Capítulo 114: Mayta Carlos Cápac, “El Tunante Yaku”

Al tratar de reconocer los colores, los seres humanos pueden distinguir un millar de ellos, capaces de verlos o no, nosotros mismos somos capaces de distinguir cuales son reales y cuales son falsos, cuales creemos que son de un color definitivo y cuáles de diferentes colores, no basta con decir que esto es rojo solo porque lo veo rojo, quizás la otra persona lo vea de otro color y signifique algo diferente a lo que pueda pensar ¿Qué es el color entonces? ¿Es algo que existe realmente? Para mí, es lo que nuestro ojo quiere que veamos, cada par de ojos es diferente del resto, es totalmente indiferente al resto, eso significa los colores con sus significados infinitos.

Me liberé de mis ataduras color marrón claro e inmediatamente originé un hacha de los colores metálicos de las luces que se usarían para recrear estrellas celestiales en la isla vacía, menos mal eran de un color muy especial, metálico, podría servirme en esta batalla. A la par pude crear un escudo del color de las palmeras marrones, un escudo rudimentario pero que serviría contra esa serpiente.

• -       Y bien ¿Por qué no llamas a tu serpiente gigante?
• -       ¿Mi serpiente gigante? – contestó de forma curiosa y sin saber de qué hablaba la Miss
• -       Por supuesto miss, tu gran serpiente que creo que construiste para atraer turistas a este lugar y obligarlos a la fuerza a ser parte de tu puto casting, quiero enfrentarla para poder acceder a mi poder supremo
• -       Que chistoso – comenzó a vacilarse frente a mí - ¿Crees que podrás con mi gran serpiente? ¡Fue hecho por los mejores científicos de las mejores universidades de toda Europa! ¿Sabes lo que significa al menos? ¡Que gracias a esta gran tecnología podre destruir toda competencia en la televisión! ¡No puedes detenerme!
• -       Ya está loca por el rating, maldita sea
• -       ¡Deja de hablar huevadas y ya desátame! – reclamó la negra al estar todavía atada a la palmera
• -       Mejor es que no intervengas mi negra, estas mal del estómago, por ende, solo me fastidiarías en la pelea
• -       ¿Tu pelea? ¿Y tú desde cuando me respondes de esa forma?
• -       Desde que me dijiste que luchabas sola y comprendí la importancia de mantener a los amigos cerca
• -       ¿Eh?
• -       Me enseñaste lo que es extrañar a una persona por más que pasen siglos y siglos, que es la verdadera naturaleza de querer con fuerza. Ahora debo probarme para saber si estoy capacitado de enfrentar a los legionarios. Si realmente ella trabaja con ellos, entonces están igual de fuerza, si la derroto y obtengo ese gran poder del que me hablas, entonces le haré frente a esos imbéciles y les partiré la puta cara
• -       Carlos…
• -       No te preocupes, estaré bien, ahora te desataré y te iras rápido de esta isla con tu enamorado, perdónalo, es algo cobarde, pero es buen tipo al prestarnos el bote, hahaha
• -       Estúpido… - lo dijo de forma cariñosa, no exactamente amoroso, pero a su propio estilo
• -       ¡No tan rápido mis participantes!

La serpiente gigante apareció de entre los árboles para intentar devorarme, pero pude reaccionar al instante y darle una patada de metal en la mandíbula, gracias al color de las cámaras que grababan en vivo, absorbí sus colores con mi lápiz mágico y transformé mi pie en una bota gigante. No suficiente con eso, lo volví a transformar en una espada color marrón, me encantaba utilizarlo como arma, salvo que esta vez, seria para defender a mis amigos.

Al transformarla en la espada, la miss subió encima de la serpiente, fruto de su desquiciada locura de ganar rating y abnegada servidora de una causa terrorista, con sus palabras finales de “¡Al show!” atacó con su gran serpiente, a lo que pude contrarrestarlo bloqueando su mandíbula de nuevo, pero esta vez tenía que crear otra arma con mis piernas para defenderme de su segunda cabeza, pues al tener ambos brazos ocupados con su primera boca, un ataque por detrás era evidente y destrozador.

Pude adivinar su siguiente movimiento, de verdad muy predeterminado, pues cualquiera atacaría con la guardia baja, no obstante, ese ataque era síntoma de debilidad al no saber hacer otra cosa, claramente su locura estaba por los aires. Pude sostener con un brazo su ataque bocaza, y crear en el otro brazo mi escudo de metal, como si estuviese atrapado entre dos mujeres a punto de devorarme, estaría bien si no fuese que es una maldita serpiente.

Pero el choque entre ambas cabezas junto con el fuego que lanzaron posteriormente causaron una explosión que me envió al mar, a las orillas de la isla. La vista era estupenda, cielo despejado, sin neblina y pelícanos volando a los alrededores, si no fuese por la serpiente de dos cabezas todo sería perfecto.

• -       ¿Crees que con dos es un problema? Pues ahora viene el mejor chisme de la semana, ¡La tercera cabeza!

