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domingo, 3 de enero de 2016

Una casa abandonada, desolada, polvorienta y espaciosa, era parecida a un viejo almacén de los años 50, una antigua casona nicho actual de maleantes y comerciantes de droga con marihuana. Milagros llegó segundos antes que yo, ambas con síntomas de moretones y pequeños cortes en las piernas, menos mal estaba usando un jean azul y Mili un pantalón plomo.



Nos levantamos luego de algunos segundos que parecían minutos eternos sacudiéndonos del polvo y recobrando la conciencia de que mierda había sucedido, lo último que nos acordamos fueron los golpes de ese viejo vagabundo que insistía en pedir limosnas, pero ante la negativa, nos envió hasta aquí y con mucho dolor… ese tipo ahora se acercaba hacia nosotras.

Por raro e inusual que fuese toda esta situación, por lo menos una persona debió ver este acto de golpiza y llamar a la policía, pero nada, absolutamente nada, el parque donde nos encontrábamos estaba vacío y sin síntomas de que apareciese alguna patrulla para auxiliarnos, ni siquiera el fuerte sonido que genero el golpe y derrumbe la puerta de madera hizo ademán de llamar la atención de los vecinos ¿Es que todos estaban trabajando o qué?
  • -       Milagros… ¿te encuentras bien? – pregunté con miedo y adolorida por el golpe en el estómago que me propino ese vagabundo
  • -       Si, ¿y tú Kim? ¿Quién… mierda es este tipo? – dijo furiosa y soltando una mala palabra poco usual para su lenguaje
  • -       No tengo idea… pero creo que estamos solas, si nadie viene a ayudarnos, entonces… debemos de correr
  • -       Es inútil Kim, debemos de pelear con este viejo harapiento
  • -       ¿Pelear? ¡No! No sabemos nada de quien sea, ¿y si es un delincuente o algo peor?
  • -       ¿Delincuente? – sonrió de manera extraña Milagros – por favor Kim, ¿Qué clase de delincuente nos envía una cuadra de distancia con un simple golpe? No… este debe de ser alguien peligroso

Quizás pueda ser uno de esos extraños que quisieron matarme esa noche cuando Milagros se fue rápidamente, quizás era uno de esos tipos de negro queriendo otra vez matarnos o al menos dejarnos totalmente heridas. ¿Y si fuese de la temible legión que nos habló el señor Ariano? ¿Qué pasaría si era uno de esos tipos que poseía raros poderes?
  • -       No hay de otra Kim, tengo algo que decirte, pero no te asustes ni me odies por favor
  • -       ¿Qué? – dije preocupada por esas palabras - ¿De qué hablas?
  • -       Yo tengo un poder especial, me has visto a los ojos y te has sentido extraña ¿no? ¿has sentido eso antes? Esa sensación de ver algo más que una simple mirada en mis ojos ¿verdad?
  • -       Pues… - no sabía de qué estaba hablando – yo…
  • -       Me responderás después, pero ahora debo encargarme de este tipo, ningún vagabundo va a golpearnos o herirnos, a ninguna de nosotras. Retrocede Kim, esto va a ser peligroso

El vagabundo con ropas muy sucias y casi desechas con un aroma desagradable que podía olerse, probablemente en todo el distrito, hablo.
  • -       No se molesten señoritas, lamento mi saludo inconfortable y absurdo – se quitó la casaca que tenía y agacho la cabeza, como una especie de saludo – mi nombre es Reynaldo Arenales Verginio, y tengo que entrenarlas de inmediato, ahora sé que, Milagros Sánchez Rócuba, es una miembro más de los Soulos
  • -       ¡Cállate! – gritó Milagros sosteniendo una vieja viga que, por extraño que parezca, atrajo hacia sus manos e intentó atacarlo – nadie se mete conmigo ni con mi mejor amiga

La viga impactó en el brazo derecho del vagabundo, pero fue respondido audazmente con una fuerte patada hacia su cabeza, pero ella logro esquivarlo por poco agachándose, pero, el vagabundo utilizo su mano derecha para sujetarla de su cabello y lanzarlo hacia uno de los columpios.

