Capítulo 92: “Los Héroes debajo del puente, Ellos”

Mientras las jóvenes Kim y Milagros entendían el porqué de su situación y el entrenar con el viejo Reynaldo, en el otro extremo de la capital, cerca al Jockey Plaza, en una sala especial y reservada dentro del hipódromo de San Isidro, se encontraban dos jóvenes igual de confundidos siendo totalmente destrozados por los entrenadores especiales que Ariano había contratado.

• -       ¿Qué esperan? ¿creen que la policía los tratará muy bien cuando intenten matarlos? ¡A entrenar par de vagos de mierda! – decía Ariano totalmente entusiasmado gritándoles cuando estos recibían duras golpizas por parte de sus luchadores profesionales
• -       ¿¡Qué!? – dijo Diego totalmente adolorido - ¿¡Cómo rayos quiere que entrenamos si estos tipos nos masacran a cada rato!? ¡Y no entiendo todavía bien sobre esos descendientes carajo!
• -       Yo tampoco pero es divertido cholo, tendremos que hacerla bien – hablaba Jhon intentando cubrirse de las patadas del luchador, siendo alcanzado por el costado por el otro luchador
• -       Si no pueden defenderse en batalla, jamás podrán defenderse de nada. Esos policías han sido entrenados hasta la muerte para perfeccionar sus poderes, y ustedes apenas conocen el suyo, ¡así que muévanse más rápido o yo mismo les patearé el culo!

Luego de la paliza que nos ofrecieron los luchadores sin algún tipo de remordimiento, nos dirigimos a las duchas, ya eran las cinco de la tarde y tenía que volver a mi casa… no sabía cómo exactamente había llegado a una situación de este calibre… con este sujeto llamado Jhon y su poder de materializar los sueños, y el tipejo ese de Ariano, quien nos explicó de manera muy fugaz y para nada comprensible, para de inmediato lanzarnos al ataque, todo era demasiado confuso.

• -       ¿Estás bien Diego? – me preguntaba Jhon desde el otro lado de las duchas, mejor dicho a mi costado
• -       Para nada causa… tamare ese jodido de Ariano nos masacró totalmente – dijo enjabonándome la entrepierna
• -       Pero me refiero, a sobre lo que nos dijo Ariano, sobre el cuento de los descendientes y las demás cosas… ¿realmente debemos de creer en eso? Para mi pueden ser huevadas, pero si tiene pruebas sobre eso, entonces son grandes huevadas que creer
• -       Yo ya no creo en nada en realidad, me han removido todo el cerebro por esas cosas, y si tuviese razón, entonces estamos bien jodidos, no conocemos a los demás integrantes y para organizarnos tenemos una semana para hacerlo… demasiado jodido, pero al menos somos dos los que sabemos de esto – le decía mientras cerraba el caño de la ducha
• -       Pues habrá que creerle, se ha puesto demasiado empeño en tratar de entrenarnos, aunque de forma equivocada… al menos tenemos ropa nueva. Pero si, tendremos que seguir con toda esta mierda aunque nos duela, porque si afecta a todo el Perú, obviamente a nosotros, nos afectará mucho más cholito
• -       Bueno… cierto, ¿eres hincha del Cristal?
• -       Pues claro cholito, el mejor equipo del Peru – decía al colocarse una camisa azul
• -       Para mí no, lo mejor es el Melgar, soy de ascendencia arequipeña, por eso sé que el campeón de todos es Melgar
• -       Sigue soñando nomas hijo… - no sé por qué, pero comenzaba a caerme bien, aunque claro se fumó un cigarro muy natural luego de vestirse totalmente
• -       Pues bien nos vemos mañana Diego, ¿vendrás? – me dijo al estar ambos esperando carro en la panamericana
• -       Creo que no tengo de otra, si involucra a mi familia, pues tengo que defenderla aunque me cueste la vida… esto lo hago por ellos
• -       Es cierto… ¿Por qué luchas?
• -       ¿Por qué lucho?
• -       Sí, yo… tengo mi ideal de querer el amor de mis padres y mi familia, como defender a la gente de Gamarra, por donde vivo, que me han dado más cariño que mi propia familia… ¿Y tú? Si tuvieses que defender algo ¿que seria?