Una enorme cabeza acorazada con púas y fuego en las mejillas apareció de su interior, al parecer estaba pariendo una cabeza todavía peor y asquerosa que las otras dos, esta no estaba cubierta de piel como las otras, sino era puramente de metal, ojos rojos cadavéricos y un grito descomunal, que apostaba cualquier cosa que incluso los pescadores en la orilla de Huanchaco oirían.

Ni modo, comencé mi ataque desviando sus mordeduras y el fuego vivo de sus interiores, tan espeluznante y despiadado, esperaba poder resistir todo lo que podía hasta que mis amigos salieran de la isla, pero entonces, ¿Qué pasaría después de que huyeran? ¿Cómo me iría? ¿O cómo me las arreglaría para derrotar a esta cosa? No era momento de preguntarme, era momento de luchar.

Seguí atacando con total fuerza y agarre a la criatura robótica, desviaba ataques y dientes filudos al tratarse de devorar un pedazo de pan; atacaba y cortaba escamas por doquier, sin siquiera ser suficiente para tranquilizar a esta enorme bestia, mis ataques no le hacían sino “cariño”. Al atacar por la derecha, las dos cabezas restantes respondían sin cesar y con mucha fuerza, a la izquierda de igual forma, peor si iba por el centro, pues la cabeza principal era lo suficientemente fuerte para ser siquiera tocada por mi espada, y mi energía ya no era capaz de mantener la espada.

Al segundo, me encontraba de rodillas frente a esta enorme bestia, sin poder hacer nada, sin poder luchar, ¿Era débil? No tenía fuerzas para nada, ya no podía seguir combatiendo.

• -       ¿Te rindes mi guerrerito? Podrias ser descalificado por eso, depende de la opinión de mi querido juez– dijo burlonamente la miss
• -       Cállate… perra…
• -       Que lástima, pensé que darías pelea, pero si no puedes con algo que fue creado por un ser humano, entonces no mereces mi atención ni el participar de mi concurso
• -       A la mierda… si he de morir, será un gusto saber que moriré al lado del mar, quien fue siempre mi aliado, maestro y mejor amigo… vamos, ven por mi gusano de mierda
• -       ¡Que chistoso! ¡Entonces muere guerrerito!

La boca principal se dirigió con demasiada velocidad a devorarme por completo, a ser masticado por sus dientes y digerido por sus entrañas mezcladas de aceite y tuercas, no podía resistir, ya no era un orgullo para mis… ¿Eh? ¡Gabriela! Al levantar la mirada, observé una escena marcada de por vida en mi memoria, mi ex enamorada, la única chica a quien realmente amé siendo apresada por los filosos dientes de la serpiente.

• -       ¡Gabriela! – grité de desesperación al ver a mi querida siendo casi devorada con armadura completa por esa mierda de bestia
• -       Hahaha… no te iba a dejar toda la gloria para ti amorcito… ahora levántate mierda y acaba con esta huevada, ¡Confío en ti! ¡Siempre lo he hecho! – antes de derramar unas lágrimas para que cayesen a la arena, la serpiente la arrojó al cielo y se la tragó sin pestañear
• -       ¡GABRIELA!

Una luz parpadeante color blanco salió de la boca de la inmensa serpiente, una luz resplandeciente caía sobre mi cuerpo devastado al ver morir a mi amor de la vida, esa luz se colocó sobre mi cabeza para cubrirme totalmente, mientras el lápiz mágico desaparecía de entre mis manos.

• -       ¿Qué es esto? ¿Un acto mágico de una película? Esto es la vida real infeliz, y si no me vendes shows, o chismes ni escándalos no me sirves para nada, yo soy la creadora de todo eso ¡Yo soy…! – solo tomó un segundo antes de acabar su discurso cuando la cabeza izquierda cayó a la arena cortada a la mitad, una figura con una capa grande aparecía detrás del monstruo con sumo poderío de algo jamás visto
• -       ¿Qué… mierda…?

Una figura galante y bien parado, un poncho marrón con líneas blancas que cubría su parte delantera, camisa blanca y pantalones blancos con líneas marrones recubrían su parte baja junto a zapatos negros bien lustrados y de apariencia madurezca, parecía tela, pero no lo era, más bien reflejaba una especie de armadura ligera sin ser pesada necesariamente, una sensación de honestidad y caballerosidad se sentía en toda la costa de la isla. Hecho de terno de drill y una faja que se limitaba a ser una chalina de colores rojos y marrones grisáceos. Una simpleza galante destellaba reflejos de esperanza en los alrededores, pero no bastaba con eso, sino, con un sombrero de paja muy colorido rebotando colores sensualistas en los ojos malévolos de la serpiente, era un luchador, era un caballero, era el…

• -       Soy “El Tunante Yaku”, y ahora es momento de demostrar mi verdadero arte – dijo Carlos al vestir con un tradicional pero pesado traje de Marinera Norteña