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lunes, 21 de noviembre de 2016

Las bombas cayeron encima de los asentamientos humanos, tantas historias contadas por ancestros de la sierra, ancestros que llegaron a la capital por transformar sus vidas para una mejor proposición del destino; eran ahora víctimas de la destrucción masiva por parte de los legionarios, quienes consideraban inadaptables a los distritos emergentes de la capital, ciudadanos ineptos que solo querían poblar de servidumbre innecesaria al país, quienes para los ojos legionarios, merecían la mejor de las muertes.



El del bigote fino entablaba una difícil batalla contra Jerouu, quien apenas podía defenderse, no estaba enfrentándose a un simple soldado, mucho menos a un comisario o un teniente, es el teniente general de toda la policía, un individuo de casi 60 años con habilidades sorprendentes, y de quien se esperaba que fuese la mano derecha del general Alexander. Cada ataque con su lanza creada a partir de sus armas, era tan penetrante que destrozaba las rocas en pedazos con tan solo impactar en ellas, y yo solo podía correr o bloquear sus ataques.

Si bien mi bastón sagrado como le decía el viejo vagabundo era capaz de brindar batalla frente a esa lanza de metal, no era lo suficientemente poderosa para destruir su defensa y asestar un severo golpe, no era totalmente impresionante, y eso que, no he podido avanzar más en mi entrenamiento.

Ambas armas chocaban entre sí, emitiendo gemidos de placer y exaltación, cosa inaudita que no podía creer, que no podía imaginar, mucho menos esperar de alguien tan poderoso como este sujeto. Pero ya no era el momento de echarme para atrás, sujetándome de dos rocas, pude impactar con una patada en su pecho, haciéndole retroceder para impactarlo con mi bastón y empujarlo hacia atrás, cerca del acantilado, y fue donde pude usarlo por primera vez…

  • -       ¡PACHACS! – grité emocionado y temeroso por si no funcionara, felizmente, sucedió al revés

Agité mi bastón de derecha a izquierda fuertemente, como cortando el aire entre mi espacio y el de esa cosa, para hacer aparecer una ráfaga de aire muy mortal que pudo verse en la realidad, una ráfaga de aire brillante que se dirigió fugazmente hacia mi enemigo, quien no tardó en recibir ese impacto, quizás por mostrarse poderoso, o quizás porque no tenía a donde huir, y si lo hacía, moriría al saltar al acantilado de más de 200 metros de altura.

Varias ondas de impacto chocaron contra su lanza y su fuerte defensa que era el cuerpo del teniente, recibiendo cada choque de ondas como si fuesen granitos de arena, perturbador diría yo, pero gratificante para mi interior porque debía de eliminarlo rápido y regresar. Aunque, el tipo del bigote no dudó en recibir más castigo, y de inmediato saltó para hacer lo mismo con su lanza, solo que esta vez agrandó su lanza y lo lanzó con tal precisión que destruyó parte del patio ceremonial, dejando piedras destruidas caer al vacío, parte de la estructura de Macchu Pichu estaba siendo dañada seriamente, y todo bajo la mirada de una luna indecisa de mostrarse completamente.

Parte del gran complejo turístico, histórico y emocional de la peruanidad estaba siendo destruida por este sujeto, quien parecía no importarle el daño que le hacía era incalculable, parecía estar despreocupado por aniquilar todo el lugar, con tal de cumplir su misión, pero no dejaría que hiciese lo que quisiese, así que seguí atacando, sin saber que yo cometería la misma equivocación.

Cada Pachacs que le lanzaba él lo esquivaba con suma velocidad, intentando que tal vez mostrase todo mi poder, o que destruya todo por mi culpa, cosa que estaba logrando, pero inundado por mi fría y eufórica manera de terminar con esto, nunca lo pensé como era debido, y seguí atacándolo destruyendo grandes monumentos de piedra que antes eran patrimonio de la humanidad, pero que ahora era patrimonio del vacío.

