Capítulo 134: “Pachacútec, Identidad Blanda”

Nunca creas mi boca, sino en mis ojos

• -       ¿Mi abuelo fue quien creo el quipu raro?
• -       Si, él fue quien diseño este extraño quipu de diversos colores y cuencas de diferentes tamaños, para que solo un verdadero historiador o descendiente inca supiese que significaba
• -       ¿Y porque hizo algo así? Apuesto a que si lo escribía en una libreta le hubiese sido más fácil
• -       Probablemente tienes razón, pero, entonces la legión lo hubiese tomado y aniquilado antes de que acabara y el Perú sería un remolino de problemas desde hace mucho tiempo
• -       Pero…
• -       Mira niño, Hugo y yo hemos sido amigos desde hace mucho tiempo, él fue un gran historiador respetado por sus colegas, casi que en el mismo nivel que Tello, o incluso un poco más. Sin embargo, cuando descubrió el plan siniestro de la legión, intento publicarlo, pero sabiendo que lo encontrarían antes de hacerlo público, decidió crear este quipu que fue su alma, su cosa adorada, y que me confió con toda su confianza para que lo cuidara. Puesto que su hija no se interesó en eso, tu madre, escogió que algún día alguno de sus descendientes seria quien descifrase este misterioso quipu, pues ni yo he podido hacerlo, así que, supuse que serias tú ese descendiente
• -       ¿Yo?
• -       ¿Qué te acabo de decir niño?
• -       Pues yo…
• -       Este quipu, lo que me dijo tu abuelo, te mostrará el verdadero potencial de tus antepasados conjuntamente con la historia que nunca nos contaron en clases del colegio

El abuelo y el señor Reynaldo, mejor conocido como viejo vagabundo apestoso, siempre fueron amigos hasta donde yo sabía, pero nunca supe la verdadera historia detrás de su tan única amistad, hasta ahora. Me contó que se hicieron amigos en los años 40, cuando Reynaldo era tan solo un mocoso de diecisiete años que apenas podía mantenerse de pie trabajando en una fábrica de zapatos, y mi abuelo otro mocoso que trabajaba en una fábrica de helados.

Era 1940, ambos eran amigos de barrio, nacieron en una vieja cuadra donde el cine y las batallas de futbol eran tan comunes como lo era comprar una gaseosa Coca Cola, o saltar en una cuerda mientras la señora del mercado anunciaba sus frutas a grito inmenso, o elogiar a una bella dama que usaba una falda larga y lentes tan oscuros como sus ojos cafés.

Fue entonces como ambos se conocieron, pero no de las mismas circunstancias, en un partido de fútbol en la vieja cancha de tierra al lado de una fábrica de cervezas, una gran cancha donde varios equipos jugaban con una pelota de trapo, ponían dos piedras en los extremos y les hacían parecer arcos profesionales, como los que la selección alemana exhibía en sus encuentros.

El equipo de Barrios Altos de mi abuelo, y el equipo de Barrio Argentina de Reynaldo, ambos chibolos con intenciones de ganar, usando su respectivo designio como capitanes de sus equipos, un encuentro decisivo donde el ganador recibiría el dinero del otro, y no bastante con eso, tendría el derecho de besar a la chica por quienes todos suspiraban, la llamada Ximena Angélica Batos.

Ximena era una chica de tez morena, alta y con su cabello negro largo, tan liviano que podía escribir estrellas entre ellas, tan bella con sus ojos celestes que admiraba el partido de sus amigos con sus amigas mientras comían helados clásicos. Quería ver quién era el ganador y a quien aceptaría la invitación de besarla e ir a un baile local juntos, tomados de la mano, como verdadera pareja.

• -       ¡Que tengan mucha suerte chicos! – gritaba emocionada Ximena con sus bellos ojos celestes y mejillas rojizas
• -       ¡Por supuesto Ximena! – todos gritaron eufóricos al ser alabados por una gran despampanante chica de dieciséis años, una ternura
• -       No seas tan ególatra Ximena, déjalos jugar y que juegan bien – decía Carmela, su mejor amiga y de lentes negros con su cabello de cola lacio
• -       Que preocupada eres Carmela, ellos deben de dar lo mejor, después de todo, ellos son chicos muy bien dotados, hahaha
• -       Que rara eres, pero bueno, ojalá gane algún equipo para irme ya

En todo este festejo donde los chicos suspiraban por anhelar un beso de la bella Ximena, dos hombres se preparaban para dar lo mejor, su total entrega al partido que definiría su hombría frente a los demás. Reynaldo vs Hugo, un choque entre capitanes despiadados que no dejaría huella en la historia del fútbol mundial. Uno era muy amable con su equipo, el otro un bastardo que solo quería ganar y besar a Ximena por mucho más tiempo, y quizás, tomar algo de sopa.

