Capítulo 115: “Mayta Carlos Cápac, La danza del Tunante Yaku”

Trujillana con pañuelo que revolotea, se ufana, trujillana muy coqueta y salerosa baila no hay como ella es hermosa y garbosa surge en la jarana, mi trujillana, palangana como baila, trujillana tenía que ser

“Así baila mi trujillana”

• -       “Soy el tunante Yaku” ahora voy a cortarte en pedacitos serpiente estúpida, ahora miss, prepárate para ser derrotada junto a tus asquerosos realities
• -       Se suponía que ya estabas al borde de la muerte ¿Por qué? ¿Habrá sido esa chica? Pero… (No desafíes a esos Soulos, esos niños tienen poderes inimaginables, y si logran encontrar sus partes olvidadas, se podrían volver un verdadero dolor de culo) … No… no puede ser, que ese niño haya despertado todo su poder ¡¿Quién te crees que eres?!
• -       Ni idea de que hablas, solo te diré que ahora estoy muy molesto y deseo sacarte la mierda ahora mismo, siento un nuevo poder recorriendo mis venas – apreté mis puños – que, puedo crear lo que sea
• -       Sigue soñando niño – la miss se quitó las gafas – YO GOBERNARÉ EL MUNDO DEL ESPECTÁCULO Y TE METERÉ ESO POR LA BOCA ¡MALAGRADECIDO! – dirigió la cabeza derecha para atacarme con el fuego destructor de su interior

Ahora podía sentir un nuevo impulso, ya no luchaba para demostrar nada, sino, para proteger lo que quería, y con la negra descansando con taita Dios, podía finalmente demostrar mi verdadero potencial, mi poder real, el poder del artista que conoció el dolor y ahora lo convierte en esperanza. Levanté mis manos hacia ambas direcciones opuestas y creé una serie de lanzas medianas hechas con el color de la arena, flotando entre la serpiente y su objetivo, las lancé con furia hacia su cabeza.

Las lanzas medianas hechas de arena solidificada atravesaron su cabeza causando agrietas irreparables y daños considerables a los ojos y su sentido de guía, ríos y lagunas de aceite explotaron frente a ambos peleadores al ver una de las cabezas destruida. Exponencialmente mi poder de controlar los colores había aumentado a un nivel nunca antes visto.

• -       ¿Cómo? ¡¿Cómo!?
• -       Yo que sé, solo tengo la misión de acabar contigo y tu tiranía, para después seguir con los malditos legionarios y su absurda misión

Con los colores del aceite, un espeso color negro, abultado y grasiento, pude armar dos escopetas con muchas balas para ser sostenidas por mis brazos, gracias a la armadura ligera marinera podía cargar ambas armas con suma facilidad, pero eso no era todo, como defensa pude crear un casco hecho de metal y botas color amarillento gracias al oxido de la serpiente destruida. Ahora estaba preparado para luchar.

Cada color tiene su significado, pero depende de cada uno, de cada cultura, de cada sociedad darle un sentido, una idea a cada color que puede observar. Las mujeres tienen mejor visión que los hombres, y los hombres poseen un millar de significados para cada uno. Gracias al nuevo traje podía generar varios colores a la vez sin necesidad de utilizar mi lápiz mágico que desapareció.

Podía crear armas jamás creadas gracias al poder de los colores, pero eso no era todo, ya era capaz de usar los colores a mi disposición, darles un nuevo significado, ahora solo tenía que comprobar una última cosa, ¿Qué significaba en los enemigos a quienes atacaba los colores que ahora utilizaba?

Gracias al poder de mis botas oxidadas, pude dar grandes saltos en el aire, sin necesidad de volar, tener alas o la mochila jet pack de Jerouu, elevarme muy alto ahora era mi especialidad. Disparé contra el jefe final, la cabeza principal, la fea cabeza de la serpiente estúpida, disparé cada cartucho que tenían las escopetas, esquivando sus mordidas de izquierda a derecha, abajo a arriba y centro a diagonal, sin dejar de disparar y lanzar granadas hechas del aceite que dejaba la serpiente a los alrededores.

Me impulsaba hacia diferentes direcciones, tratando de golpearla con el parte lateral de la escopeta cuando se me acababan las municiones, era digno de magnificarse con una ¡buena canción de rock pesado! Si me viese Sylvana, de seguro se moriría de envidia y dejaría a su actual flaco para estar conmigo, eso era emocionalmente perfecto para tener de referencia en esta dura batalla.

