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martes, 25 de agosto de 2015

  • -       Bien, una menos – dijo con frialdad y una mirada que despreciaba cada segundo que se prolongó la lucha
  • -       Mi general – hablo uno de los policías de tránsito - ¿Qué hacemos con el otro sujeto?
  • -       Pues lo de siempre, tratar de conversar antes de atacar ¿no? – su sonrisa era un disfraz perfecto para lo terrible de su poder




No tengo mis poderes al cien por ciento, trataba de pensar en calma, pero Sylvana estaba punto de morir, la general y sus sequitos me tienen rodeado y con sus armas apuntándome y esperando la orden de acabar conmigo, y yo paralizado de miedo, ¡que huevada! Mi amiga está casi muerta y yo haciéndome el huevón que no se mueve para nada, pero ¿Qué hago entonces? ¿Qué debo hacer? Si trato de huir seguro me disparan sin piedad, si logro escapar de las balas, me aplastaría el poder raro de su general Laura, y si por un milagrito logro evitar ambos ataques, Sylvana moriría y entonces el grupo me botaría o me mataría, y eso si es que ella esta… no, no voy a dejar que muera ¡no dejare que nadie muera esta noche!

Me levante con la mirada hacia el piso, las olas del mar se empotraban en la orilla con un sonido tranquilizante, los carros aún estaba detenidos y preguntaban a los policías que sucedía, porque se escuchaban tantos disparos y explosiones pequeñas a los alrededores, la gente no sabía que estaba sucediendo en este lugar, pero la naturaleza si, las rocas destruidas en el acantilado, el mar con síntomas de mejorar su grado de impacto por las olas, y el puente casi desecho, todo esto era una señal, una señal de perseverancia y agonía.
  • -       ¿Y bueno? – pregunto Laura - ¿Vas a pelear o rendirte por las buenas? Si te rindes y te entregas a la justicia, seré piadosa contigo, evitarás una muerte segura y la angustia de vivir, pero con un dolor comparado al infierno
  • -       … - no respondí
  • -       ¿Calladito? ¡Mira lo que le paso a tu amiga por su insolencia! – la señalo sin importarle sus mortales heridas - Ahora ella esta con nuestro gran Dios, ríndete ahora y todo será mejor para ambos, bueno, para ti nada mas
  • -       … - seguía sin responder
  • -       Bueno, entonces quédate quieto mientras te coloco los grilletes, no te preocupes, no dolerá mucho, además ya sabes cómo es la vida, todo puede cambiar de la noche a la mañana – se acercaba con cada palabra que decía sus labios carnosos y rojizos
  • -       Es cierto, todo puede cambiar de la noche a la mañana – dije sin mirarla
  • -       ¿Por qué repites mi oración? ¿te estas burlando? Señores apunten sus armas a este tipejo
  • -       Todo puede cambiar… ese cambio comenzará este noche, ¡de aquí no saldrás viva, puta rastrera sin alma!
  • -       ¿eso es una amenaza? Amenazar a una autoridad es una falta grave y te condenaría a un par de años en la cárcel, pero como soy muy buena chica, solo haré que te disparen unas miles de veces en tu feo cuerpo – dijo sin cambiar su seria expresión, tan marcada y sin sentimientos
  • -       ¡Inténtalo pe! ¡A ver si puedes con mi poder! – respondí con ferocidad y sin ninguna idea de cómo contrarrestar su poder

Con un levantamiento de su brazo derecho y su bajada con dirección a mi posición, gritó con euforia que disparasen, los policías abrieron fuego sin cesar, pero, logré repelerlas por unos segundos, segundos tan aterradores y abrumadores como nunca lo he vivido, mi poder ha vuelto a su estado original, el escudo marrón volvió al acto.
  • -       Este es mi escudo Soulo, Milagros ya lo ha visto y sabe que su defensa es impenetrable, tus balas no funcionarán conmigo
  • -       Interesante – hablo con calma – que raro poder, pero no estoy impresionada, ¿sabes por qué?
  • -       No preguntaré
  • -       Igual te diré la respuesta, porque si ese escudo evita las balas directas ¿verdad? ¿pero funciona cuando te disparan en ambos sentidos?
  • -       ¿Qué dices?

Cuatro policías se colocaron debajo del puente, a una altura aproximada de un metro de distancia a donde me encontraba, dispararon al igual que los policías que cubrían a su general en la otra dirección, en cuestión de segundos sería un cuerpo baleado y sin alma, entonces imagine la última cosa que pensaría en esos momentos, crear otro escudo, posicionado en mi brazo izquierdo para evitar las segundas balas, y fue entonces como genere dos escudos en ambos brazos, evitando el impacto inminente de las balas, me cubrí totalmente de escudos marrones.

La general se sorprendió al ver ese otro escudo, al parecer le comenzaba a preocupar el hecho de que, no podían matarme con balas a larga distancia, su mirada mostraba disgusto, claro, al intentar matarme fallo en dos ocasiones, creo que ahora la cosa se pondrá seria.
  • -       Bien niño, si las balas no funcionan a larga distancia, ¡entonces te dispararé directo en el cuello!
  • -       ¡Ven pues carajo!