Afortunadamente ella pudo evitarlo cayendo al costado de la bajada del columpio, un golpe directo la habría dejado inconsciente o peor, pero se salvó y se preparó para un nuevo ataque. No podía creer lo que estaba viendo, no podía confiar en mis ojos, pero era cierto, todo este acontecimiento estaba sucediendo, mi mejor amiga usando un poder todavía extraño e incompresible peleando con un viejo de tal vez 90 años como si fuese un joven; sus movimientos, reflejos y velocidades iban muy distanciados a cualquier cosa de lo que veía en la televisión o me explicaban en la facultad, ¡era demasiado!

Milagros se levantó del pasto, miro hacia una barra de metal que servía como escalerita en el columpio, y apretando sus ojos pudo romperla de inmediato y sujetarla con fuerza, mientras corría hacia su objetivo, ¿Cómo mierda pudo hacer eso? ¿Qué estaba sucediendo?
  • -       Kim no te preocupes, ¡nada te pasará! ¡yo te protegeré! – me dijo respirando profundo, sin duda, la batalla le estaba exigiendo demasiado
  • -       No prometas cosas que no puedes cumplir niña – respondió el vagabundo también corriendo hacia ella

Entonces un báculo de madera grande apareció de entre sus ropajes, impactando contra la barra de metal que Milagros usaba como arma, el duelo duró unos cuantos segundos, hasta que el viejo soltó improvisadamente el bastón largo y se agacho para hacerle caer usando su pierna derecha como su bastón, la golpeo y le hizo perder el equilibrio, momento oportuno donde, la sujeto de los brazos y la arrojó al suelo sujetando su cabeza y sus brazos para inmovilizarla por completo, el vagabundo Reynaldo se colocó encima de ella de tal forma que no pudiese moverse, como lo hacían los policías en esos programas donde capturaban a choros o delincuentes de drogas ¡Era televisión en vivo! ¡Y yo sin hacer nada!
  • -       ¡Maldita sea! – dijo Milagros intentado zafarse de su prisión de brazos
  • -       Detente ahora niña, yo solo quería hablares sobre la importancia de sus poderes ¡PERO TU IDIOTA VIENES Y ME ATACAS DE LA NADA! ¡QUE RAYOS TE SUCEDE! – gritó de manera chistosa Reynaldo, soltó un gallo al final
  • -       ¡¿Qué?! ¡TU FUISTE QUIEN COMENZÓ TODO ESTO!
  • -       PERO ERA LA BIENVENIDA, APARTE NO FUE PARA TANTO, SOLO LES REMOVI UN POCO EL SENTIDO PARA QUE DESPERTARAN, NO QUERIA PROVOCAR UNA PELEA
  • -       ¿Bienvenida?
  • -       Escucha Milagros ¿no?, te voy a soltar, pero te calmarás y escucharas lo tendré que decir ¿de acuerdo? Estoy viejo y apenas puedo moverme, no quiero morir en un lugar como éste, aún no. Ahora relájate y escúchame por unos breves segundos

Reynaldo la soltó y ella le propinó una patada en la cabeza, cayendo hacia atrás y ella aprovecho el momento para correr hacia donde me encontraba, todavía sin creer lo que había visto ¿todo era cierto entonces?
  • -       Bien Kim, tu llamarás a la policía mientras yo distraigo a este tipo y después…
  • -       Espera Milagros – la detuve
  • -       ¿Qué? ¿esperar qué? ¿Qué nos mate?
  • -       Creo que a ese señor lo he visto antes, y créeme, no es para nada agresivo, y si nos ataco fue por una razón muy buena
  • -       ¿Ya lo conocías?