Lamentablemente, la serpiente no cesaba, la miss seguía dirigiendo la cabeza hacia mis distintas direcciones invisibles que cada vez era difícil seguir, se desesperaba hasta el punto de utilizar ella misma su pistola para intentar darme, cosa que le fue muy complicado. Ahora la cosa iba en serio cuando golpee el mentón de la serpiente, sacándole varios dientes metálicos de su espantosa boca gracias a una patada forzosa.

Sin embargo, la miss aprovechó esa distracción breve para dispararme en mitad de la frente, dejándome casi inconsciente en medio del mar, mis escopetas desaparecieron, pero no mi traje, no podía ver bien, pues la sangre comenzaba a escurrirse por mi rostro, mierda, ahora que necesitaba ese empujón me encontraba herido, creo que esto fue obra de la negra al pensar en otra chica, hahaha.

• -       ¿Qué piensas hacer ahora héroe? Ya no puedes luchar, aunque mi serpiente este muy gastada y se vea ridículamente estropeada, me queda la última carta, que es el lanzallamas infernal. Con este ataque de rostizare y utilizaré tu cuerpo como advertencia a quien se atreva a desafiarme, ¡Yo soy la miss del espectáculo!
• -       Mierda… - solo flotaba en mitad del mar, estaba cansado, estaba exhausto, no puedo seguir luchando, no puedo…

Los colores contienen diversos significados, eso quiere decir que las materias también pueden cambiar u obedecer a lo que quieres que signifique. ¿Qué? Si puedo controlar los colores del aceite, la arena y las palmeras, por ende, puedo controlar las estructuras de donde saque esos colores, puedo controlar la arena, las palmeras, e incluso… ¡EL MAR! Si mi teoría era cierta, entonces, puedo manejar al gran padre océano para derrotar a esa loca.

Me deje llevar por la corriente e imploré que fuese cierta esa teoría, me sumergí a la profundidad de los mares mientras oía la risa maniática de la miss, gracias al gran padre océano y taita Dios, mis suplicas fueron escuchadas.

La maniática trataba de bajar de su máquina casi destrozada, pero un fuerte temblor se sintió a los alrededores de la isla, al voltear su rostro pálido hacia el mar, pudo observar una gran ola acercándose hacia su dirección, encima de la ola, montando una tabla de surf iba el tunante moviéndose como una serpiente marina entre las olas.

• -       No… ¡NO!
• -       Lo siento miss, pero aquí acaba tu show, por bajo rating (un chiste fulero). No solo puedo controlar los colores, sino puedo controlar los objetos de esos colores, ¡COMO EL MAR!

La fuerte ola arrasó con la serpiente en un abrir y cerrar de segundos, devorando todo a su paso, destruyendo el set de televisión isleño, y junto con eso a la miss, que apenas pude rescatarla y ver que sus ojos se desprendía un humo color rojizo ¿Qué era eso? En fin, la saqué del pequeño tsunami para llevarla a la costa de Huanchaco.

• -       Ya despertó señorita – le dije al estar en la orilla con el sol de mediodía arriba de nosotros
• -       Oh… ¿Qué ocurrió? Lo último que recuerdo fue que estaba frente a unos ejecutivos del canal dos y entonces… nada
• -       ¿No recuerda nada? ¿En serio? Pero… la batalla, la serpiente
• -       Perdón, no sé de qué me hablas, por cierto ¿Dónde estamos?
• -       Bueno… al menos pude rescatar a los demás, menos mal la negra solo se desmayó en el interior de esa cosa, no pasó nada. Y su flaco, pues… al parecer huyó
• -       Lo lamento, pero no recuerdo nada… salvo que, uno de esos ejecutivos vestía de militar
• -       ¿Militar? Eso quiere decir… ¡Mierda! Debo regresar a Lima cuanto antes y advertir sobre esto. Si todo lo que dijo allá es cierto, entonces la legión está ganando terreno, debo advertir a mis compañeros ahora

mi trujillana si señor

al son de guitarras, palmas y cajón

con chicha de moche vamos a brindar

y bebamos todos

por mi truji! llo! sa! lud!