Capítulo 30: ““El Quinto Color”

Cuando no tengo rojo, pongo negro

                                                                                                                      Pablo Piccaso

Y la batalla continúa en las playas de la hermosa Lima contaminada grisáceamente.

• -        Diablos… ¿Qué hago?
• -        ¡No puedes detenerme rubia! ¡Te mataré ahora!

Si tiene razón, sus poderes vienen de los colores, cada color tiene un significado, y ha utilizado cada significado para beneficiarse. ¡El marrón me dio debilidad, el azul emoción, y ahora, el rojo… fuerza, pero, si es cierto, entonces, los colores opuestos funcionaran con él, y el opuesto del rojo es… ¡Azul!

• -        Pero…, ¡El mar!
• -        ¿Qué? ¿Quieres huir donde tu tía por el mar? ¡Para ser tan linda eres más que una estúpida rubia!
• -        ¡Yo gané la apuesta!
• -        ¿Eh?

Sin pensar en muchas cosas, corrí apresuradamente hacia el mar, para lanzarle agua con mi poder y así derrotarlo, pero, no creí que fuese tan fácil. Él me atacó con su lanza roja, intentando matarme, y evitando a que fuera al mar; lo seguí golpeando con pequeñas ráfagas de aire utilizando mis piernas, pero no le afectaba en nada, solo reía y reía, parece que el rojo también significa locura.

Siguió atacándome, parecía que nos acercábamos a la carretera, no podía permitir que los taxistas nos viesen, podría causar un accidente, o peor, mostrarnos como monstruos a nivel nacional. Tengo que hacer algo, y la solución, está en mí.

• -        ¡Oye pintor monse! ¡Aquí estoy!
• -        ¡Ven aquí rubia! ¡Solo quiero darte un beso pasional rojizo!

Lo llevé directo al mar, él me seguía lanzando líquidos rojos con forma de flecha, uno me impactó en la pierna izquierda, cayendo a unos centímetros del agua, era demasiado poderoso, puede controlar sus poderes a la perfección, mientras mi caso… es torpemente vencido.

• -        Ahora… ¿te rectificas?, yo gané la apuesta rubiecita

Si no puedo utilizar mi pierna izquierda, entonces ¡Utilizaré mi brazo izquierdo! Me impulsé hacia arriba, cayendo al mar donde pude levantar, lo miré fijamente y le dije las últimas palabras para acabar con esta absurda pelea sacada de una película barata boluda.

• -       Yo soy Alexina de Los Leones… y ¡Soy la actriz de los nuevos muchos vientos venideros!

Retrocedí ambos brazos y con las manos abiertas, dirigí una onda inmensa de aire al mar, causando un pequeño tsunami en la costa, no tan grande, uno pequeño, que fue capaz de derrotarlo, le dije que sus poderes son increíbles, pero tienen un defecto, el color opuesto, y en este caso, fue el azul quien me salvo.

La ola grande regreso al mar y dejo el cuerpo inconsciente de Carlos flotando en la orilla, tomé la cartera de mi tía y me dispuse a irme a la plaza de armas de Barranco, pero… por algo, no podía dejarlo solo. Él dijo que no tenía padres ni familia alguna que lo apoyara, y escogió este camino, para lograrlo… pero ¡Le robo a varias personas! De todas formas, no fue culpa suya, no tuvo más opciones… ¿Qué haría Jerouu?, se nota que parece tener mi misma edad, salvo que el escogió el camino de robar. Ahora soy yo quien no tiene opción de decidir qué hacer con este sujeto llamado “pintor”.

Decidí esperar a que despertara, llame a mi tía para confirmarle todo lo que paso, menos la parte de la pelea, felizmente su celular no estaba en la cartera, le dije que ya lo tenía, y que la policía lo capturó y se lo llevó a la comisaria, que no se preocupara, que todo termino bien, no estaba herida, cosa que era falso en parte, este sujeto sí que quiso lastimarme, aunque yo también lo quería hacer.

