“La magia está en quienes
creen en morir, para revivir siempre”
Durmiendo y soñando placenteramente, sin molestar a nadie
ni incomodando al chofer a que acelere estúpidamente, simplemente durmiendo
rumbo a Ayacucho, una ciudad antigua, tranquila y…
- - ¡TODOS AFUERA CARAJO! – una voz gruesa y amenazante me sacó de mi dulce sueño
Un grupo armado de hombres usando pasamontañas y portando
armas de grueso calibre como son las metralletas, usando una extraña franela
estilo bufanda de colores rojo y negro con un dibujo peculiar de una calavera
en su boca nos apuntaron obligándonos a bajar del bus.
Cada uno de ellos estaba fuertemente armado y encapuchado
para evitar futuras acusaciones por si los capturaban, aunque dudaba que eso pasase
gracias a las pésimas autoridades que nos gobernaban, pero eso no me importaba,
estos desgraciados se atrevieron a retrasarme en mi viaje y lo peor… ¡es que me
despertaron de mi hermoso sueño!
- - ¡Ahora mismo abran sus maletas y dennos el dinero o los mataremos de varios plomazos!
Estos tipos iban en serio, apuntaban hacia las señoras
viejas con cargamentos pesados, e incluso a señoras con sus hijos en brazos,
estos malnacidos se atreverían a apuntarlos sin la necesidad de hacerlo, ¡eso
realmente me repugnaba! ¡No permitiré que mueran inocentes mientras yo esté
aquí!
- - Vayan a la mierda choros de pacotilla
- - ¿Quién dijo eso? – preguntó con el arma en las manos
- - Pues yo, la flaca de negro, es momento de darles una patada en sus horribles culos
- - ¡Muérete hija de puta!
El hombre comenzó a disparar, rápidamente saqué mi guitarra
eléctrica, y sin la necesidad de conectarlo a ningún aparato pude generar ondas
expansivas de electricidad que dejaron invalido a uno de los maleantes
terroristas de una forma tan rápida y eficaz que su cabello quedo hecho trizas.
Al darse cuenta del ataque, los otros maleantes dispararon sin cesar hacia mi
cuerpo, por suerte pude apartar a los comerciantes y pasajeros del bus fuera
del lugar de batalla.
Al dispararme pude repeler sus balas con mis ondas
expansivas eléctricas hacia ellos, regresarles su inesperado regalo, pero no
era suficiente para esas metralletas potentes, hasta que uno de ellos sacó una
escopeta y me atacó desde la parte posterior del bus, sorpresivamente lo
esquivé, pero mi guitarra no tuvo mucha suerte, fue hecha pedazos por una de
sus balas recubiertas de acero forjado.
Me oculté al otro lado del bus, donde no existía ningún
tipo de luz y el clima no favorecía en nada, ¡Estaba nevando de noche! Apenas
podía contener mi propio aliento, debía de ayudar a esas personas antes de que
muriesen congeladas en este maldito lugar, esos miserables seguían disparando,
si continuaban era probable que destruyesen el bus al impactarle una bala en la
zona de combustible, con esa escopeta todo era plausible ¡Carajo!
No podía mantenerme escondida por mucho tiempo, deslice
suavemente un pequeño cuchillo que mantenía oculta en mi media izquierda bajo
mi pantalón de cuero, era por si alguien se pasaba de listo, pero era un
cuchillo contra armas de fuego ¡Totalmente fuera de lugar!
No debía pensar, ya no era momento de lamentarse, es la
hora de actuar ¡Salvar de una puta vez! Salí de mi escondite, al darme cuenta
todos habían sido derrotados y estaban agonizando en la nieve; golpes severos
que dejaron morados sus cachetes, narices rotas y dientes partidos, todo ese
conjunto decoraba la nieve roja en los alrededores del bus, un sujeto vestido
de negro usando una capucha oscura y un logo de una hoz con una paloma en su
chaqueta.
- - Bienvenida a la resistencia señorita Mayra, mi nombre es Francisco Chacón Bermontes, co - líder de la resistencia de la sierra contra la legión, llámame Franz
- - ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué está pasando? – dije sorprendida
- - Al parecer el maestro Reynaldo no le explico la situación, en esta región del Perú, ya detectamos al grupo paramilitar que ha perpetrado el golpe de estado al gobierno, conformamos la resistencia civil - militar organizada llamada “Puma” – al darme esta explicación nunca guardo su AKM color gris y siempre sosteniéndola en su mano derecha, junto a una cicatriz bajo su ojo derecho – he venido para escoltarla a la ciudad aledaña a la capital de Ayacucho, donde le informaremos de la situación y el ataque final a la capital
- - ¿Pero qué? ¡No entiendo!
- - Le daré los detalles en el camino
El hombre de la chaqueta negra llamado Franz me condujo
junto a los demás pasajeros hacia jeeps modificados exclusivamente para uso
militar y llevarnos al lugar que mencionó antes, un pueblo lejos de la Plaza de
Armas de Ayacucho, al parecer, el lugar había sido sitiado por los legionarios,
quienes ahora usaban una vestimenta particular para definir su rango, su
posición y su lealtad a la policía legionaria. Pero no solo eso, sino que el ejército
habría entrado también a la guerra aliándose con los legionarios para beneficio
de sus generales, ¿O posiblemente miedo?
