Capítulo 113: “Mayta Carlos Cápac, Moche de Corazón”

• -       ¡AQUÍ SE ACABA TODO SERPIENTE HIJA DE PUTA!

Con esa rotunda frase, la negra se dispuso a cortar en dos a la gran serpiente, pero al disiparse la niebla alrededor de este monstruo, la serpiente se mostró tal como era, gracias a mi aspiradora de color marrón que había creado minutos antes para quitar la espesa niebla.

Acordamos que antes de subir al bote crearía una aspiradora automática para poder quitar esa niebla del camino, pero que no la usaría hasta ver a esa criatura, pues la negra tenía entendido que, gracias a la espesa niebla la serpiente lograba ocultarse y huir del lugar sin que nadie supiese de su paradero, por eso nos preparamos muy bien para enfrentar a esta supuesta criatura mítica de las profundidades.

Al intentar rebanarlo en dos, la serpiente expulsó fuego desde su horrible hocico con puntas de lanzas en lugar de dientes, afilados y destrozadores, para intentar quemar a Gabriela, felizmente ella convirtió su espada es una manguera de agua de tres metros de altura, absorbiendo algo de agua con mi aspiradora que pude transformarlo en un contenedor de agua, pudimos apagar el fuego abrasador de su hocico en unos segundos.

Sin embargo, la serpiente desapareció de su posición y se sumergió al mar nuevamente, “la negra” regresó al bote y espero el siguiente movimiento, mientras vociferaba un bonito discurso de amor estúpido hacia su enamorado, mejor dicho, ex enamorado, por haber huido de la batalla y dejarla al frente de esa criatura. Esperamos su siguiente ataque, hasta que finalmente salió a flote, pero esta vez no estaba sola esta cosa… ¡ahora tenía dos cabezas!

• -       ¡Hahaha! – río Gabriela sin siquiera molestarse o asustarse por esa cosa – ahora será una competencia pe, ¡Vamos Carlos demuéstrame que chucha has aprendido en Lima aparte de limosnear!
• -       ¡Cállate negra! ¡Esto es a la vieja escuela carajo! – dije transformando la máquina de succión agua en un hacha color azul junto con la armadura blanca y la espada azul de la negra

Intentamos darle unas buenas cortadas por la derecha e izquierda, pero la serpiente se movía muy rápido para nuestros ataques, defendiéndose con su lanzallamas bocal y su cola gigante que intentaba aplastas el pequeño bote, la negra intentó convertir su espada en una bazuca, pero fue golpeada por la segunda cabeza en la parte posterior, cayendo al bote con mucha fuerza y causando un hueco grande en el piso de madera.

Por mi lado, intentaba transformar rápidamente mi hacha en una espada, o como en un cuchillo, o como en un mazo gigante, pero me costaba hacerlo debido a su velocidad y al hecho de que ahora peleaba contra dos cabezas. Al instante fui noqueado por ambas cabezas, con un sonoro cabezazo, inutilizando mis poderes y cayendo también al bote sin poder ver que pasaría después, en eso, pudo distinguir una figura oscura encima de ambas cabezas ¿Qué era eso?

• -       ¡Ah! – grité al despertarme luego de la noqueada
• -       Tranquilo huevón, parece que nos atraparon y no podremos escapar – cuando la vi, estaba atada de manos y pies con una soga de saltar, al igual que su enamorado, salvo que este estaba inconsciente – maldita sea ya le estaba ganando, es tu culpa mierda por no saber atacar
• -       ¿Qué? ¡Que hablas negra! ¡Yo intenté atacarlo y rebanarlo mientras tú estabas tomando una siesta!
• -       Hablas huevadas, tu velocidad era muy lenta al igual que tus transformaciones, realmente estas muy viejo o eres muy lento abuelo
• -       ¡Ya deja de hablar tonterías! ¡Es tú culpa por haber caído tan fácilmente negra! – hablé muy molesto, pero sonaba tan raro decirlo
• -       En parte creo que sí, pero fue porque no estoy del todo bien, últimamente he tenido problemas del estómago, y pues, en ese momento… quise vomitar, por eso me distraje y me ganaron… igual es tu culpa huevón por no saber continuar
• -       ¡Era dos contra uno! En fin ¿Ya te encuentras mejor? – pregunté un poco preocupado por la situación en que nos encontrábamos
• -       No te preocupes, pero, donde mierda estamos… parece que estamos en una isla
• -       ¿Por qué lo dices?
• -       ¿Es en serio? ¿No ves los arboles a nuestro alrededor? Pues al existir vegetación por ende es una isla, estar en mitad del océano y ver esto no es normal
• -       Buen punto negrita
• -       Ahora… ¿Qué hacemos aquí? Supuestamente nos dejaron inconscientes y…
• -       Y son nuestros prisioneros de ahora en adelante dama y caballero, ¡Prepárense para el nuevo gran reality show de la televisión que se convertirá en un éxito mundial!
• Una chica con lentes negros, cabello corto y dos coletas largas, junto con una falda de color azul, y zapatillas de marca “Roverse” estilo clásico negro se presentó ante nosotros con una sonrisa muy sarcástica.
• -       Parece que llegaron a tiempo para empezar las grabaciones, jovencitos – no paraba de sonreír esta rara señora, al parecer tendría sus treinta y tantos años
• -       No joda señora – respondió amargamente la negra – ¿Quién diablos es usted y que hacemos atados de esta forma?
• -       Pues verán, no les iba a contar nada en realidad y los iba a dejar varados a su suerte cuando terminaban de “pelear” con esa cosa. Sin embargo, las cosas se complicaron cuando observé de cerca sus raros poderes, entonces pude darme cuenta de algo
• -       ¿Qué? ¿De qué rayos habla señora? Vamos déjenos libres no diremos nada de esto, nos iremos tranquilitos y bonitos – hablé tratando de calmarla
• -       No mi estimado, sus raros poderes me darán el empujón que requeriré para lanzar mi próximo reality en la nueva televisión peruana… ups, no debí decir eso – se tapó la boca sin dejar de sonreír con esas pestañas postizas arriba de sus cuadrados ojos
• -       ¿Eh?
• -       Espere… ¡Usted es Alexandra Sofía Rivasplata! ¡La famosa creadora de muchos realities peruanos y del programa La Lucha! – gritó sorprendida la negra al saber quién era esa señora
• -       Es cierto – sonrió otra vez sarcásticamente – creo que me descubriste, soy la señora Rivasplata, pero para ustedes mis próximos concursantes soy la Miss Alexandra – se presentó como si fuese una artista a punto de bailar frente a sus espectadores absortos
• -       A la mierda – rápida respuesta de la negra - ¿Qué quiere de nosotros?
• -       Ya que ahora pertenecerán a mi nuevo programa, les explicaré.

