- - Mi nombre es Alexander Carpio, mejor conocido como el gran presidente y gobernador de todas las fuerzas armadas del Perú, del nuevo Imperio del Perú quiero decir, jóvenes – Luna hablaba con una voz áspera, muy fuerte, como si un militar se tratase
- - ¿Quién eres? ¿Quién diablos eres? ¿Qué has hecho con Luna? – decía Carlos evitando ese gran golpe que aplastó parte del terreno de batalla
- - Como sabrán, no todos los aliados siguen de esa forma por mucho tiempo, esta chica llamada Luna fue muy fácil de manipular, recordarán aquel incendio ¿Verdad? Pues ahora utilizo su cuerpo como medio de comunicación con el fin de… hacerlos retroceder, luego aniquilarlos, para finalmente desaparecer todo rastro de su innecesaria presencia en este nuevo país
- - ¡A la mierda con este tipejo! ¡Nadie utiliza a una amiga para esas huevadas! – dijo Sylvana tratando de atacarlo con sus rayos generadas por sus guantes negros, pero eran recibidas contrariamente por la figura gigante y devueltas con un golpe demoledor de un puño gigante, enviándola directo al suelo
- - No se molesten – seguía hablando a través de Luna – dentro de poco morirán y ya no se entrometerán en nuestros asuntos. Solo ustedes se oponen a nuestros grandes planes para convertir al Perú en la primera potencia del mundo, como debió hacerse hace años. Aniquilaremos a nuestros enemigos, aplicaremos la grandeza para todos, con el fin de ser un verdadero imperio, ¡como en la antigüedad!
- - ¿De qué potencia hablas boludo? – hablo Alexina molesta – Ninguna republica fundada en el odio y el egoísmo funcionara
- - Son niños y no han vivido lo que fue el terror de los ochenta, ni la guerra con Ecuador, ni ninguna guerra ¿Qué pueden saber los jóvenes de hoy con tanta tecnología sobre su pasado? ¿Qué saben sobre perder seres queridos en guerras y batallas macabras? Nada… Pues gracias a los viejos como nosotros es posible revivir esa historia para eliminarla para siempre, con estos pequeños golpes
La gran figura humanoide espiritual grisácea seguía
golpeando el suelo tratando de tumbarnos o enviarnos lejos de la batalla,
sacándonos de nuestras casillas y torturándonos con sus severos golpes
gigantescos que eran muy superiores a los nuestros. Mientras hacía eso, el tal
Alexander hablaba sobre la relación de la tecnología con nuestro pasado, que el
peruano nunca aprende, que siempre necesita una correa para saber a dónde ir.
También mencionó que no estaba solo, sus leales capitanes
policiales estaban resguardando la ciudad por completo, cualquier indicio de
alguna posible rebelión seria castigada con la pena de muerte. El peruano está
condenado a repetir su historia gracias a la tecnología que de nada le sirve,
por eso es que nació la legión del cóndor, para controlar esos pobres destinos
de la gente pobre, de la gente que no sabe hacer otra cosa que fornicar y traer
hijos, a todos los ricos que solo saben hacer dinero y comprar putas, a todos.
Se jactaba de que su legión era la solución para todo, un
gobierno autoritario bien puesto era la voz, y gracias a los poderes extraños y
el Ium, que no sabía que era, se podría realizar todo por el bien de todos, “el
bien de todos”. Quisimos cerrarle la boca, pero todo ataque era en vano, los
colores del desierto eran poco para utilizarlo, lamentablemente no corría
demasiado aire para utilizar el poder de Alexina, y ni que hablar de la energía
positiva de Sylvana, que se apagó debido a los golpes del gigantesco ser que
amenazaba con matarnos. Solo Luis quien trataba de resistir esos golpes con sus
puños, que ya estaban ensangrentados de tanto pelear.
Por alguna razón, Milady intentaba buscar por todo el
desierto algún indicio de que cadáveres se encontrasen enterrados para poder
convocarlos y ser de alguna utilidad, pero el atacante al saberlo, destruía
todo el desierto para evitarse problemas con los muertos de Milady, una fea estrategia
de batalla.
