Capítulo 102: “La Legión del Cóndor, Sacrificio”

• -       Buenos días Camarada, buen trabajo eh – habló el general
• -       Jódete maldito animal – respondió el camarada Jerouu

Y en ese despectivo saludo, ambos señores de la guerra peruana se reencontraban luego de su última reunión en el hogar de Alexander, para hacer las coordinaciones correctas sobre las próximas jugadas en el poder, con un pacto de caballeros y mucho dinero, quedaron en ayudarse mutuamente y donde ningún hombre de ningún bando resultaría muerto o herido en batalla, cosa que ya no se estaba cumpliendo, solo quedaban dos terroristas con vida, y el camarada líder, estaba realmente furioso por ese trato.

• -       ¡Dijiste que ningún de mis hombres resultaría muero! ¡Y ahora toda esta mierda! ¡Maldito seas!
• -       Yo exactamente dije eso mi querido amigo, pero nunca mencioné que fuese cierto, veras, todo está en las palabras que digas…
• -       ¡No me jodas con eso! – apunto su arma hacia la cabeza de Alexander – te matare ahora mismo y diré la verdad, sobre todo, al menos por el honor de mis camaradas…
• -       Déjame explicarte muy bien, las palabras son todo en este patético mundo, nosotros los peruanos no podemos ver más allá de la verdad, por eso es que siempre nos han pisoteado, desde que los españoles nos conquistaron, por cuestión de palabras, los chilenos también y luego los ecuatorianos con los japoneses en los 90. Todo está en las palabras que digas, que pueden utilizarse para bien o para mal, y ahora mi amigo, el que tu hayas oído las palabras para bien, no es cosa mía, pero lo que dije, fue verdad, y para mal
• -       ¿De qué hablas?
• -       Yo odio a todo extranjero en este país, detesto a españoles, chilenos, ecuatorianos y al mundo en general, todos aquellos que nos han pisoteado pagaran las consecuencias, incluso tu pueblo, maldito israelí
• -       ¿Cómo sabes…?
• -       Lo indagué en el registro nacional de nacimientos, donde tengo acceso total a cada sistema, quiero que escuches también esto señor presidente
• -       … - no decía nada el presidente Ollanta, mientras apretaba fuertemente la mano de su esposa y sus dos hijas
• -       Desde un principio, nuestra pequeña organización ha buscado a un grupo de mercenarios extranjeros para hacer nuestro trabajo, pero no del todo, cuando averiguamos que tu grupo incluyéndote, eran de otra nación, decidimos contratarlos para que nuestra sagrada misión comenzara, con su aniquilación
• -       ¡maldito seas! ¡tenemos un puto acuerdo!
• -       Otra vez el juego de palabras, o me equivoco, todo está en las palabras, y recuerda, mis generales tienen poderes especiales, ¿verdad Angie?

Una señorita con el cabello largo y oscuro, usando su gorro hacia atrás y cargando a un terrorista muerto en sus espaldas se acercó hacia donde ellos estaban conversando y los saludo amablemente.

• -       ¡Hola querido Jerouu! “¡Yo acepto la misión pese a todas las consecuencias!” Eso mismo dijiste…
• -       ¿Qué? Pero… pero no había nadie en esa sala salvo nosotros dos
• -       ¿Ahora lo entiendes? – hablaba el general Alexander mientras le daba un abrazo a su teniente general – su poder especial es usar las palabras de los demás en su contra o volverlos realidad, por ende, le dije que te controlara sin saberlo y dijeras cosas que realmente me favorecían al cien por ciento, y a ti… nada
• -       ¿Qué...? ¡No! – levantó su arma hacia su cabeza - ¡Hijo de puta! ¡Engendro de mierda! ¡Todos ustedes!
• -       No nos culpes camarada, somos anti terroristas, y con tu muerte, comenzará una nueva etapa de gloria ¡el Perú se levantará de sus raíces como la potencia que es y que debió de ser siempre!
• -       ¡Muérete!

El camarada antes de disparar sufrió un corte en ambas piernas por la parte posterior, siendo incapaz de seguir en pie, cayó al suelo dejando su arma tirada lejos de su posición, y observando que fue el mismo presidente Ollanta quien le hizo eso, ante el asombro de sus hijas y esposa.