La razón era muy confusa, pero ese señor viejo, si mal no recordaba, era el mismo viejo vagabundo que me habló hace algunos días después del paradero, en el ómnibus, entonces… ¿Qué carajo estaba sucediendo?
  • -       Demonios niña, eso me dolió, pero pasare ese golpe porque, ustedes son los héroes debajo del puente
  • -       ¿Qué dices? – preguntó Milagros sin soltar su barra de metal
  • -       ¿Dijiste los héroes debajo del puente? Entonces… ¿eres amigo de Ariano? – dije son sorpresa y con un poco menos de temor
  • -       Por supuesto, yo le enseñe a ese chibolo a defenderse y usar sus armas adecuadamente, pero eso es para hablaron después, tenemos todo este día con cinco más para entrenarlas perfectamente, ¿me oyeron?
  • -       ¿Entrenar? ¿de qué hablas viejo apestoso? – dijo Milagros con cólera
  • -       Te pasaré ese insulto por hoy, pero ya no es momento de preocuparse, vengan conmigo hacia mi dulce hogar

Reynaldo Arenales paso entre nosotras sin hacerle nada, sentía una especie de… sensación de tranquilidad cuando paso hacia la casona vieja, donde decía que era su casa. Milagros también sintió esa rara sensación y dejo caer su barra de metal, ambas nos miramos sin saber que pensar o decir en ese momento. Todo era demasiado confuso y agitado para entenderlo correctamente, pero de momentos raros ya sabía, en ese momento no tenía “La Tachi” pero, ahora que Milagros también poseía un extraño don, creo que todo iba a ser algo menos difícil de entender.

Entramos a su hogar, y todo era suciedad y escombros por doquier, salvo una habitación, que se encontraba en el segundo piso, un pequeño cuarto decorado con recortes de periódicos y velas a los alrededor, con un carrito de supermercado usado como repisa para algunos libros. Una puerta hecha de cadenas de metal y un techo pintado de algo muy hermoso. El universo en todo su resplandor pintado completamente en todo su techo, muy detallado y fino, como si este señor hubiese sido un excelente pintor, porque contratar a alguien, no era de las personas que poseyera harto dinero para hacerlo.

Su cuarto llamado El nuevo principio, era una obra maestra de diseño, arte, alivio y universalmente excelente, pero no iba con él.
  • -       Lamento el desorden señoritas, pueden sentarse encima de esos periódicos que son de hoy – nos dijo mientras sacaba una vieja botella de agua para servirnos en vasos descartables
  • -       Gracias señor
  • -       Gracias… - dijo Milagros todavía incomodada por su actitud
  • -       ¿Les gusta el mural de arriba? – nos preguntó mientras nos daba los vasos de agua
  • -       Por supuesto ¡es muy hermoso! – dije entusiasmada y sin una pizca de miedo
  • -       Yo la pinté, junto a mi esposa hace muchos años… demasiado hermoso, pero es todavía un sueño anhelado
  • -       ¿A qué se refiere?
  • -       Se los explicaré con el tiempo, pero antes deben de saber que tienen poderes únicos, y tu Kim, la espada que robaste ayer también te dará un poder increíble y sobrenatural.
  • -       ¿la espada que robe? ¿Cómo sabe?
  • -       Leo periódicos niña, se leer
  • -       Bueno…
  • -       Pero está bien, después de todo esa espada te corresponde, debe de estar en las manos de la heredera del samurái legendario
  • -       ¿Qué? Eh… espere… - no sabía que decir, ¿samurái legendario?
  • -       Hahaha, ya no les enseñan nada estos días, ese samurái legendario es un antecesor suyo, como también lo es un antiguo Inca de nuestro Perú. Al igual que tú Milagros… ¿quieren té?
  • -       No gracias – respondió secamente Milagros
  • -       Ni tengo té, soy un vagabundo ¿no me ven?
  • -       Hahaha
  • -       Pero a lo que voy, como ya les habrá explicado Ariano, ustedes son un pequeño grupo de resistencia que lidiara con la legión cuando comienzan su temible ataque a la capital, y es su deber de estar preparadas para tal hazaña… porque ustedes son herederas de los antiguos incas
  • -       ¿Los antiguos Incas?
  • -       Y desde ahora, descubrirán sus verdaderos poderes pasa usarlos contra el mal de esta sociedad peruana, y cuando terminen ese entrenamiento, podrán unirse… a los Soulos
  • -       ¿Dijo Soulos? …. ¿Quiere decir con Jerouu?
  • -       Si, ese mismo, ahora síganme a la parte del sótano, mucha charla y más acción
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