- - No tenemos de otra, Carlos activemos todos nuestros poderes de los incas, pasaremos al segundo nivel – hablo Sylvana con preocupación
- - No quiero sonar negativo, pero si nuestros poderes de ahora no sirven, no podremos utilizar la siguiente fase - dijo Luis cubriéndose el rostro por el polvo – si no tenemos los elementos necesarios no podremos utilizar los poderes
- - Caracho… - vociferó disgustado Alexina – y yo que quería ser la heroína de esta noche
- - Es penoso ver que jóvenes tan idealistas mueran olvidados en el desierto, lo lamento, pero no conformarán la nueva ideología del estado peruano renacido – hablo Luna con voz gruesa apuntando su ataque final hacia nosotros
Un cuerpo humano con olor a podredumbre y destrozado por
todas partes apareció para evitar el ataque definitivo de Luna, siendo
despedazado el cuerpo por diversas partes, causando espanto en Alexina y
Carlos. Milady se preparaba para su lucha personal.
- Lo siento señor presidente, pero en todos lados
siempre habrá muertos, pues, las personas siempre están arriesgando sus vidas
en todo terreno por salvar sus esperanzas e ideales, y mi ideal es ser alguien
en perfecto estado para ayudar a quien me ayudo y lograr algo en esta vida de
mierda, ahora veras el poder de mi gran poder inca ¡Muertos a mí!
Cientos de muertos vivientes, con ropas desgarradas,
cabezas cercenadas y miembros partidos en dos se levantaron en los bordes de la
gran carretera en forma de serpiente, todos ascendían hacia el campo de batalla
obedeciendo a su ama, a quien los despertó del letargo eterno para cobrar
venganza.
- - ¿Qué demonios? ¿Cómo es que hay tantos muertos en este lugar? – comenzó a notarse la preocupación del gran presidente Alexander
- Todos ellos son víctimas de accidentes de tránsito,
atropellos y negligencias estatales que acabaron aquí olvidados por gente como
la legión. Todos ellos buscan una sola cosa para descansar para siempre, la
venganza; por quienes nunca llevaron sus cuerpos al cementerio, por quienes sus
familias nunca los vieron, por quienes murieron por estúpidos accidentes, por
quienes nunca pusieron barras de seguridad en este paso… ellos son mis amigos,
y están sedientes de venganza… “Sapa Inca: Yawar Waqaq”
Una ráfaga de aire rojiza la cubrió totalmente, mostrando
una nueva forma de persona que antes había sido llamada Milady, una armadura
hecha de telares antiguos, con figuras antropomorfas decorando su falda corta y
sandalias oscuras que apenas se podía apreciar que era parte de su nuevo traje,
dando la apariencia de que no tuviese pies y flotara todo el momento. Sus brazos
cubiertos de huesos y pequeñas cabezas reducidas como cinturón que sujetaba su
falda. El cabello medio rojo y negro de siempre, pero sus lentes cobraron
notoriedad, pues ahora eran blancos y una sonrisa de felicidad sombría se
dibujaba en su pequeño rostro.
La llamaba la transformación final, con la que esperaba
derrotar a Luna, sin importarle que Luna era solo una marioneta, para cuando
acabo su transformación, hizo aparecer una pequeña hacha que formaba parte de
su brazo y le rebanó por completo el brazo derecho gigante. Cayendo
estrepitosamente, gritando de dolor Luna, aullando de un dolor ajeno como si
realmente hubiese perdido el brazo. Apenas mirando hacia su contrincante,
Alexander se preguntaba que, si era todo lo que podía hacer, Milady siguió
sonriendo.
El siguiente miembro fue la pierna izquierda, que causó su
derrumbe a la arena, desplomándose. Esta vez no fue un grito, sino una jauría
de ira y dolor por parte de Luna al creer que ahora su pierna fue rebanada por
Milady, ella simplemente sonreía y apuntaba a la cabeza. Señaló que lo próximo
que cortaría seria la cabeza, aunque admitió que su poder no servía para eso.
