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miércoles, 31 de agosto de 2016

  • -       ¡Señor, se acerca un grupo armado por el norte y otro por el sur! habló un oficial vestido de policía con sus respectivos galones y el cóndor legionario en las puntas de las mangas
  • -       Con que de verdad quieren conquistar este lugar, pero no hay de qué preocuparse soldado, son simples pobladores utilizando armas blancas, somos nosotros quienes tienen las verdaderas armas, somos la policía y el ejército en conjunto… - fue interrumpido el comisario de la fortaleza
  • -       Pero señor, esos tipos llevan trajes negros y cascos que nunca había visto, y delante del grupo del norte, viene una chica muy linda
  • -       ¿Dijiste una chica?
  • -       ¡Si señor! Al parecer esa chica los dirige
  • -       ¡Maldita sea! – golpeó su mesa con vista al campo de batalla por una de las ventanas – preparen a los policías para salir a combatir, utilicen balas de goma para repelerlos, no dejaré que nadie muera este día, sea de mi bando o el de esa chica
  • -       ¿Y qué les digo a los comandos?
  • -       Avísales que se preparen pero que no salgan, quiero mantenerlos dentro todo lo posible, sabes muy bien que a “esos” – con acentuación temblorosano los puedo controlar por mucho tiempo, será mejor que mis hombres salgan al frente y ellos se queden en este lugar para resguardar
  • -       ¿Resguardar señor, o porque les teme?
  • -       ¡Cállate mierda! Son el ejército, no tengo tanta autoridad sobre ellos, pero si mi general me ordenó estar aquí y controlar a esos bárbaros, bueno, quien soy yo para desobedecer, ojalá Noelia la esté pasando mejor donde se encuentra…
  • -       Si comisario Héctor
  • -       Que empiece la verdadera batalla chica muy linda



Ambos bloques, norte y sur, estaban tomados por el pequeño ejército profesional aliado de Sylvana, por el norte se encontraban quince soldados quienes cargaban con varias IMI Travor de fabricación israelí para combatir a los escuadrones de la fortaleza, mientras por el sur iban cargados con algunos lanzagranadas para disparar las bombas que contendrían la pólvora especial para despejar los cielos e impactar en los soldados con el fin de dejarlos inmóviles gracias a la electricidad.

Antes de comenzar el ataque, el equipo Huk del norte abrió comunicación con sus parlantes que llevaron para la ocasión y dirigirles algunas palabras, y su principal locutora era Sylvana, la única chica hermosa vestida de negro y con maquillaje de guerra con el símbolo de los Soulos en su cachete izquierdo preparada para la batalla.

  • -       Escuchen muy bien legionarios, les daremos un minuto para rendirse y salir pacíficamente entregando sus armas, mi nombre es Sylvana Mendoza y represento a la comunidad ayacuchana que desea recuperar lo que les pertenece
  • -       Señor – por el otro lado de la batalla - ¿Qué respondemos?
  • -       Demonios, esa chica se atreve a darnos órdenes como si nadatrataba de pensar en una salida para esto el comisario Héctorsi bien enfrenté a sus compañeros en la facultad de comunicaciones, si esa chica es tan fuerte como dicen y es miembro de los Soulos, entonces estaré en problemas
  • -       Pero señorle respondió su subordinado Batosolo es un puñado de hombres con una chica a su cabeza, no significa nada, apuesto que huirá esa tipa, es una flaca mi jefe
  • -       No es cualquier chica, creo que por su nombre ella es de los Soulos, quiere decir, que tiene similares poderes a los míos, y esos tipos no son cualquier puñado de cojudos pobladores, son expertos en armas. Una vez los vi custodiando al señor Ariano con sus imponentes armas de asalto y una mirada tan fría como este invierno de mierda… espera... ¿Si esa seguridad es de Ariano, el gigante de la publicidad, que hacen aquí? A menos que… rápido Bato informa esto al cuartel general en Lima
  • -       ¿Qué les digo señor?
  • -       Que tenemos a un enemigo bastante jodido frente a nosotros, ¡Avísales que Ariano Malverde es aliado de los Soulos!
  •  
  • Ø  ¡¿Qué esperan?! Si no se rinden entonces tendremos que utilizar la fuerza – repitió con furia Sylvana y mucha energía en estas palabras tan jóvenes
  • Ø  Soy el comisario Héctor Vilcabamba Isidro, jefe a cargo de la fortaleza la cual ven, la catedral de Vilcashuamán. Por ende, entiendo que quien me habla es la jefa de los pobladores ayacuchanos, mi respuesta será conocido en breve… ¡Ataquen legionarios!
  • Ø  ¡Entonces a luchar!

