Capítulo 126: “Pachacútec Indomable”

Los sentimentales o son grandes valientes o grandes cobardes.

José María Arguedas

Al despedirme de Kim en la central de los buses, pude notar su preocupación en esos ojos tan bonitos que siempre ha tenido, una preocupación que me dejó pensando por todo el camino hacia el Cusco. Si existía un buen método para viajar directo y rápido era por avión, pero ese no era mi caso; gracias al tacaño de Ariano tuve que viajar en bus como por quince horas a más. Todavía el ómnibus se descompuso en mitad del camino, varado en alguna parte de la provincia.

• -       Caracho… ¿Ahora qué hago? Supongo que tendré que preguntar cómo llegar a la ciudad… no puedo quedarme sin hacer nada, tengo que avanzar

Al avanzar el camino a pie por los diferentes tramos que conducían a la ciudad principal pude observar diferentes paisajes, desde grandes plantaciones de cultivo hasta pequeñas casas hechas de adobe y llamas a los alrededores, varias llamas y vicuñas que masticaban plantas para vivir, tan lindos, les tomé algunas fotografías por el camino.

Cuando llegaba a un rio cuyo nombre desconocía, no vi ningún puente cerca y rodear el río no era una alternativa, ya había pasado un día entero desde mi llegada a la provincia del Cusco, no podía perder tiempo. Intenté construir un puente a base de algunos troncos caídos, pero debido a mi falta de fuerza apenas pude cargar un par de ramas que nada serviría para cruzarlo.

Entonces observé a lo lejos a algunos sujetos cruzando el río saltando algunas rocas grandes que se encontraban estancadas en la rivera, decidí ir hacia ese lugar, sin imaginar que, estaban cargando a un muerto entre sus hombros, de inmediato me escondí y sin querer, sin querer, escuché la conversación entre aquellos hombres que cruzaban el rio y no notaban mi presencia.

• -       Fue fácil deshacernos de este huevón – dijo uno de ellos con un bigote largo
• -       Si pe, este imbécil no volverá a hablar, nadie nos delata
• -       Ahora aniquilaremos a su familia para que vean quienes somos nosotros carajo

¡Carajo! Eran asesinos y el tipo que cargaban había sido asesinado por ellos, ahora se dirigían hacia la familia, si no hacía algo pronto se tiñería de sangre y yo como cómplice de cobardía, no puedo permitir eso, tenía que actuar rápido, aunque me costase la vida; me dije a mi mismo que salvaría a todos, entonces debo combatirlos, aunque no tenga poderes.

• -       No si antes yo se los prohíbo – aparecí frente a ellos al otro lado del rio
• -       ¿Quién chucha eres tú?
• -       Soy Jerouu y vengo a defender a esa familia que van a asesinar
• -       ¿Ah sí? Que bien, pues a ver cómo le haces para cruzar el rio
• -       Hahaha que incrédulo… usaré esto

Salté sin concebir las consecuencias directas de este acto, pero, gracias al poco entrenamiento que recibí en las calles de Lima, pude impulsarme creando un pequeño impulso de aire que me catapultó hacia el otro lado del rio, llegando detrás de los asesinos, quienes, al verme, intentaron disparar a quemarropa, sin esperar que yo los detendría antes usando mi bastón, lo utilicé como una excelente arma para golpearlos antes de que utilizaran sus armas, sin embargo, uno de ellos consiguió escapar.

• -       ¡Te jodiste hijo de puta! ¡Mataré a todos!
• -       ¡Pues ven!

Sin medir mis palabras, aparecieron varios encapuchados a mi alrededor apuntándome con sus rifles, listos para matarme, sin poder hacer nada, simplemente hice lo que cualquiera hubiese hecho, rendirme. Dejé caer mi bastón al suelo, y uno de ellos me golpeó en la cara con su rifle, caí inconsciente.

Al despertar luego de unos minutos, o horas, pude ver a mi alrededor que solo había una mesa delante de mí, yo sentado en una silla y una lámpara poco iluminada en el techo de lo que parecía ser una carpa grande ¿Dónde carajo estaba? Espera… esto, es como en las películas ¿No es cierto? Cuando retienen al valiente rescatista, pero es atrapado por los malhechores… quiere decir que he sido capturado por malhechores ¡No! ¡Oh no! ¿Dónde estoy? ¡No puede ser!