Alexander la maldijo con ira iracunda, mientras también se
vacilaba, pues eso no cambiaría la situación, aunque la matara, el plan
seguiría, sin embargo, fue contradicho por Milady, quien mencionó que en todo
momento su intención no era matar a Luna, sino causarle heridas de visión,
heridas internas y dejarla inconsciente para que ese tipejo desapareciese.
Siguió maldiciendo pero que no era de esperarse tal poder,
ya que decía conocer el potencial de cada uno, que si llegasen a la capital no
avanzarían del peaje, pues les esperaría todo el ejército para darles la
ofensiva. Entonces Milady para darle el golpe final arremetió contra el pecho
de esa gran figura que fue desecha en segundos gracias a su poder milagroso de
los muertos.
- - Nos lo hubieses dicho Milady, antes de atacarla de esa forma – hablo Carlos – ahora tenemos a una chica inconsciente en el desierto ¿Qué dirá la policía?
- - No sé si lo dices de burla o porque eres un imbécil – respondió Milady – pero está claro que si nos encuentran nos arrestarán y probablemente acabemos fusilados por cargos inexistentes
- - Es cierto amiguitos – ahora Alexina tomaba la palabra – pero tenemos que llevarla a un lugar seguro y esperar que se recupere. Realmente ese tipo es… disculpen… un hijo de puta, hacerle esto a una chica, controlarla y utilizarla contra nosotros… juro que si lo encuentro le daré una infinidad de golpes
- - Bien, pero ahora el problema es que… ¿Cómo mierda llegamos a Lima? – respondió Sylvana furiosa – esos tipejos tienen militares cercando las fronteras, no podremos pasar sin atacar, y si utilizamos nuestros poderes entonces nos cansaremos
- - Es un gran inconveniente – hablo Luis preocupado – no quiero que mi entrenamiento haya sido en vano
- - ¡No lo será compañeros amigos! – Carlos animado - ¡Por cierto! Ese nombre que utilizaste antes de tu transformación, me gusta mucho, Sapa Inca… ahora lo utilizaremos para acceder a nuestros poderes ¿Les parece?
- - Estas muy animado Carlitos
- - Por supuesto Alexina, esta es la primera vez que soy protagonista de algo, y si tengo que luchar para defender mis ideales ¡Lo hare! ¡Nadie tocará a mis hermanos menores!
- - Pues pensemos ahora en un plan más que en tener ganas… ni modo, utilizaremos las motos a máxima velocidad – dijo Sylvana subiendo a su moto modificada
- - ¿Las motos?
- - Estas cosas pueden ir hasta a una velocidad de 600 kilómetros por minuto, significa que puede ir a todo dar y podremos pasar sin necesidad de ser molestados
- - ¿Quién te dijo eso? – preguntó Carlos curioso
- - Pues… una persona importante para mí que me desea lo mejor
- - ¡¿Qué?! Ah… no – frustración
- - Tenemos que avanzar rápido, ¿Alguien tiene noticias sobre Jerouu?
En los cerros, cerca de la
cordillera de los Andes
- - Parece que es una persona muy terca señor Rodríguez, no me dejarás seguir ¿Verdad?
- - Se lo dije joven Ayaucán, mi misión es exclusivamente detenerlo en este lugar
- - Carajo… Ariano no pudo detenerlo por mucho tiempo, entonces tengo que utilizar todo mi poder y alcanzar ese grado del Inca
- - Pero antes de continuar, tengo que confesarte la verdad. Mi verdadero poder no es de utilizar el espíritu de cualquier soldado español de esos siglos
- - ¿Qué dices?
- - Fueron 3 los conquistadores al mando que dominaron a los incas. No obstante, yo no tengo el poder del líder, pues no es mi grado, así que ya debes suponer quien tiene el don de Pizarro ¿No?
- - Creo saber… entonces, ¿A quién representas?
- - Al tipo con quien Pizarro siempre tuvo problemas… ahora utilizaré toda mi alma… “Conquistador: Diego de Almagro”
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