Las bombas cayeron encima de los asentamientos humanos,
tantas historias contadas por ancestros de la sierra, ancestros que llegaron a
la capital por transformar sus vidas para una mejor proposición del destino;
eran ahora víctimas de la destrucción masiva por parte de los legionarios,
quienes consideraban inadaptables a los distritos emergentes de la capital,
ciudadanos ineptos que solo querían poblar de servidumbre innecesaria al país,
quienes para los ojos legionarios, merecían la mejor de las muertes.
El del bigote fino entablaba una difícil batalla contra
Jerouu, quien apenas podía defenderse, no estaba enfrentándose a un simple
soldado, mucho menos a un comisario o un teniente, es el teniente general de
toda la policía, un individuo de casi 60 años con habilidades sorprendentes, y
de quien se esperaba que fuese la mano derecha del general Alexander. Cada
ataque con su lanza creada a partir de sus armas, era tan penetrante que
destrozaba las rocas en pedazos con tan solo impactar en ellas, y yo solo podía
correr o bloquear sus ataques.
Si bien mi bastón sagrado como le decía el viejo vagabundo
era capaz de brindar batalla frente a esa lanza de metal, no era lo
suficientemente poderosa para destruir su defensa y asestar un severo golpe, no
era totalmente impresionante, y eso que, no he podido avanzar más en mi
entrenamiento.
Ambas armas chocaban entre sí, emitiendo gemidos de placer
y exaltación, cosa inaudita que no podía creer, que no podía imaginar, mucho
menos esperar de alguien tan poderoso como este sujeto. Pero ya no era el
momento de echarme para atrás, sujetándome de dos rocas, pude impactar con una
patada en su pecho, haciéndole retroceder para impactarlo con mi bastón y
empujarlo hacia atrás, cerca del acantilado, y fue donde pude usarlo por
primera vez…
- - ¡PACHACS! – grité emocionado y temeroso por si no funcionara, felizmente, sucedió al revés
Agité mi bastón de derecha a izquierda fuertemente, como
cortando el aire entre mi espacio y el de esa cosa, para hacer aparecer una
ráfaga de aire muy mortal que pudo verse en la realidad, una ráfaga de aire
brillante que se dirigió fugazmente hacia mi enemigo, quien no tardó en recibir
ese impacto, quizás por mostrarse poderoso, o quizás porque no tenía a donde
huir, y si lo hacía, moriría al saltar al acantilado de más de 200 metros de
altura.
Varias ondas de impacto chocaron contra su lanza y su
fuerte defensa que era el cuerpo del teniente, recibiendo cada choque de ondas
como si fuesen granitos de arena, perturbador diría yo, pero gratificante para
mi interior porque debía de eliminarlo rápido y regresar. Aunque, el tipo del
bigote no dudó en recibir más castigo, y de inmediato saltó para hacer lo mismo
con su lanza, solo que esta vez agrandó su lanza y lo lanzó con tal precisión
que destruyó parte del patio ceremonial, dejando piedras destruidas caer al
vacío, parte de la estructura de Macchu Pichu estaba siendo dañada seriamente,
y todo bajo la mirada de una luna indecisa de mostrarse completamente.
Parte del gran complejo turístico, histórico y emocional de
la peruanidad estaba siendo destruida por este sujeto, quien parecía no
importarle el daño que le hacía era incalculable, parecía estar despreocupado
por aniquilar todo el lugar, con tal de cumplir su misión, pero no dejaría que
hiciese lo que quisiese, así que seguí atacando, sin saber que yo cometería la
misma equivocación.
Cada Pachacs que le lanzaba él lo esquivaba con suma
velocidad, intentando que tal vez mostrase todo mi poder, o que destruya todo
por mi culpa, cosa que estaba logrando, pero inundado por mi fría y eufórica
manera de terminar con esto, nunca lo pensé como era debido, y seguí atacándolo
destruyendo grandes monumentos de piedra que antes eran patrimonio de la
humanidad, pero que ahora era patrimonio del vacío.
- - ¿No sabes que estas destruyendo patrimonio importante de los peruanos? – dijo mirándome fijamente sin vacilar en repeler mis ataques
- - ¡Cállate! ¡Tú lo hiciste primero! ¡¿Y ahora quieres mostrarte como el santito en esta pelea?!
