Capítulo 119: “Inca Sylvana Yupanqui, La Buena”

Hombres y mujeres recibían instrucciones de combate, se les entregaban armas moderadamente manejables y se les enseñaba a disparar con precisión, pero, el miedo y la fatiga era visible en sus ojos, todavía estaba impregnada esa manera de vivir, asustada. No eran los descendientes de incas ni tampoco los guerreros de antaño, eran solo personas que temían morir.

Los soldados de élite seguían dando instrucciones, y de igual forma, observaba en sus ojos ese miedo, un miedo tan feroz que ni ellos podían evitarlo, siempre fueron guardias, nunca soldados de guerra. Y yo al frente de todos, ¿Realmente era capaz de asegurar tal cargo? Tengo menos de 30 años y ya estaba luchando por mi vida ¿Estaba segura de querer hacerlo? ¿Quién era para poder comandar a pobladores y soldados?

Franz se dedicó a armar las fuerzas de resistencia y los puntos clave donde los “altos” atacarían primero para dar pase a los “bajos”, quienes atacarían luego de dejar limpio la cancha para que lograra entrar a la fortaleza. Al parecer, tenia conocimientos sobre tácticas militares y como crear pequeños grupos para poder asaltar bases enemigas. No sé por qué, pero en esos dos días que estaba en este lugar, ya no era el tipo rudo a quien casi hago mención a su madre, sino… un buen tipo dispuesto a dar su vida por la liberación de su hogar natal. ¿Qué es esto?

Les dedicaba palabras y comprendía todas las situaciones, tenía paciencia para repetir una y otra vez a sus hombres como atacar, yo solo me atrevía a aceptar sus órdenes, no porque fuese superior en mí, mucho menos en edad, nadie era superior en mi bajo ningún motivo… solo es que, tenía esa seguridad de saber que todo saldría como debía de salir, una seguridad que era familiar.

Al entrenar por poco tiempo, comprendí que la pequeña niña quien antes quería que nadie muriese, jugaba con una granada desactivada y se preguntaba para que era, yo no supe que responderle, si le respondía que era para matar, eso le partiría su pequeño corazón, pero si le mentía y ella descubría la verdad, sería mucho peor. Entonces apreté mis puños fuertemente esperando una solución, hasta que una pequeña chispa apareció en mis uñas, un chispazo de electricidad recorriendo la superficie de mis uñas. Claro, le dije que era algo solo para adultos y solo ellos entendían, yo todavía era una joven.

Obtuve una gran idea, ¡Una idea excelente! ¡Una idea de la cesárea de su madre! Corrí con el furor de haber descubierto algo sorprendente y que podría cumplir la promesa de aquella pequeña niña, un descubrimiento que no podría matar a nadie, y estaría segura que podría ser la clave de la salvación de los pobladores de Ayacucho, la electricidad generada por mis manos sin necesidad de una guitarra eléctrica podría conducir el hielo que cae del cielo como nieve para neutralizar todas las fuerzas armadas.