• -       Hola de nuevo Hugo – dijo con una sonrisa macabra
• -       Hola mi estimado Reynaldo, parece que otra vez nos enfrentamos – dijo esbozando una linda sonrisa
• -       Como digas estúpido, ahora que la final está en frente, ninguno saldrá vivo de este lugar, yo me llevare a Ximena a la cama y allí se acabará tu legado
• -       A mí no me interesa besar a una chica, total hay un millón por ahí, yo solo deseo jugar por mi equipo y demostrarte que somos capaces de todos
• -       ¡HA! ¡Tan altanero como siempre Reynaldo! ¡Comencemos de una maldita vez!

El partido empezó ni para bien ni para mal, ambos equipos empatados en sus jugadores profesionales escolares, mientras los capitanes trataban de continuar con su lucha personal, una falta disciplinaria contra Reynaldo por parte de Hugo, despertó la ira y causó una pelea entre ambos equipos, resultando expulsados por el árbitro escolar que apenas se salvó de un linchamiento por parte de ambos jóvenes rivales, al ser expulsados decidieron irse a rendir sus cuentas por su propia manera, frente a la chica de sus fantasías delirantes.

-       Si bien te he soportado todo este tiempo, es porque no soy violento de ninguna forma, pero carajo, ya me hartaste – decía Reynaldo preparándose para pelear.

• -       Digo lo mismo inútil, me harté de nunca hacerte verdadero daño por temor a que me expulsaran del Guadalupe, pero ahora mismo ¡Te haré sufrir! – dijo Hugo con una sonrisa macabra en su rostro

Ambos enemigos comenzaron su batalla, intentando ser detenidos por Carmela, pero alentados por Ximena quien con su bella sonrisa disfrutaba ver como peleaban, sin embargo, el plena lucha, Hugo le propinó un equivocado golpe hacia Carmela, tumbándola en el piso, ella asustada estuvo a punto de llorar, Ximena fue en su auxilio alejando a Hugo de ellas y Reynaldo aprovecho ese momento para contraatacar y decirle las cosas en su cara.

• -       ¡¿PARA ESTO LUCHAMOS?!
• -       ¡NO DIGAS NADA DE NADA, TU IGUAL TIENES TANTA CULPA DE TODO!

Hugo decidió irse corriendo del lugar, dejando a los demás absortos por su decisión, Reynaldo viendo que las chicas estaban consolándose para tratar la herida superficial que sufrió Carmela, también lo siguió para detenerlo. Al llegar a un callejón, e gritó que volviese y terminaran esta pelea como debió hacerse, pero Hugo ya no tenía interés en pelear, luego de golpear a una chica que intentaba detenerlo, se vio en la necesidad de huir y dejarlo todo.

Nunca fue un alumno brillante, mientras Reynaldo era el número uno de su promoción del colegio Nuestra Señora de Guadalupe, pero esa distancia entre ambos originó la enemistad entre ambos, eran incompatibles, o hasta ese momento lo eran; mientras corría, tropezó con unas bolsas de basuras, al tratar de levantarse, vio algo que nunca creería ver en toda su vida.

