Capítulo 136: “Pachacútec, El Conquistador”

• -       Buenas tardes señores, mi nombre es José Rodríguez Gallo, vengo en nombre de la legión del cóndor y de mi general supremo, Alexander
• -       No me digas – trataba de hablar Reynaldo, pero su condición física no era lo mejor, se agotó totalmente al utilizar tremenda técnica – ya te puedes largar donde tu jefe y decirle que aquí no encontraste nada
• -       Lamento interrumpirlo señor Reynaldo, mis humildes respetos por alguien que ha dado mucho al Perú, pero no vengo por usted, sino por aquel joven que lo sostiene, el joven Jerouu Ayaucán Gael
• -       ¿Eh? ¿Yo? Pero no tengo nada que ver… es broma – sonreí despreocupadamente - en realidad quería enfrentarte, pero no lo hare si tus ejércitos están…
• -       Mire bien joven Jerouu, solo estoy yo y los turistas que ya se van a sus hoteles

Era cierto, solo se encontraba este señor de bigote fino y ningún alma a kilómetros, los turistas restantes que se escapaban de su caravana de turismo ya se alejaban, el día atardecía y ahora me encontraba en un serio aprieto con este señor, y al parecer por su cargo, parece que tendremos problemas muy serios.

-       Vaya… tienes razón, jamás pensé en darle razón a alguien tan horrendo como tú

• -       ¿Horrendo? Se equivoca joven, yo no tengo intenciones de matar, solo me han dado instrucciones de detenerlo en este lugar, y si es necesario señor, te destrozarle las piernas para que no regrese a Lima
• -       Jerouu… aún no… - intentaba hablar el viejo
• -       Tranquilo vagabundo, ya tengo conocimientos básicos para detenerlo. Es probable que no haya aprendido su genial técnica… pero si no hago algo, este tipo retrasará mi reencuentro con mis compañeros, y nos matará
• -       Sus compañeros… joven Jerouu, respóndame – cayó en picada al piso, aterrizando suavemente - ¿Qué pasaría si le digo que yo no soy el único frente a usted en este momento?
• -       ¿A qué te refieres legionario?
• -       El odio viene de muchas formas, y la forma en que encontramos esos caminos son muy extraños, por ende, usted no es el único que se enfrentará a un legionario, sus amigos o compañeros de camaradería… ya están enfrentándose a los míos
• -       ¿Qué dices? ¡¿Qué mierda hablas?!
• -       Pues que a mí me enviaron solo a enfrentarlo a usted, mis compañeros los enviaron para eliminar a sus compañeros, así es en todo combate. Nosotros los legionarios respetamos el combate personal
• -       Mierda… oh por supuesto, me vale mierda
• -       Descuide, apuesto que sus amigos ya derrotaron a los míos, aunque debo admitir que fue realmente fue difícil encontrarlos y evitar su regreso a la ciudad de Lima, donde otros como ustedes nos están deteniendo
• -       ¿Otros como yo?
• -       Ah… parece que no lo sabe, se hacen llamar… Los Héroes debajo del Puente, y son liderados por una señorita de aspectos asiáticos… ¿Cuál era su nombre? Ah sí… Kim Yukimoura
• -       ¿Kim? Pero… eso es imposible, la Kim que conozco jamás… mierda… debo regresar ahora
• -       ¡Alto! – desenvaino su espada tradicional de la policía – como le dije hace minutos, mi misión es detenerlo en este lugar y evitar su regreso a la ciudad limeña, si tengo que cortarle las piernas para asegurarme el éxito de la misión, pues lo haré con gusto. Es mejor, ni siquiera utilizaré mi pistola, solo mi espada de graduación
• -       Entonces… ¿Pelearemos no? ¡COMO DEBE SER!
• -       Aunque me desagrade la idea joven Jerouu, tengo que aceptar la misión que me encomendaron
• -       ¿Y cuál es tu poder señor Rodríguez? Me supongo que también tienes poderes sobrenaturales ¿No?
• -       ¿Mi poder? Pues… ninguno, no tengo poderes sobrenaturales, menos soy descendiente de algún inca
• -       ¿En serio? ¡Oh! Entonces esto acabará muy rápido ¡Genial!

Parpadeo unos segundos, y en ese mismo instante, una punta de lanza amenaza mi cuello con ser cortado y derramar lagunas de sangre de inmediato, volteó a ver a mi oponente, y es el mismo sujeto de bigote blanco, sosteniendo la lanza de forma destructora, ¿Cómo hizo todo eso?

• -       Pensé que… no tenías algún poder como nosotros
• -       Por supuesto que no, pero nunca dije que no tuviese poderes basado en otros personajes, al igual que ustedes, yo desciendo de alguien diferente, alguien contemporáneo a los incas
• -       Espera… ¿Qué quieres decir exactamente…?
• -       Lamento no ser tan claro con usted, pero mi obligación hacia la legión y mi fiel servidumbre hacia la causa hace que sea posible mi declaración de poder. Lo que quiero decir, es que si ustedes descienden de los incas ¿Quién fue quien los derrotó en batalla?
• -       Ah… espera… ¿No fueron los españoles?
• -       Exacto señor Jerouu, y, por ende, yo soy uno de los descendientes del Imperio Español del siglo XVI
• -       ¡Mierda! – me liberé de su opresión puesta por esa lanza rara, al ponerme a buen recaudo, el tipo del bigote cuyo nombre todavía no recordaba me lanzó esa especie de flecha larga iluminante a suma velocidad, cortando parte de mi vestimenta especial que utilizaba para entrenar

El ataque no había finalizado, el viejo Reynaldo fue encerrado en una especie de cajón mágico invisible que no podía romperse ni por dentro ni por fuera, como explicaba el tipo llamado Rodríguez, y también mencionó que esa tecnología fue confiscada de la empresa “Porvenir Azul”, lugar donde ese otro sujeto extraño Ariano vivía y trabajaba, mierda, si eso era posible, entonces realmente estaba en aprietos.