• -       ¡Es una idea descabellada Sylvana! – dijo Franz casi al borde de la burla
• -       ¿Por qué tendría que ser descabellada! Piénsalo, el agua es un excelente conductor de la electricidad, y con forma de nieve será igual de poderosa como si fuese agua natural
• -       ¿Pero hacerlo con nuestras balas?
• -       No es todo el plan, sino todos disparar a la vez para formar una especie de capa gigante de plomo, junto con la nieve y mis poderes de electricidad, podríamos generar una gran ola de electricidad que dejaría invalido a todos los soldados
• -       ¿Cómo está segura que dejara invalida a los soldados? ¿Podría matarlos verdad? ¿Qué hay de la población ayacuchana? ¿Ellos también al disparar recibirán alguna descarga? No puedo arriesgarme a tal plan, no hay un soporte y…
• -       Si existe una idea planteada, desde hace unas décadas señor Franz – apareció el capitán de las fuerzas especiales “Huk”, el capitán Joseph – podría funcionar, siempre y cuando nuestras fuerzas resistan con una armadura especial el impacto de los rayos que generará Sylvana. A miles de kilómetros sobre la superficie terrestre, en las nubes cumulonimbo, pequeños cristales de hielo colisionan constantemente contra bolitas de hielo más grandes. El roce de los dos tipos de hielo actúa como el roce de medias contra la alfombra. ¡Zap! Antes de darnos cuenta, la nube crepita con potencial eléctrico y un rayo explota sobre la superficie.
• -       ¡Vaya! – dejo atónito a Franz
• -       Pues… no lo había pensado de esa forma, pero ese es mi punto Franz, podemos generar un campo eléctrico tan fuerte que dejaría inconscientes a todos los legionarios y nos abriría paso hasta la fortaleza sin matar a nadie en general
• -       No tengo la certeza de que esta armadura especial que usamos funcione totalmente – dijo con temor el capitán
• -       Yo tampoco – asintió Franz – pero si confías plenamente en que funcionara, pues no tengo de otra que confiar en ti, después de todo, estas dando tu vida para salvar a personas que jamás has visto o nunca creíste conocer, y eso ya me parece increíble
• -       Muchas gracias… Franz – me sonrojé un poco, pero sin llegar a la exageración
• -       Pues entonces que utilizamos para repeler la electricidad de nuestros compañeros ¿Capitán Joseph?
• -       Pues… podría funcionar el caucho – dijo el capitán
• -       ¿El caucho? ¿Qué hablas?
• -       Tienes razón, el caucho no conduce bien la electricidad, eso funcionaria, capitán, déjeme hacerle la pregunta del millón, hay mierda, ¿Sus trajes están hechos de caucho?
• -       De hecho, si están recubiertos de una capa de caucho
• -       ¿Qué?
• -       ¿De verdad? ¿Es en serio?
• -       Pues el señor Ariano recubrió el mismo estos trajes de caucho para asegurarse de no vernos afectados por su “poder” señorita Sylvana. Descubrió una base secreta en Ayacucho, pero al darse cuenta de que esa base les pertenecía a los legionarios, decidió apresurarse en crear estos trajes y no dejarte sola combatir con ellos, aparte, la elaboración fue propuesta por un viejo vagabundo cuyo nombre no recuerdo
• -       ¡Oh! ¡Es Reynaldo! Hahaha después de todo no es solo un viejo apestoso, sino un viejo apestoso sabio, gracias capitán Joseph, realmente educadito y bien parado caracho, entonces…
• -       Sylvana faltan mis hombres, ellos no tienen esas armaduras
• -       ¡Maldita sea! Entones improvisaremos, ellos se mantendrán en los alrededores, cuando los disparos sean lanzados hacia el cielo y los rayos eléctricos impacten en ellos, dejaran inconscientes a todos los hombres legionarios, ojalá no mueran, y entonces entraran los pobladores a verificar que no exista nadie en esa fortaleza, una vez tomada la fortaleza, será cuestión de días que caiga la capital
• -       Espero que tengas razón Sylvana, son mis hermanos y ciudadanos quienes están en riesgo de caer bajo esa descarga masiva
• -       Yo también espero eso, pero… no quiero ver muertes en ningún bando, me desagrada el hecho de ver gente morir por estúpidos ideales, peor aún, detesto a esos miserables quienes crean esos planes y no se involucran para nada
• -       Tenemos la misma opinión – habló Franz al verme con esos ojos bonitos que le había concedido Dios ¿Bonitos? ¡Mierda!

La misión estaba en todo su esplendor. Me encargaría de ofrecerles un gran impacto de electricidad cuando los hombres de la seguridad de Ariano disparasen sus armas al cielo, una vez disparasen me encargaría de conectar mi poder con sus balas, para luego redirigirlas hacia los enemigos, pero sin exagerar en mi descarga para no matarlos, sino dejarlos heridos y soñando con pajaritos.

Ese sería el plan, una vez finalizado el contraataque y el haber dejado durmiendo a los soldados legionarios, entraríamos a la base enemiga con los pobladores furiosos a encargarnos de los guardias que quedarían, pero otra cosa me preocupaba, ese era el capitán de la fortaleza. Supuestamente la fortaleza fue tomada por le legión y en su mando habrán dejado a algún capitán fuerte, poderoso y que no cedería ante nada, espero que ese capitán o comisario no sea tan “fuerte” como suelen decirse entre las tiendas de campaña.