• -       Tranquilo, estás en buenas manos – apareció un hombre de mediana estatura encapuchado y usando un chaleco antibalas color verde – soy el camarada Noriega y…
• -       Espera… - le interrumpí - ¿Eres un camarada? ¿Quieres decir que eres un terrorista verdad? Ah diablos…
• -       Veo que ya me conoces
• -       En realidad, ni idea de quién eres, pero cuando dijiste camarada pues, supuse que eras uno de esos terroristas que siempre dicen eso antes de decir su nombre – atado y sin poder hacer nada
• -       Es cierto, es extraño que alguien tan inteligente como tú esté aquí
• -       Es que me perdí y pues… bueno ya, libérame de una vez, tengo que llegar a la ciudad central del Cusco
• -       ¿Cusco? Que interesante… pues estas muy cerca, de hecho, estas en un lugar que todos los periódicos repudian ir
• -       Eh… ¿Y ese lugar es?
• -       Bienvenido al VRAEM
• -       ¿Vraem? Lo he oído antes
• -       El centro último de operaciones anti imperialistas de toda la gente verdadera del Perú
• -       Eh…
• -       ¡Que somos terroristas bien! Somos los descendientes de Sendero Luminoso, eso sí es verdad
• -       ¡Vaya! ¡Ah no! ¿Me piensan matar? ¡Les daré lo que quieran! Eh… incluso me iré sin decir nada a nadie
• -       Hahaha – vaciló por mi respuesta – eso queremos hacer, ya que nuestras operaciones están algo caídas de presupuesto, vender droga ya no es tan efectivo como antes, pues ahora capturaremos turistas extraños para pedir una gran recompensa al estado
• -       Am… eso será algo difícil, pues el estado peruano ya dejó de existir
• -       ¿Qué?
• -       ¿No se enteraron? Uf… sus compatriotas terrucos en Lima están mejor informados que ustedes
• -       ¡Deja de hablar estupideces o te mataremos!
• -       Ok, ¡tranquilo viejo! Lo que quiero decir es que otro grupo terrorista ya tomó el control de la capital antes que ustedes, no sé si ya derrocaron al gobierno, pero si son bastante poderosos, tienen raros poderes
• -       Eso es pura mierda, nadie se nos atrevería a adelantarse antes que nosotros ¿Cómo se llaman?
• -       Pues… son la legión del cóndor y…
• -       ¡¿QUÉ?! – ahora me interrumpió – esos desgraciados lo lograron… entonces ya no tengo nada que hacer, nuestra misión se ha acabado
• -       Eh… te importa dejarme libre ya que tu plan ha finalizado
• -       No lo entiendes ¿Verdad niño? – me miró desesperadamente – si un tipo como el general Alexander Carpio es ahora el nuevo presidente del país, todos estamos jodidos, ese tipo conoce cada rincón de todo, incluso sabe quién soy y donde estoy ubicado actualmente
• -       ¿Qué dices?
• -       Que ese tipo si ya asumió el poder, debe de haber enviado todo un ejército a destruir este lugar, después de todo, el mundo nos ve como unos tipos horrendos, cuando realmente no lo somos
• -       ¿No lo son? Ustedes aniquilaron a…
• -       A policías, soldados y violamos derechos humanos por doquier, eso ya lo sabemos, pero ellos fueron discípulos de ese senderista, nosotros somos de otra rama, quienes tratan de vivir dignamente sin depender de una estúpida sociedad limeña que cree todo lo que supuestos investigadores y diarios ponen al descubierto sobre nosotros
• -       ¿A qué te refieres?
• 
  

Una onda expansiva sacudió varios árboles en los alrededores de la tienda de campaña, sacudiendo masivamente los instrumentos de tortura que se encontraban encima de una mesa al lado de Jerouu. Este también cayó al piso al sentir la fuerte vibración.

• -       ¡Camarada ha llegado!
• -       ¿El ejercito del presidente?
• -       ¡Es solo una chica!
• -       ¿Qué dices?
• -       DICE LLAMARSE MILA… - una bala atravesó la cabeza del subordinado terrorista antes de acabar su oración
• -       Lamento interrumpir vuestra conversación, pero me enviaron para a matar a Jerouu, no se metan sucios terroristas