Varios policías vestidos con trajes especiales muy extraños y completamente revestidos de un metal negro al parecer muy resistente, portando bombas lacrimógenas y pistolas para disparar a matar salieron del gran portón de la iglesia rumbo hacia el grupo norte especializado y donde se encontraba Sylvana. Ella utilizando un silbato dio la señal de ataque del pequeño ejército sureño.

Los quince hombres y mujeres apuntaron sus lanzagranadas hacia el cielo nevado, justamente en ese momento dejo de caer nieve sin apartar las nubes grises del cielo ayacuchano. Lanzaron sus respectivas municiones esperando el ataque esporádico de los rayos, pero… Sylvana no puedo hacer ningún movimiento, ni siquiera una pequeña chispa.
El capitán del grupo norte alertó por su radio de atacar con sus balas hacia el contingente policial que se aproximaba a toda prisa, intentó detenerlos, pero era inevitable, el plan había fracasado, o eso pensábamos. Afortunadamente se prepararon varias mini bombas de cargas explosivas eléctricas para una ocasión como esta, al lanzarlos pudieron cumplir su rol como lo hubiese hecho Sylvana, dejando inconscientes a los policías debido al alto impacto de electricidad producida por las mini bombas.

El campo fue despejado gracias a esas pequeñas cargas y el plan prosiguió de acuerdo a lo establecido, afortunadamente los francotiradores también fueron eliminados del campo y eso facilitó la entrada hacia la iglesia, la fortaleza legionaria que pronto volvería a los verdaderos dueños. Mientras, Sylvana trataba de hacer funcionar su poder sin éxito, no podía generar esas chispas eléctricas en sus manos por más presión que le pusiera en hacerlo, algo se lo impedía, pero no sabía qué; Franz le avisó que no se preocupase por eso y siguieran con el plan que ya iba a la mitad, cerró los ojos y corrió hacia la fortaleza esperando un verdadero milagro de su poder, después de todo, a eso vino.

  • -       ¡Señor comisario Héctor han ingresado al recinto!
  • -       ¡Conchetumadre!gritó lanzando su vaso de agua al pisono tengo otra opción, ahora mismo avísales a los soldados que cumplan su labor, ella quiere una guerra, pues tendrá una guerra

Al ingresar por el portón principal encontraron las bancas destrozadas, algunas formando una V, por el lado donde el Padre hacia la ofrenda a Dios también habían formado bancas en esa forma, pareciendo una barricada. Una alarma retumbó los oídos de las fuerzas especiales ya agrupadas los treinta en el portón, al darse cuenta del ruido, se lanzaron varias bombas lacrimógenas que esparcieron humo por todo el interior de la iglesia. Los cuadros, estatuas antiguas y sus hermosos vidrios que reflejaban los candentes rayos solares habían sido destruidos por las bombas que lanzaron, para inmediatamente disparar a quemarropa a nuestra posición.

El ejército profesional de la legión ingresó al campo de batalla, destrozando con sus balas reales los cuerpos de dos soldados especiales de nuestro batallón, matándolos en el acto, varios disparos en la cabeza y en el cuello. Tuvimos que agacharnos mientras nos seguían disparando sin piedad. Varias balas destrozaron las cabezas de estatuas de San José y la Virgen Santísima de la Trinidad, convirtiéndolos en cenizas de mármol.

  • -       ¡Sylvana! ¡Estos tipos son del ejército y están preparados para matar!habló desesperadamente el capitán Joseph
  • -       ¡Lo sé! ¡Entonces respondamos igual señores!