El país iba a pasar por una transformación total que recriminaría los programas del pasado, volviéndolos obsoletos, sin demasiada información o cultura que aportar a la nueva sociedad peruana ¿Qué nueva sociedad? Pues la que estoy apoyando al cien por ciento, yo seré la nueva responsable de este gran cambio en todos los medios de comunicación.

Yo podré conquistar nuevos espacios y me convertiré en la ministra de medios difusivos en todo el nuevo país, gracias al nuevo gobierno que se levantará en los próximos días, ¡Yo podré dejar de ser una inmunda creadora de porquerías a ser un renovador total de la legión!

Yo comenzaré la nueva era de grandes cambios, por eso es que necesito obligatoriamente de su ayuda, voy a crear un programa reality con personajes reales y situaciones reales impuestas por la naturaleza. Y qué mejor que usar esta isla deshabitada y un mito local para implantar este nuevo reto de héroes contra monstruos.

Un show que yo escribiré para las próximas generaciones legionarias del país, verdaderos jóvenes luchando por sobrevivir en una isla de creaciones míticas peruanas, así aplico cultura general y los chicos aprenden a vivir sanamente.

• -       ¿Eso es sanamente? ¡Esta chiflada loca de mierda! – chillaba enojada la negra
• -       Espera… ¿Quieres decir que perteneces a la legión del cóndor?
• -       Por supuesto, mi jefe al mando es el señor Alexander, a quien por cierto adoro – ahora parecía una quinceañera vieja enamorada – es el único a quien le creo y me da confianza, cuando me contó sobre esto dude un poco sobre creer de este cuento, pero al momento de ver sobre sus hazañas en el periódico y ver que eso enojaba a mi querido superior, pues decidí darle esta propuesta, me lo aceptó y me otorgó este gran cargo que ahora debo de llevarlo con orgullo por mi amorcito – otra vez su desfachatez amorosa – con ustedes como mis primeros concursantes
• -       Eres una…
• -       Tranquila negra, debo de entender que esa serpiente gigante la creaste tú ¿Verdad?
• -       Que chico tan listo tengo entre mis participantes
• -       Que huevada – respondí algo aturdido por encontrar una forma de derrotar a esa serpiente – entonces solo debemos destruir tu serpiente gigante y todo se arreglará, iras a la cárcel y nosotros saldremos de este infierno
• -       Quizás sí, quizás no, yo soy quien decido eso
• -       Yo y yo, ¡Ya me tienes harto de que hables de ti misma siempre! Ahora te mostraré porque detesto esos programas basura de mierda
• -       ¿Ah? Pero si estas bajo mi merced con esas sogas bien puestas
• -       Un buen artista no depende de sus materiales para crear arte, sino de toda su inteligencia, creatividad e mentalidad de imbécil para lograr eso – inhalé un poco de aire y con esa pequeña fuente de aire, formé un chicle de color rojo, formado por algo de sangre al morderme mi labio inferior

El chicle rojo disolvió parte de la soga, al darle la utilidad de ácido a ese pequeño cumulo de aire pude liberarme con un poco de fuerza de mi celda de sogas.

• -       Ahora bien, yo soy un artista de la calle y no de vitrinas sucias, ¡Soy el artista que todo lo crea! – dije antes de enfrentar a la “Miss Alexandra”