Compártenos en:

miércoles, 30 de septiembre de 2015

“Siempre hay una primera vez”





Presione el botón rojo de la mochila jet, y de inmediato se encendieron las turbinas minúsculas dentro de la mochila, para lo cual ya me encontraba a metros de una muerte próxima, pero se encendió del todo y pude mantenerme en equilibro en el aire por unos segundos, intente maniobrarlo pero, recordé que no había alguna palanca, timón o algo para manejarlo a mi gusto, hubiese prestado atención a la demostración de Ariano, ahora no sé cómo moverme en el aire.

Por alguna intuición o el recordar de alguna película de ciencia ficción, solo hable y dije “a la derecha”, con suma rapidez y gritando, se oyó un mecanismo de engranaje que hizo que me dirigiera a la derecha, con la posición en la que me encontraba, le dije que parara, y en seguida el engranaje paro de moverse, al igual que los propulsores de la mochila jet, pude entender de inmediato cómo funcionaría esta cosa.

Le dije que avanzara unos cinco metros delante, y la maquina volvió a hacerme caso, me moví cinco metros delante, y comprendí cual era el truco de la mochila, al parecer, funcionaba con la voz para darle indicaciones de a donde deseaba ir, no tuve tiempo de seguir emocionándome, y rápidamente pensé en Kaytlin y donde quedaba su casa, solo he ido dos veces, pero puedo recordar donde vive exactamente, Surco, cerca de la estación del tren, y al pensar en voz alta, escuché el mismo engranaje nuevamente, y retumbó esa voz femenina otra vez, “A la orden”, y como si fuese un corredor de autos fórmula uno, la mochila despegó velozmente hacia la dirección que creyó que le había dicho.

La velocidad era tan rápida que podía ver los ómnibus, personas y perros como hormigas o pequeñas mariposas, iba a una velocidad increíble, algo que nunca había visto lo estaba viendo en carne propia, y eso me gustaba demasiado; una velocidad tan rápida que parecía que le hacia la competencia a un avión de guerra. Observaba todo desde arriba, sin que nadie supiese que era realmente lo que pasaba encima de sus cabezas, una gran velocidad, y cuando me di cuenta, ya me encontraba en la estación Jorge Chávez, en tan solo un minuto había llegado de San Borja a Surco, cosa que en ómnibus nunca habría hecho.

¿Pero qué… fue?, solo puede pensar en eso mientras flotaba sobre una de las vías del tren en la estación Chávez, todo a mi alrededor eran tan pequeño pero a la vez demasiado gigante, ver los edificios separados entre pisos de cemento y huesos de pollos comidos por perros hambrientos, centros comerciales con gente que iba hasta en patinetas, e incluso una viejita usando una especie de moto personal para trasladarse mientras un sereno le indicaba una dirección.

Todos tan minúsculos y yo encima de ellos observándolos desde una posición que les era difícil de ver a simple vista, me sentía tan poderoso y superior, un tema muy versátil y para nada bonito que pensar; yo al verlos, también pude observar a unos cuantos metros de allí, de ese distrito bien organizado y al parecer, limpio y ordenado, otro distrito de… “gran popularidad”, La Victoria, contraste el suceso de ver ómnibus por doquier en La gran Victoria, pero en Surco, no existía tal cantidad de carros antiguos y cobradores jalando gente mientras algunos, piropeaban de manera agresiva a lindas damas… todo eso pude observarlo y discernir en mi afirmación de ayuda total ¿realmente puedo ayudar a todos por igual?

Pero no podía seguir pensando en las personas y su forma de vivir, tenía una misión de rescate imprevisto que realizar, entonces, voltee a la izquierda y derecha con desesperación, intentando recordar donde vivía Kaytlin, pero, por el nerviosismo no pude concentrarme muy bien, hasta que recordé, que la había acompañado una vez por unos edificios que pertenecían a la fuerza aérea del Perú, un condominio familiar, al recordar eso, pude visionar que ella… ¡vivía al frente de esos condominios hogareños!

Sin perder otro valioso segundo, avise a la mochila jet a donde ir, y por pura suerte o jugarreta del destino, la mochila identificó el lugar mencionado cerca de donde estábamos, entonces controle su dirección con el peso de mi espalda y con la mentalidad de salvarla sea como sea, nos dirigimos a su casa, pero ahora surgía otro problema, cuando llegaba volando al frente de esas viviendas, apareció un auto de la policía pero de color negro con blanco, y sin la clásica sirena colocado encima de este, sino, simplemente decía DIRVER, un tipo con un atuendo no normal a la policía bajo, un tipo con el cabello largo terminado en punta y lentes oscuros, se bajó en la misma cuadra donde yo me encontraba.

Entonces, pude ver a Kaytlin guardando su ropa detrás de una pequeña ventana, ¡estaba al frente de su habitación! Estaba guardando algunos polos en uno de sus cajones, yo no podía hacer nada ni actuar, no quería darle un infarto al entrar por su ventana volando, y menos tener que hacer todas las formalidades para lograr que me dejara pasar a su casa con toda su familia dentro, pero… ese sujeto había sacado un arma mientras pensaba en todo esto.