  • -       ¿No sabes que estas destruyendo patrimonio importante de los peruanos? – dijo mirándome fijamente sin vacilar en repeler mis ataques
  • -       ¡Cállate! ¡Tú lo hiciste primero! ¡¿Y ahora quieres mostrarte como el santito en esta pelea?!
  • -       Esa siempre fue mi intención primaria joven Jerouu, si destruyes este lugar, al acabar la pelea, todos sabrán que tu destruiste parte importante de esta gran maravilla y mi misión se habrá cumplido. El odio hacia ustedes los llamados Soulos será su perdición… Yo solo cumplo las ordenes
  • -       ¡Entonces acabaré contigo primero viejo bigotudo! – preparé mi bastón para una ráfaga intensiva de Pachacs, aun así, destruyese parte del bastión inca, tengo que hacerlo por el bien de mis amigos
  • -       ¡Es tu fin joven Jerouu! – alzó su lanza gigante con dirección hacia mi pose ataque

Una espada de mediano tamaño impactó contra el aterrador lanzamiento de la lanza mágica del bigotudo, enviándolo hacia otro lugar del bastión incaico, originando una explosión en un cerro cercano a nuestra pelea ¿Quién mierda hizo eso? Esa espada fue sujetada por un misterioso sujeto, quien de inmediato chocó su arma contra la del tío bigote, originando relámpagos pequeños en ese choque, una explosión de gigantes rayos y truenos en ese impacto de armas poderosas, hasta que finalmente supe quién era realmente.

  • -       ¡ARIANO! ¡¿Eres tú?! – dije sorprendido por verlo en este lugar
  • -       Por supuesto Jerouu, soy tu segundo maestro, y el verdadero que debió entrenarte desde el principio, ahora si no te molesta, yo terminaré esta pelea – hablo con seguridad en sus palabras, su cabello rubio y bien arreglado, con el terno bien puesto y elegantemente negro sujetando una espada, era sinónimo de que esta batalla estaba saliendo de control
  • -       Debes de ser ese famoso publicista tecnológico llamado Ariano ¿No es verdad?
  • -       Así es tío bigote, hahaha que buen apodo Jerouu, yo seré tu oponente en este momento, ya que mi discípulo debe de regresar a Lima a acabar con ese tal Alexander, y como que el viejo vago de allí esta inutilizable, pues, no queda de otra que enfrentarme a ti
  • -       ¿Tío bigote? ¿Dónde quedo el respeto por los mayores? Ni modo, entonces debes saber que, si estás aquí, has dejado tu lugar de prestigio inevitable, y, por lo tanto, un objetivo fácil de entrar para robar tus inventos de publicidad de guerra
  • -       ¿Publicidad de guerra? ¿De qué habla? – quería entender todo lo que estos dos sujetos decían – no importa, Ariano no te metas en esto, el vino a detenerme, y yo con gusto le daré la batalla que busca
  • -       Si lo haces ¿Crees que tus amigos tengan una oportunidad contra los legionarios? No estoy diciendo que tus amigos sean inútiles, sino que tú, quien los unió en un principio, no debería de estar lejos de ellos en estos momentos
  • -       Pero… ya he aprendido nuevos ataques, justo lo necesario para…
  • -       ¡Mira a tus alrededores por un momento y recapacita!

Pues le daba la razón, mis ataques solo causaron estragos y derivos de ira en toda la naturaleza que rodeaba la belleza de este valioso complejo arqueológico, al ver todo eso, también observe a Armando con el duende Muqui tratando de ponerse a salvo tras los ataques sufridos por nuestra batalla. No quería seguir con eso, pero…

  • -       Ahora lo entiendes, el gran SuperGb no debe de dejar que destruyan monumentos a la memoria del ser humano y el pasado
  • -       ¿No crees que es muy tarde para decirte a ti mismo SuperGB? Como que ya… todos saben quién eres
  • -       Sí, pero mi punto es ese, lo que acabas de ver es tu poder en acción, todavía muy inmaduro para un chico de veinte años como eres, demasiado para un pequeño
  • -      
  • -       Ahora debes de seguir adelante, yo lo derrotaré y enfócate en acabarlo, ya me conoces, conoces mi verdadero poder. Cuando nos enfrentamos en las afueras de tu universidad, conociste parte de mi poder, y ahora es momento que… - detuve su siguiente palabra
  • -       Entiendo lo que quieres decir, ese discursillo del héroe dejando a sus amigos pelear por acabar con el jefe principal ya me lo conozco. Sin embargo, no te doy la razón en todo, este sujeto vino a detenerme a toda costa, y si dejo que alguien se meta en nuestra batalla de 1 contra 1, ¿Qué pensaría ese tipo y mi orgullo? El viejo vagabundo me entrenó para defenderme de estos sujetos, y ahora que me enfrento a uno, quieres intentar evitar que luche y muestre mi poder, ahora debo de controlar mejor mis nuevos poderes, ya no atacar por atacar, sino pensar, tranquilizarme y luego planear el siguiente ataque, o algo en ese orden
  • -       Vaya… parece que ya has aprendido buenos modales, entonces… lamento ser injusto, pero será una batalla de 2 contra 1
  • -       Me parece perfecto – respondió el tío bigotudo
  • -       Pues como entenderás, tu poder equivale a dos personas, y el de Jerouu solo a uno, y ahora que cuenta conmigo, tendrá que emparejarse la batalla… ¡y se armaron las parejas! ¿Listo Jerouu para mostrarme el potencial que acabas de obtener?
  • -       Todavía no aprendo sobre mi ancestro, pero con mi bastón sagrado y tus espadas, bastará para darle una paliza