La guerra entre ambos bandos cruzados por el suelo marmoleado de la iglesia comenzó. Disparaban hacia nuestra posicion con la intención de matarnos, pero sin herir de gravedad a Sylvana, pues yo era parte al parecer de su objetivo; eran profesionales y eso lo demostraron al subir raudamente a las escaleras de la iglesia, rumbo a la campana principal y disparar con muy buena precisión a uno de nuestros hombres, directo en el cuello donde la sangre explotó desesperadamente, causando pánico en mi interior y verdadero horror, salpicando su sangre en mi rostro, sangre humana real.

  • -       ¡Alto el fuego!apareciendo de entre los soldados del ejército, Héctor Vilcabamba, vistiendo un blaizer plomo hecho de cuadros oscuros y zapatos negros bien lustrados, blandiendo una espada afilada larga al lado de sus guantes con el símbolo de la legiónesto es entre ella y yo
  • -       Lo siento capitán Héctor, pero nosotros solo respondemos al presidente, y sus órdenes fueron… liquidar a ambos monstruos
  • -       ¡Mierda!

Una bala perforó su hombro derecho por sorpresa antes de que intentara esquivar esa bala, su respuesta fue usar su poder del agua, que logró hacerlo gracias a la nieve esparcida dentro de la iglesia, y dejar ciegos por unos momentos a los soldados para tratar de escapar por el techo; al ver ese acto de cobardía decidí seguirle, después de todo, este sujeto quería matarme a toda costa, avise a los Huk que prosiguieran con el ataque, y que de paso no destruyesen la poca arquitectura colonial que quedaba en la iglesia.
Los Huk me resguardaron la espalda para subir por las escaleras y demostrar mi verdadero poder a ese sujeto quien controlaba el agua y era llamado Héctor. Si lograba derrotarlo, era cuestión de tiempo para que cayesen sus fuerzas armadas, pero al notar la traición, creo que eso era lo menos importante. Llegamos a las antiguas ruinas contiguas de la iglesia, donde todavía se mantenían en pie gracias a la labor de muchos arqueólogos y a la buena amabilidad de los estúpidos legionarios de no destruir este complejo, mierda.

  • -       Parece que ya no tienes escapatoria Héctor, ¿Así te llamas no?
  • -       Hahaha muchas gracias por reconocerme, al parecer, esos imbéciles *cachacos decidieron traicionarme, no importa, todavía soy fiel a mi legión
  • -       ¿Por qué haces todo esto? Al verte solo veo miedo e impotencia, incluso, creo que eres menor que yo
  • -       Eso no me interesa, mi poder es grande y también mi deseo. Soy descendiente de los fundadores de esta organización que siempre buscó el bien del Perú
  • -       ¿Y ese bien es acaso matar a todo el mundo o llenarles de miedo? Que porquería de visión tienes
  • -       ¡Cállate! Por siempre he hecho esto y ahora cuando acabe contigo finalmente podré ser libre y servir con devoción a mi país
  • -       Entonces solo eres un perro estúpido persiguiendo su hueso invisiblerespondí preparándome para atacar
  • -       Nunca lo entenderás, ya seas mayor o menor que yo, nadie lo va a entender, mi labor aquí es asegurar la paz, y si para eso necesito utilizar la guerra, pues que sea en nombre de nuestra gran nación ¡carajo!corrió con velocidad hacia mi posición de batalla, empezando la lucha de poderes incaicos

El tipo llamado Héctor Vilcabamba se apresuró en formar sus látigos de agua gigantes a mis alrededores, destruyendo parte de la edificación antigua para impedir que retrocediese, pero eso no fue todo, sino que convirtió las bolitas de nieve que caían precipitadamente en pequeñas agujas que fueron lanzadas con mucha fuerza, apenas esquivando algunas y otras recibiéndolas en la parte inferior de mi cintura.

Me cubrí detrás de una roca que servía de soporte para este viejo edificio de piedra, mientras, el otro sujeto seguía disparando miles de agujas pequeñas tratando de atravesar la piedra.