No estaba de ánimos para seguir contestando preguntas, primero, por la paliza de toda la tarde, y pues porque solo quería llegar a mi casa para dormir; pero esa pregunta sí que me originó un dilema, no porque no supiese que responder, sino porque era en realidad todo. Le respondí que lucho por mi familia, mi padre es comerciante en el mercado Unicachi, y todos los días le ayudo a vender sus productos, y mi madre colabora en el negocio, junto a mis otros cuatro hermanos menores, soy el mayor de la familia.

Mis padres siempre se encargaron del negocio familiar de comercializar frutas y verduras, siempre se empeñaron en darme toda la educación necesaria para salir adelante. Ellos no tuvieron posibilidades de estudiar en alguna universidad particular o del estado, pero obtuvieron todo gracias a sus conocimientos y prácticas, pero ellos sabían que tendrían muchas posibilidades si uno de sus hijos lograba ingresar a la universidad, y es de esa forma que ingrese a la universidad de la UNI.

Por eso tengo ese fin, de apoyar a mi familia en todo lo que me dieron para ingresar y triunfar, estudie desde muy pequeño sobre todos los inventores y grandes genios del siglo, tuve que informarme mucho más que los otros niños en el colegio, quería saber de todo, saber sobre los inventos de ahora, saber cómo generar dinero y de cómo darle a mi familia una buena posición económica, pero…

• -       Pero que… ¿Qué pasó?
• -       Una banda de extorsionadores intento destruir nuestra casa en pedazos… querían robarle todo el dinero a mis padres o matarnos a todos, pero al negarse mi padre a darle algo, ellos dejaron una granada de guerra que voló en pedazos las ventanas y casi matan a mi hermano menor, el ultimo, que lloró desconsoladamente…
• -       ¡Mierda!

Intentamos registrar el hecho a la comisaria de Comas, pero solo obtuvimos varios papeles que rellenar y todo eso, nuestro caso jamás fue reportado por algún medio y pasamos desapercibidos, y desde entonces… desconfié totalmente en los policías, no por no ayudarnos de inmediato, sino por tener que hacernos demasiados trámites para lograr un bien en común, mientras que a otros como familias ricas si les dan el acceso de inmediato, eso sí me jodía totalmente, al igual que los estúpidos medios, cuando pensé en ellos, mejor dije que no, sencillamente por una razón…

• -       ¿Qué razón era?

La razón de mostrarnos antes el público peruano como gente pobre, destrozada y víctimas de una inseguridad totalmente inadecuada para nosotros… era mejor que no se enterasen de lo que nos pasaba, y decidimos prometernos que pasaríamos por alto ese atentando y continuaría en mi búsqueda de saberlo todo y ayudar a mi familia a como dé lugar.

• -       Realmente tienes un bonito sueño que cumplir, ¿pero qué piensas de los demás?
• -       Que también los ayudare, prácticamente en este mercado he pasado toda mi infancia y adolescencia… y sé que tienen peores problemas que resolver, por eso les daré todo mi apoyo cuando logre obtener un buen empleo, y de paso hacerle la competencia a los supermercados, porque nosotros somos primero
• -       ¡Caramba! Tienes muchas ganas ¿verdad?
• -       Por supuesto, ese es mi ideal… pero ahora con todo esto, de la legión y tus poderes raros… no sé si sea buena idea de que me mantenga en este grupo
• -       ¿A qué te refieres?
• -       A que yo no tengo poderes… incluso ese Ariano poseía esas dos espadas gigantes, ¿yo que tengo? Absolutamente nada… veo a los superhéroes de los comics y ojala tuviese algo como ellos
• -       Quizás aún no lo despiertas… ¿crees que yo obtuve mi poder de la nada? Para nada cholo, yo también tengo deseos de cobrar venganza contra mi familia, pero primero está el sacarles la mierda a esos legionarios, y si para eso se tiene que pasar por un entrenamiento infernal, entonces que así sea
• -       Bien dicho… y te creeré pues, tardará pero llegará, eso sí me gusta

