- - Soy la capitana de la región norte, del balneario de Punta Sal, Noelia Vilma Torres. Donde el fuego es lo menos importante de toda la costa, y la legionaridad lo es todo en esta ¡vida! – lanzó una pequeña bola de fuego hacia el piso, mientras se encendía de colores rojos y amarillos, una presentación candente
La situación
se tornaba peligrosa, ni siquiera leyendo varios comics o programas de televisión
podría imaginar una situación como esta, ya no solo me enfrentaba a un chico a
quien considere mi amigo personal con poderes de agua, sino que también apareció
una chica con el cabello largo, con dos pequeñas coletas a los extremos, ojos
bien delineados y un short corto color azul que contrastaba con su mechón
rojizo del frente.
Esta
chica llamada Noelia Vilma tenía el poder contrario a Héctor, controlar el
fuego, era como ver un anime en la realidad pero desde una perspectiva muy
dañina para mis ojos. Ella podía lanzar bolas de fuego de diferentes formas y
las hacia explotar a sus objetivos, bolas de fuego totalmente peligrosas para
cualquier vida, o cualquier cosa a su alrededor.
- - Tal parece que no pudiste con una chica y su espada mágica, típico de un vagabundo como tú, Héctor – dijo Noelia suspirando y mirando hacia el techo
- - No te quejes Noelia, ella es mi amiga y me es difícil atacarla o al menos intentar defenderme, digo… a ver qué pasaría si tus amigas fuesen del otro bando ¿las atacarías? – decía Héctor mientras trataba de secarse el cabello
- - Ya tonto… en fin ahora somos dos contra uno. Esto es raro, he visto películas indie sobre samuráis y chicas negritas usando las mismas espadas para cortar zombies, pero esto ya parece un cliché
- - Puede que tengas razón Noelia – dije apuntando mi tachi hacia ella – pero antes de continuar, debo demostrarte que esta no es una espada larga cualquiera. Es cierto, es una especie de katana larga vista en muchas otras series, películas, videojuegos y realidad. Pero tiene una historia interesante
Al entrenar
con el señor Reynaldo, me explicó varias cosas sobre la tachi que ahora me pertenencia.
Aunque originalmente nunca supe el porqué de ese llamado tan extraño que hacia
la tachi cuando la robé, el señor vagabundo intentó darme una explicación clara,
pero a la vez confusa. Todo esto era demasiado bello como para poder pensarlo
si fuese verdad.
Me dijo
que las katanas representaban a sus dueños, fueron creadas como armas de
tributo, pero no como armas de ataque o defensa, sino para ofrendas hacia antiguos dioses. Pero esa era la
historia de ese tipo de espadas. La Tachi era un tanto especial, la razón principal
pues, porque cada tachi definía un estilo de la naturaleza. Tal y como leen,
cada espada larga tenía un poder de la naturaleza.
Al continuar
explicando el relato de mi tachi, varias pequeñas bolitas de fuego intentaban
darme con dolor y mucho rencor, querían quemar mi ropa pero, no podría porque
mi velocidad era mayor a la Kim de hace dos semanas, una velocidad totalmente
inimaginable si nos poníamos a pensar en cómo un maratonista lograba conseguir
su medalla, pues ahora el triple de veloz.
Recordaba
la explicación y también cual fue el impacto que influyo en mi decisión de
mantenerme firme en continuar la batalla. Solo existían cuatro tachis en toda
la historia de la humanidad, pero tres fueron destruidas cuando Japón invadió
china hace muchos siglos atrás. Solo la que tenía entre mis manos sobrevivió a
su atroz desaparición, pero esas espadas podían controlar un estado de la
naturaleza, sin embargo, solo pudo rescatarse la tachi del poder del viento.
Cada
tachi se regía bajo un estado de la naturaleza, para los japoneses se guiaban
cuatro elementos principales, fuego, aire, tierra y agua. Pero al ser influida
por la sabiduría china, se concentró que eran cinco elementos naturales, incluyendo
a la madera como un nuevo estado. Pero esa espada de madera jamás fue
construida, o eso cuenta la leyenda. Pero en cuestión, mi tachi a la que ahora
llamaba “Yun” tenía el poder de controlar el aire a total disposición, pero eso
no era todo, sino que podía utilizar los dones de las otras espadas destruidas.
Podía
utilizar los elementos de la naturaleza restante para poder implementarlo en mi
espada original. Fue así como en este acto pude cortar el agua de Héctor o
esquivar de forma rápida el fuego de Noelia, mi espada se adaptaba a la situación,
un ente vivo y de proeza, una viva imagen de lucha y sin contemplaciones,
lamentablemente, la historia era muy corta.