El tipo llamado Franz me explicaba la razón del abordaje de
esos terrucos al bus, pues trataban de buscar a uno de los Soulos, sus
enemigos. Me relató que unos meses atrás, al escogerse al nuevo alcalde, varios
generales de la policía y el ejército se presentaron en la ciudad para hablar
frente al público sobre una nueva forma de vivir y elegir las mejores
decisiones para su vida; el público no lo entendía muy bien, hasta que
entendieron que todo estaba perdido, al ver la bandera legionaria detrás de
ellos junto a la bandera de Sendero Luminoso ¿¡Qué mierda sucede!?
Los pobladores al ver temible alianza conjuntamente con una
sonrisa falsa del general Carpio, quien estaba presente en la ceremonia de
presentación del alcalde, utilizó su poder mágico y destructivo para destruir
la sede del gobierno regional de Ayacucho, con solo extender su mano derecha,
una esfera de luz apareció para ser lanzado hacia la sede regional y destruirla
en segundos, anunciado después su breve discurso de victoria.
“Quienes no apoyen la causa peruana de la legión,
serán traidores y morirán bajo sus palabras”
Inmediatamente todos los pobladores regresaron huyendo a
sus hogares, la comunicación, el internet y todo tipo de medio de comunicación
fue cortado de raíz, los turistas fueron tratados como reyes, salvo un grupo,
chilenos viajeros, quienes fueron encarcelados y tratados como animales. Los
medios de prensa fueron controlados por las fuerzas legionarias de la DIRINCRI
para apaciguar todo acto de noticia incandescente y mostrar un Ayacucho normal,
pacífica y segura.
Varios se rehusaron a obedecer las nuevas órdenes de la
legión; se creó un movimiento revolucionario para frenar este abuso,
lastimosamente varios de los compañeros fueron encarcelados o fusilados a la
vista de los ciudadanos. Los que lograron escapar, huyeron a un antiguo
asentamiento humano donde se refugiarían y esperarían la llegada de los
militares del resto del Perú, pero todos sabíamos que era imposible, pues la
ayuda estaba hecha trizas por los legionarios. Al ser ellos policías,
marineros, aviadores, militares e incluso rondas vecinales que se entregaban
para no morir, todo parecía estar perdido.
Un caballero de barba blanca y traje muy resplandeciente
envuelto en llamas apareció al frente de nosotros, destruyendo algunos fuertes
legionarios que se habían instalado en las afueras de la ciudad, ese hombre de
barba blanca y bigote bien cuidado nos dijo que pronto llegarían los jóvenes
precursores de la nueva esperanza a derrotar a los temibles legionarios. Ese
misterioso hombre nos pidió paciencia para evitar crear conflictos donde gente
buena muriese por una estúpida batalla. Nos mostró su potencial y nos dijo que
era descendiente de los incas, que los legionarios eran los abnegados odiadores
del Perú y como su deber de Inca, debía de darles una paliza para que
entendieran que el Perú no era solo tierra de enemigos, sino de esperanza.
Ese hombre de barba blanca y bigote fino nos enseñó el arte
de la paciencia y las antiguas tradiciones incaicas, nos habló de que un grupo
de jóvenes descendientes de los Incas llegarían a tierras ayacuchanas y
liberarían al pueblo de sus opresores, tal como sucedió en la antigüedad;
tendrían poderes especiales para utilizarlos en nombre del bien. Esos jóvenes
serian llamados Soulos y llegarían a mediados de diciembre.
- - Por eso al ver ese destello de electricidad en mitad de la carretera, supuse que serían ustedes, pero jamás pensé que solo vendría una… una chica – dijo el tipo de chaqueta negra
- - Pues que esperabas, me enviaron aquí para aprender de mi potencial habilidad, lanzar truenos o algo parecido. Supongo que ese viejo era nada menos que Reynaldo
- - Creo que sí, nunca nos dijo su nombre real, solo señor Arenas, y por el nombre que acabas de decir tiene concordancia, pues debe ser el mismo. Tenemos que apresurarnos ahora, tengo entendido que la legión lanzará un golpe ayudado de aviones de combate para destruir la resistencia. Si no nos apresuramos miles de personas inocentes morirán
- - ¿Qué dices? ¿Morirán?
- - Por supuesto, estamos en una guerra que Lima no sabe todavía, depende de nosotros terminarla, al menos en el sur
- - Mierda… -mis manos empezaron a temblar– jamás pensé en involucrarme en una guerra, solo me dijeron que tenía que venir a este lugar para encontrar mi verdadero poder… pero esto… - seguía temblando
- - No te preocupes – el chico de chaqueta negra tomó mi mano derecha – yo también estoy asustado, nunca he matado a alguien, pero ahora tengo que hacer lo necesario para defender mi hogar, mi familia y mi vida
- - Vaya… - me sonrojé - ¡Pero ten las manos en el volante eh!
- - Lamento haber sido tan brusco antes, pero ahora debo de ser cuidadoso, llegamos al hogar de la resistencia “San Juan de la Frontera de Huamanga”
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