• -       No te olvides camarada, que fui militar y combatí contra ustedes en los ochenta
• -       ¿Qué… significa… eso?
• -       Como presidente general de toda la operación y financiado por el señor Daniel Fulca, pues, te convierte en un enemigo peligroso que debe de ser eliminado – justificó su ataque el mismísimo presidente
• -       Demonios… todos… son unos… ¡malditos traidores! – gritó el lastimado camarada sin saber qué hacer y yendo a las puertas del Hades
• -       Grita lo que quieras, en segundos las cámaras de televisión ingresaran al recinto y observaran todo esto, y gracias a nosotros, la legión del cóndor será quienes gobiernen y tomen las riendas de este país a la más grande proeza jamás conocida, ¡y recuperamos lo que es nuestro!
• -       ¿Suyo…? – decía el camarada soportando el dolor con la sangre burbujeando por su boca
• -       Me refiero a la guerra con toda Latinoamérica, el sueño de nuestros antepasados, recuperar el imperio inca, ¡ser un imperio! ¡nadie nos detendrá!
• -       Haha…
• -       Es sorpréndete ver ¡como alguien se ríe a pesar de estar ya muerto! – hablaba Angie con una sonrisa y tomándose selfies
• -       Yo no… afirmaría eso todavía… los Soulos, ellos, son fuertes
• -       ¿Los Soulos? – dirigió su palabra el general Alexander – ya deben de estar muertos
• -       No… ellos son fuertes, y en sus manos, está la decisión final, haha, yo me iré al infierno con mis tropas, pero tú… y tus bastardos, se pudrirán en las manos… de los Soulos… - murió
• -       ¡Patético! – dijo la coronel Angie – ellos ya están muertos… ¿no mi general?
• -       Vámonos ahora, que atiendan al presidente y dile a los demás que se preparen para la prensa, después de todo, creo que ya tenemos nueva prensa. Que comienza la segunda fase

En los cuarteles de la junta militar

• -       ¿Cuatro fases? – preguntaba el jefe en operaciones de rescate
• -       Sí señor, nuestro general de la policía ha establecido ese orden para recrear un nuevo país, un país donde todos vivirán el sueño perfecto y uniremos a todos para ser, el nuevo imperio inca
• -       Esta demasiado loco, debería de enviarlo a un manicomio
• -       Por supuesto – respondió con risas el coronel Rodríguez – pero antes déjeme contarle todo el plan, para que les informe a sus tropas. Bien…

El plan de la legión del cóndor era llamado, “Vox Populi”, que en latín se refería al llamado del pueblo, su propia voz pidiendo justicia, como ellos solían llamarse, la voz del pueblo. Su plan era dividido en cuatro fases para tomar el control del país detrás de los partidos políticos.

Su primera fase, consistía en reclutar a los herederos de Lindley, quienes habrían tomado de esa fórmula especial que les dio poderes especiales, una vez reclutados, entrenarlos desde pequeños y lograr mejorar sus dones hasta el punto de volverse casi inmortales e invencibles, pequeños semidioses en la actualidad. Una vez finalizada la primera fase, se le daría a cada uno un cargo importante dentro de la organización y conseguir adentrarse a la segunda fase.

La segunda consistía en comprar los negocios de prensa e información, o llegar a un acuerdo mutuo para renegociar lo que se debe de transmitir a la población, para que, en ese control, el mundo observara lo que ha pasado hace minutos en palacio de gobierno. Eso también formaba parte de la fase, como una especie de guion B, entrar a la casa presidencial, pero enviando primero a un grupo de mercenarios extranjeros, para hacer quedar a la legión como los héroes.

• -       ¿Y en qué momento ingresan esos llamados los Soulos?

Eso es la tercera fase, mientras nosotros somos reconocidos como héroes y libertadores, daremos un golpe de estado a la política peruana, al congreso y a los gobernantes en general, y meter a toda la policía, junto con el ejército, como sus verdaderos nombres deben de hacerse respetar, y de allí, cazar a los Soulos que fugaron al interior del país, junto a los que se quedaron en Lima, mostrarlos como los terroristas que son y encarcelarlos o matarlos de forma silenciosa, en el caso de que no se les capture.

• -       Entonces, estamos en la tercera fase… ¿y la cuarta?

El restablecimiento del imperio inca, la guerra con Chile, Ecuador, Argentina y Bolivia para recuperar nuestro territorio, a través de ataques de terrorismo blanco, los obligaremos a declinar a nuestro favor, y para que alguna organización extranjera no intervenga, tendremos como retenidos a la fuerza, pero sin provocarlos daño, a los extranjeros, de esa forma no podrán intervenir directamente.

• -       ¡Quieren convertir nuestra nación en un campo de guerra!
• -       Es cierto, pero es el sacrificio que tenemos que hacer para que nuestras raíces legendarias vuelvan a ser apreciadas en el mundo actual, por eso me uní a la legión, no de pequeño, sino a mis treinta años, en fin. Las cuatro fases ya se vuelven realidad, acostúmbrense a la nueva orden

Sin embargo, todo plan tiene sus riesgos, y en este caso, ese riesgo tiene nombre, un nombre tan peligroso… ¡Luciano ingresa!