Capítulo 80: “Lo siento, Bebé”

Mitad del ejército chileno fue destruido en cuestión de segundos, sin saber nunca realmente que había pasado entre sus compañeros, si hubiese sido un efecto de alguna droga iba a resultar demasiado cómico el resultado, pero todo era real, tan real como lo son la verdad oculta y la transgresión de los muertos. Una luz intensa, brillante y despiadada fue lanzada hacia mitad del ejército, destruyéndola en segundos, aniquilando hasta sus huesos con imaginación netamente negativa.

La desesperación en los jóvenes soldados eran tan notoria como confusa ¿Qué había sido ese ataque? ¿Alguna arma nueva? ¿Algún truco mágico? ¿Qué mierda los había aniquilado de tal forma que acabaron en polvo?

El extraño cerró sus ojos por unos momentos, y los abrió para observar el triste panorama que no le sorprendía para nada, sus tatuajes impregnados en sus pupilas oscuras desaparecieron como aparecieron, esto todavía iba a durar un poco de tiempo. El extraño finalmente abrió la boca debajo de su fino bigote, para decir algunas conmemorables palabras a los soldados restantes, y claro, sus anteojos oscuros no faltaban en ese arrugado rostro.

• -       ¿Eso fue todo? ¿Tan temidos en serio? Claro, ustedes no tienen la culpa de ser esclavos de un gobierno títere y corrupto como lo es su presidente, merecen saber la verdad. Mi nombre es Alexander Carpio Martínez, general de la policía nacional del Perú. Y este poder que acaban de ver…. Se llama Marium

Los soldados temblaban y no se movían para nada, con temor a recibir otro golpe como esos, tan mágico y extraño proveniente de sus brazos, ¿Qué podían hacer contra eso? ¿Qué podían hacer ahora? Sin desanimarse, con una fuerza brutal inconcebible y el espíritu engrandecido, decidieron apuntar todas sus armas hacia el raro objetivo y disparar cuantas balas fuesen posibles.

El general Carpio al ver tantas ráfagas de disparos dirigiéndose directo a su cuerpo y matarlo en el acto, dio un silbido de forma rara y pareciéndose a una forma de señal, porque la general Laura se puso de pie rápidamente, se sacó el traje especial y se quedó con una camisa de la policía y su gorro oficial de general, apretó los puños y los dientes, y en un instante, desapareció.

Apareció en micro segundos debajo de la montaña donde se encontraba observando la masacre, miro hacia su general que seguía silbando detenidamente, el tiempo se detuvo a su alrededor, todo se detuvo temporalmente, todo era palpado por los ojos de la general Laura, y con una lenta caminata volvió a desaparecer.

Todo era relativo al tiempo, las balas también pararon su ruta a la muerte del general, apareció nuevamente Laura al frente del general, y lo sujetó de la cadera para dar una caminata un poco larga hacia atrás de ellos, entonces utilizo su raro don para volver a desaparecer y aparecer sin el tiempo detenido. Las balas impactaron junto con los estallidos de los tanques, hacia la nada absoluta, y cuando se dieron cuenta de que habían fallado, y no solo eso, el objetivo ya no se encontraba delante de ellos, diez de esos soldados jóvenes murieron en el acto, al ser penetrados por las balas del general Laura, por sus espaldas.

Los soldados restantes voltearon a ver como sus compañeros caían frente a sus temerosos ojos, nadie sabía cómo habían llegado tan rápido a ese lugar, ni como apareció esa misteriosa chica y rescato al extraño general a tal velocidad, sus compañeros estaban muertos, y ellos cargaban munición para intentar detenerlos, pero…

• -       ¡DETENGANSE SOLDADOS!

Con esa respetable y melodiosa voz, todos los soldados restantes dejaron sus armas y se colocaron en posición de firmes, miraron hacia al frente con determina miento y fijación sujeta. Las armas cayeron con la munición cargada y lista para disparar, pero por órdenes de una voz extrañamente romántica, todos detuvieron el ataque, incluido los tanques que pararon en seco su movimiento hacia la tipa que rescato al extraño general.

• -       ¡OIGANME MUY BIEN SEÑORES! ¡TODOS AHORA HAGAN VIENTE RANAS!

 Los soldados obedecieron inmediatamente sus órdenes e hicieron veinte ranas, mientras ella caminaba entre las filas y observaba a cada soldado hacer su respectiva saltadilla, incluido los que estaban dentro de los tanques restantes. Se dieron cuenta con la mirada apenas movible de que se trataba de una bella chica, no mayor a los 30 años, bien maquillada y cabello bien arreglado. Que sonreía a través de las filas por donde pasaba y se dirigía donde los otros dos “raros y poderosos sujetos”.