El tipo de lentes oscuros se alejó de su casa y espero apoyado en un poste de luz, entonces, saque rápida mi conclusión, si esperaba al frente observando todo y desde una distancia segura, era porque… ¡ese regalo era una bomba! Era lo más seguro y lo primero que se me ocurrió, ni otra… “KAYLTIN NO HABRAS ESE REGALO”.

Ella volteó a mirarme sorprendida quien había dicho eso, mientras inconscientemente abría la tapa del regalo, entre con rapidez y la sujeté de la cintura mientras gritaba que salieran rápido del departamento a su familia, ella preguntó que mierda pasaba, pero no tuve tiempo de responder, hasta que una luz brilló con tanta intensidad dentro del cuarto, cegando a todo ser a su alrededor, la saqué usando la mochila jet, que otra vez gracias al destino, soportó el doble pesado de ambos, ella cargada entre mis hombros, y detrás, una enorme explosión de vidrios y tierra rezumbando entre todos los vecinos y nuestros pobres oídos.

La mochila lastimosamente se apagó cuando una pequeña piedra desprendida de la explosión presionó por equivocación el botón rojo, ambos caímos al piso a unos metros de lo que solía ser su casa, adoloridos por el golpe, mejor dicho, estaba totalmente molido por soportar su peso y la dureza de la pista, nos levantamos y un disparo paso a nuestro lado chocando contra el piso, mire a ver quién fue el idiota que disparo, y era nada menos que, ese tipo de gafas oscuras, ahora, sin ellas.
  • -       Sera mejor que alcen sus brazos – dijo el tipo de jean negro con una camisa color azul y el cabello largo con terminaciones en punta
  • -       ¿Qué mierda quieres? ¿Quién carajo eres? – no paraba de decir una grosería en cada pregunta que hacia
  • -       ¿Qué sucede? ¡Mi familia! – me decía con ojos llorosos Kaytlin
  • -       Tranquila, ellos están bien, ahora deben de estar dentro de la patrulla donde vine, para ser “resguardados”, ahora levanten sus brazos, esto es pura formalidad
  • -       Gracias a Dios… Jerouu y … - trataba de calmarse
  • -       No… ¡entonces porque mierda nos disparaste! Te vi hace unos segundos esperar al frente de su casa como si nada, como si… estuvieses al tanto de esa puta bomba dentro de su casa ¡responde!

Kaytlin dejó de sobarse los ojos, pasaron varios segundos después de la explosión, el humo desaparecía junto con el resto de las pertenecías de la familia Vargas, y ese tipo nos seguía apuntando, pero vimos a su familia de lejos ser  ayudada por otros vecinos, algo que me dio una idea para derribarlo y sacarle algunas preguntas de, quien realmente era.
  • -       Que esperan – dijo con más fuerza de voz ese tipo
  • -       Pero antes de hacer eso, dime algo, ¿eres policía realmente?
  • -       Jerouu, tenemos que ir a…
  • -       Si – la interrumpió – soy policía y tú eres un criminal que fugó de una escena del crimen ayer, se te ha sentenciado a cadena perpetua por el asesinato y tortura de Felipe Matos, el tipo que conociste ayer y no tuviste intención de dejarlo vivir
  • -       ¿Qué dices? – dije incrédulo ante tal acusación - ¡¿De qué mierda hablas?! ¿Quién es Felipe Matos?
  • -       El tipo que mataste ayer ¿recuerdas? Tú y tu novia irán a la prisión, ella por cómplice del delito
  • -       ¡Eso no es verdad! – respondió gritando Kaytlin - ¡Ese malnacido nos atacó y quiso matarnos a ambos! ¡Y no es mi novio!
  • -       ¡Es cierto! Ahora vienes tú, disparas al azar, quieres matarla junto a su familia, y nos dices que iremos a la cárcel… eso, ¡Eso es pura estupidez feo de mierda!


Con mis puños empolvados y heridas de cristal en todo el cuerpo a causa de la explosión, me levante con rapidez y fui a atacarlo con todas mis ganas usando solo mis puños, mi bastón lo había dejado atrás, cerca del auto negro donde bajo ese tipo, Kaytlin intentó detenerme pero era muy tarde, toda mi adrenalina estaba al cien por ciento, el tipo bajo su arma y apretó sus puños, también iba a atacarme, una pelea de caballeros, policía y sospechoso, ¿héroe contra… héroe? Y si fuese así, nadie se atreve a tocarla, ¡ni siquiera su novio!

0 comentarios:

Publicar un comentario

Soulos y Legionarios

Soulos

Los Soulos Son quienes descienden de los antiguos incas, usan sus poderes especiales que han logrado despertar para apoyar a los demá...

Siguenos

Formulario de contacto

Datos personales

Jorge Luis Carranza Gosalvez. Con la tecnología de Blogger.

Comercial Cielo de Almas

Los Capítulos de la Semana