- - Esa siempre fue mi intención primaria joven Jerouu, si destruyes este lugar, al acabar la pelea, todos sabrán que tu destruiste parte importante de esta gran maravilla y mi misión se habrá cumplido. El odio hacia ustedes los llamados Soulos será su perdición… Yo solo cumplo las ordenes
- - ¡Entonces acabaré contigo primero viejo bigotudo! – preparé mi bastón para una ráfaga intensiva de Pachacs, aun así, destruyese parte del bastión inca, tengo que hacerlo por el bien de mis amigos
- - ¡Es tu fin joven Jerouu! – alzó su lanza gigante con dirección hacia mi pose ataque
Una espada de mediano tamaño impactó contra el aterrador
lanzamiento de la lanza mágica del bigotudo, enviándolo hacia otro lugar del
bastión incaico, originando una explosión en un cerro cercano a nuestra pelea
¿Quién mierda hizo eso? Esa espada fue sujetada por un misterioso sujeto, quien
de inmediato chocó su arma contra la del tío bigote, originando relámpagos
pequeños en ese choque, una explosión de gigantes rayos y truenos en ese
impacto de armas poderosas, hasta que finalmente supe quién era realmente.
- - ¡ARIANO! ¡¿Eres tú?! – dije sorprendido por verlo en este lugar
- - Por supuesto Jerouu, soy tu segundo maestro, y el verdadero que debió entrenarte desde el principio, ahora si no te molesta, yo terminaré esta pelea – hablo con seguridad en sus palabras, su cabello rubio y bien arreglado, con el terno bien puesto y elegantemente negro sujetando una espada, era sinónimo de que esta batalla estaba saliendo de control
- - Debes de ser ese famoso publicista tecnológico llamado Ariano ¿No es verdad?
- - Así es tío bigote, hahaha que buen apodo Jerouu, yo seré tu oponente en este momento, ya que mi discípulo debe de regresar a Lima a acabar con ese tal Alexander, y como que el viejo vago de allí esta inutilizable, pues, no queda de otra que enfrentarme a ti
- - ¿Tío bigote? ¿Dónde quedo el respeto por los mayores? Ni modo, entonces debes saber que, si estás aquí, has dejado tu lugar de prestigio inevitable, y, por lo tanto, un objetivo fácil de entrar para robar tus inventos de publicidad de guerra
- - ¿Publicidad de guerra? ¿De qué habla? – quería entender todo lo que estos dos sujetos decían – no importa, Ariano no te metas en esto, el vino a detenerme, y yo con gusto le daré la batalla que busca
- - Si lo haces ¿Crees que tus amigos tengan una oportunidad contra los legionarios? No estoy diciendo que tus amigos sean inútiles, sino que tú, quien los unió en un principio, no debería de estar lejos de ellos en estos momentos
- - Pero… ya he aprendido nuevos ataques, justo lo necesario para…
- - ¡Mira a tus alrededores por un momento y recapacita!
Pues le daba la razón, mis ataques solo causaron estragos y
derivos de ira en toda la naturaleza que rodeaba la belleza de este valioso
complejo arqueológico, al ver todo eso, también observe a Armando con el duende
Muqui tratando de ponerse a salvo tras los ataques sufridos por nuestra
batalla. No quería seguir con eso, pero…
- - Ahora lo entiendes, el gran SuperGb no debe de dejar que destruyan monumentos a la memoria del ser humano y el pasado
- - ¿No crees que es muy tarde para decirte a ti mismo SuperGB? Como que ya… todos saben quién eres
- - Sí, pero mi punto es ese, lo que acabas de ver es tu poder en acción, todavía muy inmaduro para un chico de veinte años como eres, demasiado para un pequeño
- - …
- - Ahora debes de seguir adelante, yo lo derrotaré y enfócate en acabarlo, ya me conoces, conoces mi verdadero poder. Cuando nos enfrentamos en las afueras de tu universidad, conociste parte de mi poder, y ahora es momento que… - detuve su siguiente palabra
- - Entiendo lo que quieres decir, ese discursillo del héroe dejando a sus amigos pelear por acabar con el jefe principal ya me lo conozco. Sin embargo, no te doy la razón en todo, este sujeto vino a detenerme a toda costa, y si dejo que alguien se meta en nuestra batalla de 1 contra 1, ¿Qué pensaría ese tipo y mi orgullo? El viejo vagabundo me entrenó para defenderme de estos sujetos, y ahora que me enfrento a uno, quieres intentar evitar que luche y muestre mi poder, ahora debo de controlar mejor mis nuevos poderes, ya no atacar por atacar, sino pensar, tranquilizarme y luego planear el siguiente ataque, o algo en ese orden
- - Vaya… parece que ya has aprendido buenos modales, entonces… lamento ser injusto, pero será una batalla de 2 contra 1
- - Me parece perfecto – respondió el tío bigotudo
- - Pues como entenderás, tu poder equivale a dos personas, y el de Jerouu solo a uno, y ahora que cuenta conmigo, tendrá que emparejarse la batalla… ¡y se armaron las parejas! ¿Listo Jerouu para mostrarme el potencial que acabas de obtener?