No solo significaba que este sujeto era extremadamente poderoso, sino que sus compañeros secuestraron a mis conocidos y ahora utilizan sus herramientas de publicidad como armas, y lo peor, es que este sujeto era el superior de quienes nos enfrentaron en Lima, ¿Faltaba algo? O quizás era solo el principio ¿No es verdad? Y para culminar su estrategia de miedo, confesó que su antecedente era nada menos que el mismo… Francisco Pizarro.

Su poder solo era la velocidad y la fuerza de su lanza, no comentó nada más, aunque dudaba que me dijese algo diferente, pues como alguien que quería detenerme, esperaba lo peor desde su presentación, y fue entonces como el entrenamiento se volvió una manera de sobrevivir.

El ataque sorpresa empezó con una descarga rápida de ataques lanzadores de su arma, tratando de evitarlos, pero era sumamente rápido, incluso el doble de lo que era yo o lo que había alcanzado. Reynaldo me entrenó en artes mixtas, y aunque no era lo mejor de esas artes, por lo menos trataba de defenderme. Sus ataques continuos eran despiadados y muy bien elaborados, pero mi temor no era el perder, sino el saber que mis amigos estaban en la misma situación, no, no podía dejar que nada les pasase, así tenga que dar todo mi poder en esta batalla para regresar.

En la Ciudad de Reyes…

• -       ¡Es momento de tomar las calles compañeros! – dijo el agitador universitario, Augusto Piero Berdejo Quispe - ¡Es la hora de levantarnos contra la quienes usurparon el poder! ¡Les demostraremos que los jóvenes son concientes de todo y queremos la paz total!
• -       Que escandaloso eres Piero, – hablo Marilyn, segunda al mando del movimiento estudiantil contra el gobierno en Lima – pero tienes razón, debemos de seguir con nuestro operativo, si lo que informaron esos chicos, Luz y Adrián es cierto, entonces tenemos menos días de lo que esperábamos, esos sujetos terriblemente malos planean una guerra contra Chile, y lo peor es que… piensa utilizar a Lima como base de pruebas químicas
• -       ¡Maldita sea! ¡Esos desgraciados de los sindicatos de los trabajadores que no nos informaron nada! – se expresó amargamente Juan Alberto Mayorga Cambrío - ¡Esos bastardos lo pagarán!
• -       No todo es su culpa, cálmate un poco Alberto, si bien algunos nos traicionaron, era de esperarse, si perdemos la calma antes de la tormenta, la tormenta nos aniquilará
• -       ¿Y qué hay de esos tipos llamados Soulos? – hablo tranquilamente Avalon Milán Buendía Núñez – se supone que ya debían de estar en este lugar, que aburrido de su parte… nada productivos
• -       Debieron tener un percance, pero debemos ser pacientes, ya sabemos las ultimas noticias después de todo

Las ultimas noticias, terribles noticias. El toque de queda no basta para atemorizar a la población, sino ahora el avance de las fuerzas militares hacia los conos, los llamados “Asentamientos humanos”, y todo aquel ser humano que yacía casi muerto en las calles, eran los principales objetivos de la nueva orden que se imponía impunemente cada día, cada hora, cada maldito segundo en nuestro bello país.

Por cuestiones de obligación, todos aquellos descendientes de serranos, debían regresar a sus tierras y esperar la inmolación por defender su patria de la futura invasión chilena, aquellos que no obedecieran, estarían condenados a ser asesinados frente a los demás para hacer entender que debían estar con ellos, o con los muertos. El terrorismo volvía a ser pan de cada hora, ya nada peor se temía, las esperanzas estaban cayendo.

Sin embargo, la noticia frustrante de la década, fue la colocación de tanques militares, soldados recubriendo la Panamericana Norte, el este y el oeste de Lima, junto con aviones de combate resguardando el espacio aéreo limeño, al parecer, de la banda “terrorista” de los Soulos, cuyo regreso se esperaba por algunos, se desconocía por muchos y se temía por unos cuantos. Cada semana se le mostró a los habitantes limeños y a los habitantes de las provincias el horror que dejaba el ser salvado por esos llamados Soulos; ciudades destruidas, cosechas quemadas, plantaciones incendiadas, y asesinato masivo de personas inocentes, eso les hacían creer que ellos eran los antagonistas de la historia.

Los medios, sean comprados o libres, el miedo a las represalias contra sus vidas, se inquietaban por sus familias, y se preocupaban de ser asesinados sin seguir escribiendo lo que acontecía en cada momento, el miedo se apoderaba de la ciudad. Los ejércitos se distribuían por los estrechos, los accesos a la ciudad, ya nada podía significar una esperanza verdadera para todos. La marcha programada en secreto seria el mismo 30 de diciembre, sin regalos ni canticos, sin centros comerciales adornando las calles ni arboles bien decorados con harto “Buena Noche” para pasar el tiempo. La marcha de los estudiantes contra la legión arrancaría ese mismo día, directo a palacio de gobierno, donde el general Alexander, al lado de su presidente, esperaban con ansias la destrucción de Chile.

El terror esperaba pacientemente la destrucción de todos, los conos, Ate, Comas, Carabayllo, Lurín y otras grandes fortalezas del crecimiento peruano serian arrasados en minutos… ¿En qué momento se jodió mi Perú?