi maldito cuarto – se subió al auto, pero antes de irse, bajo la ventanilla y me dijo – por cierto, mi nombre es Luciano, un gusto conocerte, Jerouu 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Soulos y Legionarios

Soulos

Los Soulos Son quienes descienden de los antiguos incas, usan sus poderes especiales que han logrado despertar para apoyar a los demá...

Siguenos

Formulario de contacto

Datos personales

Jorge Luis Carranza Gosalvez. Con la tecnología de Blogger.

Comercial Cielo de Almas

Los Capítulos de la Semana