- - Todavía no aprendo sobre mi ancestro, pero con mi bastón sagrado y tus espadas, bastará para darle una paliza
Un reconocido agente publicitario al lado de un joven
soñador estudiante de comunicaciones sin trabajo enfrentándose a un señor
teniente general que poseía el poder de usar energía con su lanza mágica. ¡Un
combate totalmente fuera de lugar locazo! Al momento de atacarlo con nuestras
armas, apenas pudo detenerse en el piso el tío del bigote, sorprendido por
nuestro gran poder, no tuvo tiempo de responder a nuestro contraataque y fue
derribado por mi pachac de 6 ráfagas, y una onda de energía rojiza de la espada
de Ariano, impactando en el suelo reventando varias piedras antiguas de piedra
en el camino.
- - Bien hecho Jerouu
- - Igual pituquito
- - Hahaha dime Ariano nomas chibolo
- - Como quieras pituquito Ariano
- - ¿Creen que con eso me derrotaran? Dime Ariano, ¿Quién te resguarda las espaldas en la ciudad? Sin ti…
- - ¿Acaso me ves la cara de imbécil? Tengo casi tu misma edad viejo, por lo tanto, no soy el típico ricachón estúpido que ves en la televisión. Obviamente deje preparado todo para cuando la legión tomase el poder, y esa preparación tiene nombre, los “Bajopontinos”, y claro, mi mejor amigo en todo el mundo, Faulquo. Con ellos, nada sucederá en la ciudad, aparte de otros “amiguitos”, como diría un dinosaurio morado
- - ¡Chuchas! Sí que tienes muchas sorpresas, pero ahora que me has dicho eso, y confiando en que mis amigos ya han librado sus batallas con tus camaradas legionarias y salieron victoriosos… entonces puedo luchar tranquilo
- - Ya veremos… joven Jerouu
- - ¡De todas formas es todo un ejército contra un pequeño grupo de niños y mi amigo! ¡Debemos terminar con esto de una maldita vez!
- - Pero tu dijiste… a la mierda… ¡Vamos con todo!
El encuentro final entre ambos entes, tan poderosos y
distantes de cualquier ser humano sobre la tierra. Quien diría que estaría
luchando en el Cuzco, al lado de alguien poderoso tanto en dinero como en
fuerza, y nada menos que con otro ser mágico pero malvado… si me dijeran esto o
que sucedería como un anime o dibujo animado, para nada en el mundo me lo
creería. Sin embargo, ahora todo es una realidad, y aunque sé que está mal
pensar en eso, esto me emociona mucho, me hace sentir que por algo es que tengo
mi ideal.
El combate siguió con otro choque entre ambas espadas,
gracias al semi entrenamiento del vagabundo, pude evitar sus ataques de lanza y
a la vez contraatacar con mi bastón intentando noquearlo, mientras que por la
derecha Ariano atacaba con su espada intentando cortarlo en dos. Corrimos hacia
el centro del patio con la lucha continua entre las armas, con rapidez llegamos
a un punto nulo en mitad de un antiguo camino inca, donde nuestra pelea se vio
cercada por un rio que caía desde lo alto de un cerro.
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