• -        ¿Por qué sigues aquí? – despertó
• -        Oh, despertaste, déjame ayudarte – me caí, la herida no había cicatrizado aun
• -        Espera, mejor te ayudo yo – sacó su porta borrador rojo y lo colocó en la herida, milagrosamente, la herida cerró y la sangre desapareció
• -        También sirve para borrar manchas, haha – rio un poco
• -        Gracias… dime Carlos ¿Vives solo o…? – pregunté para llevarlo a su casa
• -        No, en realidad vivo en la calle, vendiendo caramelos, no tengo trabajo, ya sabes, por eso robo
• -        Si, lo siento
• -        No tienes nada porque disculparte, yo soy así, un choro monse y pues, ganaste, ahora… soy tu esclavo
• -        ¡Claro que no! – dije riendo un poco -  no eres un choro, eres… un chico que no tuvo opciones
• -        ¿Qué?
• -        Ah… nada, olvídalo, entonces te llevaré a un parque, al menos, ya que puedo caminar, y de paso, te explicare esa apuesta
• -        Oh… bueno, gracias ¿Te gusto?
• -        ¿Qué?... – pudo notarse el rojo pasión en su rostro, sin necesidad de usar sus poderes
• -        ¡Nada!, ¡nada!, hahaha, bueno, vámonos, está oscureciendo, por cierto ¿Qué es ser un choro? Es que no soy de este país
• -        ¿Es en serio?

En el camino me explicó su vida, proveniente de Juliaca, su familia lo abandono cuando nació, fue a parar a un albergue que cerro hace años, y que lo llevó a robar para sobrevivir. Le gusta dibujar y pintar paisajes, y su gran sueño desde pequeños siempre fue el de ayudar a su querido pueblo, Moro Cachi, por eso vino a Lima, para triunfar como pintor independiente y pobre, pero nunca menciono la palabra pobre, solo, decía de bajo recursos.

Al llegar a su casa, su barrio, mejor dicho, era “acogedor”, vive en Comas, en una casa pre fabricada lejos de la carretera central, me sorprende verlo tan lejos de su casa, y justo al otro extremo, al opuesto de la tierra, el mar.

• -        En primera, fui a Barranco a tratar de pintar una acuarela, nunca tuve la intención de robar a esa gente tan… pudiente, la detesto
• -        No tienes por qué odiarlos
• -        Claro que sí, siempre van turistas de muchos lugares a mi pueblo, a mi hogar, y nunca hacen nada por nosotros, siempre se paran a tomarse fotos o comprar recuerditos sin siquiera saber cómo estamos realmente, que problemas pasamos, solo vienen, gozan, juerguean y se largan. Detesto eso
• -        No todos son así, algunas personas van a ayudar…
• -        No, solo disque van a ayudar, pero todo se lo queda el gobierno, y con ello, no se puede tratar… ¡incluso roban nuestro pasado! una vez fue una ONG llamada “Misioneros Masónicos”, y en lugar de ayudar, se robaron unos huacos muy raros, bueno, nadie dijo nada, al parecer a nadie le importo, pero ellos estaban muy interesados en esos huacos, en fin, con eso quiero decir, que hasta eso nos quitan, el pasado
• -        Mmm – respiré hondo
• -        ¿Qué sucede?
• -        Pues, por eso estas aquí, por eso naciste, para que ayudes a los demás, Dios te ha dado un poder increíble, único, el cual podrás sacar de la pobreza a tu hogar, y no solo a ellos, sino, a todos los pueblos que claman justicia y felicidad. Tú has nacido para darles esa felicidad, si tienes ese don o poder o como se llame, es porque naciste para ser, eh… increíble y muy bueno, ser… el héroe que todos queremos. Tú ya no eres el ladrón arcorito, ahora eres… el héroe de los colores
• -        Mmm, no suena tan chévere, mejor, el héroe Acuario, de acuarelas!
• -        ¡Claro!, esa es la idea, por eso, te pido que te unas a nosotros, a los ¡Soulos! ¡el gran nuevo movimiento juvenil de ayuda a todo el mundo!
• -        ¿Los soulos?, que nombre tan raro, ¿Quién lo invento? No será de esos grupos religiosos ¿Verdad? Para nada quiero relacionarme con gente falsa
• -        Para nada, es en realidad, todo lo contrario. Pues, tenemos un líder bien raro, su nombre, es Jerouu, el primero y yo soy la segunda, y tú, serás el cuarto, si deseas unirte, ¿Qué dices?
• -        Pues…
• -        ¡Vamos!, todos somos jóvenes, y deseamos ayudar, y con tu sueño, todo se podrá – lo dije emocionada
• -        ¡Está bien! ¡Entro al clan! ¿Ahora soy un sou…liano? ¿Así se dice?
• -        ¡Haha tonto!, no, somos ahora salvadores con poderes extraños que no pedirán dinero ni que Cristo está entre nosotros, burradas, bueno, chicos con la idea de ayudar al mundo solo eso
• -        Hahaha, ¡Chévere!

Ahora que se integró Carlos, creo que, si se puede, yo misma me creo mis palabras, gracias Jerouu, gracias a ti, un joven con grandes esperanzas y deseos ¡Se ha unido!