-       Bien mi general, para que mi poder ha sido bien empleado y todos ellos siguen mis órdenes

• -       Por supuesto Angie, con esa voz tan melodiosa todos te obedecerían hasta la muerte, ¡yupi yupi! – dijo con sarcasmo Laura
• -       No te rías de mi señora pelirroja, pero nada mal para usar tres veces seguidas tu donde de desaparición y velocidad a tan larga distancia – dijo Angie con calma y gratitud
• -       Bien señoritas, yo me retiro ahora del campo, he probado un poco de mi fuerza, y mi “IUM”, ahora tengo que preparar el campo para mañana, encárguense de los demás. Todo se arreglara cuando cruce la frontera ¿de acuerdo? – dijo el general colocándose la camisa nuevamente, junto con el traje de camuflaje
• -       Si general
• -       ¡Estupendo! ¡ya oyeron señores! ¡otras cincuenta flexiones y todo habrá terminado!

Angie decidió voltear a verlos y explicarles el verdadero poder que estaba detrás de sus órdenes, y por qué ellos obedecían sin saber la razón. Les explico que ella poseía el raro donde obligar a las personas a hacer lo que ella dijese, siempre y cuando esas palabras que ella utilizase se encontrase en la conversación entre diferentes personas y ella pudiese oírlo, claro, con ayuda de un auricular y una cámara fotográfica podía observar los movimientos de los labios y saber de qué hablaban.

Les dio un ejemplo, si en una conversación entre dos personas se utilizaba la palabra “perro”, ella si se encontraba escuchando dicha conversación, podía utilizar la palabra “perro” a su antojo, como, obligarlos a actuar como perros, por el simple hecho de que fuese mencionada en la conversación, de ese modo, cualquier palabra que utilizasen se podría utilizar para dañarlos o destruirlos si quisiese.

Por eso, gracias a su cámara de largo alcance, pudo tomar fotos a diferentes soldados y entender su lenguaje, gracias a un muy estudiado uso de señas y lenguaje encriptado, pudo entender las palabras que hablaban, y fue como pudo repetirlas en forma de orden, todo porque los soldados habían comentado de esas palabras previo antes de la acción.

Entonces llegó el turno de Laura, al explicarlos su poder todos agacharon la cabeza y escucharon con precisión lo que les iba a decir, gracias a Angie, todos estaban bien comportados, como buenos soldados. Les hablo sobre su habilidad de tele transportación a nivel incomparable, utilizándolo en cuestión de segundos, podía trasladarse en cortas distancias y así evitar cualquier ataque posible, y también podía utilizarlo para detener el tiempo a su alrededor de forma inesperada, y de esa forma, atacar desde atrás como lo hizo minutos antes.

• -       ¿Por qué cuentan todo eso chicas? ¿creen que a ellos les interesa un bledo lo que les cuentan?
• -       Ah… Jair, siempre tan elocuente y preciso, justo de ti ya íbamos a hablar amiguito – dijo Angie son risa y enfado
• -       Deja de hablar tonterías y cuéntales tu poder Jair, los lectores esperan saber de tu estratagema
• -       Blah, tú ya te llevaste el crédito de todo con tu hermosa cabellera rojiza – hablo Jair con risas y risas
• -       ¡Oye que te pasa! Por Dios, háblales ahora caracho
• -       Bueno…

Les comento que su poder era el perfecto ideal de un asesino a sueldo, su apodo era “Regenerador” y con eso les dio una idea clara de que trataba su poder. No solo era el mejor francotirador que tenía la policía peruana, sino, podía regenerar partes de su cuerpo o curar heridas rápidamente, un poder tan de la putamadre como él lo decía, podía sanar automáticamente en segundos y seguir la pelea, no poseía debilidades, no tenía miedos, era el asesino perfecto, tan certero como su anatomía.

También les explico sobre su quería arma, “Karen”, un rifle automático potenciado y mejorado con mira extrema y visión de calor, con ese rifle, podía dispararle a una hormiga desde una edificio de cinco pisos, tales dotes lo tildaban del mejor en el ejercito de la legión del cóndor…

Pero antes de terminar su presentación, el sonido de unos aviones retumbaban en todo el desierto, eran los vientos sísmicos de unos temibles aviones de combate, propulsados por venganza y rencor, al parecer, habían sido llamados minutos antes del ataque al ejército, al pasar por encima de ellos se dieron con la sorpresa de que atacarían el escondite donde se encontraba el teniente Marlon Tenorio, una sonrisa se dibujó entre sus dientes, al parecer, el teniente, esperaba su turno de mostrar su poder.