Ella se dirigió con mucha velocidad hacia mi posición, le advirtió a sus pupilos que no abriesen fuego y recargasen las pistolas; mientras hablaba le lance uno de los escudos hacia su rostro moreno, pero justo antes de impactarle en los ojos, ella volvió a usar su extraño poder, desapareciendo por unos instantes, y volviendo a la realidad en otro punto del puente, ya a unos centímetros de donde me encontraba.

Ella intento golpearme con su brazo derecho pero logre evitarlo con el otro escudo, repeliendo su golpe, entonces saco su arma y se transportó de nuevo, apareciendo a mis espaldas, por suerte pude ver su movimiento y me anticipe con un ligero golpe a su cadera con una patada, pero ella también logro esquivar ese ataque, y de nuevo utilizo su raro don, apareciendo ahora delante mío, pero utilizó otra vez su poder para reaparecer a mi derecha, desubicándome para no poder atacar, entonces apretó el gatillo, la bala plateada rozo mi hombro derecho, rompiendo parte del tejido de mi polo que utilizaba en ese momento.

Los golpes siguieron por unos segundos más, como si la contienda se extendiera hasta la eternidad, ella uso sus poderes tres veces, pero yo los pude repeler a tiempo con mi escudo, que pareciera perder su capacidad de cubrir, y en cualquier momento, se destruiría por completo, estoy cagado.
  • -       ¡Buenos reflejos niño! – grito riendo con gracia, mientras su larga cabellera rojiza tapaba sus ojos
  • -       ¡Y eso que esto es el principio!
  • -       ¡Lástima! Porque el show acabo aquí, ¡hombres disparen!

Ella salto del puente, y usando su poder, pudo evitar una fuerte caída de 4 metros, cayo como si nada hubiese pasado y vio como intentaron una vez más, matarme con todas sus balas, por suerte, el escudo repelo las últimas balas de los policías, pero, el precio fue que mi escudo se hiciera pedazos, mi control sobre los colores se acabó definitivamente, ¡con un carajo! ¡Sylvana va a morir!
  • -       Si piensas de esa forma Carlos, claro que morirá
  • -       ¿eh?

¡Es el vagabundo! Estaba sentado encima de unas rocas cerca al acantilado, los policías voltean a verlo e intentar disparar a quemarropa, pero en segundos todos ellos, caen desmayados al piso, pero ¿Cómo fue posible? El ni siquiera se movió de su lugar, simplemente todos cayeron inconscientes al piso… ¿Quién es este tipo que huele tan mal?
  • -       Oye viejo feo ¿Quién eres tú? – pregunto Laura con molestia
  • -       Una chica sin modales, que detestable es eso, hasta donde hemos caído en nuestros tiempos
  • -       Deja de parlotear y dime quién eres
  • -       Primero se presenta la dama y luego el caballero, o es que ¿no tienes modales o sentido de presentación?
  • -       Está bien viejo, soy Laura…
  • -       Un gusto Laura – interrumpió bruscamente el vago – yo soy el vagabundo y mi misión en este lugar es detenerte
  • -       Primero me hablas de modales y luego me interrumpes, ¡viejo oloroso arrogante! Pero en fin – se peinó su larga cabellera – entonces lárgate y no jodas
  • -       No puedo hacerlo señorita Laura
  • -       ¿Por qué no?
  • -       Porque esos dos niños son mis discípulos
  • -       ¿Discípulos?
  • -       Si, y como su maestro, es mi deber ayudarlos y guiarlos, ahora bien, el espíritu de Manco Cápac está furioso
  • -       ¿Manco Cápac?
  • -       Exacto señorita, a este espíritu le desagradan las chicas sin modales y sin respeto a sus mayores
  • -       ¡Cierra la boca anciano! ¡Abran fuego!... ¿Qué?

Cuando la general se preguntó porque sus hombres no abrían fuego, los vio a todos desmayados, como si algo los hubiese atraído al suelo y por ende, habían perdido el conocimiento, pero ¿Qué era? O es que, todo esto se relacionaba con el viejo vagabundo.
  • -       ¡Tú!... mis hombres… ¿Quién mierda eres? ¡¿Cómo pudiste derribar a quince efectivos policías en segundos?!
  • -       Cuando Manco Cápac está furioso, es porque está furioso, y ahora, tengo que derrotarte para llevarme a mis pupilos a casa
  • -       ¡A ver si puedes!
  • -       Con gusto señorita Laura

Un destello color amarillento envolvió todo el cuerpo del vagabundo, creando una especie de aura mágica alrededor, resplandeció tan fuerte que era visto hasta por los conductores que aún se preguntaban cuando iban a cruzar la pista ¿Qué le sucedió al vagabundo? ¿Qué va a pasar ahora?



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