Debido
a mi corto entrenamiento, y todavía no intentar relacionarme con mi pasado y mi
verdadera naturaleza, no podía generar fuego o agua desde mi espada larga, pero
si lograba cortar ambos elementos o hacerlo trizas, una habilidad que mejore en
estos días de sufrimiento en el abandonado sótano. Me advirtió también sobre
mis enemigos, que no dudarían en utilizar los elementos de la naturaleza contra
mi desventaja, el ser una chica con un arma muy filosa y pesada, eso, sin duda,
me dio el coraje de seguir.
Sabría
que me tendría que enfrentar a sujetos con poderes excepcionales, pero nunca
imagine que uno de ellos fuera mi mejor amigo, o peor, que usara un poder de la
naturaleza como lo era el agua, o su amiguita, el poder del fuego, ambos unidos
para lograr un solo objetivo determinante, el matarme o detenerme a toda costa,
para luego ayudarles a la fuerza a brindar información, no obstante, se
aparecieron en el momento oportuno, al acto de probar las habilidades de mi
Yun.
Noelia
se cansó de jugar, y apartando su mechón rojizo hacia atrás de su cabellera, decidió
utilizar ambas manos para formar una gran bola de fuego que devoraría todo en
su camino. Parecía un pequeño sol formado entre el piso y el techo de un
corredor que no soportaría otro golpe demoledor como ese. Cerré los ojos y
espere el momento indicado de utilizar mi espada, de utilizar la habilidad
especial que me concedido para esta batalla. Entonces fue lanzado…
La enorme
bola de fuego que apenas sostenía Noelia, quizás debido a la gran energía empleada
en su elaboración, se dirigía con lentitud pero con severos daños o la misma
muerte si colisionaba con mi cuerpo. Los espectadores observaban asustados y
con ganas de huir, no querían morir, pero tenían de lado a los policías águilas
negras que impedían cualquier movimiento, ese ataque demostraría mi poder sin
igual.
Alcé
mi espada con tranquilidad, suspiré y espere el segundo… ¡ahora! Moví mi tachi
con mucho cuidado y agilidad que pudo cometer su hazaña. Cortó a la mitad de la
bola de fuego, pero al hacerse dos, todavía quedaba peligro, de inmediato, como
un instinto animal, decidí hacer más pequeños ambos cortes, hasta deshacerse
como papel quemado, mi técnica nueva ha funcionado, la bola de fuego fue
extinguida y ahora… se venía lo mejor.
- - ¡¿QUÉ?! ¡DESTRUYÓ MI ATAQUE!... ¿Quién diablos es esta china?
- - Te dije que no te confiaras, aparte no me dejaste advertirte de su corte especial
- - ¿Qué? ¡Porqué rayos no me dijiste nada!
- - No me diste la oportunidad, pero olvídalo, al parecer nuestros ataques por separado no funcionará
- - Eso es cierto, le he lanzado todos mis ataques de fuego y no puedo gastar mi UIU totalmente
- - ¿UIU? – dije sin saber lo que significaba
- - Nada china, entonces sector tendremos que utilizar nuestra técnica especial
- - Como quieras, pero te recuerdo que, yo seré quien comande esta vez Noelia
- - Al diablo, hagámoslo
- - ¿Técnica especial?
Ambos
se juntaron, pero todo lo que sucedió después fue muy extraño, confuso y
extremadamente agotador… Héctor controló el agua que estaba en los baños, un
olor desagradable y asqueroso se esparcía por todo el lugar el agua no era
limpia al parecer, pero eso no era todo, lo formó como una especie de charco,
lo esquive saltando varias veces hacia atrás, pero me resbalé en la última
voltereta, momento oportuno aprovechado por Noelia para lanzarme una bola de
fuego desde atrás.
Le había
perdido el rastro a Noelia, por intentar esquivar el charco de agua, pude
cortarlo nuevamente con mi Yun, pero fui embestida por un chorro de agua
demasiado potente y arrojada por una patada quemadora de la otra chica, que
hicieron inevitable el salir disparada por el balcón del segundo piso. Cuando pensaba
que su ataque se había terminado, ambos juntaron los brazos, para formar una
espiral de fuego y agua, sumamente extraño y horrorizada solo pude ver como su
ataque me mataría en cuestión de segundos.
Una pequeña
explosión se desato encima del alumnado, unas nubes de humo y fuego por doquier
casi apagaban la vida de los estudiantes que corrieron hacia los sitios más
apartados de la explosión, al igual que los jóvenes policías, que no tenían una
idea clara de que estaba sucediendo. Milagrosamente, pude escapar de esa ráfaga
de muerte saltando en el aire al techo del comedor, cayendo mal herida en el
piso.
Mi brazo
derecho estaba lastimado y parecía quemado, negro total y apenas visible por
las quemaduras… con la justa podía ponerme de pie y seguir respirando
agitadamente, ellos también no se encontraba en la mejor situación.
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