Sobre el poder oculto que residía en esa fortaleza, no solo bastaba con obtenerlo, sino que fue desde el inicio mi plan el invadir dicha propiedad provincial, fue mi idea la de atacar esa fortaleza solo para obtener mi potencial, sin embargo, todavía sentía ese sentimiento de que algo no resultaría como se debía de estar esperando. No teníamos la certeza de que los enemigos caerían ante un ataque de esos, o se esperasen que no respondiesen ante mi energía eléctrica, lo más importante, ¡No se cómo rayos haría eso!

Mi poder todavía no estaba al máximo por ciento, ni siquiera podía generar destellos eléctricos como en algunas caricaturas o series de televisión, no soy una maldita heroína o alguna huevada como esa, apenas podía generar ondas de expansión gracias a mi guitarra, no obstante, ver pequeños destellos eléctricos en mis manos me dio esa fuerza que necesitaba para repartirles a los demás. Ahora que lo pienso, tengo miedo de que falle.

• -       No debes tener miedo Sylvana – apareció Franz fuera de la tienda de campaña
• -       No tengo miedo niño, soy una estrella de rock que nunca tendrá miedo de nada, eso es para débiles y cobardes de mierda
• -       ¿Por qué ese vocabulario? Eres muy linda para decir esas cosas
• -       No te interesa, además, ya comenzaremos la operación, y si la gente me ve como una niña asustada, jamás me creerán y quedara en nada este plan. Yo tengo mis convicciones de actuar de esta manera porque quiero actuar así
• -       ¿Cómo así? Creo entender… mi madre me decía lo mismo
• -       ¿Tu madre? ¡No soy tan vieja! ¡Sin ofender a tu madre!
• -       Hahaha no me refería a eso, es que ella también era muy valiente, siempre me decía que el miedo es un camino para la derrota, pero que se es necesario para conocer los otros caminos y escoger el correcto
• -       Vaya, tu madre sí que es una señora que sabe tratar los sentimientos correctamente
• -       Ojalá pudiese agradecerte
• -       ¿Ella esta…?
• -       Falleció cuando tenía 15 años, no pudo derrotar el cáncer pulmonar que acabó arrebatándole la vida. Es curioso que ella dijera eso sobre el miedo, pero que al final fuese derrotada de todas formas. A veces solemos no tener miedo a cosas como saltar de un edificio o cruzar la carretera a toda velocidad, pero cuando te diagnostican alguna enfermedad mortal o salvar a alguien de morir arriesgando tu propia vida, pues, el miedo se vuelve diferente, cobra fuerza y asesina
• -       No necesariamente, quizás… tu madre si tenía miedo, pero no quería mostrarte eso porque, bueno, eres su hijo. Ninguna madre debe ver a su hijo sufrir o padecer de tristeza, siempre quieren dar el lado positivo de las cosas, y es probable que ella quisiese mostrarte eso – suspiré – mi madre también era de esa forma, pero, la vida me la quitó y es que soy como soy ahora
• -       A pesar de todo eso, míranos aquí, tratando de salvar a varias personas que no conocemos del todo y quieren liberarse de la legión, junto con soldados enviados para apoyarnos y con la moral de ayudarnos pase lo que pase. Es probable que ese miedo que tenemos ahora, desaparezca para dárselo a quienes nos ven con sus pequeños ojos, es mejor eso, el mejor camino del miedo, es afrontarlo y utilizarlo como un impulso hacia los demás
• -       Que profundo Franz, creo que… eres muy maduro para ser un niño
• -       Y tu muy hermosa para ser una vieja, es una broma
• -       Hahaha que gracioso, gracias… creo
• -       Aparte… - hablo Franz – ¿Sabes que significa Ayacucho?
• -       Pues la verdad no ¿Qué tiene que ver eso con todo?
• -       Mucho, porque esta ciudad es donde vio nacer el terrorismo, y ahora los legionarios vienen y nos cagan en todo. Por eso te lo diré porque me caes muy bien… Ayacucho significa, “La ciudad de los muertos”

Y con un abrazo de Franz, cosa que no permití del todo, pude sentir lo que realmente quería transmitir, el miedo jamás se irá, siempre tendremos temor a afrontar las cosas, pero es en ver a los demás triunfar que nos sirve de impulso para afrontarlo y usarlo como una base de fortalecimiento para futuras generaciones.

Es momento de liberar ese temor, de cumplir mi promesa a la pequeña niña… ¡Y obtener mi gran poder para ser la mejor rockera del mundo! ¡Hoy se acaba la tiranía! ¡En la ciudad de los muertos!