Un ómnibus con el número 84 en la parte delantera chocó contra otro ómnibus que iba correteando delante suyo, y por ganar pasajeros chocaron, justo al frente de nosotros, ambos ómnibus colisionaron e impactaron a la pared de la parte posterior del hipódromo, desatando pánico, angustias y gritos de dolor por parte de los pasajeros internos.

Jhon y yo nos miramos y por algo del destino con un objetivo en claro, decidimos sacar a las personas que se encontraban dentro, un acto heroico iba a ser declarado hoy en mi currículo vitae. Jhon se encargó de direccionar a las personas por el puente más cercano a la autopista, los dirigía con gritos y también a empujones sin tratar de golpearlos o enviarlos a la muerte con los autos que se habían parado para intentar auxiliar. Un gran tráfico también se generó en toda la panamericana, sin dudar, decidí auxiliar a las personas.

Dentro del ómnibus impactado, solo se quedaron dos personas, una debido a la lesión de su pierna derecha y no podía moverse, la otra persona, un adulto mayor, estaba con los brazos atascados entre los fierros revueltos; un ómnibus viejo con uno nuevo ¿Por qué mierda salían todavía esa clase de buses?

• -       ¡Ayúdenos por favor! – gritaba la señorita que no podía moverse, y al parecer estaba a punto de explotar el ómnibus
• -       ¡Ya voy!

Pensé por unos segundos, no tenía con que sacarlos, tampoco tenía algún poder en especial como los demás Soulos… pero no era momento de pensar en esas cosas, debía de sacarlos de inmediato antes que pasara algo mucho peor. Primero observe las cosas a mi alrededor, y justo miré una palanca, la palanca de freno, la saqué con toda mi fuerza del ómnibus pensé por otros segundos, ¿a quién ayudaba primero? ¿Quién estaba peor? No tenía tiempo… entonces decidí ayudar al señor mayor, pero a la vez a la señorita…

Con un fuerte golpe destrocé el asiento donde estaba la señorita a la mitad, cargándola entre mis hombros y gritando el nombre de Jhon hacia la ventana, para que la sujetara, la lancé con todas mis fuerzas y recé para que la haya atrapada, ahora quedaba el adulto mayor. No podía sacarlo con otro fierrazo, porque se había roto, y no quedaba nada de utilidad en el bus, pero recordé que tenía un cuchillo corto en casos de emergencia en mi bolsillo.

No tuve mejor idea que intentar sacar el fierro casi incrustado de su pierna, haciendo un corte mediano en la pierna derecha, le dije que le dolería un poco, que se calmara, y el señor confió en mí, sin ningún asco o desmayo, introduje la cuchilla en la pierna y saque el pequeño trozo de metal que tenía incrustado, la sangre se acumulaba entre mis manos y el piso del bus, lo cargué entre mis hombros con suma velocidad hacia fuera del bus, salimos por la ventana de emergencia, pues la puerta se había incendiado con rapidez.

Salimos con dificultad y logramos ponernos a salvo, justo llegaba la ambulancia y los bomberos para auxiliar a los heridos, le di al adulto mayor a los médicos y me sujeto fuertemente Jhon intentando sacarme de allí sin decir ni una palabra a los medios, pero… una rápida pregunta de un hábil reportero llego a mis oídos sin ninguna ventaja de salir… ¿Quién es usted?

• -       SOMOS LOS HEROES DEBAJO DEL PUENTE, ¡Y AYUDAREMOS A TODO EL MUNDO!