• -       ¡Un duende! – gritó asustado
• -       ¿¡A quien le dices duende niño tú!? – respondió la misteriosa criatura que se levantaba de entre las bolsas de basura
• -       ¿Pero qué…? - retrocedió Reynaldo al ver a la pequeña criatura
• -       Otro torpe, ¿Nunca han visto a criatura pequeña en sus vidas? Mi nombre es Paco, soy el espíritu guardián naturaleza yo soy
• -       ¿Por qué hablas raro? – pregunto Reynaldo, un poco más calmado
• -       Esa es mi manera de hablar humano, ¿Cómo es que pueden verme?
• -       Pues… pues… eres raro y una criatura que nunca he visto, duende
• -       ¡Ser duende no soy! Es raro… ningún humano debería verme, pero ustedes dos pueden hacerlo si nada como… extraño demasiado… ¿Quiénes sois?
• -       Ahora hablas como español… ¡Eso es estupendo! – dijo entusiasmado Reynaldo al saber de la existencia de una criatura sin igual si te capturo podré hacerme muy rico y así ayudar a mi familia
• -       Eh… yo mejor me voy…
• -       ¿Capturarme? ¿Cómo a mis hermanos y padres? ¡NO! – el pequeño ser alzó su dedo pulgar hacia nosotros y desprendió una pequeña luz hacia Reynaldo, que por suerte pudo esquivarlo para ver el horror que le esperaba si recibía ese impacto, un auto volado en mil pedazos
• -       Ah… ah… ¿Qué fue eso?
• -       Esto es el Ium niño, y ningún humano me tocará, así reglas tenga que romper todas
• -       Ah… ¡Lo siento señor duende Paco, pido mil disculpas! – decía Hugo al ver horrorizado el destino que le esperaba, o creía esperar - ¡No debí molestarlo! ¡Fui yo quien lo molestó! ¡No pienso en muchas veces, soy un pobre idiota que no tiene donde caerse muerto! ¡No soy para nada útil en esta vida! ¡Por favor máteme de una vez!
• -       Mmm… Hugo… - al ver a su compañero de peleas llorando y pidiendo que lo matasen rápido, no pudo contener sus ganas de consolarlo, siempre fueron enemigos, pero ahora al saber sus razones de ser un desconsiderado ser humano, quizás, pudo entender el porqué de también odiarlo
• -       Vaya… un niño pidiendo clemencia… no creo que inútil seas del todo… si puedes verme… les depara un gran destino a ambos. Tengan cuidado niños, el mundo está cambiando y algo se mueve entre las sombras, el destino de mi tierra, y del mundo pronto se regirá entre quienes tengan la osadía de enfrentarlos y recobrar la verdadera fuerza de la naturaleza, y la vida misma en el universo. Nos vemos otra oportunidad niños, cuídense historiador valioso y primer presidente del sindicato de trabajadores del Perú
• -       ¿Eh? – dijeron ambos estudiantes, luego observaron una luz que se agrando encerrando todo el callejón, para después ver que el ser desapareció

Desde ese momento no entendimos muy bien lo que trataba de decir el pequeño ser, hasta cuando nos graduamos del colegio, decidirnos apoyarnos entre los dos, pasando por cada reto, por cada misión, por cada parte de la vida que tanto nos afectaba pero que pudimos descubrir. Tu abuelo se convirtió en un gran historiador y descubrió las artes antiguas de los Ium y el secreto para aprender de su poder, fue como entonces también descubrió la verdad de los legionarios.

Su intento por cubrir sus investigaciones y no dejar que cayeran en manos enemigas, hizo que subiese a este lugar tan apartado de todo, y lo dejase en manos del pequeño Paco, a quien finalmente volvió a ver luego de tantos años estudiando nuestro pasado, le confío el libro junto con el quipu a su pequeño amigo, dejándole como legado que estuviese protegido de quienes osaban utilizaban su poder para hacer daño, hasta quienes realmente hagan lo contrario apareciesen.

Fue entonces como te encontré, pues Hugo me informo sobre ese acontecimiento, y también visite este lugar, al verlo me quede sorprendido, pues luego de dejar la presidencia del sindicato de trabajadores, la cual estuve entregada por casi cincuenta años, no tenía nada que hacer con lo que restaba de mi vida, hasta que encontré la manera de pasar el tiempo, buscando al siguiente sucesor de los incas, quien cuenta las leyendas, sería el que retornaría el poder y la gloria de los incas y todos los indígenas que fueron sometidos a la barbarie cientos de años atrás, y apareciste muchacho, apareció Jerouu y sus amigos del alma.

Ahora que el libro de la verdad oculta del Perú junto con el quipu del aprendizaje del Ium ha sido descubierto, tienes que entender todos sus secretos y realmente obtener el poder del inca más poderoso y sabio que ha tenido el imperio incaico, si realmente eres su sucesor espiritual, entonces debes de seguir con el camino, pero no te equivoques, yo no te impongo nada, que nazca de ti el querer continuar o dejarlo todo, y vivir como si nada.

• -       No maestro
• -       ¿No qué?
• -       No seguiré ese camino, pues ya tengo el mío, mi propio camino forjado, mi sueño es ayudar al mundo, mi meta el llegar a la luna y mi destino… ni idea, pero si tengo que seguir con esto, sufrimiento y rechazos, para sacar una sonrisa al mundo, lo haré ¡Aprenderé a aprehender el Ium!
• -       Hahaha Hugo tenía razón… pues continuemos, has pasado la tercera prueba, momento de realmente seguir el legado de la naturaleza…