  • -       ¿Sabías que el agua puede perforar cualquier materia?

Con esa pregunta, pude ver como formaba una gran lanza de agua sólida para romper la piedra en dos, felizmente me aparté a tiempo para solo ser alcanzada por un hilillo de agua presurizada que rasgó parte de mi chaqueta negra. El maquillaje de guerra se había disuelto de mi rostro y ahora solo se observaba preocupación por no saber qué hacer. Al parecer, este sujeto podía controlar el agua a su voluntad, formando armas de filo muy peligrosas, e incluso convertir la nieve a su estado original, mucho peor.

El problema era que yo no podía hacer mucho mientras mis poderes no funcionasen, si no podía generar al menos una chispa de electricidad entonces, todo estaría perdido.

  • -       Sé que puedes controlar el rayo, pero ya no tienes tu guitarra para generar esas ondas electromagnéticas, no solo soy un estúpido niño señorita Sylvana, soy un genio. Ahora que he descubierto tu poder, no podrás hacer nada ¡Viva la legión! ¡Viva el Cóndor Alexanderes!
  • -       Cierra la puta boca chibolo, aunque tienes razón. Si no puedo generar electricidad que supuestamente puedo hacer, moriré en segundos

Por sorpresa, una granada de humo fue arrojada contra la posición enemiga, retrasando su avance y borrando su visión del campo de batalla, una figura apareció de entre los gases lacrimógenos para disparar contra Héctor. Héctor puedo repelerlo utilizando un muro de agua, continuamente convirtiéndolo en una gran espada de agua que cortó a la mitad el edificio, el tipo pudo salvarse de eso, pero con una grave cortadura en el hombro derecho, era Franz.

Me ayudó a levantarme con su herida en el hombro, pero el combate no había terminado. Inmediatamente Héctor alejó todo el humo gracias a su poder de control de agua y espero ver el punto de vulnerabilidad por tratar de ayudar a Franz y me atacó la espalda, recibiendo un impacto directo que atravesó mi pecho salpicando sangre en nuestros rostros, una vez más.

  • -       ¡Mierda!gritó Franz
  • -       ¡No!al borde de las lágrimas al ver a un buen amigo a punto de morir
  • -       Que no estorben los que no merecen el regalo de la nueva patriaal decirlo todavía con la estaca de agua clavada en nuestros pechos, Franz cayó al suelo, impactando en la nieve
  • -       ¡Eres un hijo de puta!
  • -       Los miserables humanos no merecen nada, somos nosotros Sylvana la nueva raza, gracias a la legión todo cambiara, gracias a nosotros… el nuevo Perú prosperara
  • -       ¡Cierra tu maldita boca!una fuerza de calor brotaba desde mi interior
  • -       ¿Pero qué carajo?
  • -       Si el nuevo Perú donde he de vivir solo se basa en malnacidos con poderes asesinando a gente que no tiene con que vivir… entonces prefiero mil veces morir a vivir en un mundo tan estúpido como el que piensas. Las personas merecen todo respeto, todos merecen vivir, todos… ¡tienen la vida por la cual vivir!una gran luz me rodeó totalmente, cubriendo mi cuerpo

Una gran luz brotó desde mi interior, recubriendo todo mi cuerpo y desapareciendo la ropa rasgada que tenía. Apareció entonces un traje negro corto de mangas anchas, una especie de camisa con mangas anchas negras y bordes amarillos a los alrededores, una falda negra con los mimos bordes, pero de donde aparecían pantimedias transparentes que cubrían mis piernas, junto con unas botas con cascabeles plateados en las puntas y un gorro ancho color plomo oscuro que tapaba mi cabello y una línea roja que cruzaba mi ojo derecho. Una belleza oscura.

  • -       ¿Qué demonios acaba de suceder?
  • -       Soy Sylvana, la descendiente de Amaru Inca Yupanqui y fiel portadora del rayo. Pukllay mejor dicho. Y Es hora de romperte el culo en mil pedazos, niño estúpido




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