Un reconocido agente publicitario al lado de un joven soñador estudiante de comunicaciones sin trabajo enfrentándose a un señor teniente general que poseía el poder de usar energía con su lanza mágica. ¡Un combate totalmente fuera de lugar locazo! Al momento de atacarlo con nuestras armas, apenas pudo detenerse en el piso el tío del bigote, sorprendido por nuestro gran poder, no tuvo tiempo de responder a nuestro contraataque y fue derribado por mi pachac de 6 ráfagas, y una onda de energía rojiza de la espada de Ariano, impactando en el suelo reventando varias piedras antiguas de piedra en el camino.

  • -       Bien hecho Jerouu
  • -       Igual pituquito
  • -       Hahaha dime Ariano nomas chibolo
  • -       Como quieras pituquito Ariano
  • -       ¿Creen que con eso me derrotaran? Dime Ariano, ¿Quién te resguarda las espaldas en la ciudad? Sin ti…
  • -       ¿Acaso me ves la cara de imbécil? Tengo casi tu misma edad viejo, por lo tanto, no soy el típico ricachón estúpido que ves en la televisión. Obviamente deje preparado todo para cuando la legión tomase el poder, y esa preparación tiene nombre, los “Bajopontinos”, y claro, mi mejor amigo en todo el mundo, Faulquo. Con ellos, nada sucederá en la ciudad, aparte de otros “amiguitos”, como diría un dinosaurio morado
  • -       ¡Chuchas! Sí que tienes muchas sorpresas, pero ahora que me has dicho eso, y confiando en que mis amigos ya han librado sus batallas con tus camaradas legionarias y salieron victoriosos… entonces puedo luchar tranquilo
  • -       Ya veremos… joven Jerouu
  • -       ¡De todas formas es todo un ejército contra un pequeño grupo de niños y mi amigo! ¡Debemos terminar con esto de una maldita vez!
  • -       Pero tu dijiste… a la mierda… ¡Vamos con todo!

El encuentro final entre ambos entes, tan poderosos y distantes de cualquier ser humano sobre la tierra. Quien diría que estaría luchando en el Cuzco, al lado de alguien poderoso tanto en dinero como en fuerza, y nada menos que con otro ser mágico pero malvado… si me dijeran esto o que sucedería como un anime o dibujo animado, para nada en el mundo me lo creería. Sin embargo, ahora todo es una realidad, y aunque sé que está mal pensar en eso, esto me emociona mucho, me hace sentir que por algo es que tengo mi ideal.

El combate siguió con otro choque entre ambas espadas, gracias al semi entrenamiento del vagabundo, pude evitar sus ataques de lanza y a la vez contraatacar con mi bastón intentando noquearlo, mientras que por la derecha Ariano atacaba con su espada intentando cortarlo en dos. Corrimos hacia el centro del patio con la lucha continua entre las armas, con rapidez llegamos a un punto nulo en mitad de un antiguo camino inca, donde nuestra pelea se vio cercada por un rio que caía desde lo alto de un cerro.

El final era ese, sino lo derrotábamos con nuestro siguiente ataque, este se vengaría cortando las sogas que sujetaban el puente colgante y moriríamos en el rio, así que con todas nuestras fuerzas decidimos hacer nuestra siguiente jugada. La llamada del rey, Ariano por la izquierda y yo por la derecha, atacando con nuestros ataques a larga distancia, apareciendo detrás del legionario, para atacarlo por la espalda, que obviamente no resultó, pero que apareció una sombra para atacarlo por el frente, quien resulto ser Ariano recibiendo un ataque despiadado por el bigotudo, sonriendo antes de ser enviado a una roca destruyéndola en el proceso. Luego mirar hacia arriba donde caía en picada con mi bastón, y recreando un botón del teclado y sinónimo de varios celulares, lo ataqué formando un asterisco gigante en el aire, sorprendiéndolo por hacerle creer que quien lo atacó por la espalda era yo, pero quien fue el duende sonriendo también… y en ese momento se acabó todo.

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